Capítulo 3: No soy tu esposo.
RAMSON STONE
Solo vi a Paola en el piso boca abajo en la arena completamente inconsciente y sentí el pánico invadirme por completo, ¿se había muerto? Me apresuré a arrodillarme y voltearla para verle el rostro, tenía una ligera herida en la frente que comenzaba a sangrarle.
De repente escuché las pisadas de alguien acercarse rápidamente, apenas voltee quise girar los ojos, como no, era Maximillon.
Había escuchado de él antes de conocerlo hoy, él era el hijo de uno de los empresarios principales con los que mi padre quería ser socio, pero era de esos chicos mala conducta que siempre la tuvieron todo fácil monetariamente hablando y mujeres a montón.
Bueno, algo parecido a mí años atrás, solo que estar en el instituto mental me había cambiado, no volví a ser la misma persona, intentaba controlar mis impulsos, mis ataques de rabia y ansiedad, a veces la parte oscura de mí quería dominarme cegándome de ira y solo quería golpear todo a mi alrededor, pero respiraba profundo, era lo que siempre debía hacer para controlarme.
Mi terapia era, cantar la canción de la cucaracha mientras tomaba profundas respiraciones hasta que se me pasaba el momento de oscuridad y volvía a ser yo.
Esperaba que esa parte oscura nunca me dominara otra vez.
Temía que se me fuera de las manos y hacerle daño a quienes más amaba...
-¿Qué le pasó? -dijo Maximillon arrodillándose a nuestro lado.
-Se cayó -dije lo evidente intentando levantarme con ella en brazos, pero mis piernas se sentían un poco acalambradas y casi me caí con ella.
Joder, hija de las mil putas ¿tantas horas en el gym para qué, si igual se me iba a agotar la resistencia?
-Te ayudo -dijo él.
-Puedo solo -refuté, era mi esposa, no iba a dejar que le pusiera las manos encima, pero al intentar pararme mis piernas flaquearon otra vez.
-Echa tu ego a un lado, vamos -dijo Maximillon, me resistí, pero era la vida de mi esposa, teníamos que movernos rápido.
Entre ambos la levantamos, cargándola hasta la enfermería del hotel donde nos atendieron rápidamente colocándola en una camilla y nos dijeron que esperáramos afuera.
Solo cruzaba los dedos esperando que no fuera nada grave.
-¿Qué le pasó? -dijo uno de los vigilantes del hotel acercándose a nosotros.
-Veníamos caminando por la playa y se cayó -me limité a explicar, no quería decirle todo lo que pasó antes cuando nos encontraron enrollándonos en el jardín.
El vigilante entrecerró los ojos de manera suspicaz.
-¿Iban huyendo? -preguntó.
-No -dije casi ofendido-, ¿por qué huiríamos?
Mierda, esperaba que no me reconociera.
-No, por nada -dijo el vigilante-, a veces la gente hace locuras por perder la cabeza solo unos segundos.
Bueno, de eso era muy consiente.
Yo solo quería que Paola estuviera bien.
PAOLA STALONE
Entreabrí los ojos adaptándome a la luz, me dolía muchísimo la cabeza y el olor a alcohol y desinfectante típico de hospital me inundó la nariz, era un olor que era familia para mí, aun en mis 24 años seguía sin poder mantenerme lejos de mi propia torpeza.
Siempre torpe my Friends, nunca intorpe.
Miré alrededor estaba en una habitación de paredes blancas y material quirúrgico, creo que no era un hospital sino una enfermería...
De repente alguien abrió la puerta de la habitación, aguanté la respiración pero cuando vi de quien se trataba mi rostro mostró una sonrisa y solté un suspiro de alivio.
-Amor -susurré, pero él tenía esa típica cara de culo que siempre ponía cuando estaba molesto- ¿amor?
Ramson se acercó deteniéndose a mi lado en la camilla, su mirada de ojos verdes era extraña, como si no me reconociera o le era indiferente.
-¿Cómo te sientes? -murmuró sin esa preocupación en su mirada o algo que me demostrara que estaba inquieto, parecía molesto.
-Eh, bien, solo me duele un poco la cabeza -murmuré-, ¿estás bien?
Él frunció el ceño.
-Si, ¿por qué? -dijo con sequedad.
-Es... que estás raro.
Ramson aun no quitaba su cara de culo, como si yo le pareciera molesta, casi me hizo retroceder el tiempo a la vez que cuando solo jugaba conmigo.
-No lo estoy -dijo-, estoy normal.
-Uhm -aclaré mi garganta- ¿Me das un beso?
Estiré los labios intentando hacerlo cambiar de actitud al hombre amoroso con el que me casé, pero él negó con la cabeza.
-Eh, ¿no crees que tu esposo se moleste?
Me lo quedé viendo esperando que se riera por su broma, pero no lo hizo.
-No seas bobo -dije ahora poniéndome algo nerviosa-, tú eres mi esposo.
-Paola -dijo Ramson-, yo no soy tu esposo...
¿Paola?
¿Por qué me llamaba así?
Es decir era mi nombre pero él nunca me llamaba así, para él me llamaba Fea y ese era mi apodo favorito.
Al menos cuando solo él me lo decía.
-Deja de bromear, Amor -tragué pesadamente saliva-, si estamos en nuestra luna de miel...
De repente abrieron la puerta de la habitación otra vez y entró Maximillon, sus tatuajes a la vista y sus ojos grises fijos en mí, sentí que todo me bajó de pecho cuando sonrió acercándose con determinación hacia mi camilla y entonces se inclinó pegando sus labios a los míos en un ligero beso, dejándome completamente desestabilizada.
¿Qué carajos? Me había besado... frente a Ramson que parecía indiferente.
-Fea -murmuró Maximillon-, me tenías preocupado.
Joder.
JODER.
¿PERO QUÉ ESTABA PASANDO AQUÍ?
Me había metido a una dimensión desconocida donde Maximillon era mi esposo y Ramson; el amor de mi vida, se había olvidado de mi...
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Pe-pero... Khe?! 😂😂😂😂😂 creanme que no es nada de lo que se imaginan 👁👄👁
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