El chico irlandés

By angelesseco_

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"Todos somos el trébol de una persona." Cubierta hecha por @ash-quintana More

Prólogo
Capítulo 01
Capítulo 02
Capítulo 03
Capítulo 04
Capítulo 05
Capítulo 06
Capítulo 07
Capítulo 08
Capitulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12
Capitulo 13
Capitulo 14
Capitulo 15
Capitulo 16
Capitulo 17
Capitulo 18
Capitulo 19
Capitulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capitulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26

Capitulo 09

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By angelesseco_

Angus

Al verla entrar acompañada, sentí algo dentro de mi que no pensé que volvería a sentir celos, no debería tenerlos en estos momentos, si ella y yo no estamos en una relación. Aún así siento esos malditos celos, observó a su acompañante, no esta tan mal para ella, se ve bien y eso me molesta por dentro.

Los dos se acercan a la barra, mientras yo le sirvo otro trago a una mujer.

—Disculpa, ¿nos puedes servir dos tragos de vodka? —oigo que dice el chico a mis espaldas.

Me doy la vuelta solo para dirigirme a servirles lo que pidieron en dos vasos pequeños, los agarró y les dejo en entre suyo.

—Aquí tienen —digo un poco fuerte por la música que estaba a todo volumen.

Ella solo mira el vaso, porque no se atreve a mirarme, en cambio el chico en ningún momento me dice las gracias, me resignó, no voy a ponerme de mal humor por esto. Sigo atendiendo a las personas que llegan, mientras escucho todo lo que me rodea y eso incluye a Rose.

—¿No había otro lugar, Noah? —pregunta ella.

—Ya te dije, este es el bar mas famoso de Irlanda.

—Al menos le podrías haberle dicho gracias, ¿no crees?

Exacto, idiota.

—¿Y tú? También lo hubieras dicho, ¿no?

Tiene razón el idiota de tu compañero

—¿Acaso lo conoces? Vi como se miraron mutuamente mientras entrabas—alza una de sus cejas mientras la mira.

No debería de escuchar su conversación, así que me dispongo a salir de la barra por unos minutos para limpiar las mesas recientemente vacías para que las ocupe otras personas, no sin antes dejarles una mini botella de vodka por si quieren servirse mas, así no me esperan. El bar está abierto hasta las 5 a.m. y será una larga noche.

(...)

Entre atender y limpiar las mesas vacías y volver para saber lo que van a pedir, me agobia un poco de la rutina de siempre, mas intentar escuchar su conversación, esa parte no tanto, ya que le prestó atención solo a lo que ella dice, el otro tipo no me interesa demasiado, ahora yo estaba detrás de la barra limpiando los vasos a una distancia de ellos. Por suerte, luego de que hayan pasado dos horas, controlado por el reloj que está en una de las paredes, atraviesa la puerta mi salvación, Camille.

—¡Camille! —digo de verdad alegre de que estuviera aquí, ella me podrá distraer unos minutos al menos.

—Hola Gussie—dice al estar frente a mi y apoya sus codos en la barra.

—arrugo las cejas—. Te dije que no me llamaras de ese modo ¿o tengo que repetirlo?

Ella ríe a carcajadas, tanto que Rose y su acompañante dejaron de hablar por un instante.

—Sabes que me encanta molestarte con ese apodo—dice divertida al ver mi rostro.

—¿Se puede saber a que se debe su visita, señorita?

—¿Ahora no puedo visitar a mi mejor amigo en el trabajo? —dice inocente y ofendida.

—Pregunto porque raramente pasas por aquí.

—suspira y me mira con una mirada no tan contenta—. Necesito desahogar mis problemas amorosos.

—¿Otra vez paso algo con esa chica? ¿Qué sucedió esta ves? —digo mientras le sirvo un trago.

—Me ha dicho que no quiere una relación formal—dice y toma de un sorbo el trago—, y que solamente quiere una relación abierta, sabes que a mi no me gusta las relaciones abiertas, no terminan para nada bien.

—Lo siento tanto Camille, ella no era la indicada para ti, a George y a mí no nos caía bien, por lo menos a mí me daba mala espina.

—Creo que luego de unos tragos se me pasara y estaré como nueva.

—Te estaré controlando, no me gusta que estes en las calles con el consumo del alcohol. Puede suceder cualquier cosa.

—Esta bien, solo tomare un poco y luego me iré a casa ¿Contento? —dice fastidiada y yo sonrió.

—Si.

Así nos pasamos por un largo rato charlando de cualquier cosa para distraernos de las cosas que nos atormentan, eso sí, controle su consumo de alcohol, así me puedo quedar tranquilo de que llegue sana y salva a su casa, no quiero preocuparme por ella.

—¿Aquí esta esa chica que te tiene en las nubes, no?

—No me digas, Camille—digo sarcásticamente—. No me he dado cuenta de su llegada.

—rueda los ojos—. ¿Estas celoso de ese chico? —lo señala con la cabeza disimuladamente.

—¿Por qué debería de estarlo? No somos nada ella y yo.

—¿Porque sientes cosas por ella?

—suelto una pequeña risa—. Te dije que no siento nada por ella.

—Y yo sigo diciendo que me estas mintiendo.

La miro de mala manera y niego la cabeza mientras guardo algunos tragos.

—Digamos que tengas razón...—no me deja completar porque me interrumpe.

—Porque la tengo—lo afirma.

—prosigo a hablar ignorándola—. Solo sería yo el único idiota que sentiría cosas por ella.

—Aun no sabes nada de ella, Angus. Deberías conocerla más, total son vecinos, se cruzan de vez en cuando.

—En realidad nunca nos cruzamos.

—Pues deberían.

—Prefiero que no.

—Pero...—me golpea suavemente el brazo—, siempre aurinas todo, Angus. Yo ya quiero que salgas de esa depresión que te dejo Hannah, ya hablamos de esto.

—Deja que lo haga yo solo, no necesito que me ayudes con mis problemas amorosos y con ella tampoco.

—Hasta que te dignes a hacer algo, capaz ella ya no te este esperando—suspira y agarra su cartera de mano—, nos veremos luego, ¿sí? — me da un abrazo como despedida.

—avísame apenas entres a tu casa.

—ella asiente como afirmación—. Adiós, Angus.

—Adiós, Camille

Así veo como ella me da una pequeña sonrisa como despedida y sale del bar asiendo que suene la campana, puedo sentir como Rose ve como se acaba de ir Camille, ¿Sera que se ha quedado mirándonos todo este tiempo? No lo creo, no puede dejar hablando solo a un acompañante, novio o no se que es el de ella. Me dispongo a seguir con mi trabajo, ya que hay gente nueva que atender.

Rose

Miro a Noah, quien estaba esperando mi respuesta a su pregunta, pero también veo a Angus de reojo.

—Deja de acosarlo con la mirada ¿quieres? —dice al ver para donde estoy mirando

—Que no lo estoy mirando.

—Que si lo haces.

—Sobre a tu pregunta, es una larga historia—digo para poder zafar de esa conversación.

—Tienes toda la noche para contármela, puedes darme un resumen —dice tomando su trago.

—Cuando vine a Irlanda el primer día, después del trabajo, pensaba en volver caminando a mi departamento, pero me perdí, lo peor fue que comenzó a llover y no había nada abierto, así que seguí caminando y me tope con este bar y él al verme en tal estado me ayudó a que me abrigue y tome algo caliente, luego nos hemos encontrado en la cafetería que está enfrente de la editorial y charlamos un poco. —finalizo la historia.

—Aww—es lo primero que dice—, fue muy amable de su parte.

—Y yo creo que no tenía de otra en ayudarme, estaba rodeada de hombres borrachos mirándome y me incomode tanto, además se ofreció a llevarme el mismo a mi departamento, porque no quería que me vaya en un taxi a altas horas de la noche y ¿adivina qué? Él es mi vecino de enfrente.

—Tienes suerte que no sea como algunas personas groseras en esa situación, algunos ni siquiera les hubiera importado en como estabas.

—Tienes razón.

—Siempre la tengo—me giña un ojo con diversión en su cara.

—ruedo los ojos—. Que egocéntrico eh

—Gracias, lo sé

Niego y tomo mi vaso de vodka, espero no llegar a emborracharme delante de Angus o si no sería otra de mis vergüenzas.

Al rato suena nuevamente la campana y entra una chica, debo admitir que luce hermosa, veo como se acerca hacia el otro extremo de la barra donde estaba Angus. No puedo dejar de mirarlos, como la expresión en la cara de Angus han cambiado en solo verla llegar ¿Sera su novia? ¿Angus tiene una novia? Y yo que estaba sintiendo algo mínimo, por ahora, de él.

—Noah voltea al verlos y vuelve su mirada a la mía negando—. Deja de sentir envidia de esa chica.

—No le tengo envidia, no la conozco.

—Entonces deja de mirarla o mirarlos.

—suspiro y tomo de mi bebida—. Bien, tu ganas—digo rendida.

No las pasamos jugando a las veinte preguntas, para conocernos aún más, fue divertido y obviamente nos terminamos la botella de vodka, por suerte, aun sigo sobria, pero no puedo decir lo mismo por Noah. Por lo que me rio de él, porque ¿Cómo puede ponerse rápidamente borracho por una sola botella de vodka?

—miro la hora en mi celular y luego lo miro a él, incrédula—. Solo llevamos una hora aquí y ya andas de borracho, Noah.

—niega con la cabeza—. No estoy borracho.

—Que no, tu aliento a alcohol te delata un poco.

Él se lleva la mano frente a su boca, huele su aliento y luego me mira.

—Si, tienes razón.

—Ahora no vas a poder manejar hacía mi departamento, ni al tuyo —niego en desaprobación.

—Puedes conducir tu o pedimos un taxi

—¿Y tú auto?

—Lo puedo venir a buscar mañana temprano.

—Es más seguro que yo maneje

—¿Y volverte caminando sola a tu departamento? Claro que no.

Suspiro y tomo mi último sorbo de vodka que había quedado.

Miro a mi alrededor y veo por dentro de la barra otra botella de vodka que estaba a mi alcance, la agarró y me lo sirvo, ya que no podre conducir, que mas da, me toca tomar.

Así pasaron las horas y cada vez la gente iba desapareciendo de mi vista, de un momento a otro ya era de día y éramos los únicos dos que quedaban.

Veo como Angus se acerca a nosotros, ya veo el motivo, estaba subiendo las sillas dadas vuelta por encima de la mesa, esos brazos con sus mangas remangadas, se puede ver la fuerza que tiene en los brazos...me podría agarrar cuando quiera y no me quejaría de ello y no me imagino lo que esconde detrás de la camisa blanca... bueno ya me afectó el alcohol.

—Ya debo cerrar el bar, les pediría amablemente que si se pudieran retirar—dice al estar detrás de la barra, retirando nuestros vasos.

—llamare a un taxi para que nos lleve, te esperare afuera mientras —dice mientras dejo el dinero sobre la barra y luego se retira de ahí.

Cuando se va y deja de sonar la campanita ya no se oye nada más, nos quedamos en un completo silencio, solo se escucha el ruido de la caja, donde está guardando el dinero que Noah ha dejado. Yo simplemente miro cada uno de sus movimientos, porque simplemente no sé qué decir o hacer.

—Deberías de ir con ese tipo, está muy borracho para mantenerse de pie—dice guardando los dos vasos ya limpios en su lugar.

—Noah

—¿Cómo dices?

—Se llama Noah, no "ese tipo"—digo haciendo comillas.

—Como sea, pero ya debo cerrar, si no te importa, tengo que descansar yo también.

—¿Me estas echando? —digo ofendida.

—Si, si lo hago.

Lo miro mal y me levanto del asiento y me quedo parada mirándolo.

—¿Necesitas algo más, Rose? —dice levantando la mirada hacia mi.

—salgo de mi transe y niego con la cabeza—. No nada, buenas noches...o tal vez días—digo al despedirme de él y me encuentro con Noah mirando a un costado, apoyando su cuerpo en la pared del bar.

—Ya está a unos minutos—dice sin mirando al costado de la calle donde ve de lejos el taxi—, ya vino, ven vámonos.

Asiento mirando por última vez el bar donde se encuentra Angus y me subo al taxi, donde primero le digo mi dirección, luego Noah y emprende el camino hacía mi departamento.

Angus

Debo admitir que me dio un poco de envidia que esté el a su alrededor, pero no puedo ni debería hacer nada con eso. En toda la noche estuvieron bebiendo y hablando de no sé qué, ni me interesa, solo quiero acabar mi turno ya y irme a dormir hasta el fin del mundo, el olor que había en el bar, que era puro alcohol, por alguna rara razón, me mato la cabeza.

Luego de que se hayan ido, me fui yo también, no sin antes asegurarme que todo estaba en orden, cierro con seguro la puerta y voy caminando a mi departamento, mientras me fumo un cigarro.

Al llegar a mi departamento, me quedo en el pasillo quieto y volteó mi vista hacia la otra puerta. Sigo en esa posición por unos minutos, pienso tocar su puerta para preguntarle si está bien, ya que ha tomado un montón, de hecho, ya estaba a punto de hacerlo, pero me detengo y bajo la mano. Debe estar completamente dormida, como debería de estar yo también, completamente dormido

Pero apenas me acuesto, el sueño no llega a mi sistema, me quedo despierto mirando el techo, pero luego miro el reloj, que marcaban las 5:30 a.m. Me decido ir hacia la terraza del edificio para tomar un poco de aire fresco, así que me levanto y agarro algo para abrigarme, ya que estaba fresco a estas horas.

Luego de haber subido cinco pisos mas para llegar hacia la terraza, me quedo un poco paralizado al verla a ella ahí, apoyada en el barandal mirando el cielo azul, por el momento, faltaba media hora para que el amanecer haga su aparición. Me animo a acercarme a ella y ponerme a su lado sin hacer ningún ruido alguno. Ella lo nota, porque siento su mirada puesta en mí, yo pongo mis manos en los bolsillos del pantalón y miro al frente.

—¿No te puedes dormir, eh? —pregunto rompiendo el silencio entre los dos.

—niega con la cabeza y mira a la misma dirección que yo—. Pues ya somos dos, ¿no? Tu tampoco puedes dormir, por lo que veo.

—Debería de dormirme, pero el sueño aun no llega a mí.

Ella asiente mirándome rápidamente, como una estrella fugaz y apoya sus codos en el barandal y descansa su mentón entre sus manos.

—¿Cómo la pasaste hoy? ¿Te divertiste?

—Estuvo bien, nada del otro mundo—dice encogiéndose de hombros sin importancia. —dice mirándome de costado— ¿Tu no?

—Estoy casi todos los días en ese lugar, así que te podría decir que lo siento normal, como una rutina —suspiro mirando mis pies.

—No...estas feliz de estar ahí, ¿verdad?

—No mucho, pero es el bar de mis padres, así que no me queda de otra que soportarlo.

—¿Qué estudias? —veo como ella se pone un poco triste por lo de hace un minuto y cambia de tema, cosa que agradezco.

—Estoy estudiando cinematográfico, me encanta todo lo que tenga que ver con el cine, las grabaciones, el reparto y esas cosas. ¿Y tú?

—Literatura—responde ella mirándome y yo lo hago igual.

—Eres de las letras —digo pensativo—, ¿te gusta escribir historias? ¿Para eso estas aquí?

—ella asiente— corrijo y agrego detalles a las historias que me mandan a revisar y agregarle detalles, vine para hacer una pasantía en la editorial que esta en frente de esa cafetería.

—Esa es la razón por la que te encuentro todas las mañanas en ese lugar y leyendo un libro diferente cada día.

—Si, me encanta leer, soy una amante de la lectura —se ríe un poco—, para ti debe ser aburrido, pero para mi es un simple escapé de la realidad y me gusta.

—Nunca dije que fuera aburrido—digo un poco divertido—, tú metiste palabras en mi boca, a mí me parece bien la lectura, de hecho, tengo una colección de libros de la saga de Harry Potter.

—ella me sonríe, que hermosa sonrisa—. Me alegro encontrar a alguien que no piense que la lectura es aburrida y no te servirá de nada.

—Pues...ya ves que yo no pienso de esa forma.

Nos quedamos mirando el uno al otro que para mi fue una eternidad, pero una de las lindas, me pasaría la vida viéndola sola a ella, hasta que sentimos que algo se asomaba en el cielo y era el amanecer.

—Que hermoso —dice ella al ver el cielo, desde mi punto de vista puedo ver como de apoco su cara va tomando un color anaranjado por efecto del amanecer, un hermoso anaranjado.

—Si que lo es—digo mirándolo yo también.

Nos quedamos en un silicio, pero cómodo, solo admirando el cielo, es una sensación linda a su lado, muchas veces vengo aquí para admirar el cielo, pero siempre sólo, en cambio junto a su lado se siente diferente, capaz que no, pero yo lo siento así.

—Yo no tengo el privilegio de admirar el amanecer y atardecer desde mi departamento en Londres, te envidio en ese caso.

—Lleno de luces por todos lados, ¿verdad? —digo alzando una de mis cejas.

—Si, estoy en el centro de la ciudad, es muy poco probable que pueda admirar el cielo de esta manera.

—Siempre puedes venir aquí si quieres.

—Gracias —dice mirándome.

—No tienes que agradecer por eso.

—No lo digo por eso.

—¿Entonces de qué?

—Por ayudarme aquella vez que esta pérdida y asustada, era mi primer día en Irlanda cuando nos conocimos por primera vez. No me dejaste sola en ningún momento y eso lo agradezco, fue amable de tu parte.

—No me lo agradezcas, no iba a permitir que estés de esa forma cuando entraste a mi bar, no se siente bien que unos borrachos te estén mirando de arriba hacía abajo, odio que haya gente de esa forma.

Inesperadamente siento como ella me da un abrazo de costado, me quedo quieto por unos minutos, debido al gesto que ha hecho, pero luego quito uno de mis brazos y la pongo alrededor de sus hombros atrayéndola un poco mas a mí. No veo que este tensa por mi inesperada acción, es más, se ha relajado.

Nos hemos quedado en esa posición durante un buen rato, la verdad se sintió muy bien estando cerca de ella y sentir sus brazos alrededor de mí. Creo que le haré caso a Camille y dejare que sea lo que estamos creando los dos, fluya por si solo y que pase lo que tenga que pasar.

Así ha pasado medía hora, donde nos quedamos apreciando el amanecer, ella tuvo la iniciativa de separarse un poco de mí, me sentí un poco vacío sin su calor en mi cuerpo, la miro y ella a mí también.

—Gracias por este hermoso amanecer.

—Siempre cuando quieras a alguien, sabes que estaré aquí.

Me sonríe, se pone de puntillas, ya que yo era un poco mas alto que ella, y me deja un beso en la mejilla.

—Buenas noches, Angus —dice retrocediendo para atrás y se va de mi vista cuando baja las escaleras.

—Buenas noches, Rose

   

                                       

              ♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡

¡Holis! ¿Cómo están? 

Aquí lo prometido, otro nuevo capitulo.

¿Qué tal este nuevo capitulo? Quiero leerlos 

Vieron que tenemos una versión nueva de la portada, ¿les gusta?

Nos estaremos viendo en el siguiente capitulo, no olviden darle amor, comentar y votar, eso significa mucho para una escritora.

Se les quiere 😘

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