Ahí estaba yo, inmóvil como una roca ante las declaraciones de Dexter y ahí estaba él, con sus dedos sobres mis labios para evitar que hablara.
Dexter comenzó a acercarse lentamente, hasta que su cuerpo y el mío hicieron contacto. Podía sentir el calor de su cuerpo, podía sentir su respiración agitada sobre mí.
Dexter saco sus dedos de sobre mis labios, se acercó suavemente y comenzó a besarme el cuello.
Yo levemente, incliné mi cabeza y cerré mis ojos, estaba disfrutando cada segundo de este momento.
Dexter comenzó a besar la parte baja de mí cuello, mientras que cada vez bajaba más y más. Sentí la necesidad de pararlo, pero mis ansías eran más fuertes que mi razón.
Al llegar al cuello de la camisa, éste, agarró la camisa y la rompió en un segundo.
—¡Basta! No puedo hacerlo. —Agarré ambas partes de mi camisa y me tapé el pecho.
—¿Qué te sucede?. ¿Por qué siempre que vamos más afondo, retrocedes? —Contestó mientras me miraba sujetando la camisa.
—Lo siento, esto está mal. No podemos. —Dije mientras me dirigía a la puerta rápidamente.
—Sabes, no vas a jugar conmigo. Este juego de quiero y no quiero, no va conmigo. Si sales por esa puerta Alejandro, juro que esto... se acaba. —Me miró fijamente a los ojos.
En ese instante, me detuve. Estando de espaldas a Dexter, miré la puerta mientras pensaba. Deseaba tanto a Dexter, pero, ¿Cómo estar con el si soy una chica en el fondo?, ¿Cómo rendirme a sus brazos con una identidad que no era mía?.
—Alejandro... —Dijo mientras rompía con el silencio de la habitación.
—Dexter, mi situación es complicada, no me quieres querer así. —Murmuré mientras aún seguía mirando la puerta.
—Mírame a los ojos y dime que quieres que esto se acabe. Mírame y dime a la cara que no me deseas —Gritó.
Cerré mis ojos y suspiré profundamente mientras mi mente se desmoronaba a pedazos.
Lentamente, comencé a voltearme hacia donde estaba Dexter, pero con la miraba hacia el suelo. No podía verlo a cara y decirle que no lo deseaba, no podía verlo a cara y mentirle.
—¡Qué me mires cabrón! Mírame y dime que te vas, mírame y dime que se acabo. Sino, quítate la ropa y acabemos esto en la cama.
Comencé a subir la mirada poco a poco, mientras contemplaba a Dexter. Podías ver claramente como las venas corrían por su cuerpo, podías ver como su pecho se había tornado rojo por la tensión de la situación, podías ver el movimiento de su estómago por la respiración agitada. Éste chico era increíble y podía admitir que me ponía loca.
—No soy quien crees que soy, no puedo estar contigo físicamente como quieres. No soy la persona indicada para ti.
—¿Con que ahora tu sabes quién es indicado para mi y quien no? ¿Pero quién cojones te crees que eres? —Comenzó a acercase a mí rápidamente.
Al llegar a mí, Dexter me tomó de la cintura, me levantó sobre sus hombros, caminó conmigo hasta el fondo de la habitación y me lanzó a la cama.
Al impactar contra la cama, mis brazos cedieron y mi camisa se abrió. Dexter comenzó a acercarse a mí, por lo que rápidamente tomé la sábana de la cama y me tapé el pecho con ella.
Dexter, se subió a la cama, me miró y de un jalón me quitó los pantalones. Inmediatamente, comencé a retroceder en la cama hasta toparme con una pared en mi espalda.
Dexter, se subió sobre mí, me empujó haciendome quedar acostada en la cama y comenzó a besarme el cuello.
—Dexter, yo... yo no puedo hacer esto.
—Si quieres que pare solo dímelo y lo haré. Dejaré que te vayas si me lo pides ahora mismo. —Dejó de besarme el cuello y me miró a la cara.
Suspiré mientras lo miraba al rostro y el silencio volvió a inundar la habitación.
—Eso pensé —Comenzó a besarme el cuello nuevamente.
Por un momento, solté toda la ansiedad y el miedo que tenía y solo comencé a disfrutar del momento.
Dexter trató de quitarme la sábana que me tapaba, pero lo miré y con un gesto le dije que no, el cual él lo respetó. Nos besamos y nos acariciamos, hasta que alguien tocó a la puerta.
Lentamente, Dexter se sentó en la cama mientras se tocaba el cabello. Yo, por otro lado, me senté en la cama, tomé las sabanas y las comencé a enrollar en mi cuerpo. Aprovechando la situación, salté de la cama, miré a Dexter quién aún estaba sentado en la cama y corrí a la puerta.
Antes de abrir la puerta, miré hacia atrás y vi como Dexter me miraba. Tras un gran suspiro, abrí la puerta y me encontré con su compañero de cuarto el cuál esperaba pacientemente a que Dexter le abriera la puerta.
Pase por su lado, y corrí por le pasillo hacía las escaleras. Con paso firme y apresurado, bajé las escaleras hasta mi piso y corrí a mi habitación.
Al abrir la puerta, me encontre con Austin quien estaba acostado en la cama mirando el techo.
—Alejandro, ¿Qué carajos? —Se sentó en la cama mirándome con cara de espanto.
—No preguntes —Dije mientras abría la puerta del armario y tomaba mi ropa.
Austin se quedo callado, solo me observaba correr con mi ropa hacia el baño.
—¿Estas bien cabrón? —Se levantó de la cama y caminó hacía la puerta del baño.
Ya en el baño, comencé a cambiarme de ropa muy rápido, mientras que no dejaba de pensar en todo lo que había pasado.
—Estoy bien, todo esto es su culpa por dejarme tirado en las duchas —Mentí.
—Fue una pequeña broma, para que se te quitara esa mierda que tienes que nadie te puede mirar. —Me hablaba desde el otro lado de la puerta. —Mira, si te hace sentir mejor, pues lo siento, me disculpo por todos los del equipo, ¿Sí?.
Terminé de vestirme y abrí la puerta del baño, y ahí estaba Austin, esperándome.
—Los perdono pendejos, pero no vuelvan a hacer esa mierda de nuevo, la pesé muy mal.
—Tranquilo, juro por la manada que no volverá a pasar —Simuló hacerse una equis sobre el corazón con la mano derecha. —Ahora, cuéntame quien te ayudo a salir. ¿Quién te llevó esas sabanas?
!Mierda! Tenía que inventarme algo ya, o tratar de salir del tema.
—Mejor no me hables de esto, porque estoy hasta la madre de esa bromita. —Lo señalé a la cara con mi dedo índice.
—Bueno, tranquilo. Esta bien, no se hablará más de esa situación. Pero, cambiando el tema, te estaba esperando, vamos a ir a ver a Mayson a la enfermería. El cabrón esta muy mal, el imbécil de Dexter lo a jodido.
Para mí, era muy difícil imaginarme a Dexter partiéndole la cara a alguien, no lo podía ver con esos ojos.
—Sí, vamos —Dije mientras me ponía los zapatos.
Al salir de la habitación, nos dirigimos a la enfermería a ver a Mayson. Durante el camino, se nos unió Lian y Justin quienes también iban a darle una visita.
—¿Cómo te fue saliendo de las duchas en pelotas Alejandro? —Preguntó Justin mientras él y Lian se reían.
Austin comenzó a hacerle señas con las manos para que evitaran el tema.
—No quiero hablar de eso —Contesté mientras llegábamos a la puerta de la enfermería.
Al entrar, vimos a Mayson acostado en una de las camillas del fondo, los chicos rápidamente caminaron hacia él.
—¿Cómo te sientes campeón? —Dijo Austin mientras le daba la mano con el típico saludo que hacen los chicos.
—Estoy mejor, el enfermero dijo que tengo algunas costillas rotas pero que sanan muy rápido.
—Te masacró el Dexter y te dejaste cabrón. —Dijo Lian mientras le daba un suave golpe en el hombro a Mayson.
—Ese hijo de puta esta a otro nivel. Yo había escuchado las historias de cómo el cabrón pelea. Pero nunca había sentido su derecha en vivo y a todo color. Ese tipo te pude matar si lo desea, solo a golpes.
—No lo entiendo, ¿Qué lo hace tan fuerte?. —Preguntó Justin mientras todos prestaban mucha atención a las palabras de Mayson, especialmente yo.
—El es tipo C, solo hay unos pocos en el mundo como él.
¿De que rayos estaba hablando? Era lo mismo que decía en el expedienté de Dexter en la oficina del director. Pero, ¿qué significaba?
—Si, he escuchado historias de los del tipo C. Son bestias salvajes, con increíble fuerza y muy difíciles de controlar. Me impresiona que el colegio lo aceptara. —Exclamó Austin.
—Ya sabemos porque todos le temen tanto, y además, porque todos lo siguen como perritos falderos. Es mejor estar del lado de un tipo C que en el lado de unos pendejos tipo A como nosotros. —Dijo Justin mientras se burlaba.
—Vayanse a la mierda ustedes, yo soy tipo B. —Rió Mayson mientras tosía.
—Calma fiera, descansa, nosotros nos encargaremos de todo. Tú tranquilo y recupérate pronto cabrón, nos debes unas cervezas. —Dijo Lian mientras los demás comenzaban a caminar hacia la salida de la enfermería.
De que se trata todo eso del tipo A, B y C. No comprendo nada, todo es muy confuso. Además, ¿cómo es eso de que solo existían unos pocos en el mundo como Dexter?. Esto lo tendría que averiguar.
Al salir de la enfermería, los chicos se reunieron en el pasillo.
—Bueno Alejandro, como estas tan flaco y careces de algunas habilidades que necesitarás para sobrevivir, todos hemos decidido entrenarte. Hoy queremos enseñarte a nadar, que me parece que das vergüenza en ese aspecto. —Rió Austin mientras los otros se burlaban.
—Vamos a ir a la piscina y te prometemos no dejarte ahogar esta vez —Justin puso su mano en el pecho simulando hacer un juramento.
—Bueno, si no permiten que muera hoy, pues si voy —Reí.
—¡Prometido! —Dijo Lian mientras comenzábamos a dirigirnos hacia la bendita piscina.
Una vez ahí, los chicos comenzaron a cambiarse a las mierdas de calzoncillos de goma. Yo, por otro lado, tomé mis calzoncillos de goma, me metí al baño y como la vez pasada, me puse una media para simular mi paquete.
Ya era mejor pretendiendo que era chico, ya había aprendido algunos trucos aquí y allá. Y en eso de simular un paquete en los calzoncillos, ya sacaba un diez.
Con mis calzoncillos de goma bien apretaditos, los cuales marcaban mi trasero de una forma espectacular, salí al área de la piscina, a eso sí, con camisa.
Los demás, me esperaban a un lado de la piscina, mientras otros chicos del colegio practicaban natación.
—Bueno Alejandro, todos nos entraremos a la piscina y te enseñaremos a nadar y a flotar. Eso es lo primero que debes aprender, quedarte sobre el agua y no hundirte y morir. —Dijo Austin mientras que Justin me caminaba alrededor en círculos.
—¿Qué es lo que quieres Justin? —Pregunté mientras este seguía mirándome.
—Siempre que te veo en estos pantalones, me pones malo. Es que mira ese trasero que el cabrón tiene. —Le señaló a los demás.
En eso, mientras escucho las beberías que Justin decía, veo como Dexter y su pandilla entran al área de la piscina.
Nosotros estábamos parados justo al frente de los casilleros, por lo que estaba segura que estos nos pasarían por el lado para ir a cambiarse.
—¿Díganme que cuando ven este trasero tan voluminoso, no le dan ganas de agarrarlo? —Dijo Justin mientras me miraba el trasero y los demás reían.
Dexter, quien ya me había visto, caminaba pasándome por el lado mientras me miraba con una miraba pícara.
—No puedo contenerme, lo siento Alejandro, pero te lo voy a agarrar. —Dijo Justin mientras me agarraba el trasero.
Inmediatamente, yo reaccioné y le empujé.
—¿Qué te pasa pendejo? No me toques —Le dije a Justin mientras el reía.
En cuestión de un segundos, Dexter apareció a mi lado.
—¿Qué carajos haces? —Se dirigió a Justin.
—Mira Dexter, esto no tiene que ver nada contigo. Solo estamos divirtiéndonos entre amigos. —Dijo Justin mientras veía a Dexter acercarse a él.
—A mi no me pareció ningún juego, a mi me pareció que lo estabas toqueteando cabrón —Comenzó a acercarse de manera violenta a Justin.
—¡Basta chicos! —Dije en un intento de evitar lo inevitable.
—Además, que carajos te importa a ti si le toco a Alejandro el culo o el paquete. Esto no tiene que ver contigo, así que haznos un favor a todos y vete a la mierda Dexter —Dijo Justin acercándosele a Dexter buscando pelea.
Dexter sonrió mientras veía a Justin a los ojos.
—Justin, déjalo y vámonos, no vale la pena —Austin dijo mientras tomaba a Justin del brazo.
—¡No! Ya basta de tenerle miedo a este pendejo. ¿Ahora también quiere meterse en lo que uno hace y habla con los amigos? ¡Que se vaya a la mierda Austin! —Justin le empujó la mano a Austin.
—¿Con que quieres desafiarme? —Contesto con voz muy tranquila Dexter.
—Si, pendejo. Para que aprendas a no meterte en las mierdas que no debes.
—¿Y quien dijo que Alejandro no era mi problema? ¿Es que acaso no les a contado?
Inmediatamente, todos me miraron con cara de confusión.
—¿De qué hablas? —Preguntó Austin mientras me miraba.
—Diles Alejandro, diles porque eres de mi incumbencia. —Me miró Dexter mientras señalaba a los chicos quienes no dejaban de mirarme.
—Dexter, no por favor, dejemos esto así —Le supliqué.
—Dinos que carajos esta pasando aquí. —Gritó Justin mientras me miraba.
—Bueno, ya que su amigo no quiere hablar, les diré yo. Alejandro y yo nos hemos estado besando. Hoy tuvimos un momento muy erótico en mi cuarto donde nos desvestimos. ¿No es así Alejandro?
Mi corazón se congeló en un segundo. Un frío comenzó a apoderarse de mí estomago mientras veía como mis amigos me observaban. Sus caras lo decían todo, me odiaban, los había traicionado.
Nadie decía nada, solo estaban allí parados mirándome en silencio.
Yo, me tiré al piso de rodillas y comencé a llorar.
—¿Alejandro, es eso verdad? —Austin comenzó a acercarse a mí. —Dime Alejandro, dime que este cabrón esta mintiendo, dime que no te gusta el hijo de puta éste. —Se agachó frente a mí y me tomó de los hombros.
—Lo siento Austin —Dije entre llantos.
Austin se llevo las manos a la cabeza, mientras se paraba del suelo y caminaba hacia la piscina.
—El es el enemigo, el nos jodio la vida Alejandro. ¡Mato a London y jodio a Mayson! Nos robó y nos humilló. ¿No lo entiendes? Mató a London y muchos más ¿Y tú te revuelcas con el? —Me gritó Austin desde la orilla de la piscina.
—Tú te le has tenido que meter por los ojos pendejo. Alejandro es un chico bueno, no merece una basura como tú —Dijo Justin mientras se le acercaba a Dexter rápidamente.
Al momento en el que Justin estuvo al alcance de Dexter, éste extendió su mano y lo tomó del cuello. Al tenerlo del cuello, Dexter lo subió en los aires mientras Justin se ahogaba por la falta de aire.
—¡Déjalo Dexter! —Grité entre sollozos.
—Él quería retarme, así que le daré su merecido. Además, te insultó y te tocó. —Dijo mientras apretaba su mano más fuerte contra el cuello de Justin.
Austin y Lian corrieron hacia Dexter, pero sus secuaces los detuvieron, impidiéndoles pasar a ayudar a Justin.
Me levanté del suelo y caminé hacia Dexter.
—Dexter, mírame. Baja a Justin y déjalo en paz. No le hagas daño, es mi amigo. —Dije mientras me acercaba lentamente.
A Dexter parecía no importarle mis palabras, él solo miraba a Justin ahogarse entre sus manos.
Al llegar cerca de Dexter, puse mí mano sobre su brazo y lo miré a los ojos.
—Dexter, baja a Justin. Haré lo que me pidas, pero bájalo. Considera esto un intercambio, mi vida por la de él. —Justin ya estaba morado, ya apenas tenía fuerzas para luchar.
Dexter me miró a los ojos.
—¡Por favor, te lo suplico! —Dije mientras una lágrima bajaba por mi rostro.
Dexter comenzó a bajar a Justin hasta colocarlo en el suelo. Justin tomó una gran bocanada de aire y comenzó a toser.
Los secuaces de Dexter, soltaron a Austin y a Lian, los cuales corrieron inmediatamente a ayudar a Justin.
Yo, me dirigí hacia Justin para ver como estaba, pero Dexter me tomó de un brazo y me retuvo.
—Tú por Justin, ese fue el trato. —Dijo mientras me miraba fijamente.
Suspiré.
—Si Dexter, es un trato. —Dije con un nudo en la garganta.
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La vida de Emily por la vida de Justin... ¿Que significaba eso?
¿En que se había metido Emily por salvar la vida de Justin?
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Recuerden dejar sus comentarios de lo que piensan que sucederá también recuerden dejar su estrellita si les gustó el capítulo.
**La historia actualmente se encuentra en edición, por lo que es probable que encuentren faltas ortográficas. Gracias por su comprensión.**
Cariños xoxo,
Ken