- ¿Qué dices? – pregunta _____ atragantándose con las palabras. No era una cosa de la que se tenía que preocupar... Rubius era solo un amigo, un muy buen amigo. Esas palabras que le había dicho detrás de la fábrica eran solo de amiga. Todo esto pensaba mientras Samuel la miraba fijamente, y se preguntaba ¿Cuál es el puto problema?
El problema, estaba en el pasado, en los recuerdos perdidos de _____. Pero aunque no supiera que estaba pasando, seguía sintiendo esa culpa en el pecho, en la consciencia.
- Nada, no interesa. Son solo tonterías mías – Samuel niega con la cabeza levemente y se voltea hacia el ordenador. – Últimamente tengo la costumbre de enrollarme en cosas sin sentido –
_____ se dirige a donde Samuel y observa la pantalla de su ordenador, estaba subiendo vídeo. La verdad no tenía palabras, estaba en un debate en su mente que no podía pensar claramente. Se preguntaba, ¿Por qué Samuel se había puesto así? Y es que ni siquiera él había dicho lo que había escuchado, pero ya todos lo sabemos.
- Si te hace sentir mal dímelo y lo solucionaremos – dice ______ con una mano en el hombro de Samuel.
- ¿Cómo sabes que me siento mal?- la mirada de Samuel entristeció aún más y ahora se conectaba a los ojos de su novia. La cual no aguantaba verlo de esa manera.
- Lo veo en tus ojos – musita y lo abraza por el cuello. – No quiero que tengas algo para decirme y te lo guardes para ti –
Samuel aún no sabe que ha pasado antes del coma de _____. No lo sabe y no lo sabrá si ella no recupera la memoria, pues es su decisión. Ella es la que debe decidir si contarle a Samuel que en realidad estaba enamorada de Rubius y terminar la relación o seguir con todo este rollo. Willy y Rubius no pueden hablar, están totalmente en blanco cuando se piensa en todo esto. Y nuevamente la frase se repite... "Samuel no se merece todo esto".
- Es que... es difícil de explicar –
- ¿Es algo que tiene que ver con el pasado?-
- Si –
_____ asiente imaginando que en ese momento recupera la memoria y solucionan los problemas juntos ¡Pero no, mi querida! En ese momento, la cabeza se le oprime y puntadas alrededor de sus ojos empiezan a latir. De repente un pantallazo. Llanto, oscuridad, hay alguien en la oscuridad. Pero nada más que eso. _____ lleva una mano a la cabeza y vuelve a sentarse en la cama, Samuel se voltea hacia ella y rápidamente la contiene.
- ¿Estás bien? – pregunta con un tono de preocupación en sus labios. Tiene los brazos atados a _____ y sus labios en su coronilla. Estos son los momentos donde él necesita de alguien que lo contenga pero le da igual y lo hace con los demás. A veces las personas necesitan ser apoyadas y ayudadas pero no lo son y en cambio lo hacen con los demás. Sin esperar nada a cambio, sin pretender recompensa. - ¿Qué ha pasado? –
- No lo sé – musita. – Mi cabeza, duele – los ojos cerrados con fuerza.
- Esto es lo que el doctor dijo que pasaría, ¿Viste algo? ¿Recordaste algo? –
- ¿Qué? ¿Recordar? – la mirada de _____ se levanta tratando de asimilar que esa imagen de oscuridad, el ruido del llanto, esa persona, todo fue real. Alguien estuvo llorando y ¿Por qué ____ lo había visto llorando? ¿Quién era?
- Si, el doctor dijo que recordarías de a tramos ¿Qué viste? –
Entonces trata de recordar, quién es esa persona. Dónde será aquel lugar, pero la imagen fue tan rápida y borrosa que el intento de saber es fallido. Samuel tiene la esperanza de que recuerde todo, todos los buenos momentos. También lo que la llevó a esto...
- No lo recuerdo bien, pero era una imagen triste. Alguien estaba llorando.-
Samuel se incorpora aflojando el agarre hacia _____. Tal vez fue un recuerdo de su niñez, tal vez fue Willy, tal vez fue ella, o tal vez... fue Rubén. La mira fijamente admirando su rostro asustado como una pequeña niña y sonríe levemente viendo un brillo en su mirada.
- Pronto recordarás todo – dice Samuel con una mano en la mejilla de _____ - Y yo estaré allí para acompañarte, lo prometo –
Samuel no quiso mencionar más el tema sobre lo que escuchó detrás de la fábrica, por el bien de ____. Al verla en ese estado, asustada, vulnerable, no quiso lastimarla más. Él recuerda muy bien las palabras de Willy el primer día que llegó al apartamento. "- Te gusta Rubius, ____ acéptalo-" Y en ese momento, Samuel no estaba enamorado de _____. Porque sabía que era la hermana de su mejor amigo, porque sabía que ella estaba en sus cosas, en Rubius. Pero luego, luego al ver su rostro adorable, su mirada juguetona y su personalidad tan descaradamente linda, la amó. La amó de una manera que no podía aceptar, se encontraba en un debate de si estar con ella o no. Trató de buscar otras salidas, otras tías para ligar pero nadie se le igualaba. La culpa en su mente lo carcomía al pensar que ya no miraría con los mismos ojos a Willy. Es difícil pensar que tu hermana se está besando o haciendo quién sabe qué con tu mejor amigo. Tal vez se sentiría celoso, aparte de que es demasiado sobreprotector a ella. Sea lo que sea, sabía que estaba mal pero ¡Son sus sentimientos joder!
A veces no te queda otra opción que ignorar todos los riesgos y seguir tu camino, el problema es luego. Cuando te choques con todo los obstáculos que dejaste atrás, que ignoraste y su venganza es hacerte tropezar. Cuando estás por tu camino estás soñoliento, solo piensas en tu objetivo y nada más y cuando al fin despiertas, la realidad te golpea duro. Pero resiste, resiste y sigue tu objetivo, cuando llegues sabrás de verdad si es lo soñado o un guantazo en la cara.
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Narra _____:
Sus ojos brillosos, ese brillo peculiar en ellos. Su color no lo podía diferenciar por la intensa luz rosa que nos iluminaba. En mis oídos retumbaba la música del lugar y gente se golpeaba bailando contra mis brazos. Pero no me importaba nada, él estaba al frente mío y estábamos bailando, o eso creíamos. Solo nos mirábamos y nos movíamos levemente, entonces sonríe y retira la mirada de mí. Y conozco ese rostro, conozco esa sonrisa y la forma en que retira la mirada es muy mío. Es muy mío cuando me sonrojo, pero no lo podía notar bien por la maldita luz.
- _____ - dice mi nombre con su voz exigiendo que le prestara atención a sus palabras, pues estaba hipnotizada en su mirada.
- ¿Qué? –
- ______- repite mi nombre. - ¡______! –
Me levanto en la cama de Samuel de un salto y observo a mí alrededor. La habitación inundada de luz con posters pegados en las paredes, todo ordenado y en la puerta Willy me observa. Miro a mi lado y Samuel no está, vuelvo hacia Willy y dejo salir un suspiro.
- No te quería despertar pero sé que si lo hago más tarde no desayunarás y hoy tenemos que salir– comenta acercándose a mí.
- ¿Salir? – pregunto incorporándome de entre las mantas y almohadas, lanzando un bostezo.
- Tenemos que comprar algunas cosas importantes, abrígate que está frío- termina de decir para salir por la puerta sin dejarme responder. Cosas importantes... tal vez las compras del mes pero, ya las hicimos.
Ignoro mis preguntas y me dirijo a mi habitación a buscar algo abrigado para obedecer a Willy. Nuevamente a encontrarme con aquellas prendas coloridas, camisetas estampadas, la mayoría que dice "Dj." Y un nombre raro. Cojo una que dice "Dj. Hardwell" y una sudaderas que reforzaré con alguna bufanda y lo típico de los últimos días: guantes, gorro de lana y bajo la sudadera una campera gruesa. Si dentro de la casa hace frío aún con los calefactores prendidos, no me imagino afuera. Me dirijo hacia la cocina con la sudadera y los accesorios (guantes, bufanda, gorro) en mis manos para a la hora de salir vestirme con ellos y no estar incómoda ahora. Los dejo en el sofá de la sala de estar y cruzo hacia la cocina, allí se encuentran todos. Saludo a Mariel que me espera con una sonrisa gigante, a Willy y a Samuel que se encuentran serios.
- ¿A dónde vamos? – pregunto con la cuchara del cereal en mis dedos. Mariel se encuentra fregando un plato de espaldas a nosotros. Ella prácticamente vive aquí ya que no tiene hijos y es viuda. Es como mi segunda madre.
- Al aeropuerto – responde Samuel levantando su mirada de su móvil.
- ¿Viajaremos? –
- Si, sacaremos el boleto a Los Ángeles – Frunzo el ceño confundida. Nadie me comentó de esto, nadie pidió mi opinión.
- ¿Qué dices? ¿Vosotros iréis? – pregunto pensando en que tal vez ellos querrán ir solos, igualmente debieron comentármelo. Pero si me despertaron para ir, también tengo que comprar mi boleto. Los dos se quedaron en silencio mirándose, parecía que no sabían de dónde venían mis preguntas - ¿Es una pequeña vacación para vosotros dos? –
- Lo siento, que pringados somos – ahora habla Willy que recién entra en la conversación – Esto ya estaba arreglado desde hacía mucho, lo lamento, olvidamos volver a decírtelo. Iremos a Los Ángeles a vivir, Lana y Luzu nos prestarán su apartamento por un tiempo hasta que podamos conseguir el nuestro – explica y me parece mentira.
Aún tengo mucho por descubrir de mi pasado aquí, aún tengo que conocer mejor a mis amigos. Y... Rubius, tengo a Rubius aunque él se irá a Noruega en unas semanas. Tal vez nuestras fechas coincidan, espero que sí. Pero luego saco toda mi timidez, y pregunto: - ¿Es obligatoria mi presencia en el vuelo? –
Los dos me miran con los ceños fruncidos, parecieran hermanos joder. Pero es que tengo razón, puede ser que antes hubiera estado de acuerdo con el viaje pero ahora cambió todo. Ahora no quiero irme, tengo a Mariel que cuidará de mí y mis amigos que necesito conocer mejor. Tengo una vida que recordar aquí, en Madrid.
- Iremos todos – dice Willy dejando la taza de café en la mesa de un golpe. Y ahora me pregunto ¿Qué coño le pasa?
- ¿Por qué? Yo no quiero, no quiero ir a vivir a otro lado y volver a recordar las calles, los negocios, las casas. No quiero repetir lo mismo que conseguí en Madrid – explico con toda la sinceridad que puedo.
- Willy, tiene razón – musita Samuel – La razón por la cual iríamos todos era por el apartamento en el que vivíamos, porque _____ no podría mantenerlo sola. Pero ahora está aquí y tiene a Mariel –
Willy lo mira entornando los ojos, seguramente insultándolo por dentro. Él quiere que yo vaya pero no tiene decisión sobre mí. Tengo veintiún años y puedo tomar decisiones, no me pueden obligar a viajar. Ni siquiera sé dónde queda Los Ángeles.
- Estás mentalmente mal _____ - dice Willy de repente. Abro la boca para protestar pero sigue hablando – No te dejaré sola consiente de que no recuerdas nada. –
- No estará sola – habla Mariel volteándose para mirarnos desde el lavaplatos – Yo cuidaré de ella como lo hice dieciocho años – lleva una sonrisa pintada en el rostro como siempre. Willy está cabreado, sus labios apretados lo demuestran y sus mejillas rosadas lo delatan ante cualquier sentimiento que tenga.
- Si tú te quedas yo me quedo – dice Samuel y vuelvo a sentir esa sensación de minimizarles la vida a todos. Lana me está esperando para su boda, cuando recupere la memoria. Mis amigos se ven obligados a hacer reuniones una vez por mes para ayudarme a recordar y ahora Samuel se queda para cuidarme. Es un gesto lindo y lo reconozco pero... No arruinaré sus ganas de ir.
- No – niego con la cabeza – No hace falta, ve –
- Está bien, yo me quedo a acompañarte – insiste.
- Quiero que vayas, me sentiría mal si por mi culpa cancelas el viaje –
- Pero.
- Sé que quieres ir – interrumpo tratando de no parecer borde. Samuel asiente levemente variadas veces y se levanta de su silla para abrazarme. Abre sus brazos y los envuelve en mi cintura. Willy toma un sorbo de café y mira a otro lado.
- Vale, ¿Estarás bien? – pregunta con sus labios en mi cabeza, yo asiento y entonces me besa. Aun no entiendo por qué Willy se cabrea cuando Samuel me besa o abraza. Aun no entiendo muchas cosas pero estoy dispuesta a descubrirlas.
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Cuando salí de casa Samuel me ha preguntado e insistido venir conmigo. Le he negado y aún no sé por qué. Tengo razones pero no las entiendo, tengo un pandemónium en mi mente que quiero sacar ya. Rubius dice que no me deben ver con él porque habrá problemas, Samuel se cabrea cuando está Rubius cerca y no lo disimula bien. Willy también se cabrea pero peor, sus mejillas se tiñen de rosa, su ceño se frunce y su mandíbula se aprieta.
(He Is We - I Wouldn't Mind)
Rubius se encuentra caminando hacia mí en la calle, quedamos en encontrarnos como todos los días. Sospecho que él será la clave para que yo pueda recordar, con él me siento viva... de alguna manera siento que vuelvo al pasado sin siquiera recordarlo. Y eso es lo que necesito, seguir conociéndome a mí misma para conocer a los demás. Además le preguntaré sobre el problema con Samuel y Willy.
- ¡Buenas! – saluda y me da un abrazo, uno muy fuerte. Él me dijo que así de pesados éramos nosotros pero peor, tan unidos como hermanos.
- ¡Buenas! – correspondo el abrazo e instantáneamente beso su mejilla. Él se aparta rápidamente como si el abrazarme hubiera sido un problema y luego de un segundo sonríe inocente. ¿Por qué hizo eso?
- ¿Vamos? – pregunta dando un paso. Iremos a su apartamento nuevamente porque dijo que tenía que hablarme de algunas cosas muy importantes. Yo por mi parte acepto encantada, mejor para mí.
Caminamos hasta su edificio, ya me sé el camino de memoria y sería un poco más fácil llegar si Willy me prestará su coche. Aunque no sepa manejar. Subimos el ascensor tarareando la musiquita del mismo hasta llegar a su piso. Al entrar en su apartamento veo todo ordenado, parece que se preparó para visitas. Me siento en el sofá con él a mi lado mientras me cuenta de una película que, según él, sí o sí tenía que ver.
- Luego te enseñaré verlas online, ahora vamos por lo básico – frota sus manos mientras me observa con sus ojos verdes. Frunzo el ceño sin entender.
- ¿Lo básico? –
- Si, mira, coge el mando – me entrega el aparato y luego prende la consola.
- Sabes que yo no sé jugar a esto – digo observando el mando en todos sus rincones. – Yo solía hacer esto muy ha seguido ¿Verdad? – musito ahora llevando mi mirada a Rubius arrodillado en el suelo buscando algo. – Hay evidencias – agrego con una leve sonrisa.
Él se levanta del suelo con una sonrisa en su rostro y coge mi mano. Se me queda mirando por unos segundos con esa mirada tan intensa que siempre tiene. Su cabello se encuentra alborotado hacia arriba y ahora ha relamido sus labios dejándolos húmedos. Todos estos detalles, todos los descubrí cada día que pasé con él y eso que fueron pocos. Me convertí en una observadora detallada o más bien... una psicópata. Todos los días al verme su sonrisa en ensancha, hay brillo en sus ojos y muchas veces seguidas relame sus labios. Su cabello siempre está disparando hacia arriba o a cualquier lado y le queda muy bien. No sé cuántas cabezas me llegan pero tengo que ponerme de puntitas de pie para abrazarlo y él se tiene que inclinar un poco.
"Slender favorito" escucho un susurro en mi mente y un leve dolor de cabeza.
- Volverás a ser esa que eras y para eso... ¡Aquí está el maestro Rubius! – se señala victorioso y se acomoda en el sofá apuntando el mando hacia el televisor al frente nuestra.
- ¿Y qué tengo que hacer con esto? – Pregunto confusa y él tira una risa - ¿De qué te ríes? –
- Es que me es tan extraño enseñarte esto cuando tú eras la que me ganaba en todo- responde con sus ojos en la pantalla. - ¡Pero volverás a ganarme en el Fifa, Mortal Combat, lo que sea! –
- ¿Qué dices? Mortal... ¿Combat? – y vuelve a tirar otra risa.
Aprieta los botones en su mando concentrado en el televisor y al final me explica cómo es el juego. El funcionamiento de cada botón, todos los trucos, el control del juego. No entiendo cómo me puede tener tanta paciencia pues cada dos segundos estoy preguntando algo. Me terminó matando en cinco partidas usando poderes, combos, y todo lo que él dijo y yo solo pude moverme y golpear a puño. Al final ya me encontraba frustrada, estaba harta de perder. Rubius estaba disfrutando, seguro estaba aprovechando a ganarme si decía que antes era yo siempre la ganadora.
- ¡I'm winner! – exclama levantando su brazos como lo hizo muchas veces. Frunzo el ceño y me cruzo de brazos.
- ¡Es que no entiendo! ¡No puedo hacer el puto poder! ¡No puedo apretar la puta equis, el cuadrado y mover para adelante a la vez! ¡Si me dejaras un poco de ventaja porque no tengo idea de cómo coño se maneja esto....
- ¡Hey! Relaja las tetas – interrumpe. Abro los ojos frunciendo el ceño al escuchar su expresión.
- ¡¿Qué?! –
Entonces ríe y coge mi mando. – Tú tranquila – dice y se incorpora en su lugar. Entonces me indica que me siente en sus piernas dando palmadas en la misma. – Ven – ordena amablemente.
- ¿Qué dices chaval? – me niego con las manos en alto. – Estas de coña – miro la pantalla ignorando sus señas de que me siente sobre él. De repente me coge del brazo sin anticipación y prácticamente caigo sobre él, no como él quería. Me encuentro abrazando su cuello tumbada sobre su cuerpo clavando mi mirada en sus ojos.
Por un instante bajo a sus labios pero me obligo a subir hacia sus ojos nuevamente. Relame sus labios una vez más, mueve su mano a mi espalda en un leve abrazo y con la otra mano retira un mechón de cabello que estorbaba en mi rostro. Su olor, es una mezcla de colonia y ropa nueva. Se siente tan suave su piel debajo de mis manos, su cuello su cabello todo es tan perf... ¡¿Pero qué digo?!
Salgo de ese trance pero no por mis gritos mentales sino porque Rubius retiró la mirada y se incorporó tratando de quitarme de encima suya. Me siento avergonzada, seguro mis mejillas están rozadas pero ¿En qué coño estaba pensando? Debo dejar de ver sus detalles y dejar de hacer el ridículo. Rasca su nuca nervioso, yo ya me encuentro a su lado mirando hacia la pared lejos de nosotros. Situación incómoda a la vista.
- E-Entonces... - habla con temblor en su voz. Tapo mi rostro con mis manos totalmente sonrojada recordando mi posición sobre él... pude... pude sentir algo... algo sobresaliente.
- Entonces – musito retirando las manos de mi rostro. – Entonces creo que debo irme... - digo levantándome del sofá sin mirarlo. Él se levanta igual y me detiene nuevamente cogiendo mi brazo pero yo me aparto.
- Lo siento... - musita con su mirada intensa sobre mí – Pero debes alejarte de mí – agrega haciéndome voltear bruscamente. Frunzo mi ceño confundida... ¿Qué acaba de decir? O sea, sí, es un momento incómodo, fue raro ¿Pero de ahí a alejarme de él? Imposible.
- ¿Qué dices? – Pregunto volteando mi cuerpo completamente hacia él – Es decir... ¿Qué dices? – repito sin poder decir nada más. No puedo alejarme de él, no ahora, no en este momento. -¿Por qué te quieres alejar de mí? –
- No, yo no me quiero alejar y ese es el problema. Por eso aléjate tú que tienes oportunidad. -
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Todo iba de color rosa al principio, cancionsita bonita ¡Todo bien! Y aunque quieran matarme yo los sigo queriendo.
¡Una cosa!
Presten más atención al leer, en el capítulo anterior muchas preguntaron "Qué dijo rayita?" y yo me refería al momento donde estaban con Rubius detrás de la fábrica y ella mostró más afecto hacia él, luego se entera de que Samu estuvo en la fábrica y los escuchó. Lean tranquilas, disfruten las letras, métanse en la historia, solo es un consejo.
Bais<3