𝑴𝒐𝒓𝒏𝒊𝒏𝒈𝒔𝒕𝒂𝒓 [𝑫𝒓𝒂𝒄𝒐 𝑴𝒂𝒍𝒇𝒐𝒚] +𝟏𝟖

20

Aviso: vayan al siguiente capitulo porque es la continuación del anterior, no se que paso pero este quedó antes y eso que subí el 19 primero pero bueno, eso.

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—¡Dania abre la puerta ahora! —dijo una voz golpeando escandalosamente la puerta.

—Carajo —susurre y moví a Draco para que se despierte, este abrió los ojos y me miró— Mi hermano está afuera, debes irte —susurre.

—Mierda —soltó.

Se levantó y luego dejó un beso en mi labios para después pasarse de mi ventana a la suya. Yo cerré la ventana y fui a abrir la puerta.

—¿Porque tanto escándalo? —inqueri abriendo la puerta.

—¿Dónde está? —preguntó apartandome del camino buscando a Draco por toda la habitación.

—¿Que buscas? —pregunté haciendome la desentendida.

—Sabes perfectamente a quien busco ¿Donde esta? —preguntó buscando debajo de la cama y luego fue al closet.

—No está aquí, estas paranoico —bufe y negó.

—Se que está escondido en alguna parte —dijo y se metió al baño a revisar.

—No está —dije molesta.

—Agh... —refunfuño— Y si no esta ¿Porque tenías la puerta con llave? —inquirió.

—No me di cuenta de que la habia dejado con llave —me encogi de hombros y bufo.

—Dania si me estas mintiendo...

—Mattheo, no te estoy mintiendo, estas paranoico, mejor ve a clases, me tengo que vestir —dije empujandolo para que salga, el rodó los ojos y se fue.

Me vestí con el uniforme y lave mis dientes para luego salir en dirección a mi clase. Me senté con Draco ya que Pansy estaba con Zabini.

—Casi nos descubren —solté.

—Tu hermano esta loco... —dijo y asenti.

—Y no sabe tocar la puerta —rodé los ojos y reímos.

Luego entró la profesora a dar su clase, estaba aburrida haciendo absolutamente nada hasta que entra el profesor Snape.

—Profesora, necesito a Dania Morningstar —dijo firme.

—Si claro, ve con el profesor Dania —yo me levante de mala gana y lo seguí hasta su oficina.

—Siéntate —dijo sentándose detrás del escritorio de madera.

—¿Que sucede profesor Snape? —pregunté arqueando una ceja.

—He estado observándola, y usted no es como el resto... Ese día en la clase cuando le llamé la atención, no recuerdo muy bien, solo que seguí con mi clase y yo no la castigue por su falta de conducta, y he estado viendo que cuando habla con su reciente llegado hermano, se esconde o bajan muchos tonos la voz... ¿Hay algo que me quiera confesar, señorita Morningstar? —inquirió juntando las manos y apoyando sus codos en la mesa mirando inquisidoramente.

—Nada que confesar profesor ¿Algo más? —pregunté despectiva.

—¡No me mienta! ¡Se que esconde algo y voy a averiguarlo! —dijo golpeado la mesa levantándose levemente, yo seguí mirándolo sin expresión para luego levantarme de la silla dispuesta a irme.