Colegio Wolfrahan ©

By KenJelik

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[Primer Libro] El decidir hacerse pasar por su hermano e infiltrarse en el colegio exclusivo de chicos no fue... More

Introducción
Capítulo 1: El Accidente
Capítulo 2: Cambio de Identidad
Capitulo 3: La Bienvenida
Capítulo 4: El Entrenamiento
Capítulo 5: El Pacto
Capítulo 6: Natación
Capítulo 7: La Muerte Acecha
Capítulo 8: El Encuentro
Capítulo 9: Las Duchas
Capítulo 10: Revelaciones
Capítulo 12: La Cacería
Capítulo 13: Perdido
Capítulo 14: Una Noche Complicada
Capítulo 15: Rompiendo el Hielo
Capítulo 16: La Tentación
Capítulo 17: Delatado
Capítulo 18: Corazones Rotos
Capítulo 19: Bajo el Agua
Capítulo 20: La Desilusión
Capítulo 21: El Conflicto
Capítulo 22: El Lago
Capítulo 23: Un Corazón Roto
Capítulo 24: Confusión
Capítulo 25: El Pecado
Capítulo 26: El Gran Regalo
Capítulo 27: El Cumpleaños
Capítulo 28: Sueños Rotos
Capítulo 29: La Intriga
Capítulo 30: El Duelo
Capítulo 31: Muerte
Capítulo 32: Mi Identidad
Capítulo 33: El Chantaje
Capítulo 34: La Humillación
Capítulo 35: Un Simple Error
Capítulo 36: La Verdad
Capítulo 37: El Escape
Capítulo 38: La Estación
Capítulo 39: El Nacimiento
Capítulo 40: La Sorpresa
Capítulo 41: Sospechas
Capítulo 42: Los Victorian
Capítulo 43: El Pacto
Capítulo 44: Preparativos
Capítulo 45: Sospechosos
Capítulo 46: La Peor Cena
Capítulo 47: Dolor
Capítulo 48: La Carta
Segundo, Tercer y Cuarto libro YA DISPONIBLE
Quinto Libro Saga Wolfrahan YA DISPONIBLE

Capítulo 11: El Secuestro

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By KenJelik




En el momento en el cuál Dexter dio la espalda y comenzó a marcharse, yo corrí hacia donde estaba Justin en el suelo.

—Llevémoslo a la enfermería, ¡rápido! —Grité mientras Austin lo tomaba en brazos y corríamos.

Al llegar a la enfermería, Austin colocó a Justin sobre una camilla, mientras que el enfermero nos sacaba de la habitación para poder atender a Justin tranquilamente.

Ahora en el pasillo, Austin caminaba de lado a lado mientras se llevaba las manos a la cabeza.

Lian, se había sentado en el suelo, en silencio sin decir una palabra.

Todo este silencio me estaba matando, me consumía por dentro. Los chicos sabían ahora lo que me traía con Dexter, y nadie había dicho nada al respecto.

Los minutos pasaban y nadie decía nada, hasta que exploté.

—¿Es que no van a decir nada? —Grité—Reclámenme, grítenme, pero díganme algo.

—Pues si, tengo mucho que decirte, pero lo único que quiero saber es ¿Por qué Dexter?, ¿Por qué el hijo de puta que acabó con la vida de London?, ¿Por qué el cabrón que casi mata a Mayson?, ¿Por qué él? ¡Dime maldita sea! De tantos hombres que hay en este puto colegio, ¿Por qué ese hijo de puta? —Me gritó Austin como nunca en la vida nadie me había gritado.

La rabia y el dolor que éste sentía se podía ver en sus ojos y en la forma en que me miraba.

—No lo sé, estoy igual de confundido que tú. Él me beso y me deje llevar.

—¿Te revolcaste con el en su habitación y no se te pasó por la mente buscar los talismanes?. Bueno, me imagino que no, ya que estabas muy ocupado comiéndote a Dexter, por lo que no te dio tiempo a revisar.

—Las cosas no son como te las imaginas.

—A no, ¿pues dime como son? Porque para mí todo esta muy claro, te cojiste a Dexter en su habitación, a la mierda los talismanes y mis amigos que se jodan.

—¡Basta ya! Que si el chico se cojio a Dexter o no, no es nuestro problema. Nuestro problemas es que Justin esta jodido por culpa de ese cabrón y lo importante ahora es permanecer unidos y que Justin se recupere. —Se paro del suelo y caminó hacia nosotros —Alejandro es buena persona, sino, no hubiera convencido a Dexter de que soltase a Justin, sino fuera por eso, Justin no estaría aquí. —Nos puso una mano en el hombro a ambos.

—Olvidémonos de todo esto y dejemos que el chico se coja a Dexter, total, nos beneficiamos nosotros, por que así, Alejandro tendrá las puertas de la habitación de Dexter siempre abiertas para él. ¡Piénsalo! Siempre que Dexter se quiera revolcar con Alejandro, lo invitará a su cuarto y así, éste pendejo tendrá muchas oportunidades para encontrar los cabrones talismanes.

—No lo había visto así —Dijo Austin mientras suspiraba.

—Claro que no lo habías visto así, porque mientras ustedes dos pendejos peleaban, yo pensaba como podíamos sacar provecho de todo esto. Así que, amigos unidos siempre. —Nos abrazó.

Sentí como un peso se había ido de mis hombros al saber que mis amigos aún confiaban en mí. Pensé que los había perdido para siempre.

Mientras nos abrazábamos los tres en el pasillo, el enfermero sale por la puerta y nos anuncia que ya podíamos entrar a ver a Justin.

Inmediantamente, todos corrimos hacia dentro de la habitación y caminamos hacia donde estaba Justin en una camilla al lado de Mayson.

—¡Justin! ¿Cómo te sientes? —Pregunté al verlo.

—Siento como si me hubiera pasado una camioneta por la garganta.

—Nos diste un susto, pensábamos que no la contabas —Exclamó Lian.

—Yo también pensé que no la contaba. Ese cabrón esta muy duro, con razón Alejandro se lo coje, no lo culpo. —Tosió por intentar reírse.

—¡Espera, espera! ¿Quién te hizo esto? —Preguntó Mayson desde su camilla.

—Quién mas va a ser, el cabrón de Dexter.

—¿Y Alejandro se lo coje? —Preguntó mientras me miraba.

—Eso es cuento para otro día, luego te contamos toda la historia. —Dijo Justin mientras intentaba sentarse. Alejandro, quiero que sepas que no me molesta que te cojieras a Dexter, es tú vida y haces lo que te de la gana con ella, pero habernos contado cabrón. Nunca se guardan buenas historias como esas. —Rió.

Justin a pesar de todas las circunstancias, siempre era el típico chico que todo lo tomaba a chiste. Era un buen muchacho, y definitivamente no se merecía esto.

—No sabía como decirles, no es algo de lo que este muy orgulloso.

—¿Pero, tú no tenias novia?, ¿Ahora te gustan los chicos? —Preguntó Lian mientras todos me miraban fijamente esperando una respuesta.

—Bueno... creo que después de esto dejaré a mi novia. —Sonreí.

—Qué hijo de puta, se los dije, este Alejandro tan flaco y calladito, se las trae. —Todos rieron.

—Justin, tenemos que contarte algo. Lian a estado pensando, y cree que esto es lo mejor que nos a pasado. Ya ves, ahora Alejandro tiene las puertas del cuarto de Dexter abiertas. —Explicó Austin.

—Coño, es verdad, no había caído en cuenta. Puede buscar los talismanes sin crear sospechas.

—¡Exacto!

—Bueno Alejandro, anda a cojer por culo... literalmente —Todos se reían y se burlaban de mí.

El ver a los chicos tan contentos a pesar de todo lo que había pasado, me daba alivio. En realidad eran buenas personas. Amigos los cuales se llevaban muy bien y se apoyaban en todo momento.

Luego de reirnos un rato más con Justin y Mayson, el enfermero nos dijo que había que dejarlos descansar, que podíamos volver mañana si queríamos.

Al salir de enfermería, vi a Dexter esperándome solo en el pasillo. Austin y Lian se quedaron mirándolo fijamente.

—Estaré bien, los veré luego en la habitación. —Les dije.

Los chicos, con muy mala cara hacia Dexter, siguieron su curso por el pasillo hasta desaparecer en la lejanía.

—¿Cómo esta tu amigo? —Preguntó Dexter.

—Esta mejor —Conteste de manera fría.

La realidad es que estaba molesta con Dexter por haber jodido a Justin así, lo pudo haber matado.

El silencio nos rodeaba mientras que ninguno de los dos nos mirábamos a la cara.

—¿Por qué le has dicho a todos lo que sucedió entre nosotros? —Dije rompiendo el incómodo silencio.

—Mira, no lo se. No pensé, ¿Que quieres que te diga? Soy impulsivo y suelo hacer cosas sin pensar. —Suspiró. —Solo vine por cortesía para ver como estaba tu amigo, no a por reclamos. —Dio media vuelta y comenzó a alejarse por el pasillo.

—¿Así nada mas te vas? —Grité.

Dexter detuvo su paso por unos segundos, dio media vuelta y comenzó a caminar hacia mí rápidamente.

—Mira te voy a aclarar las cosas, el hecho de que me gustes no te da ningún derecho sobre mí. Si quiero decirle a mundo que me gustas y que nos besamos, se lo digo. Si quiero irme a la puta, me voy y ya. —Dijo mientras me miraba con furia.

Solo me quede observándolo a la cara; su rostro y sus ojos no parecían los mismos que me habían mirado hace unas horas. Parecían la mirada de un extraño, la mirada de una persona la cual estaba escondida y aún no conocía, la mirada, a la que todos le temían.

Por fin había visto el verdadero rostro de Dexter, aquel rostro el cual todos insistían en que yo viera, pero estaba tan ciega como para darme cuenta. Aquel rostro, el cual había sembrado el temor en el colegio y provocaba que tantos le temiesen.

—Disculpa, no quería molestar. —Le dije mientras daba media vuelta y me dirigía hacia las escaleras.

—Alejandro, no me des la espalda —Gritó mientras yo caminaba hacia las escaleras. —Que te des la puta vuelta. —Insistió.

Pero yo hice caso omiso a sus reclamos. El día había sido muy duro y ya estaba harta de todo y de este estúpido colegio.

Subí las escaleras y me dirigí a mi habitación, al parecer Dexter no me había seguido. Seguro estaba demasiado enojado para lidiar conmigo.

Entré a mi habitación y Austin estaba en la cama mirando hacia el techo.

—Hola Alejandro, ¿como te fue con Don Cabrón? —Preguntó sin quitar los ojos del techo.

—Nada en especial, ya vi porque todos lo odian tanto. Es un hijo de puta. —Dije mientras me acostaba en mi cama a mirar el techo al igual que Austin.

—Me alegro que te dieras cuenta y que bajaras de esa nube en la que estabas. Pero te voy a decir una cosa... —Se sentó en la cama. —No lo puedes dejar, no puedes dejar de verlo, es crucial para el plan que sigas con él.

Ahora estaba atada a Dexter como de lugar, todos tenían los ojos y su fe en mí para recuperar aquellos talismanes.

—Solo, discutimos un poco, eso es todo.

—Tienes que hablar con el cuando puedas, no puedes permitir que te deje.

—No es tan fácil, Dexter es muy difícil, explosivo y egoísta.

—Créeme, se quien es él, pero tienes que aguantar solo un poco más. No podemos desaprovechar esta oportunidad.

Asentí con la cabeza, me arropé con las sabanas y me acosté de un lado mirando hacía la pared.

—Se que te estamos pidiendo mucho, pero... en realidad se que te gusta Dexter, lo vi hoy en tus ojos. Solo, te pido que hagas las cosas bien con el por un tiempo, luego de que tengamos los talismanes, tu puedes elegir que quieres hacer con eso que tienen entre los dos. —Dijo mientras se acostaba en su cama.

—Buenas noches Austin.

—Buenas noches.

***A LA MAÑANA SIGUIENTE ***

¡Otro día mas en el paraíso!

Hoy no me sentía muy animada que digamos, me levanté con un leve dolor de cabeza y me sentía como si un camión me hubiera atropellado anoche.

Creo que el estrés esta acabando con mi vida.

Hoy si no me equivoco, escuché a Austin hablar de que tocaban pesas. Habría que ir al gimnasio del colegio a levantar pesas y a entrenar. Aquí no existía el descanso.

Como todos los días, Austin y yo nos preparamos, y quedamos con los chicos en el gimnasio.

Estos, querían ir a hacer algunas repeticiones antes de ir a desayunar, por lo que nos levantamos muy temprano para que nos diera tiempo a terminar con las tareas del día.

Al bajar a la primera planta, Austin me mostró donde estaba el gimnasio. Esta era la primera vez que lo visitaría.

Al llegar, Justin y Lian estaban ya ahí como siempre. No se como lo hacían, pero los cabrones le hachaban ganas.

—Llego el medio limón de Dexter —Gritó Justin al verme entrar por la puerta del gimnasio.

—No empecemos, hoy no estoy de humor —Refunfuñe.

—Huy, parece que el niño se levanto con la pierna izquierda hoy —Dijo en tono burlón.

La realidad era que hoy no estaba para los relajitos de Justin ni para las pendejadas de nadie. Solo quería hacer el entrenamiento e irme a mí habitación.

—Vamos a empezar con poco peso, luego iremos aumentándole. Empiecen con el peso el cuál se sientan cómodos. —Nos dijo Austin mientras todos comenzaban a tomar sus respectivas pesas.

Comencé a probar diferentes pesas, pero todas eran demasiado pesadas para mí. Seguí intentando con otras más livianas hasta que encontré la adecuada.

Comenzamos con ejercicios para tonificar los bíceps. De aquí a graduarme de este colegio, terminaría siendo todo un chico musculoso y tonificado.

Se iría a la mierda mi hermoso cuerpo delgado y femenino.

Al llevar varios minutos de repeticiones, siento como un líquido caliente baja por mi muslo izquierdo.

Rápidamente, meto mi mano por la pierna del pantalón y toco algo húmedo.

Al sacar la mano y mirarla, era sangre.

Solté las pesas y corrí hacia el baño y me encerré en el retrete. Me bajé los pantalones y los calzoncillos y pude ver de que se trataba.

Me había bajado la regla.

Inmediatamente, tomé papel de baño y lo doble un montón de veces. Hice del papel de baño, una compresa para contener la sangre por algún tiempo.

Salí del retrete, lavé mis manos bien y me quedé pensando en que haría ahora.

No tenía ninguna toalla sanitaria para utilizar, ni tampoco podía conseguir una en este colegio exclusivo de chicos. Tenía que pensar rápido.

Salí del baño y volví con los chicos quienes estaban levantando pesas aún.

—¿Estas bien Alejandro? Saliste corriendo al baño y pensamos que tenias una emergencia —Dijo Austin mientras hacía sus repeticiones.

—Venga, que pensamos que te habías cagado encima al levantar las pesas —Rió Justin.

—La realidad es que no me siento muy bien, creo que me voy a saltar las secciones de hoy. Me voy a mi cuarto. —Dije mientras tomaba mis cosas para subir a mi habitación.

—Seguro Alejandro, yo te cubro. Pero, ¿seguro que estarás bien? —Preguntó Austin mientras me miraba con algo de dudas.

—Si, lo estaré cuando llegue a la cama. Gracias chicos.

Caminé devuelta a la habitación lo más rápido que pude. No sabía cuando me duraría el papel de baño aguantando la sangre de mi periodo.

Al subir por las escaleras y llegar a mi habitación, corrí hacia el baño. El papel que había puesto antes ya estaba empapado, no funcionaría por mucho más tiempo.

Tenía que pensar en otra manera para poder contener la sangre sin que me manchara y todos se dieran cuenta de lo que pasaba.

Coloqué más papeles de baño doblados en lo que salía a la habitación a buscar que podía utilizar como toalla sanitaria.

Pensé en ponerme algunas medias o alguna ropa doblada en los calzoncillos, no se, algo que me ayudara.

Entre pensar y pensar, se me ocurrió que tal vez, dentro de ese botiquín que estaba debajo del lavado, podía haber algo que me pudiera ayudar.

Así que, corrí al baño nuevamente, y busqué ese botiquín. Encontré algunas curas, alcohol, desinfectantes y unas gasas.

Las gasas podrían servir.

Tomé las gasas y las acomodé en mi calzoncillo con la esperanza de que esto funcionara.

Decidí irme a la cama, la verdad es que no me sentía muy bien, los primeros días de mi periodo siempre me hacían sentir como mierda.

Con el miedo de que manchase la cama al acostarme, tomé mi toalla y la puse en la cama para luego acostarme sobre ella, luego, me tapé con mis sabanas y me quedé mirando el techo como siempre.

El no tener celulares ni comunicación en este colegio era una de las cosas más difíciles. Quería saber tanto como seguía mi hermano, quería saber si ya había logrado caminar o que le habia dicho el doctor.

Extrañaba mucho a mi abuela también, su comida, sus cuidados y cariños.

Una lagrima comenzó a bajr por mi rostro.

Me sentía muy sola en este lugar, a pesar de tener amigos como lo era Austin, Justin y Lian, me sentía vacía.

Comencé a llorar más profundamente, debían ser las hormonas y el periodo.

En ese momento, escucho como la puerta principal se abre, pensé inmediatamente en Austin, tal ves venía a ver como seguía.

Cuando al abrirse la puerta completamente, veo que no se trataba de Austin, sino de Xavi.

—Xavi, ¿que rayos haces aquí? —Pregunté.

Sin decir ni una sola palabra, Xavi caminó hacia mí con muy mala cara.

—¿Xavi, qué carajos pasa? —Pregunté angustiada.

Xavi, llego hasta mí, me tomó de un brazo y me arrastró fuera de la cama.

—Tú vienes conmigo —Dijo mientras me arrastraba por la habitación hacia la puerta.

—Déjame en paz, ¿Qué es lo que quieres? Gritaba mientras intentaba safarme.

Xavi me arrastró hacia fuera de la habitación donde habían unos tipos esperándonos. Los tipos ayudaron a Xavi y me tomaron por los brazos.

—No entiendo nada. ¿A donde me llevan? Déjenme —Gritaba mientras forcejeaba.

—Cállate la boca o te callo a puños. —Dijo Xavi mientras bajábamos por las escaleras.

Xavi y sus secuaces, me llevaron hasta el primer piso y me halaron a rastras hacia el gimnasio de boxeo. El gimnasio estaba convenientemente vacío, todo esto me traía muy mala espina.

Los chicos, me tiraron de mala gana en una esquina del gimnasio, justo al lado de unos bancos.

—Tú te quedas aquí, callado y sin mover ni un solo músculo. —Demando Xavi mientras miraba hacia la puerta del gimnasio.

—Xavi, necesito que me expliques que esta sucediendo. —Dije mientras miraba desde el suelo a Xavi caminar de lado a lado.

—Lo que sucede cara linda, es que tú eres la debilidad de Dexter y tengo que aprovechar esto para que el cabrón me devuelva mí pulsera.

—¿No se de que hablas?

—No te hagas el pendejo, todo el colegio vio el numerito que hizo Dexter en la piscina cuando Justin te tocó el culo. ¿Cuando se había visto al gran Dexter temerse en algo? Nunca cabrón, por lo que significa que le gustas. Además de que confesó abiertamente que se había acostado contigo. —Dijo mientras me miraba a la cara con resentimiento.

—Yo no me he acostado con él. —Contesté.

No entiendo porque todo el mundo piensa que me acosté con Dexter, cuando solo nos besamos.

—No me importa lo que haya pasado, lo que se es que Dexter tiene una debilidad contigo y la voy a aprovechar. —Dijo mientras caminaba hacia la puerta del gimnasio.

—¿Qué estas planeando Xavi? ¿Qué vas a hacer?  —Pregunté.

—Fácil, le mandaremos un pequeño regalito al cabrón y veremos si en realidad le importas tanto.

****
Xavi se había vuelto loco, había secuestrado a Emily para así poder chantajear a Dexter.

¿Cederá Dexter antes los chantajes de Xavi?

¿Salvará a Emily?

*****
Recuerden dejar sus comentarios de lo que piensan que sucederá también recuerden dejar su estrellita si les gustó el capítulo.

**La historia actualmente se encuentra en edición, por lo que es probable que encuentren faltas ortográficas. Gracias por su comprensión.**

Besitos de piña xoxo,
Ken

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