┏━━━━━━༻❁༺━━━━━━┓ CAPÍTULO TREINTA Y CUATRO
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LA CABEZA DE JAMES DABA VUELTAS. Y SE DEBÍA A múltiples razones, por supuesto, como las luces fluorescentes cegadoras, el balanceo hacia atrás de la pierna de Lucas, el toque nervioso de los pies de Remus, el ritmo implacable de Sirius. Y el reloj.
James odiaba el tictac constante, recordándole cuánto tiempo había estado sentado en el maldito pasillo.
—Los hospitales huelen raro—le dijo Lucas mientras miraba a su alrededor, haciendo que James sonriera
—Sí—estuvo de acuerdo James—¿Tienes hambre?
Lucas ni siquiera lo miró mientras negaba con la cabeza, su atención la tenían por completo el grupo de curanderos que se encontraban juntos.
—Dime cuando tengas hambre
Lucas no dice nada de nuevo, pero asiente y James vuelve a observar el marcado continuo del reloj.
Se hace nuevamente la misma pregunta que ha estado haciéndose desde que Olivia había sido llevada.
¿Cómo se perdonara por no estar allí, por no ser el hombre que le prometió que sería? ¿Cómo se perdonará después de permitir que la mujer que ama se deslizó a través de sus dedos?
La mano de Lucas va a su brazo, agarrando el grueso material de su abrigo. James se volvió hacia el niño que mira al sanador que iba caminando hacia ellos.
James salto de su asiento, esperando lo que vendría, esperaba que fuera una buena noticia. Pero, James sabía que ese no era el caso, el aspecto de la cara del sanador era algo para nada bueno y sintió que su corazón se salía de su pecho mientras se acercaba a ellos.
—Señor Potter—saluda el curandero, logrando darle una pequeña sonrisa mientras ve la ansiedad que nublaba la cara del hombre
—¿Cómo está ella?—le preguntó de inmediato
El equipo había llegado hace menos de dos horas y, debido al hecho de que Samuel y Olivia estaban inconscientes, ambos se escurrieron. Esto debería haber sido lo suficientemente fácil para tratar, pero el hecho de que Olivia lleva a dos hijos y es extremadamente débil lo hizo fatal.
—Debido a sus heridas, hemos decidido realizar una cesárea de emergencia—le dijo el sanador lentamente, asegurándose de que entendiera cada palabra
—Pero ella solo tiene siete meses
—Los bebés serán prematuros—dice de nuevo—Pero con suficiente cuidado y unas pocas semanas de que se queden aquí, estamos seguros de que sobrevivan. Definitivamente no son los primeros en nacer un poco antes de lo planeado
James soltó un suspiro de alivio antes de que se tranquilice. Pronto podrá conocer a sus hijos, están en camino y él no podía esperar más.
Se giro hacia Lucas y sus amigos, que habían estado escuchando la conversación y su corazón se derritió en el nuevo brillo en los ojos del niño pequeño, mirando justo al igual que, si no más, emocionado que él.
—Pero, señor Potter, necesito que sepa que hay una oportunidad muy diminuta de la supervivencia de la madre y los niños—continúa el sanador, haciendo que James se de la vuelta nuevamente—Cuando nos enfrentamos a una situación en la que solo podemos salvar uno, le pedimos a la familia del paciente que decida
La cabeza de James estaba girando de nuevo cuando su cerebro procesó las palabras. La mínima posibilidad de la supervivencia sigue repitiéndose una y otra vez, y James siente que sus ojos se empiezan a cristalizar.
—¿Disculpa?—se tropezó con el peso de la decisión y, de repente, tuvo un impulso de gritar hasta que le doliera la garganta porque era tan jodidamente injusto
No se merecían esto.
Sirius estaba al instante a su lado, sosteniéndolo. Débil, él era consciente de que su hermano lo estaba llamando, pero sus oídos estaban zumbando y su cabeza girando.
Registró la lástima grabada en la cara del curandero y eso fue suficiente para que quisiera vomitar todos los contenidos de su estómago.
—¿Me está pidiendo que elija entre mis hijos y el amor de mi vida?
—Me temo que no tenemos muchas opciones, señor Potter—dijo el curandero con tristeza—Es ella o los bebés
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CUANDO OLIVIA FINALMENTE SE DESPERTÓ, NO PODÍA SENTIR nada. Ella intentó mover sus dedos, pero no era suficiente.
Ella está atrapada, restringida por su propio cuerpo y no hay salida. Lo último que recuerdo fue el sonido del cuerpo de Amara cayendo al suelo y luego la oscuridad. Fue un contraste perfecto con la luz blanca que la engulta ahora. Se sentía cálido, demasiado cálido y Olivia no quiere nada más que proteger sus ojos, pero incluso eso, ella no puede hacer.
—Olivia—alguien llama y ella sabe exactamente quién es
Ella había reconocido esa voz en cualquier lugar.
¡James! Intentó devolver el llamado, pero no era de uso. Su boca no se abriría.
—Lo siento mucho, cariño—lo escuchó, lo dijo otra vez y casi puede escuchar su voz cortada—Lo siento mucho
Detente.
—Me hicieron elegir—llora—Y yo, yo, no pude...
Olivia estaba más desesperada que nunca entonces.
¿Qué hicieron? ¿Qué lo hicieron hacer? ¿Qué diablos pasó?
—Te amo—dice, su voz nada más que un mero susurro—Lo siento mucho. Si pudiera cambiarlo, lo haría, pero no puedo, amor. No puedo
Olivia podía sentir la luz que se estaba tomando ahora y ella quería gritar.
No, no, no. ¡James, no!
—Te amaré por el resto de mi vida—susurra en su oído
Y luego el brillo se hizo cargo.
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DUERMEN PACÍFICAMENTE Y JAMES NO PUEDE DEJAR DE MIRARLOS con asombro. Son pequeños, tan pequeños, pero Merlin, si no son los seres más preciosos, él ha puesto los ojos.
—Son tan pequeños—murmuró Lucas a su lado y James sonrió mientras colocaba una mano en los hombros del niño, lo que lo acercaba a su lado
—Sí, realmente son, ¿Eh?
—¿Cuáles son sus nombres?
James señala al niño.
—El es Maxwell. Maxwell Fleamont, su segundo nombre es por papá
—¿Y nuestra niña?—Lucas pregunta, mirando a la pequeña cosa envuelta en una cobija rosa
James sonríe de nuevo.
—Todavía no estamos seguros, pero lo resolveremos
—Señor Potter—la dañadora a cargo de las incubadoras llamó tranquilamente
Ambos, James y Lucas respondieron, confundiendo a la curandera de inmediato.
—¿Sí?
La mujer sonrió amablemente a los dos—Ella está despertando
Con eso, los dos instantáneamente corren a su habitación, con James, eventualmente, escogiendo a Lucas en el camino. Cuando finalmente llegó a su habitación, James estaba jadeando, pero había una gran sonrisa en su rostro.
—Hey
Olivia se giro hacia él, su propia sonrisa se formó como Lucas felizmente saludó a ella.
—Hey
—¿Cómo te sientes?—pregunto mientras caminaban hacia su cama
—Como la mierda
James se rió porque en realidad puede reírse ahora. Después de meses largos y miserables, se puede reír de nuevo.
—Debería haber esperado eso
—¿Puedo verlos?—finalmente preguntó, sus ojos suplicaban y James quería más que cualquier cosa para tomar a sus bebés y llevarlos a ella, pero en su lugar, miró al sanador esperando una respuesta porque la seguridad de Olivia es lo primero.
El sanador sonrió a la joven pareja.
—Estoy seguro de que podemos organizar algo. Hablaré con la gente de las incubadoras. Ahora, necesito que te mantengas tranquila. No debes hacer movimientos repentinos ni actividades extenuantes. Necesitas dejar que tu cuerpo tenga paz, se lo merece
—Traerá a mis bebés, ¿verdad?—Olivia preguntó, pareciendo que las palabras del curandero entraran por una oreja y saliera por la otra
—Sí, señorita Kinsley—la aseguró el sanador con otra sonrisa—Los mellizos están muy bien a pesar del hecho de que solo tienen treinta semanas. Por supuesto, todavía tenemos que monitorearlos para asegurarse de que no haya efectos duraderos y todo lo que necesitaba desarrollar. El hecho de que usted y sus bebés sobrevivieran es un milagro en sí mismo
—¿Quieres decir que se quedarán?—James preguntó
El sanador asintió—Sí. Sus bebés son lo que llamamos muy prematuros, ya que nacen a menos de treinta y dos semanas de embarazo, pero estoy seguro de que no es nada de lo que no puedamos lidiar. Es posible que tengan que mantenerse aquí más tiempo que otros recién nacidos, ya que necesitan un poco de cuidado extra, pero estoy seguro de que estarán bien
Tanto James como Olivia soltaron un suspiro de alivio en eso.
—Muchas gracias
—Lo hizo bien,señorita Kinsley—dice el sanador—Felicitaciones. Se los daré en unos minutos unos minutos
—Ella se ha ido—murmuró Olivia tan pronto como se fue el curandero
Parece que tan pronto como ella estuviera segura de que sus hijos estarían bien, su mente volvió al lugar oscuro que había estado atascado durante semanas. Lucas y James compartieron una mirada antes de que ambos se subieran suavemente en su cama, abrazando cada lado de ella cuando la mujer comenzó a llorar.
—Ella se ha ido, James—sollozó—Mi hermana se ha ido. Ella nunca volverá
James entiende que no hay nada que pueda decir para que se sienta mejor. Es simplemente imposible porque no entiende y no entiende porque nunca ha sentido su dolor. Nunca lo ha experimentado, por lo que él estaría mintiendo si él dice que él entiende.
Así que simplemente se quedó allí. La sostuvo mientras ella lloraba y la consolaba. James no entiende, pero él está allí. Él está allí y él no se va y de alguna manera, eso vale más que entender lo que ella siente.
—Vamos a estar bien—le prometió mientras sollozaba—Lo siento mucho, no podía protegerte, pero prometo que no dejaré que vuelva a suceder
—Ella se sacrificó a sí misma—Olivia SoBs—Ella murió por mí, James. De la misma manera que Maxwell lo hizo
—Eso no es tu culpa—le dijo firmemente—Nada de eso es tu culpa
—¿Quién más morirá a causa de mí?
James no sabía la respuesta. Los hermanos de Olivia la habían amado tanto, lo suficiente como para morir por ella.
Los niños Kinsley, no siempre se llevan bien, pero cada uno sostenía una fuerza que era incomparable para los demás y, Oh, Dios, se amaban tanto. Se mantuvieron tan cerca de sus corazones que preferirían morir que perderse.
Sus hermanos poseían un enorme corazón. Amara e incluso después de que ella conociera a Alex, eran su hermanos y su hermana quienes tuvieron el título como los amores de su vida. Ella los amaba, más que nada, más que ella misma o su futuro. Y ese es el tipo de amor que dura para siempre.
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—SON HERMOSOS—MURMURA MIENTRAS MIRA A LOS PEQUEÑOS acostados en sus incubadoras accionadas mágicas—Puedo sostenerlos?
El curandero de Nicu le dio una sonrisa triste. "Me temo que todavía no. Son pequeños y frágiles". Olivia suspira antes de sonreír a los pequeños seres de nuevo. "Está bien. Mientras estén bien. Puedo esperar". "¿Tienes nombres?" El curandero pregunta amablemente y James y Olivia comparten una mirada.
—Maxwell Fleamont Potter para el niño—respondió Olivia antes de pasar a James.Ella ya había llamado a uno de sus bebés y eso es lo que es. Son sus bebés. Él merece nombrar al otro
—Amara Euphemia—respondió James, sonriéndola—Amara Euphemia Potter
El curandero le sonríe de nuevo mientras escribe los nombres antes de irse.
—Tres niños a los dieciocho años—bromeó Olivia, mirando hacia atrás a la cama donde Lucas se había quedado dormido—Realmente tomamos el consejo de tu madre, ¿Eh?
James solo se rió entre dientes mientras continuaba viendo a los bebés dormir.Es indescriptible, la sensación de ver a sus recién nacidos por primera vez. Hace que todo se sienta real y luego siente la nueva responsabilidad de colocar en sus hombros. Eres responsable de estos pequeños seres, para mantenerlos seguros y felices.
De repente, hay un propósito de seguir adelante, para luchar, y vivir. Ya no está viviendo por si mismo. Y James Potter nunca se había sentido más feliz que él tiene Olivia para compartir esa responsabilidad. Están en eso ahora, con suerte para siempre.
—Cásate conmigo—dice de repente, alejándose de los bebés para enfrentarla
Olivia lo miró por un momento demasiado largo y James comenzó a preocuparse de que tal vez se había apresurado a esto, tal vez había cruzado una línea. Su hermana acaba de morir por el bien de la mida y le está pidiendo que acepte un compromiso de por vida.
—Quiero decir, no tienes que...
Entonces ella comenzó a sonreír y James podía sentir su corazón latiendo de su pecho.
—Parece que recuerdo que una vez dijiste que si me lo proponías, iba a ser espectacular
James lanzó un suspiro de alivio mientras soltaba una risa temblorosa.
—Tal vez lo intente de nuevo en unos pocos días y-
—Sí—contestó, cortándolo de nuevo—Me casaré contigo