Capítulo 27

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Días después.

—El día de hoy queridos hermanos estamos reunidos todos aquí para despedir a nuestra hermana Eleonor Jensen Hill quien en vida fue madre, padre, amiga, hermana para sus hijas a quienes expreso mi más lamentable y sentido pésame por la pérdida de su madre. —Las lágrimas no dejan de caer de mis ojos—Para todos nosotros esta muerte es un choque sorpresivo. Fueron cuarenta y nueve años que sus seres queridos tuvieron el honor de vivirlos a su lado. —estoy a punto de caer pero los brazo de Adam me detienen—Lamentablemente la perdimos. —tomo aire al escuchar las palabras del sacerdote—Ahora ella está en un mejor lugar porque paso a mejor vida y este no es un adiós, al contrario este es un hasta pronto. —lo veo tirar agua bendita sobre el ataúd plateado de mi madre—Nos veremos muy pronto. —Veo bajar al sacerdote del podio—A continuación tendremos unas palabras de despedida de su hija mayor Megan. —subo con la ayuda de Adam.

—Hola. —Sollozo—Que podría decirles cuando el sacerdote aquí presente ya se los dijo todo. —tomo aire rápidamente—Nunca he sido buena con esto. —trato de recomponerme—Gracias a todos por venir a acompañarme el día de hoy para acompañarme en este difícil momento. —ya ni se lo que estoy diciendo—Recuerdo perfectamente la última vez que hable con ella. —me limpio las lágrimas—Nunca pensé que sería la última vez que hablaría con ella. —No dejo de llorar—Ni siquiera tuve la oportunidad de despedirme de ella—cierro los ojos—Me duele tanto el alma porque ella era una grandiosa madre a pesar de nuestras diferencias siempre conseguíamos razonar por el bien de todas. —Abro los ojos—Vayas a donde vayas y estés en donde te encuentres espero que nunca te olvides de nosotros por favor, porque yo jamás te olvidare porque por siempre te recordare, te amo tanto madre. —bajo a trompicones antes de ver el rostro de Alis pasar a mi lado, la mano de Adam me sostiene para que no me vaya directo al suelo.

—Como verán mi nombre es Alis Carolina Carter Hill, para mí también es muy triste la muerte de mi madre. —una vez a bajo me coloco al lado izquierdo del podio para escuchar el discurso de Alis—A cada paso que daba mi madre siempre estuvo ahí para mí. —Veo a todos los que están en este funeral que no son muchas personas—La extrañare por siempre, ella era la única persona que me comprendía y ahora ya no está más conmigo, la única persona que me queda es mi padre. —No me sorprendo al escucharla decir eso—Luchar por conseguir mis metas madre y estés en donde quiera que su supone que estés me desees mucha suerte y cuides de mi padre y de mí. —la veo bajar y pasar por mi lado.

—No lo puedo creer. —hablo antes de que pase de largo.

—Ahora ¿Qué? —pregunta girándose para verme la cara.

—Ni siquiera en el funeral de mi madre dejas de pensar en ti.

— ¿A qué te refieres?

—Por Dios todo ese discurso estúpido sobre que te cuide y que vea por ti. —La señalo—Fue demasiado egoísta.

—Y aun así no tienes por qué recriminarme.

—Si te das cuenta que no volveremos a ver a mi madre.

— ¿Y?

—Ni siquiera pudiste dar un discurso decente que al menos no se tratara de ti sino en mi madre.

—Ay por favor no seas tan hipócrita.

— ¿Qué?

—No te hagas que bien que sé que ti te importa muy poco que mi madre este muerta.

—Mira quien lo dice. —trato de no gritar—La que ni siquiera estuvo presente cuando murió porque le importo más una estúpida competencia.

—Tú no la querías.

Secretos (Trilogía Amor Oscuro: Libro I)Where stories live. Discover now