Capítulo 29: La Intriga

3.4K 482 90
                                    

Los huevos hervidos me habían caído como una patada en el estómago.

Me sentía fatal, de seguro me había intoxicado.

Tras vomitar unas dos veces más, sentí como las náuseas desaparecían poco a poco junto con aquél tremendo dolor de barriga.

Me compuse y miré hacia la piscina mientras veía a Justin mirarme desde el otro lado de la habitación. Dexter, caminaba hacia mí mientras yo trataba de recuperarme.

—¿Estás bien? —Preguntó Dexter al llegar a mi lado chorreando agua.

—Sí, ya estoy mejor. El desayuno por alguna razón me cayó fatal. Esos malditos huevos hervidos me han jodido bien. —Dije mientras caminaba hacia una banca cercana.

—¿Quieres ir a descansar? Digo, no tienes que estar aquí si no te sientes bien. Podemos dejar la natación para otro día. —Dijo Dexter mientras se sentaba a mi lado.

—No, estoy mejor ahora, y en realidad, me hace falta practicar algo de natación. Soy muy mala. —Sonreí.

—Estoy seguro de eso. —Dexter sonrió mientras se acercaba y me besaba la mejilla.

La incomodidad que sentía por las repentinas miradas de Justin se hacían más evidentes con el pasar del tiempo. Cada vez que miraba, Justin estaba observándonos de reojo pretendiendo no hacerlo.

Esta situación entre Dexter y Justin estaba siendo más incomoda de lo que había imaginado que sería.

Además, el no estar con los chicos me hacía sentir algo triste.

—Si ya te sientes bien, ¿qué te parece si nadamos un rato? —Se paró de la banca mientras yo asentía con mi cabeza.

Ambos, caminamos hacia la piscina nuevamente en mi segundo intento por practicar natación. Dexter, saltó primero mientras yo me metía al agua muy despacio sosteniéndome siempre del borde de la piscina.

—¡Vamos Alejandro, suelta tus miedos! —Me dijo Dexter mientras yo soltaba mi mano y hacía un esfuerzo para nadar hacia éste.

Tras varios minutos de práctica, se puede decir que lo estaba haciendo medianamente bien. No era perfecta, pero tampoco era malísima.

—Ahora lo harás solo, ve hacia la esquina de la piscina y nada hacia el otro extremo. —Dijo Dexter mientras éste nadaba hacia el extremó opuesto de la piscina.

No puedo negar que me puse un tanto nerviosa, el hecho de tener que cruzar la piscina entera nadando sin hundirme me ponía los pelos de punta.

Además, no era como si tuviera muy buenas experiencias nadando, ya que casi había muerto en ésta piscina... dos veces.

—¡Tú puedes Alejandro! —Gritó Austin desde un lado de la piscina mientras me observaba y me aplaudía.

—¡Vamos, no seas pendejo! Tú eres un sireno, que no se te olvide. —Me gritó Lian con una sonrisa en el rostro.

Él saber que mis amigos aún me apoyaban, me daba mucho aliento. En realidad quería mucho a esos pendejos y me hacían ya mucha falta.

Sonreí a los chicos mientras Justin me miraba algo preocupado desde una banca cerca de donde estaba Lian y Austin. Creo que éste temía que me hundiese.

Comencé a nadar mientras practicaba todo lo que había aprendido en mi tiempo en éste colegio. Brazos, piernas y sacar la cabeza cada cierto tiempo para respirar; según yo, lo estaba haciendo bien.

Seguí nadando y para mi sorpresa, aún no me había hundido y ahogado en la piscina.

Tras varios nados, siento cómo mi cabeza choca con algo, por lo que la levanto y veo a Dexter sonriente frente a mí.

Colegio Wolfrahan ©Where stories live. Discover now