Secretos (Trilogía Amor Oscuro: Libro I)

Capítulo 9

—Anda, entra. —Me pide Chloe para que me adentre a su casa— ¿Qué esperas? apresúrate.

—Estas muy segura que ninguno de tus padres se dará cuenta que no estaremos en tu casa.

—Te lo aseguro. —Pone los ojos blanco—Ellos ni siquiera van a estar en casa.

—Me lo juras.

—Por mis futuros hijos.

—Eso espero.

—Ya entra.

—Está bien. —entro de una vez—Solo esperó que esté haciendo bien en confiar en ti.

—Por supuesto que estás haciendo bien.

—Si tú lo dices.

—Ya deja de quejarte. —me toma de la mano para que subamos las escaleras juntas y así llevarme a su cuarto o como me gusta llamarlo a su alcoba. —Lo primero que haremos es cambiarte de ropa de acuerdo.

—Por dios Chloe.

— ¿Qué?—me pregunta ofendida—Tu prometiste qué harías lo que yo te pidiera.

—YO nunca prometí nada.

—Bien lo hiciste. —Se toca la barbilla pensativa—O no sé cuándo lo hiciste pero como sea de que lo hiciste lo hiciste.

—Eres una tramposa.

—Bla, bla, bla lo de siempre.

Llegamos al final de las escaleras pienso que de lado izquierdo del segundo nivel sigue estando su alcoba pero me sorprende cuando me jala para llevarme al tercer piso.

—Oye ¿que tu habitación no era de este lado?—pregunto señalando con el dedo hacia el lado izquierdo.

—Si lo fue en tiempo pasado, pero he decidido que me encanta el tercer nivel.

— ¿Por qué? acaso no te gusto tu antigua alcoba.

—Dejo de gustarme que es diferente y ahora apresúrate que no tenemos todo el tiempo del mundo.

—Pero dijiste que teníamos tiempo de sobra.

—Si pero no para tus preguntas.

—Está bien.

Acepte dejando que me dirigiera a su nueva alcoba cuando llegamos al tercer piso por un momento creí que iríamos de nuevo al lado izquierdo de este pero no fue así, en su lugar me llevo al lado derecho.

—Pensé que volverías a elegir el lado izquierdo.

—Pues pensaste mal porque ahora me justa el lado derecho.

—Eres súper rara lo sabias.

—Si ahora andando entra. —Me pide cuando llegamos a su alcoba—Bien dime ¿qué te parece mi nueva habitación.—me pregunta abriendo la puerta para que entre.

—"¡guau!" esta del uno. —exclamo cuando entro.

—Verdad que sí. —Confirma a mis espaldas cerrando la puerta— ¿Qué piensas de la decoración?

—Esta divina amiga.

—Ven siéntate aquí mientras saco algunas cosas de mi armario. —asiento sentándome en su cama

— ¿Para qué?

—Tú solo espérame qué.

—De acuerdo pero apresúrate quieres.

—Sí.

Espero durante unos cuando minutos sentada en la cama esperando a que aparezca Chloe, porque desde que entro a su armario no a salido, para aclarar dudas el armario de Chloe es gigante es del tamaño de mi habitación en donde aguarda muchas cosas hasta tiene una puerta de lujo y toda la onda. Así es tal y como me escuchan a lo que yo llamo armario no se compara para nada al de Chloe y eso que el de ella es muy diferente al mío.