Corazón de cristal [LIBRO 1]

By Brisa_Novasp

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Emma es una chica aplicada que empieza el último año del instituto. Tiene una vida normal, amigos normales. E... More

Sinopsis
Book trailer
Dedicatoria
Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Extra
✽ Agradecimientos ✽

Capítulo 27

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By Brisa_Novasp

El agua está quieta y el frío de aquella mañana pellizca mi piel, ya bronceada por el verano, haciéndome tiritar. No pude dormir mucho esa noche. Y todo porque estaba pensando en él.

¿Por qué es así conmigo? ¿Qué es lo que le hice? ¡Ni siquiera le conocía antes!

¿Y por qué rayos tiene que ser así de desgarradoramente hermoso? Al menos, hasta que abre su gran bocota.

Salgo a caminar fuera de la habitación donde se encontraba mi familia para pensar. Según vi, en mi celular, son las 5:50 de la mañana, está amaneciendo. Llevo un jean azul común, una playera larga de mangas largas con un escrito de alguna marca, y una camisa, también de mangas enteras, a cuadrados. Tengo unas tenis negras y mi agenda de poemas en la mano.

El muelle del lago está sereno, me siento en sus viejos tablones y comienzo a escribir mientras veo el sol salir hacia la cima.

«Si el atardecer fuera

el reflejo de algo,

pues sería el de tu mirada.

Mirada brillante y a la vez opaca, que tanto ha de ocultar.

¿Cómo saber si estoy bien parada?

¿Cómo saber si es esto normal?

¿Por qué me tiene que gustar tanto

alguien que me odia de más?»

―¿Qué haces, Honey?

Y como sombras que huyen de la luz solar para mezclarse en la oscuridad de su naturaleza, salgo rápidamente de mi ensoñación. Esa voz. Esa maldita y armónica voz. ¿Por qué de todos tenía que ser él? ¿Simplemente el destino me quiere destruir uno de los pocos momentos de paz que puedo llegar a tener? No quiero verle, no quiero mirar su estúpida sonrisa burlona de «yo me sé todo», ni ese irritante hoyuelo salir, haciéndome sentir más pequeña. ¿Por qué posee ese efecto en mí?

¿Por qué él?

―¿Acaso eres muda, Emily?

Estúpido. No le pienso contestar ni una sola palabra.

Nada.

―Bueno, entonces si ese es el juego que quieres jugar... ―Yo me sobresalto de lo cercana que resulta su voz y, al girarme, ahí lo descubro, casi sobre mí y sacándose la remera. ¿Qué mier...? Me guiña un ojo cuando mi vista se posa en él y, sin titubear, me arrebata la agenda de la mano, comenzando a leer mi poema. Vaya vergüenza.

―Así que... te gusta alguien, ¿eh? Veamos, debe ser abrasadoramente sexy. ―Le fulmino con la mirada. Ahora no, por favor. Basta de torturas. ―¿Qué pasa, Honey, estás muy acalorada? ¿Tienes fiebre?

―Solo cállate, ¿quieres? Y dame eso —le digo.

―Ven por él, Emil... —comenzó a decir.

―Mi nombre es Emma. Emma. ¿Entiendes?

―Como digas, Honey.

―¡No me digas más «Honey»! Basta ya con eso. ¿A qué va? ¿ֿ«Miel»?

Emmanuel sonrie, malicioso. ―¿Qué ocurre, Emma? ¿No estás dulce hoy?

Su postura es relajada y eso me enoja aún más. Puedo ver cada músculo tensarse en su piel descubierta, ¿y lo peor de todo? Me es difícil apartar la vista. Su camisa blanca, tirada en una tabla de madera del muelle, me da una mala señal, pero no me importa. Salto hacia él con toda mi fuerza para arrebatar de sus manos mi cuadernillo, pero en lugar de ello ambos caemos. Yo empujándolo, cayéndome encima de él. Juntos, al agua que se encuentra helada. Yo con ropa. Con el mismo chico que me quita el sueño, el mismo chico que odio.

El agua me succiona hacia abajo y comienzo a nadar hacia la superficie, pero antes de llegar, unas manos me toman y empujan contra un cuerpo cálido.

―¡Mi cuaderno! ―le grito echándole agua en la cara con rabia―. ¡Vaya idiota eres tú!

―¡Ey! ¡Que yo no he empezado esta vez la discusión! Tu cuaderno... ―apunta con sus dedos, sacando el brazo fuera del agua hacia el muelle― está allí. ¿Más tranquila? ―sus ojos azules destellan. Aparta, veloz, la vista de mí, mirando hacia el horizonte.

—Eres un idiota.

―Vale. Soy algo idiota, ¿feliz? Ahora que aclaramos todo, ¿jugamos una carrera?

―No. ―Respondo cortante mientras me escapo de la mano de Emmanuel que me sujeta. Ya fuera del agua comienzo a estremecerme del frío, al menos el cuadernillo sí está en el muelle.

Emmanuel sale también, poniéndome cara de cachorro mojado, y pasa de largo a mi lado, sin siquiera mirarme.

¿Qué le pasa a este lunático?

Me dirijo a buscar mi cuaderno para encaminarme a la habitación antes de enfermar, pero un toallón es lanzado hacia mí, con tal precisión que termina cubriéndome.

Sorprendida, me giro en dirección del idiota, que también tiene una toalla. —¿Por qué eres bueno conmigo si no te agrado? —espeto.

―Sí me agradas, Emma ―dice sin mirarme.

―¿Entonces por qué me odias?

―Eh ―se rasca la cabeza, pensativo―. Basta con esta mierda. Te diré. ―Toma aire nervioso. ¿Él imbécil nervioso por algo? ¿Tiene sentimientos?―. Te odio porque no soy capaz de odiarte. Me haces sentir cosas que jamás había sentido. Y te odio por despertar eso en mí. Te odio tanto que estoy creyendo que no te odio. Creo que estoy empezando a... ―traga otra vez. Mira hacia todos lados, luego a mis ojos y a sus pies. Sí, nervioso―. A... amarte, Emma. Me gustas. Ya lo dije. Me gustas. Siento algo por ti. ¿Vale? Ya...

―¿Qué? ―suelto aturdida. Eso no me lo esperaba.

―¡Que me gustas! ―grita.

―¿Y me molestas por ello? ―Logro preguntar.

―Sí, ¡no! Es decir... es complicado. Pensé que intentando odiarte, todo sería más fácil. Pero no, todo es tan genial a tu lado que me olvido del mundo ―chasquea la lengua―. Vaya, debería dejar de complicar las cosas...

―¿Qué es complicado, Emmanuel?

―Todo lo que me rodea.

―Pues, cuéntame. Tal vez lo entienda.

―Entonces... ¿empezamos por el principio? ―sonríe mientras yo asiento—. Vamos dentro, no quiero que te enfermes, ¿sí? Ah, y para empezar, mi nombre no es Emmanuel; es Owen... Owen Liv, Honey.

Ese sueño. Era tan real. Parecía como que Owen estaba ahí, realmente. Solo que... fue diferente. Un sueño muy real y un... ¿déjà vu? Eso ya lo vi una vez. De seguro, lo he soñado por lo que hablé con Owen en la cita. Muchas cosas en mente.

Al despertar Owen ya no está a mi lado, me siento vacía sin su abrazo, sin su piel tiesa tocando la mía suavemente, sin su boca tan cercana a mis labios. Hubiese querido despedirme de él, pero los dos sabíamos que sería complicado; no es que hemos hablado sobre ello con antelación pero, según la situación, parece como si pensáramos lo mismo.

Tal vez me equivoqué. Nos equivocamos con respecto a nuestra decisión. Ahora quiero mirarle, mirarle a los ojos y ver el amor en ellos, a su hoyuelo irónico aparecer, su sonrisa curvada...

Vale. ¿Antes de Owen tenía vida? Oh, claro que sí. Solo debo retomarla. Simple.

¿Verdad?

Él volverá. Lo sé.

¿Normalidad desde ahora?

Normalidad desde ahora.

Me levanto, luego de quedarme leyendo por dos horas en la cama, a las 10:00 a. m. Revolviéndome entre las sábanas para salir. Un suspiro escapa desde mi pecho: mi colcha aún conserva su aroma, y yo tengo todavía su remera. Me imagino cómo quedaba en su cuerpo marcado, y acerco mi rostro inspirando el perfume a libertad, árboles y lluvia, junto a una muy sexy colonia masculina.

Realmente no ayuda. Siento el cuerpo pesado, apagado. Aún tengo sueño. ¿Podré dormir un poco más? No. No lo creo.

Me dirijo hacia el baño y el espejo me da la bienvenida, ¡agh! El cansancio es notorio, tengo ojeras bajo los ojos, y partes de mi cara parecen no despertarse incluso ahora... Y mi pelo... bueno, sin comentarios sobre ello.

Decido bañarme y así poder terminar de despertar y despejarme del sueño. Siento cada gota colisionar contra mi piel desnuda. Me estremezco cuando el agua llega hacia mí en picada, hasta que finalmente me adapto al cambio de temperatura y cada célula de mi cuerpo comienza a despertarse y relajarse.

Almuerzo con mi familia, hablando de temas cotidianos. Y lo natural, lo ordinario, lo lógico me invade. Todo es mundano, común y corriente.

No ángeles, no nefilims, no peligro. Simplemente tranquilidad humana, con miedos humanos típicos.

Abro mi cuadernillo del Instituto y hago los deberes de matemáticas que tanto amo —¡já, ni en sueños!—, y los de química, que nos había dejado un trabajo para entregar.

Luego de unas benditas tres horas de escribir a mano sobre el petróleo y sus usos, comienzo a guardar los útiles cansinamente en mi mochila: mañana es lunes.

Un lunes sin Owen.

Mi celular, en eso, vibra. Es un mensaje en el grupo de Whatsapp con mis amigas. Sonrío al ver lo que ha escrito Gala.

Galy: ¡Chicaaaaaaas! ¡¿Mnña van al colegio?! QUIERO SALIR

URGENTE.

Me río y vuelve a sonar.

Cel: ¡Siiiiiiiiii! ¿Dnd podemos ir? Podríamos salir dsps del Insti.

: Holaaaaa,

¿y si vamos a ver una película?

Galy: ¿BEL, STÁS?

: ¡BEEEEEEEEEEEEEEEEL...

Cel: ...EEEEEEEEÉEEEEEEN!

Galy: JAJAJAJAJAJAJA

: ¡APARECEEEE!

Cel: Vuelve, que sin ti la vida se me va...♪
Uhuh, uhuh ♪♩ ♬

Bel: hola chicas, mañana salimos?

: Sí, sí.

Llevemos mañana todas algo de plata,

así vamos a comer y ver una peli juntas.

Una salida de chicas

Galy: Tu sexy novio no está?

: Nop. Se fue por unos días

Galy: ¡VAMOOOOOOOOOOS!

Cel: JAJAJAJAJAJAJA

Bel: jajajajaja

: Jajajaja. Ay. :( Pobre

Galy: JAJAJAJAJA pobre nada, simpre stá pegado a ti, al fin stamos solas

: ¿Organizamos mañana en el cole?

Recuerden de llevar lo necesario

Galy: ¡Vale!

Cel: Sip

Bel: nos vemos, las quiero :)

Que me mencionaran a Owen mucho no funciona para mis emociones, haciéndome acordar de aquel sueño que tuve esta mañana, ¿qué significa?

Recuerdos comienzan a llegar a mi mente: la cita de la noche anterior. Nuestro primer beso. Sus confesiones. Cuando me salvó de Oracles...

Eh, mejor no pensar más en ello.

Dejo mi móvil cargando y busco el cuaderno de notas que llevo al Instituto, un papel se cae de él y cuando me agacho para recogerlo, mi cuerpo se paraliza completamente. La sangre deja de correr por mis venas y mi corazón frena de golpe, mientras mis ojos buscan señales de peligro por doquier, esperando que algo saltara encima de mí y me atacara.

Todos mis sentidos gritan «¡cuidado!».

Pronto descubro que no puedo respirar al saber qué es lo que tengo entre mis manos. ¿Cómo es que llegó ahí? ¿Quién me la quitó? ¿Por qué me la devuelven así? ¿Por qué ahora que no está Owen para ayudarme? Eso... eso es...

«...Mi poesía perdida...»

Mis manos comienzan a temblar mientras leo cada línea escrita hace ya varias semanas atrás, cuando todo había comenzado y las cosas eran más fáciles. También cuando se empezaban a complicar creciendo más y más.

Descubro que alguien ha marcado la hoja, ya que se nota el relieve de un apretado pulso de lapicera negra. Al dar vuelta ese papel encuentro lo siguiente escrito en una letra desconocida para mí:

"No te asustes, no soy una amenaza. La siguiente noche iré a por ti. Hay muchas cosas que debes saber, y hay poco tiempo a nuestro favor."

¿Siguiente noche? ¿Vendrá por mí? ¿Qué no es una amenaza? ¡¿Qué rayos?! ¿Será Owen? No... Él no. ¿Entonces....? ¡¿Y si es alguien como Oracles?!

No. No. No. No.

Escondo tontamente el papel detrás de un mueble —como si eso ayudase en algo—, y cierro las ventanas de mi habitación. El miedo me tomó por sorpresa una vez más y no debo dejar que ocurra eso.

Tomo coraje y pienso: «sea lo que sea, sobrenatural o no, debo enfrentarlo, porque sé que aunque hoy me esconda, mañana deberé luchar. No puedo vivir esperando que alguien salga de entre las sombras».

¿Cómo es que me he metido en éste raro y misterioso mundo?

¿Por qué se me ha complicado la existencia? ¿Por Owen?

¿Cómo confiar que no es una amenaza quién escribió la carta?

¿Cómo acciono si no está Owen para ayudarme?

Un paso en falso, y puede ser mi fin.

Ya nada, nada, es normal para mí.

El sueño, la carta, acaso... ¿serán una señal?

¡HOLAAAAAAA!  ¿Y ahora, qué ocurrirá? Pues... Es complejo. Owen no está para protegerla, y recibe una carta anónima. ¿Qué piensan? ¿Es Owen quién la envió? ¿Y EL SUEÑO? 

¿Les ha gustado?

Quiero aprovechar para mandar saludos y agradecer:

Gracias a los que me siguen desde un comienzo, gracias a los que me empezaron a seguir hace poquitito. Gracias a cada uno que pone su estrellita o su comentario, ¡me hacen feliz! GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS INFINITAS.

¡LOS QUIEROOOOOOOOOOOOOO!❤

-Bri.

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