Capítulo 35

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Día III

El olor a sangre llega hasta mis fosas nasales, lo que me obliga a abrir los ojos y darme cuenta de que sigo viva y que por alguna extraña razón veo que existe una ventana que está abierta, trato de moverme pero el dolor en mi cuerpo es demasiado, por lo que opto por quedarme en el mismo lugar sin moverme porque si lo hago seguro el dolor aparecerá más fuerte en mi abdomen.

Me duele todo el cuerpo pero en especial me duele demasiado el abdomen, seguro es por la cantidad de golpes que el desgraciado me dio, a pesar de que todo el cuerpo me duele eso no significa que no me duela más cada vez que me muevo, veo hacia la ventana para darme cuenta de que el sol ha hecho su aparición, como dije antes no sé cuánto tiempo llevo en este lugar pero al menos sé que es de día.

Es justo en este momento cuando pienso en Liam o como quiera que se llame de todas formas sigue siendo la misma persona que ha decidido traerme a este lugar, las únicas preguntas que me vienen a la mente son, ¿Por qué me tiene secuestrada? ¿Para qué me quiere? Si no valgo nada ¿Cuál es la razón detrás de todo esto? Por más que trato darle algún sentido a lo que estoy viviendo no doy ninguna bola, no entiendo ¿Qué es lo que quiere de mí? ¿Porque mintió todo este tiempo?

Alejo esos pensamientos de mi mente, pero es entonces cuando pienso en si podré salir de este lugar, para ser muy sincera debo admitir que me aterra la idea la idea de no poder huir de aquí pero el problema es que hasta ahora ninguna idea asoma por mi cabecita y no es que he tenido muchas desde que desperté al contrario mi mente se ha mantenido en blanco y sin dar ningún paso adelante.

Estoy atada de piernas y manos sin ninguna navaja cerca y sobre todo estoy sola sin nadie más en este lugar, ¡genial simplemente genial! Al parecer voy pasar mucho tiempo en este maldito lugar sin que nadie me ayude y ahora que lo pienso, la única persona que podría ayudarme no está aquí y no sé si ha dado cuenta de que no me comunicado y de que ni siquiera estoy en casa, las posibilidades son nulas porque durante una semana deje de comunicarme con ella así que estoy perdida porque después de Chloe no tengo a nadie más, mi madre está muerta, mi media hermana se largó y Adam bueno él es un caso especial porque ni siquiera nos conocimos bien y ni siquiera siento algo por él y no es como si me hubiera dado tiempo a sentirlo pero al parecer lo que yo sentía por él era demasiada atracción en fin no es momento para estar pensando en él, aquí lo que debe de importarme es como puedo salir de este lugar.

El chirrido de la puerta abriéndose llama mi atención y por un momento contengo la respiración al pensar que se trata del hombre de ayer pero suelto el aire al ver a Liam entrar.

—Por tu asombro diría que no esperabas verme. —Al aclarar mi vista me doy cuenta de que trae consigo una silla de metal—Pero de todas formas aquí me tendrás por mucho tiempo.

— ¿A qué se refiere?

—Por favor ya nos conocemos desde hace mucho tiempo no me parece bueno que aún no me trates de usted.

—Se equivoca. —Respondo—Yo no lo conozco para nada.

—Eso ya lo sé. —Me quedo en silencio—Pero no te preocupes que yo mismo me voy a encargar de que recuerde todo, hasta de lo más mínimo.

— ¿Por qué esta aquí? —pregunto.

—Solo venia para ver como estabas pero al parecer no estás bien como suponía. —coloca la silla frente a mí para tomar asiento.

— ¿A qué se refiere?

—Tienes un moretón en el tu cara.

— ¿Y?

— ¿Quién de los dos fue?

—Nadie.

—Un golpe no se hace solo.

—Pero este sí. —una carcajada sale de él antes de ponerse serio de nuevo.

—No mientas y dime quien fue.

—No lo sé.

—Está bien. —levanta una mano en señal de rendición—No me lo digas porque de todas formas yo sabré quien es por ahora solo enfoquémonos en algo muy importante. —No digo nada— ¿En dónde están?

— ¿Quiénes? —pregunto sin comprender.

—No te hagas la estúpida porque sabes perfectamente de lo que te estoy hablando.

—No entiendo.

—Deja a un lado la estupidez y dime de una puta vez por todas en ¿Dónde mierdas están?

— ¿Quiénes?

—Este bien. —Lo veo llamar con los dedos a dos hombres uno trae consigo una caja con forma rectangular—Podemos jugar toda la noche si así lo quieres—le arrebata la caja de las manos del hombre—De todas formas tengo mucho tiempo. —es justo ahí cuando abre la caja para dejar ver su contenido—Mira lo que tengo para ti. —me quedo sin habla al ver una inyección con un líquido que desconozco.

— ¿Qué es eso?

—Pronto lo sabrás amada mía. —sonríe abiertamente antes de que los hombres caminen hasta donde me encuentro uno me toma del cabello con fuerza para obligarme a sentarme—Desata uno de su brazo derecho. —el otro saca una navaja—No hagas ninguna estupidez Megan porque si lo haces te castigare y no gustara. —el hombre procede a cortar la soga de mis muñecas pero antes de que mueva me dobla las manos hacia atrás el hombre que me sostenía del cabello. —Ahí. —Señala Liam—El brazo—siento un leve dolor cuando toman a la fuerza mi brazo—Esto querida te hará mucho mejor creerme.

—No. Por favor. —lo veo acercarse con la jeringa en mano antes de acercarse a mí.

—Antes que nada créeme que esto lo hago por tu bien y que puedas recuperar la memoria.

Intento tirar de mi brazo mientras grito, pataleo todo lo que pueda pero un leve pinchazo en mi brazo me hace quedarme quieta.

—Amárrenla. —se hace a un lado para verme la cara mientras los otros cumplen con lo que se les ordeno.

— ¿Qué me inyectaste? —pregunto desubicada.

—Es algo para que puedas recuperar la memoria.

— ¿Por qué haces todos esto?

—Por nosotros y nuestro futuro. —no digo nada—Para que podamos ser libres sin que nadie nos juzgue.

— ¿A qué te refieres?

—Créeme que entre veinte o noventa minutos si es demasiado tiempo ya obtendrás nuevos recuerdos mi amor.

— ¿Qué es eso que quieres que recuerde?

—A mí, a ti y todo lo que nos rodeaba antes de que tu estúpida madre nos echara a perder la vida y nos dejara básicamente a un lado para que ella pudiera hacer lo que quisiera.

—Mi madre era una buena persona. —afirmo.

—Eso es lo que te hicieron creer al despertar. —alargar el brazo izquierdo para que me pueda acariciar una mejilla—Pero créeme cuando te digo que tu madre era una maldita perra.

—No entiendo que tanto te hizo como para tratarla de esa manera.

—Lo que me haya hecho esta en el pasado pero lo que nunca perdonare es lo que nos hice a nosotros. —Me acaricia el rostro lentamente como si estuviera tratando de gravar algo en su memoria—Hubiera dado todo lo que tengo a cambio de estar a tu lado en ese entonces, pero ahora me conformo con saber que estaremos juntos siempre.

— ¿Qué quieres decir? —empiezo a verlo un tanto borroso.

—A que siempre estaremos juntos, sin importar que. —comienzo a sentir pesadez en mis ojos—Porque nada ni nadie se volverá a interponer en nuestro camino juntos, no permitiré que te vuelvan a apartar de mi lado jamás....

Antes de que pueda decir algo mis ojos se cierran lentamente.

Secretos (Trilogía Amor Oscuro: Libro I)Where stories live. Discover now