╰▸ LONDRES,
2O11 ˊˎ˗
¡𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐄𝐒𝐏𝐄𝐂𝐈𝐀𝐋 #𝟑!
❛LA PIJAMADA.❜
LA PUERTA DE LA CASA DE GIGI Y ANDRE SONÓ, ABBIE ABRIÓ LA PUERTA. La menor de los hermanos Partridge estaba ahí, con una sonrisa en sus labios, eran como las cuatro de la tarde, pero ella ya tenía su cabello mojado y su pijama. Miró a Abbie con emoción, mientras que le daba un abrazo que hizo sonreír a la mamá de Andrés y Gigi.
—¡Hola, señora Abbie! —ella saludó con una sonrisa— hoy voy a hacer una pijamada y me gustaría que Gigi este presente, bueno, Issie, Lou y yo vamos a hacer una pijamada, y queremos que Andre y Gigi vengan ¿les da permiso?
Ella le sonrió, Abbie la miró con una sonrisa.
—Claro que sí, linda, les aviso y cuando ordene las cosas que van a llevar, los mando hacía tu casa —ella le dijo, con una sonrisa.
—¡Muchas gracias!
Millie le dio un abrazo y cruzó hasta la casa de en frente, dónde estaba su mamá esperándola, ella entró a la casa, y la madre de los hermanos Partridge sonrió, acercándose a Abbie y saludándola con un beso en su mejilla.
—¿Los vas a dejar venir verdad, Abbs? Aunque Gigi y Louis discutan todo el tiempo, seguro que con esta pijamada se van a entretener —dijo ella, haciéndola reír.
—Supieras lo que Gigi me preguntó en estos días —Abbie dijo, observando que no hubiera nadie en la puerta, y riéndose.
—¿Qué te preguntó?
Abbie cerró la puerta, ella y la madre de Louis siempre habían sido amigas desde que tenían memoria, por consiguiente, sus hijos era amigos, bueno, exceptuando porque Gigi y Louis lo que hacían era pelear.
—Me preguntó por qué Louis la hacía sentir hambre —dijo ella, haciéndola reír, y provocando que hiciera una cara de sorpresa.
—¿Qué? ¿Cómo hambre?
—Ya sabes, cuando se te acerca un niño y sientes cosas en el estómago, ese cosquilleo —ella entendió, y también se unió a la risa de Abbie.
—No sé tú, Abbs, pero nuestros hijos son el tal para cual —dijo ella, haciéndola reír más.
—Pensé lo mismo —Andre abrió la puerta.
—Mamá voy a ¡hola señora Partridge! ¿Cómo está? —ella acarició el cabello de Andre.
—¡Muy bien, cariño! ¿Tú cómo estás?
—¡Genial! —sonrió— mamá ¿puedo ir a jugar fútbol con Blake en el parque?
—No, Louis y sus hermanas van a hacer una pijamada, así que arréglate y dile a Gigi que también haga lo mismo —la cara de Andre se iluminó de felicidad.
—¿En serio?
—Claro que sí, te preparé a ti y a Gigi sus galletas favoritas —la mamá de Louis dijo.
—Lo siento por Blake pero las galletas son esenciales ¡Gigi! —salió corriendo escaleras arriba.
La castaña estaba lanzada en su cama, coloreando en su cuaderno la tarea que le habían mandado. Después que terminó, dejó su cuaderno en la repisa que correspondía, y Andre abrió la puerta, provocando que ella diera un salto del susto.
—¡Toca la puerta! —se quejó, dándole un pisotón al suelo, y el saltito que había dado su hermana la había hecho reír, que comenzó a reírse y a apoyar sus manos en sus rodillas— ¿Venías a asustarme? Porque te saco de mi cuarto.
Se cruzó de brazos, Andre se rió.
—No, enana, vístete y arregla tus cosas que tenemos pijamada con Louis y sus hermanas —Gigi automáticamente hizo una mueca.
—Si está Louis ya no quiero ir.
—Es su casa, Gigi, obvio que va a estar Louis —le dijo con obviedad— pero seguro vas a estar con Millie e Issie, no con él, me encargaré de que no te haga molestar.
—Sí, claro, después de mi tarea de matemáticas que tú cumplas eso es la segunda tarea más difícil —le dijo, cruzándose de brazos y rodando los ojos, Andre soltó una carcajada.
—¡Hey! Claro que no —se acercó a ella—. Es que me da risa verlos discutir, cada día es por otra cosa y con un argumento nuevo, me sorprende la imaginación que tienen, pero le digo a Louis que deje de molestar, sabes que lo he hecho.
—Sí, Andy, lo sé.
—Chicos arreglen sus cosas, Millie vino a avisarles que va a hacer una pijamada y quiere que estén ahí —Abbie les informó a los dos.
—Ya yo voy arreglando las mías, falta Gigi.
Andre salió corriendo de su habitación, mientras que Gigi comenzó a ordenar sus cosas.
Después de hacerlo se fue a dar una ducha y escogió una de sus pijamas favoritas, tenía montones de corazones, y le gustaba mucho, se miró en el espejo, para peinarse el cabello, y después su mamá le ayudó poniéndose unos broches.
—Listo, no quiero que vayas a pelear con Louis —le dijo, mirándola, Gigi alzó una ceja.
—Él es quien me busca pelea, por cualquier cosa tonta, y yo solo le respondo, mami, lo sabes bien —Abbie se rió.
—Vamos, los llevaré hasta el frente, Andre vamos amor.
Su padre estaba trabajando, pero ese día había llegado temprano.
—Que tengan una buena pijamada —besó la frente de ambos, y después de eso, Andre y Gigi con sus bolsos, cruzaron hasta la casa del frente, Issie abrió la puerta.
—¡Hey, hola! Pasen, ya con Mills estamos viendo que película vamos a poner —Issie dijo, haciéndose a un lado para que Andre y Gigi pasaran.
Saludaron a los padres de los Partridge y después de eso, subieron a la habitación de Millie.
—Louis no va a venir a ver películas hasta que termine la tarea de matemáticas, pero podemos comenzar a ver nosotros la película, es muy divertida —dijo ella, poniendo la caricatura de Toy Story, Gigi al menos sabía que Louis no la iba a molestar.
Comenzaron a comer dulces, después de unas horas, el frío combinado con la gaseosa que Gigi había estado tomando en esos momentos, le había dado ganas de ir al baño, así que se puso de pie.
—¿Issie puedes decirme que baño utilizo ya que Andre está en el de Mills?
—Claro, Gigi —ella le sonrió— usa el del pasillo, está vacío, no lo usa casi nadie, y no creo que Louis este ahí.
Ella asintió, la película se puso en pausa, Gigi suponía que ya eran las siete de la noche, y acertó cuando lo vio en el reloj. Tocó la puerta del baño del pasillo, no había nadie, entró, hizo lo suyo, y después de lavar sus mano y arreglar el broche que llevaba en su cabello, abrió la puerta del baño.
La luz ya estaba encendida con anterioridad, pero el interruptor estaba algo algo para la estatura de Gigi, ni siquiera con un salto le llegaba, y le daba miedo montarse en algo y terminar por romperlo.
Comenzó a caminar, para decirle a Issie que no llegaba al interruptor o a Andre si estaba por ahí, ya que él era más alto, sin embargo, el sonido de alguien tocando el piano en una de las habitaciones, le detuvo.
La puerta de la habitación de Louis estaba semi abierta, ella había entrado algunas veces a la misma, pero con Andre, no sola, Louis tenía el piano ahí, y lo estaba tocando, estaba de espaldas, así que Gigi no podía ver su rostro.
Era una canción que se le hacía conocida, pero ella no reconoció la melodía, intento acercarse más, para observarlo bien, sin embargo, terminó resbalando, tropezando con la puerta y cayendo en la habitación de Louis.
Él dio un salto del susto, las mejillas de Gigi se pusieron rojas en un segundo, Louis se puso de pie, corriendo hasta ella, y tomando su mano para ayudarla.
—Gigi ¿estás bien? —le preguntó, a Gigi ni siquiera le salían las palabras, tenía una vergüenza tremenda en esos momentos.
—Eh... sí —ella dijo, soltando su mano de la de él, mientras arreglaba su cabello, Louis miró sus sonrojadas mejillas, sonrió.
—¿Qué haces aquí? ¿A caso estabas espiandome? —le preguntó, subiendo ambas cejas, Gigi resopló.
—Por favor, Louis ¿es en serio? —negó, mirándolo mientras hacía una mueca.
—Claro que es en serio ¿por qué más estabas pegada observándome en la puerta sino? ¿estás estudiando para ser espía? deberías seguir practicando, porque como que no se te da mucho —le dijo, Gigi rodó los ojos, saliendo de su habitación.
—Eres un tonto.
—No, espera —Louis la tomó de la mano, provocando que ambos sintieran un cosquilleo extraño recorrer sus manos, y el mismo cosquilleo de siempre recorrer su estómago, Gigi miró sus manos, luego a él, no sabía porqué no las había separado, pero se le hacía agradable— es en serio ¿qué estabas haciendo ahí?
Gigi no se había detenido a verlo bien, pero sus ojos estaban llorosos, y eso provocó que hiciera un puchero ligero con sus labios, había estado llorando, tenía su nariz roja, y las mejillas también.
—Venía a pedirte que me ayudaras a apagar la luz del baño, es que no llego —ella mintió, aclarando su garganta mientras cambiaba la mirada, Louis asintió.
—Claro, lo hago sin problemas.
Los dos salieron de su habitación, tomados de la mano, para luego Louis apagar la luz del baño, y devolverse a su habitación.
Le sorprendía tanto que Gigi no se hubiera soltado de su agarre, o ya se hubiera ido, pero le gustaba que los dos estuvieran así.
—¿Por qué estabas llorando? —Gigi quiso saber, quitando una de las lágrimas que recorrían la mejilla del castaño, Louis abrió los ojos, poniendo una mano libre en su pecho.
—¿Yo? ¿Llorando?
—Louis estoy viendo tus lágrimas caer por tus ojos ¿para qué me vas a negar que no estabas llorando? —le preguntó, mirándolo con una ceja alzada, él hizo una mueca, miró a ambos lados del pasillo y cerró la puerta.
—Está bien, sí estaba llorando. ¿Te vas a burlar? —bajó la mirada, Gigi se rió.
—¿Por qué me voy a burlar? Es normal que lloremos, es sólo que quiero saber por qué tú estabas llorando.
—Es que... no le entiendo a la tarea de matemáticas —dijo Louis, sus ojos se cristalizaron más, no quería parecer tonto frente a Gigi, así que tapó su cara con ambas manos, y se deslizó por la puerta, hasta llegar a sentarse en el piso.
Ya Gigi se sentía rara si no tenía sus manos junto a la de él, se agachó frente a él, para después apoyar sus rodillas en el suelo, y quitar las manos de la cara de él, él había ayudado muchas veces diciéndole cosas lindas cuando la encontraba llorando, así que a pesar de odiarse y tener una relación de discusiones insoportables y tontas entre ambos, no quitaba el hecho de que ambos tenían un intento de amistad.
—No llores, Louis —le dijo, quitando las manos de él de su cara, y limpiando con las mangas de su pijama las lágrimas del castaño.
—¿Qué no llore, Gigi? Tenemos examen el lunes sobre eso, y yo no entiendo nada porque no pude ir a la clase, y me da miedo decirle a mis padres que me expliquen, no quiero parecer tonto —Gigi se rió.
—No dejas de ser inteligente sólo por no entender una clase de matemáticas, tonto —le dijo, sacándole la lengua, Louis la miró—. Además, ya yo la hice, y entendí a la perfección, puedo explicarte, si es lo que quieres.
El rostro de Louis se iluminó, quitó las lágrimas de su cara y miró a Gigi con una sonrisa.
—¿Gigi en serio harías eso por mi?
—Sí, claro ¿por qué no? Creo que te distraes mucho, digo, estabas tocando el piano en vez de hacer tú tarea —le dijo, Louis se rió.
—Entonces no vas a poder ayudarme con la tarea, porque no solo el piano me distrae.
—¿Qué más te distrae?
—Tú, tú también me distraes —le dijo con inocencia, ambos seguían sintiendo ese cosquilleo en su estómago, pero eran tan pequeños e inocentes como para darse cuenta de lo que pasaba— debe ser lo bonita que eres, o tu dulce voz, no cuando discutimos claro, el sonrojo que aparece en tus mejillas, como ahora.
Gigi se puso de pie, ya le estaba dando hambre. ¡Ven que era Louis que le hacía dar hambre! Ella no se equivocaba. Lo miró, poniendo ambas manos en su cara.
—Uhhh, deja de decir esas cosas o no te voy a ayudar en lo absoluto porque el hambre que me haces sentir me hará volver con las chicas —Louis se puso de pie, mirándola divertido.
—¿El hambre que te hago sentir?
—Sí, ya sabes... olvidalo ¿ves? Ya nos estamos distrayendo. Trae tu cuaderno, para explicarte y así podemos ver las películas todos juntos.
—Ya sabía que me extrañabas mucho en la pijamada y ya quieres que este contigo.
—Un comentario así de vuelta, y vas a reprobar el examen por tonto —le dijo.
Louis se rió.
—Está bien, está bien —buscó su cuaderno, y se lanzó en su cama, balanceando sus pies, mientras que Gigi se sentaba con timidez, balanceando sus pies ella también, Louis la tomó de la mano, haciéndola acostar en la cama también— con confianza, Gigi, no te voy a comer, y mi cama tampoco.
Le dijo, ella se rió. Se acostó con él, apegado de ella, mientras que tomaba su lápiz y el cuaderno.
—Bien, mira, son como las divisiones de uno...
Louis no mentía cuando le dijo a Gigi que ella era su distracción, ella en serio provocaba distracción en él, y Louis no entendía el por qué, así como Gigi no entendía el por qué cada vez que estaba cerca de él, le daba hambre.
Su madre abrió la puerta, aunque ninguno de los dos se dio cuenta por estar prestando atención a sus divisiones, pero ella sí, y no pudo evitar buscar la cámara, y sacarles una foto, para luego sonreír. Louis y Gigi reían animados, y todos sabían que lograr eso en ellos dos era complicado.
Ellos se estaban divirtiendo, mientras que todos los que los rodeaban se daban cuenta, de que Louis y Gigi siempre se tuvieron amor sincero entre ellos.
━━━━━ es que louis y gigi chiquitos
Louis cuando Gigi le dijo que él le daba hambre aunque no le entendió
JJSJAJAJAJAJA espero que les guste el cap, voten y comenten no les de pena, las qm!
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—girlofmyidols.