Keisuke Baji
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Estabamos en medio de una pelea con una pandilla X, todo porque Mikey los provocó y el como niño pequeño hizo caso a meterse en problemas.
Todos tratábamos de ganar, pero esos chicos no peleaban justamente. Se me juntaron tres chicos, uno lo patie en el estómago.
Al otro le di un golpe en la cara, pero me llegó uno por el costado y otro por la derecha, trataba de mantener alejados a esos dos chicos, pero un tercero se acercó y como dije estos imbéciles no pelean bien.
Este último chico en vez de acertarme un golpe, aprovecho que mis manos estaban ocupadas manteniendo a raya a los otros dos y jalo mi cabello.
—¡Oye! Mi cabello —Me queje.
—Nadie le jala el cabello de mi novia imbécil —Baji lo mando a volar con una patada y se deciso de los otros dos.
—Gracias Baji.
—Te duele, te tomo del pelo muy fuerte —se dedico a inspeccionar mi cabello.
—Estoy bien Kei.
Uno vino corriendo a nosotros para golpearnos , pero Baji lo paro en seco.
—Oi oí oí, no ves que estoy hablando con mi novia.
Baji se cargó a varios chicos que se le venían encima, también procurando que nadie más se me acercara.
—Kenchin cargame —dijo Mikey cuando la pelea termino.
Logramos ganar, los chicos de la otra pandilla salieron casi ilesos y eso solo porque Mikey no se tomó encerio la pelea.
Todos nos fuimos a nuestras casas era tarde.
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—Esos bastardos, deberían saber pelear bien —gruño Baji.
Estaba sentada en el suelo de mi cuarto mientras, Baji peinaba mi cabello.
—Tienes razón, pelean como niñas.
—Vez por eso deberías atar tu cabello, siempre te lo digo.
—Sii, lo sé ya no me regañes.
El mayor termino de peinar el cabello de la fémina, pasó de estar sentado en en la comida xamaa sentarse en el suelo sentando a la fémina frente a él.
La sentó sobre el quedando pecho a pecho, apartó algunos mechones del cabello oscuro de Baji.
—Gracias Kei —le sonrió.
—¿Porque me agradeces?
—Por defenderme, y por peinar mi cabello —solto una risilla.
El corazón de Baji dio un vuelco al escuchar esa risilla que se hacía muy tierna, toda ella se le hacía la masita más tierna que podía conocer.
Sus mejillas adquirieron un color rosado, para el que ella fuera tierna con el era lo mejor de su mundo, ella era lo mejor de su vida.
Como buen novio tenía que protegerla de todo y aún si no lo fueran eso nunca cambiaría, desde años atrás estaba enamorado de ella y cuando pudo decirlo y saber que ella igual fue el mejor de hasta ahora fe su vida.
—Tn, Mikey dice que es hora de comer, apresurate sabes que no le gusta esperar —hablo Emma detras de la puerta.
—Okey, ya voy.
Así es, era la menor de los Sano, melliza de Emma, aunque no se parecían en nada. La menor por unos minutos.
—Te quedas a comer Kei.
—Lo siento preciosa, tengo que llegar a casa, mañana hay escuela y tengo que terminar un proyecto con chifuyu.
—Ah okey, entonces será para la próxima —le sonrió.
—¿Me acompañas a la salida?
—Esta bien —se pusieron de pie.
Bajaron las escaleras pasando por la sala donde estaba Mikey.
—¿Que hace Baji aquí? Pensé que se había ido —pregunto Mikey.
—Lo invite a pasar un momento —rasco su nuca con nerviosismo la fémina.
—¡TN sano! Que hemos hablado de eso —reprendio el rubio.
—Tranquilo Mikey, no le haré nada aún a tu hermana —sonrio con burla Baji.
—¡Baji! —el pequeño trato de balancearse sobre el pero la fémina lo detuvo.
—Baji ya se iba —lo jalaste hasta la salida.
—Nos vemos mañana preciosa —se despidió con un casto beso el de colmillos.
—Adios Kei —le diste un beso rápido y entraste a tu casa, viendo a un enfadado Mikey.
—¿Comemos ya? Vamos no te enojes —lo tomo del brazo y lo dirigió a la cocina.
[ . . . ]
La fémina volvía del instituto para su mala suerte no asistía al mismo que su novio Baji, Mikey se encargaba de traerla a casa. Bajo de la moto.
—Tengo que ver a Mitsuya y Kenchin, volveré más tarde —informo su hermano.
—Esta bien, ten cuidado.
Se despido con un abrazo y lo vio perderse en una de las esquinas, ella se apresuró a entrar a la casa.
Comió algo ligero, fruta, cereal, y se fue a tomar una ducha. Salió con ropa más cómoda y una toalla en mano para secar su cabello.
La puerta sonó, ella acomodo la toalla en sus hombros y fue a abrir encontrandose con Baji.
—¿Baji? No deberías estar aún en el instituto o en tu casa.
—Algo así, pero tenía que darte un regalo.
—¿Un regalo? Que es —se mostró emocionada.
—lo encontramos ayer con chifuyu, lo bañamos y arreglamos para ti.
Le mostró un pequeño felino color blanco y con algunas manchas negras en sus orejas y en el ojo izquierdo.
[ . . . ]
—Es muy lindo Kei, gracias —le dio un beso en la mejilla.
El de colmillos sonrió de forma victoriosa, al haber acertado con un regalo para su novia, el gato parecía acoplarse bastante rápido a ella.
—Como lo llamaras —el gato ronroneaba con las caricias de ella.
—No losé, que te parece keisu.
—Me parece perfecto —sonrio, colocando a la fémina en sus piernas perseguida por el felino quien se durmió en las piernas ella.
Los tres cómodos en la cama de ella, le gustaba verla jugar con el, pero también lo ponía algo ¿Celoso? Tanta atención al mas pequeño.
—No le darás más atención a el que a mi ¿Cierto?
—¿Celoso keisuke? —solto una carcajada al aire.
—Para nada, ese gato no te haría ni la mitad de cosas que yo sí.
Le dirigió una sonrisa coqueta mostrando esos colmillos blancos.
—Oh se te olvida lo que te he hecho, dime nena ¿Te lo vuelvo a recordar?
Con una de sus manos bajo lentamente la polera de ella de uno de los hombros.
Teniendo la piel blanca a su merced paso de manera tortuosa para la fémina su lengua, delineando cada una de esas mordidas que ya estaban desapareciendo, al igual que los chupetones hechos por el mismo.
Varios jadeos involuntarios salieron de la boca de la menor, dándole a entender al de pelo largo qud lo estaba disfrutando.