Secretos (Trilogía Amor Oscuro: Libro I)

Capítulo 39

Chloe

—Lo sentimos el numero al que desea comunicarse esta fuera de servicio. —Esta es la trigésima vez que le marco a su celular y no responde no me doy por rendida y vuelvo a intentarlo pero nada así que decido dejarle un mensaje de voz—Megan contesta por favor.

Me aguardo el móvil en mi bolso antes de entrar al salón de clases y buscar con la vista a James, el tonto está sentado en una esquina, no pierdo el tiempo y camino en su dirección al llegar le pregunta de una vez— ¿Sabes dónde está Megan?

—No ¿por?

—Lleva tres días sin responder al celular.

—Posiblemente lo ha dejado en vibrador.

— ¿Tres días? —Es que es un tonto—Estas estúpido o ¿Qué?

— ¿Perdón?

—Como se te ocurre que lo deje en vibrador tres días es ¿enserio la estupidez que me acabas de soltar?

—Por supuesto que no pero...

—Pero es que nada en verdad eres un estúpido de lo grande idiota.

Me doy la vuelta para ir a otro lado que por supuesto ya se quien se encuentra ahí y no necesito decir su nombre que de sobra ya lo conocen.

—De casualidad no sabes en ¿Dónde está Megan?

— ¿Por qué me preguntas eso a mí?

— ¿Como que porque? —Pregunto de vuelta—Tú has pasado algo de tiempo con ella.

—No me digas que solo por cogérmela tengo que saber...—su respuesta se queda corta al sentir el impacto de mi mano en su mejilla.

—Cuida tus palabras estúpido. —Respondo con furia—Eres un maldito imbécil de mierda Adam, ni siquiera sé porque creí que sabrías algo de Megan cuando claramente a ti nada más te importa saber si tienes o no una erección.

Me marcho a toda prisa del colegio.

No puedo dejar pasar más esto y ni siquiera sé porque deje que todo esto ocurriera cuando pude haber insistido en verla.

Si algo le llegara a pasar a Megan no me lo voy a perdonar nunca.

———

—Buenos días, disculpe vengo a reportar la desaparición de mi amiga Megan Hill.

—De acuerdo espere unos segundos para informarle al teniente de turno y el cual podrá llevar su caso. —veo a la mujer desaparecer tras una puerta.

—Por favor. —espero unos cuantos minutos con desesperación hasta que la mujer vuelve aparecer.

—Acompáñeme. —me pide antes de guiarme hasta la puerta—Pase. —abre la puerta.

—Muy buenos días señorita...

—Easton.

—De acuerdo señorita Easton, soy el agente Arriola en que le puedo ayudar.

—Estoy aquí para reportar el desaparecimiento de mi mejor amiga. —Comento—Quien desapareció hace tres días.

—De acuerdo. —lo veo anotar algo en la computadora que tiene enfrente—La molestaría con el nombre la desaparecida.

—Megan Jensen Hill.

—Megan...—la confusión en su rostro me sorprende—Perdón, pero hace ¿Cuánto desapareció?

—Hace tres días.

—Usted es su familiar.

—No solamente soy su mejor amiga.

—Disculpe pero para atender su petición se necesita que usted sea familiar.