Habían pasado unos días luego de enviar a Voldemort con mis demonios y ahora me encontraba en la habitación de Draco sentada en su cama de piernas cruzadas y él estaba frente a mi en la misma posición y teníamos una tenue luz encendida ya que estábamos hablando de cosas triviales.
-Mi papá me dijo que el ministerio está cazando a los mortifagos -contó Draco- pero a él no le harán nada por que cooperó para destruir a Voldemort.
-Es una buena noticia -solté y me miró.
-Lo es.
-¿Como esta Cissy? -pregunté unos segundos después.
-Bien, quiere verte -respondió y sonreí.
-La amo.
-Y ella a ti. Incluso llego a creer que mas que a mí -me reí.
-Obviamente me quiere mas a mi, soy la hija que nunca tuvo -Draco rodó los ojos.
-Que te quede claro que es mi mamá -bufo.
-Mocoso -Draco me fulmino con la mirada y se tiro arriba de mi sujetando mis muñecas y con su rodilla izquierda entre mis muslos cerca de mi feminidad.
-¿Quieres que te demuestre lo que este mocoso puede llegar a hacer? -lo mire burlona.
-¿Que? ¿Aprendiste a ir solo al baño? -soltó una pequeña risa irónica y su mirada era indescriptible.
-No estoy para juegos Morningstar -contestó seriamente.
-Ahora -solté burlona.
Draco sacó unas esposas de algún lugar y me esposo con ellas.
-¿Olvidas quién soy? Sabes que unas esposas no son problema para mi -Draco soltó una risa burlona.
-No son cualquier esposas -hablo reiconporandose sobre mi, dejando sus piernas a mis costados y mirándome desde arriba- me las dio tu padre, por si las necesitaba -yo enarque una ceja.
Papá, te odio.
-¿Te comió la lengua el ratón Morningstar? -pregunto y se quito la camiseta. Yo pasee mi mirada por su torso desnudo.
-¿Debería asustarme? -volvi a sus ojos.
-Hm... No lo sé, te lo diré dentro de un rato -yo reí con ironía.
-Vamos, sueltame, sabes que odio sentirme inferior.
-Y eso es algo que tenemos en común, así que no esperes que te suelte pronto por que no lo haré -yo lo mire con un brillo destellante rojo- no me mires así honey, ya es momento de que comiences a obdecerme en algunos aspectos.
-¿A qué aspectos te refieres Malfoy? -se acercó.
-Luego entenderás -beso mi cuello.
-Sabes que no soy sumisa y tampoco lo seré -solté.
-No pretendo que lo seas, pero digamos que prefiero tener yo el control -yo reí.
-¿El control? Sabes que el control siempre lo tengo yo, en todo -levanto bruscamente mi camiseta y dejo un beso entre mis pechos.
Sentí como su mano comenzó a jugar con mi pezon erectandolo y acercó sus labios a este rozando su lengua sacándome una respiración entrecortada.
Solo con un toque suyo sentía que desfalleceria, lo cual me molestaba por que no quería hacerle creer que tenía control sobre mi.
-Sueltame... -jadee y apretó un poco mi otro pecho sacándome un jadeo.
-Aún no.
Sus labios subieron a mi cuello y dejó mordidas y succiones, luego dejó un camino de besos hasta mi abdomen y rozó lentamente mi zona palpitante dejando un beso por encima de las bragas.
Beso el interior de mis muslos suavemente y sus dedos delinearon el elástico de mis bragas para luego quitarlas lentamente y jalo de mis piernas dejándome al borde de la cama y las puso en sus hombros.
-Malfoy quitamelas, ahora -solté demandante o eso trate ya que mi voz era entrecortada. Él hizo caso omiso.
Comenzó a besar mi monte de venus hasta mis pliegues para luego adentrar su lengua y eche la cabeza hacia atrás al sentir como jugaba con mi clitoris y su mano apretaba mi pecho.
-Hm... Sueltame -jadee.
-Sabes que aun que lo pidas mil veces, no lo haré -murmuró y volvió a adentrar su lengua sacándome jadeos involuntarios.
Unos segundos después escupió mirándome fijamente y volvió a su labor. Mis manos se removían tratando de quitar las esposas pero era inútil ya que las esposas estaban precisamente diseñadas para que seres como yo no se suelten.
Mis ojos eran de color rojo y un poco cristalinos por el placer, los de Draco tomaron un tono oscuro y sus pupilas estaban dilatadas.
Su lengua subió hasta mi pezon y lo succiono mirándome fijamente. Cerré los ojos, eche la cabeza hacia atrás y solté un jadeo.
Acercó sus labios a los míos y mordió mi labio inferior para luego besarme hambrientamente.
-Sueltame, necesito tocarte -hable en cuanto se separó de mis labios.
-Por más que quiera que me toques, no te soltare y lo sabes perfectamente por que harías lo mismo conmigo -contestó con voz ronca.
-Y lo haré, tenlo por seguro.
Se levantó y se quito el pantalón de chandal gris bajo mi mirada espectante, su miembro solo estaba cubierto por la tela del bóxer que estaba algo mojada por el líquido preseminal y estaba erecto a más no poder, podía sentir lo duro que estaba sin tocarlo.
Se lo quito dejando a la vista su miembro duro y con algunas venas marcadas palpitante, al verlo la necesidad de que entrará en mi se hizo presente de una forma imponente.
-Mira todo lo que quieras, sabes que es tuyo -yo reí con picardia.
-Lo sé, no tienes que decirlo -Draco sonrió altanero.
Se acercó a mí nuevamente y su miembro rozó mi zona sacándome un gemido que acalle rápidamente mordiendome el labio.
-No hagas eso -me reprendió.
-Si quieres escucharme gemir, tienes que soltarme honey -solté.
-Morningstar ¿Aún no lo entiendes? En este momento, tu estas bajo mi completa disposición, si yo quiero algo de ti, me lo darás sin contradicciones -yo reí.
-¿Aún crees que te haré caso?
-Lo harás, por las buenas o por las malas -dijo y me beso ferozmente.
Sentí como dos de sus dedos rozaron mi entrada y reprimi mis jadeos. Draco al notarlo me penetro fuertemente con sus dedos y solté un gemido que no pude retener haciendo que sonría victorioso.
-¿Que decías? -inquirió y sin dejarme responder dio otra estocada fuertemente.
-Agh... Mierda, no puedo creer que diga esto -solté y me miró sonriendo burlon.
-¿Que cosa honey? -lo mire fulminante y metió otro de sus dedos en mi interior.
-Me rindo -solté.
-Repitelo -al ver que me negaba volvió a penetrarme duramente.
-Ahmj... Me rindo, haré lo que me digas -Draco sonrió victorioso- pero existen límites que no debes cruzar -solté un jadeo en cuanto quito sus dedos de mi interior y me sentí vacía.
-¿Como cuáles?
-Hay cosas que no haré y sabes cuáles son -él lo pensó unos segundos.
-Supongo que no puedo pedir más viniendo de ti -soltó.
-Me alegra que lo sepas.
Sus dedos fueron hacia mis labios y los adentro en mi boca.
-Chupa -ordenó y obedeci succionando mi propio sabor mirándolo fijamente sin apartar la vista en ningún momento y note como sus ojos se volvían cada vez más oscuros.
-Si me soltaras, podría hacer lo que estas pensando -solté ya que sabía perfectamente que pasaba por su mente en ese momento.
-Sabes que no lo haré.
Tomo mi cintura y me giro rápidamente en un movimiento ágil dejándome con la mejilla derecha sobre la cama.
-Abre las piernas -obdeci y separe un poco la piernas.
Rozo mi entrada con su dedo y sentí como dio una palmada en mi trasero sacándome un gemido de dolor y placer.
Se adentro en mi de una estocada profunda sacándome un gemido, sus manos se posicionaron en mis caderas y comenzó a moverse en mi interior dando estocadas fuertes y profundas.
Mis gemidos y sus gruñidos llenaban la habitación, el aire era denso y la lujuria que se sentía era cortante como una hoja de papel.
-Joder... -soltó el rubio en un jadeo.
Sus gemidos entrecortados indicaban que estaba cerca del clímax al igual que yo y unos segundos después me vine y logré soltarme de las esposas.
Soy Dania Morningstar, por supuesto que me lograría soltar.
Logré que saliera de mi antes de que terminará y en un movimiento ágil lo deje caer a mi lado.
-¿Como carajo siempre logras soltarte? -bufo y reí.
-No te esposare si es lo que piensas, solo quede con ganas de hacer algo -solté y me miró dudoso. Lo bese y roce mi entrada con su miembro haciendo que suelte un gemido.
Baje mis besos por su abdomen hasta su falo que aun permanecía erecto y duro, la punta era rosada y estaba cubierta de líquido preseminal.
Succione un poco la punta y jadeo, se recargo en sus codos y echo la cabeza hacia atrás. Pase mi mano por su falo y volví a succionar.
Adentre todo lo que pude de su falo en mi boca y comencé un vaivén lento y torturador, sus gemidos y gruñidos junto con maldiciones se hicieron presentes en la habitación y me alegraba ser la causante de ellos.
Me miró y conecte sus ojos con los míos, pasé mi lengua por todo el falo sin apartar mi vista de la suya y volví a adentrarlo en mi boca.
-Ah... Dania -gimió- más rápido -demandó y acelere el ritmo.
Unos segundos después su abdomen se tenso y antes de que se venga, lo saque de mi boca y me miró furioso, yo le sonreí.
-Termina lo que comenzaste -exigió y pase mi dedo por la punta de su miembro tomando un poco del líquido preseminal y lo lleve a mi boca.
-¿No pudiste terminar? Que lastima -dije y me levante para luego caminar hacia el baño y quite mi camiseta para adentrarme en la ducha.
Deje caer el agua y unos segundos después sentí como me apegaron a la pared de cristal estampando mi mejilla en este y sonreí divertida.
-No tenias que hacer eso -soltó en mi oído y me giro poniendo su mano en mi cuello, podía sentir lo molesto y frustrado que estaba, mordí mi labio inferior y lo mire, su mirada era de ira pura.
-Ese es tu castigo, soy Dania Morningstar ¿Enserio creíste que me rendiría así de fácil? -solté burlona y apartó su mano para alejarse unos pasos.
-Arrodillate -ordenó.
-¿Que? -solté una risa irónica- no.
-Arrodillate -demandó nuevamente y al ver que no le obedecía hizo que me arrodillara.
Paso su dedo por mi labio inferior mirándome desde arriba y adentre su dedo en mi boca succionadolo, acercó su miembro a mi boca y pase la lengua por la punta.
Me penetro duramente, tomó mi cabello ya mojado por el agua que aún caía y comenzó a dar estocadas en mi boca.
Él tenía los ojos cerrado y soltaba jadeos, mis ojos eran cristalinos por la lujuria y a la vez por sus estocadas, unos segundos antes de que se viniera me levanto e hizo que enrolle mis piernas a su cintura.
-Montame -demandó y sujetandome de sus hombros hice que se adentrara en mi para comenzar a saltar con ayuda de sus manos en mis caderas.
-Draco -gemi y lo mire, sus ojos estaban fijos en mis expresiones de placer y yo pasé mi pulgar por su labio inferior para luego besarlo ferozmente.
He de admitir que mi juicio me jugó una muy mala pasada, pero digamos que tampoco me molestaba ser un poco más sumisa con la oxigenada.
Unas estocadas después alcance el segundo clímax mordiendo su labio inferior fuertemente haciendo que la sangre caiga y Draco por fin pudo terminar soltando un gemido acallado por mis labios.
-¿Te divertiste haciéndome enojar? -inquirio unos segundos después de calmar su respiración.
-La verdad, si -conteste y rodó los ojos.
-No lo vuelvas a hacer, no sabes lo jodidamente doloroso que se siente -yo mire hacia otro lado dudosa.
-No prometo nada -lo bese.
Me ayudó a bajar de él haciendo que su semen corriera por mis piernas y nos duchamos.
Cuando nos vestimos, seque su cabello con una toalla y le hice trenzas en el cabello rubio, quería ver como se vería con cabello algo ondulado.
-No creo que se me vea bien -hablo y lo golpee en la cabeza- ¿Que te pasa agresiva?
-Confía en mis dotes de estilista -Draco se rio- listo -dije cuando termine la última y me reí-Creo que ya deberíamos dormir -él asintió. Me levante a duras penas y camine hasta apagar la luz.
-Mañana vas a necesitar un bastón o una silla de ruedas -yo rode los ojos bajo la luz de una lámpara que estaba en la mesa de noche, tomé uno de mis libros favoritos que tenía Draco en su pequeña biblioteca asesorada por mi, ya que más de la mitad de libros que habían ahí eran míos.
-Leeme, me lo merezco -dije y le tendí el libro para luego acostarme a su lado recargandome en su pecho, Draco abrió el libro y fue al capitulo en donde quedamos la noche anterior.
-"Y ahí está el gran misterio. Para ustedes que quieren al principito, lo mismo que para mí, nada en el universo habrá cambiado si en cualquier parte, quién sabe dónde, un cordero desconocido se ha comido o no se ha comido una rosa..." -lo mire y me fije en sus labios que se movían al hablar, su quijada perfectamente recta, sus ojos grises profundos y su cabello rubio oxigenado- fin.
-Te amo -solté sin pensarlo y me miró, cerró el libro y conecto sus ojos fijamente con los míos pasando su mano por mi mejilla.
-También te amo Dani, como no tienes idea.
[...]
-¡Buenos días serpientes! ¡A despertar! -Pansy con Blaise entraron a la habitación.
-¡Pudrete Parkinson! -bufe y me metí bajo las sábanas y Draco hizo lo mismo cuando abrieron las cortinas dejando que el sol traspase por las ventanas mágicas a través del agua del lago negro.
-¡No sean perezosos! Vamos a comer -Blaise nos quito las sábanas- ah, y les tenemos noticias -dijo y se acercó a Pansy.
-¡Estamos juntos! -soltó Pansy y lo beso, nosotros con Draco los miramos con fastidio.
-¿Tienen que gritar? Acabo de despertarme idiotas -me queje y enterre mi cabeza en el cuello de Draco para que no me llegue la luz directa.
-Váyanse, queremos dormir -soltó Draco y nos tapó con la sabana.
-Bien, ustedes se lo pierden -dijo Pansy y se fueron.
-Agh... Te juro que a veces me dan unas ganas de matarlos -solté y me levante a cerrar la cortina para volver a meterme bajo las mantas.
-Hagamos algo -yo lo mire- nos dormimos y el que se despierte primero debe despertar al otro -dijo y asentí de acuerdo.
Nos quedamos dormidos y no se cuanto tiempo pasó pero Draco me despertó sobresaltado y mire la hora.
-¿Dormimos todo el día? Mierda -dije y nos levantamos- ¿Que hacemos?
-No lo sé. Vístete y bajemos -yo asentí y me vestí, Draco también se vistió.
Cuando terminamos bajamos a la sala común y no había nadie, estaban en clases.
-Nos descontarán puntos -dijo y suspiré.
-Ya da igual, seguramente ya todos deben haber ido a almorzar -solté y lo mire para luego reír.
-¿Que?
-Las trenzas -dije y se tocó el cabello para luego bufar.
-Quitamelas -yo lo lleve al sofá y se sentó. Le desarme las trenzas y le revolví el cabello.
-Hey, hola guapo -Draco se rio- me gusta.
Saque mi celular y tomé una foto de él para luego mostrársela.
-Todo me queda bien.
Nos quedamos hablando un rato hasta que Snape entró a la sala común y nos reprendió por no ir a clases diciéndonos que éramos unos mocosos irresponsables y que nos quitaran puntos y blah, blah, blah.
No escuche mas ya que Draco le lazo un obliviate para que se olvidara de que faltamos.
-¿Malfoy? ¿Morningstar? ¿Que... Que sucede? -pregunto.
-Nada profesor, solo nos estaba felicitando por nuestro desempeño en pociones ¿Le pasa algo? -pregunté.
-No, felicidades, sigan así -dijo y se dio media vuelta para irse.
-Vamos a comer, no hemos comido en todo el día -dijo y asentí.
Tomamos desayuno-almuerzo y luego fuimos a la siguiente clase.
-¿Como estas? -Mattheo sentó a mi lado.
-Bien ¿Y tu?
-Mas o menos, tuve una discusión con Cedric -contó haciendo una mueca.
-¿Por qué fue?
-Algo sin importancia, pero lo tomo muy a pecho -suspiró- Pansy con Blaise volvieron ¿Eh?
-Hm, lastimosamente volvieron -solté y me miró.
-¿Lastimosamente?
-Ya te darás cuenta por qué lo digo. Estoy feliz por ella pero son muy... No se como explicarlo, solo miralos -dije y los miro.
-Yo los veo normal -rodé los ojos.
-Son demasiado empalagosos, están constantemente abrazados y besándose, solo falta que se pongan a coger frente a nosotros.
-Pues Cedric y yo somos algo así, no tan excesivos pero si, no es nuestra culpa que tu seas tan poco romántica -yo chasquee la lengua- perdón, ustedes dos son poco románticos -dijo refiriéndose a Draco y yo.
-Solo nos da asco ser así y más en público -respondí.
-Bueno pero a ellos no, solo dejalos -solté un suspiro.
-Bien.
-Mejor ayudame con esto, no entiendo nada -yo mire su pergamino.
-Es muy fácil Mattheo -le explique lo que debía hacer y luego comprendió.
-Esta bien, gracias Dani -beso mi mejilla y yo me la limpie con la túnica- eres una amargada.
-Sabes que odio los besos y abrazos.
-Pero yo soy tu hermano, es tu obligación aceptarlos -bufo- dame un beso.
-No.
-Un beso y un abrazo.
-No quiero.
-Hazlo.
-No.
-Dania, hazlo.
-Agh... -bese su mejilla y sonrió para luego abrazarme.
-Odiosa.
-Fantoche idiota.
-Me amas.
-Como digas.
Cuando la clase terminó con Pansy nos fuimos a entrenar a las porristas, pronto sería el segundo partido.