Días después.
—El día de hoy queridos hermanos estamos reunidos todos aquí para despedir a nuestra hermana Eleonor Jensen Hill quien en vida fue madre, padre, amiga, hermana para sus hijas a quienes expreso mi más lamentable y sentido pésame por la pérdida de su madre. —Las lágrimas no dejan de caer de mis ojos—Para todos nosotros esta muerte es un choque sorpresivo. Fueron cuarenta y nueve años que sus seres queridos tuvieron el honor de vivirlos a su lado. —estoy a punto de caer pero los brazo de Adam me detienen—Lamentablemente la perdimos. —tomo aire al escuchar las palabras del sacerdote—Ahora ella está en un mejor lugar porque paso a mejor vida y este no es un adiós, al contrario este es un hasta pronto. —lo veo tirar agua bendita sobre el ataúd plateado de mi madre—Nos veremos muy pronto. —Veo bajar al sacerdote del podio—A continuación tendremos unas palabras de despedida de su hija mayor Megan. —subo con la ayuda de Adam.
—Hola. —Sollozo—Que podría decirles cuando el sacerdote aquí presente ya se los dijo todo. —tomo aire rápidamente—Nunca he sido buena con esto. —trato de recomponerme—Gracias a todos por venir a acompañarme el día de hoy para acompañarme en este difícil momento. —ya ni se lo que estoy diciendo—Recuerdo perfectamente la última vez que hable con ella. —me limpio las lágrimas—Nunca pensé que sería la última vez que hablaría con ella. —No dejo de llorar—Ni siquiera tuve la oportunidad de despedirme de ella—cierro los ojos—Me duele tanto el alma porque ella era una grandiosa madre a pesar de nuestras diferencias siempre conseguíamos razonar por el bien de todas. —Abro los ojos—Vayas a donde vayas y estés en donde te encuentres espero que nunca te olvides de nosotros por favor, porque yo jamás te olvidare porque por siempre te recordare, te amo tanto madre. —bajo a trompicones antes de ver el rostro de Alis pasar a mi lado, la mano de Adam me sostiene para que no me vaya directo al suelo.
—Como verán mi nombre es Alis Carolina Carter Hill, para mí también es muy triste la muerte de mi madre. —una vez a bajo me coloco al lado izquierdo del podio para escuchar el discurso de Alis—A cada paso que daba mi madre siempre estuvo ahí para mí. —Veo a todos los que están en este funeral que no son muchas personas—La extrañare por siempre, ella era la única persona que me comprendía y ahora ya no está más conmigo, la única persona que me queda es mi padre. —No me sorprendo al escucharla decir eso—Luchar por conseguir mis metas madre y estés en donde quiera que su supone que estés me desees mucha suerte y cuides de mi padre y de mí. —la veo bajar y pasar por mi lado.
—No lo puedo creer. —hablo antes de que pase de largo.
—Ahora ¿Qué? —pregunta girándose para verme la cara.
—Ni siquiera en el funeral de mi madre dejas de pensar en ti.
— ¿A qué te refieres?
—Por Dios todo ese discurso estúpido sobre que te cuide y que vea por ti. —La señalo—Fue demasiado egoísta.
—Y aun así no tienes por qué recriminarme.
—Si te das cuenta que no volveremos a ver a mi madre.
— ¿Y?
—Ni siquiera pudiste dar un discurso decente que al menos no se tratara de ti sino en mi madre.
—Ay por favor no seas tan hipócrita.
— ¿Qué?
—No te hagas que bien que sé que ti te importa muy poco que mi madre este muerta.
—Mira quien lo dice. —trato de no gritar—La que ni siquiera estuvo presente cuando murió porque le importo más una estúpida competencia.
—Tú no la querías.
— ¿De qué hablas?
—No lo sé tal tu deseaste que se muriera.
—Yo jamás haría algo así como se ocurre.
—Tal vez porque nunca la quisiste.
—Lo que estás diciendo es una semejante estupidez. —Grito—Ame a mi madre a pesar de su preferencia hacia a ti. —mi garganta se quiebra—Siempre quise que me viera como te miraba a ti.
— ¿Qué?
—Mi madre siempre te prefirió a ti. —me limpio las lágrimas de mi rostro—Ella siempre te puso muy por encima de mí y de cualquiera, tú eras su prioridad a pesar de todo ella siempre pensé primero en ti antes que en mi—siento los brazos de Adam en mis hombros recordándome una vez más que el esta aquí—Incluso antes de su accidente te escribió un mensaje en donde decía que eras su todo y que te extrañaba, por iba a regresar ese mismo día a casa. —Se queda en silencio—A mí ni siquiera me envió un mensaje.
—A mí no me llego ese mensaje.
—Quizás porque nunca revisas tus mensajes. —Tomo aire—Me molesta que hables así de mi cuando tu ni siquiera pudiste venir al hospital y mucho menos contestar mis llamadas.
—Estaba muy ocupada.
—Qué es más importante que nuestra madre.
—Cállate.
—A ti no te importa nadie más que a ti misma no.
—Amaba a mi madre pero murió y no pudimos hacer nada para que eso no pasara, fue inevitable lo que sucedió pero la vida sigue y todos tenemos que continuar con nuestras vidas.
—Siempre tan egoísta no. —se da la vuelta. —Miserable.
— ¿Cómo es posible que tu madre la amara tanto? —la pregunta de Adam me saca de mi mundo—Cuando se ve perfectamente que es una descarada.
—Tal vez porque se parece mucho a ella.
—Pude ser. —Toma mi mano—Vamos que ya es hora de...
—Enterrar el ataúd.
—Así es.
Caminamos directo hacia en donde se encuentra el cuerpo de mi madre le dejo la espalda a Adam, paso mi mano por última vez sobre el ataúd, por más que los ojos me arden no puedo dejar de llorar al saber que nunca más ver a mi madre todo es muy doloroso, me alejo para que empiece a descender poco a poco hasta llegar a la tierra, tomo un puñado de tierra tomando aire lo más fuerte posible hasta que siento que mi corazón comienza a apretarme, dejo caer la tierra sobre el ataúd soltando el aire de un solo.
—Tranquila. —Me pide Adam al oído—Estoy aquí. —me giro para abrazarlo porque no quiero ver el ataúd de mi madre desaparece al ser enterrado por la tierra.
—————
—Nuestro más sentido pésame Megan. —Muevo la cabeza en señal de asentimiento hacia la madre de Chloe—Si llegas a necesitar algo no dudes en pedírnoslo.
—Gracias señora. —su abrazo me toma por sorpresa.
—Lo siento mucho. —Pasan algunos minutos mientras estamos abrazadas hasta que nos soltamos—Ya nos vamos pero Chloe se quedara contigo.
—Muchas gracias señora.
—Te veo luego cariño.
La madre de Chloe se aleja rápidamente tomada del brazo de su esposo dejándome sola con Chloe.
—No cuanto lo siento amiga. —Chloe me abraza—Me hubiera gustado estar ahí para ti pero no pude.
—Descuida.
—No es que no puedo creer que fuera tan egoísta como para quedarme junto a ti.
—Cálmate porque de todas formas como hubiéramos sabido que mi madre moriría.
—Si pero aun así debí estar a tu lado.
—Adam estuvo junto a mí.
—Lo sé y es por eso que me siento fatal al saber que un desconocido estuvo contigo en vez de tu única y mejor amiga que no pensó en ti.
—Ya déjalo pasar Chloe. —me zafo de su abrazo—Estas aquí ahora y eso es lo que más importa.
—Si pero...
—Ya no importa lo que pasara en el pasado lo que importa es el presente y lo que sucederá en el futuro.
—Si gustas me puedo quedar esta noche en tu casa.
—No. —Niego rápido—Descuida que Alis estará en casa.
—Segura.
—Más que nada.
—Iras a la escuela el lunes.
—Aun no lo sé pero espero que así sea.
—De todas formas me pasare por tu casa para ver cómo te encuentras.
—De acuerdo.
—Entonces supongo que hasta mañana.
—Bien.
Comienza a correr rumbo hacia donde se encuentra el auto de sus padres.
—Lo lamento mucho señorita Hill—la voz de Rodrigo Brown me toma por sorpresa—Mi sentido pésame por su perdida. —me giro para verlo a la cara.
—Gracias.
—Le puedo dar un abrazo señorita.
—Este bien. —asiento mientras lo veo abrir los brazos y serrarlos alrededor de mí dejando mi rostro en su pecho.
—Sé que no nos llevamos nunca bien pero eso no significa que no pueda compartir su dolor. —frota sus manos en mi espalda—De verdad, lo siento mucho.
—No tiene porque. —Añado—A puesto a que ni siquiera la conoció.
—Se equivoca. —separo mi rostro de su pecho para levantar la vista.
— ¿A qué se refiere?
—La llegue a conocer porque si mal no le recuerdo su difunta madre salía con mi padre.
—Es cierto.
—De alguna manera mi padre me la presento y aunque no nos llegáramos a llevar de maravilla al menos tuvimos un buen lazo.
—Entiendo.
—Sé que no nos llevamos bien usted y yo pero al menos me ha dejado darle un abrazo y eso es un gran avance no.
—Solo por esta vez.
—Lo sé y créame que estoy un poco contento al saber que no me odia del todo y que tal vez en algún futuro no tan lejano podamos ser amigos.
—Eso solo el tiempo lo decidirá Joven Brown.
—Lo sé.
Nos miramos fijamente a los ojos por unos segundos sin importar nada a nuestro alrededor, hasta que escucho el carraspeo de una persona que se me había olvidado, rompo el contacto visual separándome de Rodrigo para voltearme hacia Adam quien no tiene un aspecto feliz en estos momentos.
—Adam. —susurro más para mí misma.