𝑴𝒐𝒓𝒏𝒊𝒏𝒈𝒔𝒕𝒂𝒓 [𝑫𝒓𝒂𝒄𝒐 𝑴𝒂𝒍𝒇𝒐𝒚] +𝟏𝟖

47

—Toma asiento, con confianza —dijo la psicóloga y me senté— puede que de inicio te parezca raro e incómodo contarle lo que sientes a una persona ajena, lo entiendo, pero hay veces en las que se hace más fácil abrirte con personas que no conoces —yo la mire raro y suspiré.

—Mire, yo no estoy aquí por que quiero, mi padre me lo pidió, y si le soy sincera, esto es demasiado raro partiendo por el hecho de que es humana —conteste y ella suspiro.

—Entiendo lo que sientes, pero puede hacerte sentir mejor... Vamos, cuéntame, que es lo que te molesta.

—Muchas cosas me molestan —conteste.

Estuvimos un rato hablando hasta que comencé a liberarme un poco y a tratar de explicar cómo me sentía ya que era demasiado extraño para mí hablar sobre mis sentimientos.

—Entonces me dices que tu personalidad no te gusta por que es muy fría.

—No es eso, me gusta, pero siento que a veces soy demasiado fría o cruel con las palabras... Muy directa al expresarme —conteste.

—Podrías tratar de evitar ser así si no te sientes cómoda, solo por un tiempo, y ya después si no te agrada, solo vuelve a ser tu, la esencia es lo mas importate que tienes, es lo que te describe así que no trates de cambiar mucho —soltó y medite sus palabras.

—Osea que debo dejar de ser yo y ser alguien completamente diferente...

—No, no es...

—Mi padre tenía razón, si es buena psicóloga —conteste y me levante— bueno, gracias, nos vemos doc.

—Dani no es... —yo salí de la habitación y fui con mi padre.

—¿Lista? —yo asentí.

—Si, vamos —mi padre asintió y me llevo a Hogwarts dejándome en la torre de astronomía.

—Bien mi ángel, espero que te haya servido, cuidate —dejo un beso en mi frente.

—Tu también —dije y él sonrió para luego irse.

Yo camine hacia mí habitación y al entrar vi una pequeña caja arriba de la cama, yo mire extrañada y la tomé sentandome en la cama.

La abrí y adentro habían gomitas de oso color rojo y verde, las únicas que me gustaban junto a una nota.

"Caprichosa"

Decía y yo sonreí y me deje caer de espaldas a la cama comiendo unas gomitas.

Vi la hora y aun quedaban al rededor de cuarenta minutos para que finalizará la clase por lo que me tocaba esperar.

Mientras tanto, fui por un libro y me senté en la cama junto a mis gomitas y comencé a leer para pasar el tiempo.

—Hey ¿Como te fue? —pregunto Draco sentándose a mi lado luego de cerrar la puerta.

—Hola... Amor —dije eso último tratando de ocultar la repulsión que me daba al decirlo y deje un casto beso en sus labios. Draco me miró raro.

—¿Estas... Bien? —pregunto y fingi una sonrisa cariñosa.

—Por supuesto que si, amor —conteste.

Náuseas.

Necesito.

Vómitar.

—Hum... Bien —seguía mirándome como bicho raro— ¿Te gustaron? —pregunto refiriéndose a las gomitas y asentí sonriendo.

—Me encantaron, gracias lindo —bese su mejilla.