Capítulo 46: La Peor Cena

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Todos nos encontrábamos en la sala pensando cómo esto había sucedido. El cómo alguien, había intentado hacerle daño a Dexter.

—Alguien ya sabe que en ésta casa, vive un lobo. —Dijo Austin con la voz un tanto cortada.

—¿Pero quién? Y si ése es el caso, ¿cómo lo descubrieron? —Lian se puso las manos sobre la cabeza mientras todos nos quedábamos en silencio pensando.

—Tiene que ser alguien de los que ayudó en la boda. —Dexter, se colocó la mano sobre su cabeza, en tanto pasaba sus dedos por su cabello.

—Sí, no tengo dudas. Pero, ¿quién? —Preguntó Justin sentándose nuevamente en el sofá. —No todo el mundo sabe que el amatín es dañino para los lobos, solo un... cazador.

Todos, nos quedamos fríos ante el hecho de que un posible cazador, supiera la verdadera identidad de Dexter. Alguien, que conoce muy bien las debilidades de un hombre lobo, se había infiltrado en nuestra casa y había colocado amatín en el jugo.

—¿Por qué carajos hay un cazador detrás de ustedes? ¡Es ridículo hermano! —Dijo Lian indignado.

Yo, rápidamente, me paré del sofá y caminé hacia la cocina en tanto procedía a abrir el frigorífico. Comencé a sacar toda la comida mientras los chicos llegaban.

—¿Qué haces? —Preguntó Justin acercándose a mí.

—Quiero que verifiquen que más tiene el amatín ése. —Puse la última comida sobre la encimera. —¡Quiero que verifiquen todo! —Los miré mientras Dexter entraba a la cocina con Katrina en la carriola.

—Definitivamente el jugo lo tiene. —Justin hecho el jugo a un lado. —Verifiquemos la leche.—Justin, destapó la botella de leche en tanto le daba un pequeño sorbo. Inmediatamente, éste, comenzó a toser en tanto escupía la leche en el fregadero. —¡Mierda, todo lo tiene!

Austin, se acercó a la encimera, tomó un jamón y le mordió un pedazo.

—El jamón está limpio, creo que lo pusieron en todo lo líquido.

Rápidamente, tomé el bote de jugo y lo eché a la basura junto con la leche y el agua que había en la nevera. Comencé a colocar las cosas de vuelta en la nevera, en tanto Justin se enjuagaba la boca en el lavabo.

—¡Esto es una locura! Tienen que tener mucho cuidado. Si ya el cazador hizo esto, es porqué no le importa que ustedes sepan que los están vigilando. —Dijo Austin mientras nos miraba preocupado.

—¿De dónde sale el amatín ése? —Pregunté ansiosa.

—Es una flor silvestre. No tiene nada de especial para los humanos, pero es tóxica para los lobos. No es mortal, pero sí te debilita por un tiempo cómo le pasó a Austin. Por lo que, si un cazador quiere atacar, te inyecta con amatín, y tiene algo de ventaja sobre ti. —Respondió Justin.

—Es por eso, que la persona que colocó el ametín en el jugo y la leche, quiere que sepan que ya ellos saben, es una advertencia. —Dijo Austin.

—¿Quienes entraron a la casa? —Dexter me miró muy serio.

Comencé a pensar en las personas las cuáles habían entrado durante la boda y en los últimos días que Dexter no estuvo aquí.

—Bueno, entraron las dos coordinadoras, la señora y el señor de los trajes, la maquilladora, el del violín, pero creo que nunca llego a entrar, ni el padre. Esos, no hay nadie más. —Dexter me miró horrorizado. —¿Qué? ¿Qué sucede? —Le miré nerviosa.

—Yo nunca contraté a una maquilladora. —Me miró a los ojos fijamente.

Un frío subió por mi espalda al escuchar esas palabras salir de la boca de Dexter. La maquilladora, se había metido a mí casa, me había peinado, me había arreglado, y en realidad, ¿nunca Dexter la había contratado? Sentí náuseas al saber que esa mujer estuvo en mi casa sin ser invitada.

Colegio Wolfrahan ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora