Capítulo 9: Las Duchas

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El plan de Austin había cambiado completamente, ahora el plan era mucho más peligroso y arriesgado.

Éste, quería que me ganara la confianza de Dexter para así poder entrar a su habitación y robarle los talismanes cuando menos se diera cuenta.

¡Era una locura!

Al salir de la cafetería, nos dirigimos a la pista, hoy tocaba carrera con obstáculos.

—A ver, este es el plan. Como Dexter te salvó la vida, tú, como persona agradecida, vas a querer su amistad. Si el te pregunta que te traes conmigo y los demás, vas a ser honesto y le vas a contar que eres mi compañero de cuarto —Interrumpí.

—¿Te has vuelto loco? ¡Si lo sabe me matará!

—No, porque le estas siendo honesto. El no se va a esperar que el chico nuevo este tan involucrado que sepa lo de los talismanes. No va a pensar que nosotros te dimos esa información conociéndote de tan poco tiempo. Cosa que sí hicimos porqué nos caes bien. Pero, el punto es que, vas a ser sincero con él, y le dirás que somos tus amigos más cercanos, porqué somos los únicos que conoces. —Dijo Austin mientras caminábamos hacia la pista.

—Tiene algo de sentido, Dexter lo salvó de la piscina, eso debe significar que le cae bien. Porqué Alejandro, Dexter es un hijo de puta que no le importa nadie. No salvaría ni a una abuela de ser atropellada. —Dijo Justin mientras se quitaba la camisa y la colgaba de un árbol al lado de la pista.

—¡Exacto! Así que, aprovecharemos que le caes bien a Dexter y entraras a su círculo de confianza. —Austin comenzó a calentar para ir a la pista a correr.

—Bueno, lo intentaré, pero si fallo en el camino es su culpa. Si muero, le dicen a mi abuela que lo siento por haberle robado el diezmo de la iglesia por un año.

—¿Qué carajos? ¿Quién se roba el diezmo de la iglesia? ¿Para qué carajos querías ese dinero? —Dijo Justin mientras me miraba raro.

—¡Lo sé! Por eso quiero que si muero le digas a mi abuela, porque estoy arrepentido —Grité —Lo quería para comprarme un celular nuevo, el mío lo había ahogado en el lago y no quería decirle a mis padres —Dije con vergüenza.

—El Alejandro esconde más cosas de las que pensamos, es un hijo de puta —Rieron todos.

Luego de ese pequeño detalle que había soltado a la luz, comenzamos a correr en la pista.

La pista estaba llena de obstáculos, pero no como los que presentan en las olimpiadas, ¡no! Eran obstáculos ridículos.

El primero de los obstáculos era pasar gateando por debajo de alambres de púas. El suelo estaba cubierto en lodo bajo los alambres. Esto parecía el entrenamiento militar que tanto habían hablado.

Mis compañeros y yo nos dirigimos hacia la primera prueba, Justin fue el primer voluntario.

—Ustedes mariquitas, miren y aprendan como se hace.

Justin se lanzó al barro y comenzó a gatear a una buena velocidad bajo esos alambres. Lo hacía extremadamente bien, no creo que haya sido la primera vez que hacía esto.

Al terminar, enfangado por el lodo, éste comenzó a bailar y a brincar alardeando que había superado la prueba sin ningún problema.

Luego, siguieron Austin y Lian, quienes lo hicieron igual de bien que Justin. Por último, era mí turno. Estaba asustada, nunca había hecho algo de este estilo en mi vida.

Sin pensarlo mucho y sin darle muchas vueltas al asunto, comencé a gatear por el fango. La prueba era bastante larga, por lo menos algunos seis metros de largo tenía.

Colegio Wolfrahan ©Where stories live. Discover now