Una flor sin pétalos

Door G-Kuin

227K 18.2K 2.5K

Todos en algún momento de la vida, nos encontramos con alguien en nuestro camino. Una persona a quien no pued... Meer

Llegó el día. (Capítulo 1)
Idiota. (Capítulo 2)
Preparándome. (Capítulo 3)
Me llamo Jimin. (Capítulo 4)
¿Qué le pasa? (Capítulo 5)
Bajo el mismo techo. (Capítulo 6)
No soy su criada. (Capítulo 7)
La primera noche juntos. (Capítulo 8)
Págamelo después. (Capítulo 9)
Una confesión de Jimin. (Capítulo 10)
¿Interrumpo algo? (Capítulo 11)
Ahora lo sé. (Capítulo 12)
Él no es mío. (Capítulo 13)
Sólo una amiga. (Capítulo 14)
¿Verdad, o mentira? (Capítulo 15)
Házmelo saber. (Capítulo 16)
Miedo. (Capítulo 17)
¿Qué pasó aquí? (Capítulo 18)
¿Qué me está pasando? (Capítulo 19)
Las cosas van en serio. (Capítulo 20)
¿Café? no lo creo. (Capítulo 21)
¿Es una cita? (Capítulo 22)
Sé que está mal. (Capítulo 23)
Del odio al amor. (Capítulo 24)
Cúrame. (Capítulo 25)
Regreso a casa. (Capítulo 26)
¿Los Ángeles? (Capítulo 27)
Lo prometo. (Capítulo 28)
Así te quiero. (Capítulo 29)
Sin límites. (Capítulo 30)
Te amo. (Capítulo 31)
Juntos. (Capítulo 32)
Incapaz. (Capítulo 33)
Amor antibalas. (Capítulo 34)
El momento en que te perdí. (Capítulo 36)
Por favor... (Capítulo 37)
Plumas. (Capítulo 38)
Morir de amor. (Capítulo 39)
¡PREGUNTA!
Amor de papel. (Capítulo 40)
Dejarlo ir. (Capítulo 41)
Nuevo camino. (Capítulo 42)
Realmente. (Capítulo 43)
Un hecho irremediable. (Capítulo 44)
Feliz cumpleaños. (Capítulo 45)
Esa mujer. (Capítulo 46)
Tú. (Capítulo 47)
Esperanza. (Capítulo 48)
Conflicto. (Capítulo 49)
Comercial ╮(─▽─)╭
Enferma. (Capítulo 50)
¡AVISO!
5 minutos. (Capítulo 51)
Mil por hora. (Capítulo 52)
Mírame. (Capítulo 53)
Brindemos. (Capítulo 54)
Avanzar. (Capítulo 55)
Quizá. (Capítulo 56)
Deshojando al corazón. (Capítulo 57)
Ya no más. (Capítulo 58)
He vuelto.

Margaritas (Capítulo 35)

2.9K 231 25
Door G-Kuin

Apenas entramos al lugar y mis oídos quedaron aturdidos por el fuerte sonido de la música.

Había muchos estudiantes, todos de nuestro mismo grado. Unos bailaban en la pista, otros bebían, otros simplemente conversaban, y otros compartían el "mismo asiento".

No era muy agradable ver a una chica encima de las piernas de otro chico, metiéndole la lengua hasta la garganta. 

—Allá hay un lugar vacío —dijo Tae apuntando a una de las mesas con sillones largos por asiento.

Caminamos entre los demás estudiantes hasta llegar ahí. Jimin iba tomando mi mano para no quedarme atrás, ya que el lugar estaba un poco apretado. 

—Ésta fiesta realmente parece de graduación. Futuros universitarios divirtiéndose antes de tener responsabilidades —dijo Eun Ji, mirando a dos chicas bailar sobre una mesa.

—Creo que también deberíamos divertirnos ésta noche —dijo Tae mirándola pícaramente.

—Hey —lo jalé del cabello para alejarlo de mi amiga.

—Auch. ¿Qué? —dijo sobándose.

—Mantente quieto, ¿quieres?

—Sí mamá —dijo sacándome la lengua, haciéndome reír.

—Hey chicos —se acercaron RapMonster, Jin y Kook. Lucían atractivos, formal e informales a la vez con esos sacos negros.

—Qué hay —habló Jimin saludándolos en el típico saludo de hombres.

—¡Cielos! el lugar realmente está lleno —exclamó RapMon.

—No pensé que todos los estudiantes vendrían —habló Kook.

—Qué más da. Lo único que queda es divertirnos y festejar por lo vivido.

—Estoy de acuerdo contigo, negro. Hagámoslo ahora mismo. ¿Bailas? —Tae le dio la mano a Eun Ji, quien aceptó enseguida.

—¿A quién llamas negro, mocoso alienígena? —habló RapMonster sentándose al lado de mí.

—Olvídalo —Tae Hyung se echó a reír y se alejó junto con Eun Ji a la pista.

—Jiminnie, no seas descortés —habló Jin.

—¿Qué?

—Ve por unos tragos, ¿quieres? —dijo juntando sus palmas.

—¿Por qué yo? Ve tú —lo miró frunciendo el ceño.

—Vamos, muero de sed.

—Yo no iré. No quiero perderme entre esa bola de locos —dijo mirando hacia las personas bailando apretadamente en la pista.

—No se preocupen, yo iré. Yo también tengo sed —dije poniéndome de pie, pero al instante Jimin tomó mi brazo e hizo que me sentara de nuevo.

—No, yo iré. ¿Qué quieres que te traiga?

—¿Entonces tengo que ser una chica linda para que me traigas una bebida? —habló RapMonster, divertido.

—Mandilón —dijo Jin, fingiendo toser.

—Cierren la boca —les respondió rodando los ojos.

Jimin fue a traer los tragos y me quedé a solas con los chicos.

—Así que...— habló Kook dirigiéndose a mí.

—¿Qué pasa?

—¿Jimin se queda?

—Oh, eso. Al parecer sí —respondí mirando al suelo, sintiéndome algo culpable.

—Gracias.

—¿Eh? —volteé a verlo.

—Si no fuera por ti, ese chico se habría ido y nos habría abandonado como perros callejeros —habló RapMon.

—No creo que fuera así —dije riendo.

—Tal vez. Bueno, solo me alegra de que se quede.

—También a mí.

Demasiado. 

Los chicos tomaron otra conversación y comenzaron a hablar sobre cosas de "chicos". Mientras, yo miraba a las demás personas, sentada con la pierna incómoda y delicadamente cruzada.

Aún no me acostumbraba a usar vestidos, no era lo mío. Los vestidos de Eun Ji eran muy cortos y ajustados para mi gusto. Preferís mis jeans y mis amados y cómodos converse altos. 

—Bien, aquí están —dijo Jimin llevando vasos de cristal en las manos. 

—Gracias Jiminnie —le agradecieron los chicos.

Todos tomaron sus bebidas, pero cuando probé la mía, miré a Jimin algo seria.

—¿Qué? —me cuestionó por mi mirada.

—Esto es agua.

—Ajám.

—Te pedí una piña colada.

—Eso tiene alcohol.

—¿Y? —fruncí el ceño.

—No dejaré que te embriagues.

—Por Dios, no es como si fuera a emborracharme por un vaso.

—Siempre hay que prevenir.

Lo fulminé con la mirada. Miré hacia su vaso sobre la mesa y lo tomé para beber de él.

—¿Y tú si puedes tomar Whisky? —dije una vez que probé la bebida.

—¿Lo ves? Incluso sabes de alcohol —dijo quitándome el vaso.

—Ya te lo he dicho, ni que fueras mi papá para decirme qué hacer.

—No, no soy tu padre. Soy tu novio.

—¿Y por ser mi novio vas a prohibirme un pequeño antojo?

—Si es necesario, sí.

Me quedé callada mirándolo con los ojos entrecerrados, y él mirándome de la misma manera. Ambos comenzábamos a molestarnos.

—Em... chicos... Las peleas de pareja pueden llegar a dar miedo —habló RapMonster, hundiéndose en el sillón junto con Jin y Kook.

—¡Empezó él/ella! —dijimos al mismo tiempo.

—Da igual quien haya empezado. Jimin, no puedes actuar tan sobre protector, es tu novia no tu hija. Giselle, debes entender que Jimin es un idiota egoísta y que se preocupa por ti —dijo Jin.

—¿Cómo me llamaste, princesita? —dijo fulminándolo con la mirada.

—Como sea —me puse de pie, algo molesta.

—¿A dónde vas? —dijo Jimin tomándome del brazo.

—Por algo de alcohol —dije soltándome de su agarre y caminando entre las personas.

Y al instante sentí un poco de culpa. Era cierto, Jimin se preocupaba por mí, es por eso que no me permitía hacer ciertas cosas. Eso lo entendía perfectamente. 

A decir verdad ni siquiera me gustaba el alcohol. Lo detestaba, sabe horrible. ¿Pero no debería tomar mi opinión en cuenta?

Hice que se molestara, y estaba segura de que repercutiría sobre algo mi actitud de hace un momento.

Caminé entre las personas hasta llegar a la barra. Miré de reojo hacia atrás, y Jimin, por supuesto me venía siguiendo.

"Éste chico realmente es un mandilón. Qué lindo es." Habló mi pequeña subconsciente, él de verdad le agradaba.

Sí, era lindo lo sabía. Se preocupaba por mí y lo apreciaba demasiado, pero justo ahora quería mi estúpido trago. Sólo tomaría uno y disfrutaría de la fiesta con mi vaso de agua.

No quería hacerlo enojar.

—Una piña colada, por favor —le pedí educadamente al Barman.

 —Enseguida, señorita.

Estaba recargada sobre la barra mirando al chico preparar mi bebida. De pronto me di cuenta que Jimin no había llegado hasta a mí, y miré hacia atrás para buscarlo. 

Al girarme, se me tensaron los hombros.

Jimin bailaba con dos chicas que seguramente lo detuvieron mientras venía detrás de mí.

"Retiro haber dicho que era lindo. Es un perro, un desgraciado." Dijo mi pequeña subconsciente.

Traté de actuar tranquila. Estaba bien, no había problema. Sólo bailaban...

Me giré de nuevo tratando de ignorar lo que vi, tratando de parecer madura.

—Su bebida, señorita —dijo el Barman, sacándome de mis pensamientos.

—Gracias —le sonreí secamente y tomé enseguida mi bebida casi hasta el fondo.

Me giré de nuevo, y una de las chicas lo estaba tomando por los hombros, bailando cada vez más cerca, y moviéndose "provocativamente".

Ok, ya era suficiente. 

No me consideraba celosa, pero existía un límite.

La chica se le restregaba y él no hacía nada por alejarla.

"Yo digo que le arranques las extensiones." Dijo mi subconsciente, lanzando golpes al aire. 

No. Es lo que seguramente él quería que hiciera.

¿Intentaba castigarme por desobedecerlo?

Y entonces me di cuenta que eso es lo que intentaba. Qué inmaduro. Y aunque realmente moría de celos, no le daría el gusto. La que ahora estaba molesta, era yo.

Me giré y me terminé mi piña colada.

—Una margarita, por favor —me dirigí nuevamente al chico.

—Enseguida.

En lo que traían mi trago, me giré de nuevo, y ahora me encontré con su mirada sobre mí. Seguía bailando con la chica, aunque ahora parecía estar incómodo con mi vista fija sobre ambos.

—Señorita.

—Gracias —tomé la pequeña copa y la bebí hasta el fondo—. Otra, por favor.

—Como ordene.

Jimin me miró boquiabierto, y en un segundo parecía estar molesto. 

¿Creías que te saldrías con la tuya? 

Reí para mí misma al ver sus expresiones. El Barman me dio el otro trago, y lo volví a beber hasta el fondo. Y pedí otro más.

Sentí que me quemaba la garganta, y cuando estaba a punto de tomarme el tercero, me quitaron la copa.

—¿Quieres morir? —dijo mirándome molesto.

—¿Tú quieres verme morir? —dije refiriéndome a las chicas que bailaban con él. Realmente me mataba verlo con alguien más.

—Sólo bailábamos —dijo aclarando su garganta, como si supiera que lo que hizo estuvo mal.

—Y yo sólo bebía.

—Basta entonces.

—Baila sólo conmigo, entonces —digje y la voz se me cortó. Odiaba ser tan sensible. Y odiaba que el alcohol me volviera así aún más.

Me miró fríamente. Seguramente debía estarse maldiciendo a sí mismo. Se separó unos centímetros de mí, y me dio la mano. 

—¿Bailas conmigo? —lo miré a él y después a su mano.

—Ya sabes la respuesta —dije cruzándome de brazos, sacándole una sonrisa por mi terquedad.

—Sólo ven aquí —dijo y me jaló del brazo llevándome a la pista. 

Llegamos a una orilla y comenzamos a bailar al ritmo de la música. Las demás personas estaban realmente "encendidas" bailando un remix de alguien que no conocía.

Al estar bailando, me acerqué a él poniendo mis brazos al rededor de su cuello.

—¿Tú realmente quieres matarme, cierto?

—¿Por qué lo dices? —pregunté ladeando la cabeza, haciendo que mi coleta alta se balanceara delicadamente.

—Me encanta ese color —dijo mirándome a los labios rojos.

—Bueno, si no quieres verlo, quítamelo —dije mirándolo fijamente,  mordiéndome los labios. Incitándolo.

Y al instante me di cuenta cómo abrió levemente la boca pasando saliva. Sabía que lo puse nervioso de alguna manera.

Malditas margaritas. Posiblemente no fue buena idea beber y moverme tan rápidamente al bailar.

—Ya que insistes —me apretó por la cintura y me atrajo a él fuertemente, haciendo que mi vestido se subiera un poco más de lo debido.

Y sin importarle nada, me besó.

Metió su lengua casi al instante, envolviéndome en un sin fin de sensaciones. 

Me acarició la cintura y recorrió mi espalda con sus infernales manos. Bajó hasta mi trasero y lo apretó haciéndome dar un salto. Realmente no me importó que nos vieran.

Me abracé aún más a él, recorriendo su boca con mi lengua.

Abrazándolo, acariciándolo. Amándolo.

Despeinando su cabello con mis delgados dedos. Sus labios, su lengua, su boca, sus manos. Todo él sobre mí.

La música resonando en mis oídos y las diferentes luces me hicieron sentir que dejaba el lugar. Que no existía en ese momento.

Lo único que existía eran nuestras bocas reclamando lo que por casi ley nos pertenecía a ambos.

Y al poco tiempo, comencé a sentir el efecto de las margaritas. Me tambaleé un poco separándome de sus labios, y él me sostuvo por la cintura.

—¿Estás bien?

—Sí... me mareé un poco.

—Te lo dije. Nunca me haces caso —me reprimió.

—Lo siento...

—Ven —me tomó de la mano y me sacó de la pista.

—Necesito ir al baño —dije.

—Está bien —dijo y me dio un rápido beso, seguido de una nalgada antes de irme. Chillé y lo miré frunciendo el ceño.

Sí, definitivamente no podía quedarse quieto.

Entré al baño y por fortuna se encontraba vacío. Hice mis necesidades y me recargué sobre el lavabo esperando a que el pequeño mareo pasara. Por fortuna se fue rápidamente.

Retoqué mi labial, peiné mi coleta y acomodé mi vestido. 

Y al salir del baño, me topé mas ni menos que con Yoona en la puerta, la detestable chica plástica. De vez en cuando la veía en los pasillos de la escuela, pero no era muy agradable tenerla cerca.

Llevaba un vestido diminuto, de color rojo y ceñido a su exageradamente delgado cuerpo.

Me puso los ojos en blanco, sonrió echándose el cabello para atrás y entró al baño.

Bruja.

La ignoré por completo, y busqué a Jimin, pero no lo vi. Caminé entre las personas, cuando de pronto alguien tocó mi hombro.

—¿Si? —el Barman que me había atendido estaba frente a mí.

—Alguien le envía esto —dijo dándome lo que parecía otra margarita.

—¿Quién? —fruncí el ceño.

—Me dijo que no le dijera hasta que se lo terminara.

—No puedo aceptarlo, ya tomé demasiado, gracias.

—Señorita, por favor.

—Lo siento, no.

—Por favor, sólo hago mi trabajo. Debo quedarme aquí hasta que se lo termine.

—¿Puedo saber quién lo manda?

—Hasta que se termine esto —me sonrió gentilmente.

Fruncí el ceño y miré la bebida.

Bueno, no perdía nada con una más. Igual tenía un poco de sed. 

Tomé la copa y la bebí hasta el fondo. Y me supo deliciosa. Sinceramente odiaba el alcohol, su sabor es horrible, pero ésta me supo realmente bien. Dulce y amarga a la vez.

—¿Ahora puedo saber quién la mandó? —dije entregándole la copa vacía.

—Él se presentará en seguida, con permiso —dijo y se retiró sin decir más. 

Me quedé parada, un poco confundida. Esperé unos momentos, y no le vi sentido seguir esperando algo que realmente no me interesaba.

Caminé de nuevo para buscar a Jimin, y extrañamente comencé a marearme de nuevo.

Me recargué sobre la pared, y la cabeza comenzó a darme vueltas. 

¿Qué me pasaba?

No había tomado prácticamente nada como para realmente emborracharme. Tres margaritas no eran lo suficiente como para terminar mal.

Bueno, con esa última cuatro.

Caminé lentamente y la cabeza me daba vueltas. Me incliné un poco tomando agarre de la pared.

Voy a vomitar.

—¿Te sientes mal? —dijo una voz masculina.

De dónde conocía esa voz...

Entonces levanté la mirada, y me encontré con una desagradable presencia.

Soo Yun.

—¿Qué carajo haces aquí? —dije retomando la postura. Asustada.

—No iba a perderme la fiesta de graduación —sonrió.

—Tú ni siquiera estudias en éste instituto. Dejaste de venir hace meses.

—Estuve algo ocupado, solamente.

—No me interesa, con permiso —dije dando la vuelta para alejarme lo más pronto posible. 

Necesitaba sentarme, mi cuerpo comenzó a sentirse extraño.

—¿No vas a agradecerme por el trago? —dijo, y me detuve en seco. Me giré a verlo.

—¿Fuiste tú?

—¿Quién más? —sonrió y se me congeló la sangre.

—Aléjate de mí —salí casi corriendo, ésta vez realmente asustada. No sabía qué mierda pudo haber puesto en la bebida, y era mejor estar lo más alejada de él.

Necesitaba a Eun Ji. ¿Dónde rayos estaba?

Comencé a buscarla entre las personas, y no logré reconocer a nadie. Todo comenzaba a darme vueltas y las luces hacían que me mareara aún más.

Qué estúpida. ¿Por qué acepté el trago?

Miré hacia todos lados, asegurándome de que el loco de Soo Yun no me hubiera seguido. Aunque lo más probable era que sí.

El efecto de la bebida comenzó a subir rápidamente, y comencé a sentirme realmente débil.

¿Qué carajos le había puesto? 

Estaba casi al fondo del lugar, débil y recargando mi hombro sobre la pared, mirando perdidamente a las personas. Absolutamente nadie me prestaba atención. Estaba sola.

Siento que voy a desmayarme.

No. Necesitaba encontrar a Eun Ji. Necesitaba encontrar a Tae Hyung. Necesitaba encontrar a Jimin.

Sí, lo necesitaba a él. ¿Dónde rayos estaba? Me encontraba más vulnerable que nunca en esos momentos, y necesitaba estar entre sus brazos.

Necesitaba estar recostada en su pecho. Necesitaba estar con él. Ésta vez realmente necesitaba de su compulsiva protección. 

Necesito... necesito...

Vi dar vueltas todo el lugar. Sentí perder las fuerzas en mis piernas, y todo se volvió oscuro.


Ga verder met lezen

Dit interesseert je vast

180K 13.1K 28
Con la reciente muerte de su padre el duque de Hastings y presentada en su primera temporada social, Annette empieza a acercarse al hermano mayor de...
75.9K 12.5K 32
"Sergio Pérez siempre ha sabido que no es suficiente para Max Verstappen. Desde su compromiso hasta sus actuales años de matrimonio, sabe que el Alfa...
253K 17.7K 91
Todas las personas se cansan. Junior lo sabía y aun así continuó lastimando a quien estaba seguro que era el amor de su vida.
415K 42.1K 107
La verdad esta idea es pervertida al comienzo, pero si le ves más a fondo en vastante tierno más que perverso. nop, no hay Lemon, ecchi obviamente, p...