Mini maratón (1/2)
(Narra Jungkook)
Una semana había pasado desde que marque a Taehyung y seguramente Min estuviera sufriendo aún la perdida de mi pequeño Jiminie.
Sonreí ladino a imaginarlo. Arruiné la vida del maldito imbécil que intento ganarme, que quiso vencerme y ser mejor que yo, cuando esta más que claro que el mejor soy yo, que nadie puede vencer a un Jeon.
Me sentía satisfecho, aunque hubiera deseado traer de vuelta a mi Omega conmigo, está mejor muerto que con ese maldito de Min. Si Jiminie no era para mi, ¿Por qué debía serlo para alguien más?
Las mañanas brillaban, el sol salía gustoso y el fresco viento creaba un exquisito inicio del día, todo era paz y tranquilidad. No tenía problemas, mis empresas habían mejorado muchísimo los últimos días, nada podía salir mal ahora, ¿Verdad?
Observaba el resplandeciente cielo desde el balcón de mi ventana, con una taza de café humeante antes de irme a trabajar, mi lobo salía más seguido y aunque aún estuviese enojado conmigo, aceptaba que haber marcado a Taehyung pudo ser lo mejor de todo aunque la idea sigue sin agradarme del todo, estoy consiente que con él... Me siento mejor, completo.
- Oye amor - Escuché la suave y melosa voz de Taehyung - Se te hará tarde para el trabajo, yo también debo irme...
- Tú no irás a ningún lado cariño - Lo detuve al escuchar sus palabras.
- ¿Disculpa?, ¿Por qué no puedo salir? - Su ceño fruncido lo hacía ver sexy y adorable, pero hay reglas y se respetan.
- Eres mi Omega Taehyung, no puedes salir de esta casa a menos que yo te lo autoricé, ¿Entiendes?, Si sales, será conmigo o acompañado, debes tener mi cena lista cuando regrese, lavas la ropa, limpias la casa y...
- Detente pedazo de idiota - Fruncí el ceño cuando lo escuché hablarme así - No seguiré ninguna absurda orden tuya, ¿Entendiste?, Si quieres una sirvienta, contrata una, si quieres cena caliente, compra o contrata un cocinero. Pero soy hombre de negocios, no una criada, ¿Te quedo claro cariño? - Se acero a mí y dejó un beso en mis labios - Nos vemos en la noche.
Dicho eso, salió de la habitación y después de la casa, dejándome con la palabra en la boca. ¿Había escuchado bien?, ¿Taehyung me acaba de reprochar y romper mis reglas?, ¿Es una broma verdad?. No podía creer lo que estaba pasando, un maldito Omega intento dominar la relación, no acató mis órdenes y se fue dejándome con la palabra en la boca, cometió muchas faltas y en la noche arreglaré cuentas con él.
Sali de la habitación, dispuesto a alcanzarlo y regresarlo a casa así sea arrastras. Pero un suave olor a rosas me detuvo, volteé a ver al pasillo y observé la puerta que había dejado con llave, ocultando aquella habitación de cualquiera que intente interferir en los hermosos recuerdos que tengo con mi lindo Jiminie.
Me acerqué a la puerta y abrí con la llave que colgaba de mi cuello. Al entrar un suave pero perceptible aroma a rosas y lirios golpeó mi rostro, cerré nuevamente y me deleite con tal exquisitez. Todo estaba intacto, limpio, las cosas de mi pequeño Jiminie, estaban en su sitio, justo como él las dejo antes de ser arrebatado de mi lado.
Tome entre mis manos aquel cuadro dónde se encontraba mi pequeño, muy sonriente, hermoso, tierno y lindo, con su encanto en su mirada. Mi Jiminie era hermoso.
- Te extraño mi amor - Susurré sintiendo mis lágrimas caer de mis ojos.
Acaricié la fotografía, apreciando la hermosa belleza de mi pequeño Jiminie. Mis lágrimas caían sin permiso de mis ojos, mi corazón dolió al imaginarlo sin vida y enterrado en quién sabe dónde. Pudo ser feliz conmigo, pero prefirió seguir a un maldito infeliz que solo vino a destruir la hermosa vida que llevábamos juntos.
- Tú tienes la c-ulpa Jiminie... Solo tú cariño, si tan solo... No h-ubieras elegido mal.
Me recosté en la cama, aún con la fotografía entre mis manos, anhelando que todo esto fuese una pesadilla sin fin y que mi pequeño Jiminie aparecerá pronto y volveremos a ser felices, como siempre debió ser.
De pronto se me vino una idea a la mente. Me levanté de la cama, dejé el cuadro en su lugar y observé todo una última vez antes de salir de la habitación y hacer una llamada.
- ¿Lee?, Habla Jeon Jungkook, necesito que hagas un trabajo por mi.
- Claro, dime de qué se trata Jeon.
- Quiero que busques la tumba de una persona en cualquier cementerio del país.
- Será un poco difícil, pero puedo hacerlo, dime, ¿De quien se trata?
- Jeon Jimin... - Me detuve unos segundos - Búscalo como Park Jimin. Tiene una semana de fallecido.
- Bien, me pondré en marcha, ¿Algo más? - Preguntó.
- Cuando lo encuentres te diré y te daré el dinero - Finalicé antes de colgar.
Debía encontrar el cuerpo de mi amado Jiminie, traerlo conmigo, aquí en mi patio, ¿Por qué no?, Él debe estar dentro de nuestra casa, no debe estar solo en ningún otro lugar. ¡Claro!, ¿Cómo no lo pensé antes?
Mi pequeño regresará a casa, no importa lo que debo pagar para traerlo, Minnie regresará conmigo, aún estando muerto, debe estar aquí, con su Alfa. Con Taehyung después me arreglo, si no puede hacerle compañía a mi Jiminie fácilmente.
Una vez satisfecho con mis increíbles ideas. Me fui a mi trabajo, tenía mucho por hacer y estaba entusiasmado, por saber que mi pequeño estará conmigo pronto. Andaba de muy bien humor.
Cuando llegué, entre con una gran sonrisa en mi rostro. Saludando a mis empleados, algo que nunca hago, pero el día lo amerita, llegué al último piso y saludé a Lía mi secretaria.
- Señor Jeon - Se inclinó - Tiene un invitado en su oficina.
- Oh claro - Sonreí - ¿De quien se trata?
- Del señor Min - Mi sonrisa se borró y mi ceño se frunció.
Pero después pensé que sería increíble verlo a la deriva, casi un muerto en vida, así que volví a sonreír y agradecí a Lía antes de entrar a mi oficina. Sin embargo, la imagen frente a mi, no me causo ninguna gracia o satisfacción, fue todo lo contrario.
- Deja ese cuadro ahí Min - Le dije al ver como apreciaba con una sonrisa un cuadro de mi pequeño Jiminie.
- Parece que ni teniendo nuevo Omega sabes respetar a los ajenos Jeon - Sus palabras me desconcertaron, sobre todo su tranquilidad, era como si no haya sufrido ninguna perdida en su vida.
- Jiminie no es tu Omega. Además... Esta muerto, no te pertenece más, te duro muy poco la felicidad, ¿No? - Dije con arrogancia.
- ¿Mue....? - Dejó su palabra a medias y no supe que quiso decir - Como sea, vengo a que me entregues los papeles firmados, mi abogado vendrá esta misma tarde a verificar que los millones que te di, los usaste en la empresa.
- ¿Para qué quieres los papeles?, Jiminie está muerto, soy un Alfa viudo, no necesito firmar ningún acta de divorcio.
- Deberías Jeon. Entregame esos papeles firmados ahora mismo, porque aún puedo quitarte los millones y dejarte en bancarrota.
Rode los ojos por su absurda amenaza, no podía quitarme nada. ¿Para qué quería los papeles firmados?, Quizá quería creer que Jiminie se divorció antes de fallecer. Le daría un poco de felicidad en medio de su agonía, total, Jiminie ya no le pertenece.
Tome los papeles, firme el "divorcio" me reí por ello, puesto que estos papeles ya no tenían validez. Después se los entregué y él sonrió, Min es un maldito loco desquiciado.
- ¿Feliz? - Le dije sabiendo que estaba sufriendo de dolor y eso me satisfacía. Pero la sonrisa en su rostro seguía desconcertadome demasiado.
- No sabes cuánto Jeon. En la tarde vendrá mi abogado y podrás usar los millones a tu antojo - Dijo antes de retirarse de mi oficina.
Estuvo demasiado calmado para mí gusto personal, pero decidí restarle importancia, quizá nunca quiso de verdad a Jiminie después de todo. Auque ese solo pensamiento me enfureció, ya que yo pude hacer feliz a Jiminie y no acabar muerto por haberse ido con Min.
Decidí olvidar que Min estuvo en mi oficina e Inicié con mi trabajo. Mi día estuvo relativamente bien, mis juntas salieron mejor de lo pensado y todo marchaba al pie de la letra. Salí de la sala de juntas para dirigirme a mi oficina y firmar unos papeles restantes, antes de irme a casa.
- Señor Jeon - Me detuvo Lía.
- ¿Quién está ahora en mi oficina? - Pregunté al verle el rostro avergonzado. Siempre la convencen para pasar a mi oficina aún si yo no lo autorizo.
- El abogado del señor Min - Me dijo en voz baja y asentí para después entrar a mi oficina.
- Señor Jeon, es un gusto - Me saludo el hombre.
Es de tes morena, realmente alto, corpulento, mirada sería pero supongo que también risueña, parece ser un hombre atractivo para cualquier Omega, su aroma es... Llamativo.
- Déjeme me presento - Hablo nuevamente - Soy el abogado del señor Min. Kim Namjoon.
- Es un gusto abogado Kim - Reverencie - Tome asiento por favor - Le indique y después me senté en mi lugar.
- Podemos iniciar con las firmas para que el dinero sea totalmente suyo, si ya hizo uso de el, no hay problema, en este momento se firmará para validar todo.
Asentí estando de acuerdo, mientras el sacaba los documentos, los revise, leí lentamente. Hasta que llegue a una cláusula que no entendí del todo.
- "Una vez recibido los 5 millones no podrá acercarse ni a 50 metros al Omega Park Jimin o se presentarán cargos en su contra por romper las reglas" - Leí en voz alta - ¿Qué significa esto? - Pregunté con gracia.
- Lo que usted lee señor Jeon - Me respondió como si nada.
En verdad me causaba gracia que quieran conservar una cláusula con Jiminie muerto, pero debía aceptar que era una buena jugada. Asentí divertido y firme los papeles, para terminar de una vez por todas y no tener nada más que ver con Min.
- Bien, aquí tiene. Eso sería todo, ¿No es así? - Pregunté.
- Así es señor Jeon, fue un gusto. Con su permiso - Tomo las copias, dejó los papeles originales y salió de la oficina.
Me sentí más relajado ahora que todos esos millones son míos. Puedo usarlos para salvar mi empresa de una quiebra, para darme uno que otro lujo, en fin, nadie más puede decirme que hacer con el.
- Vaya que tu muerte me favoreció mucho mi pequeño Jiminie - Sonreí satisfecho por mi cometido.
Al final del día el único que ganó fui yo y nadie más. Al final del día el vencedor siempre seré yo, no importa cuánto poder tenga Min, cuántas empresas, bancos, editoriales, tenga en su poder. Yo soy mucho más inteligente que él.
Terminé con el trabajo del día. Satisfecho por haber terminado a tiempo, estiré mi cuerpo y después tome mi gabardina, para salir de mi oficina. Me despedí de Lía y le advertí que no quería más visitas inesperadas.
Una vez salí de mi empresa, subí a mi auto y pensé seriamente en pasar por comida, al final lo hice. Sabía que Taehyung no estaría y odio llegar a casa y no encontrar nada recién hecho para comer. Iba muy tranquilo con las bolsas de comida en mi auto, todo este día pareció ser mejor de lo que creí, cuando llegue a casa, estacioné y baje.
Al entrar a casa, detuve mis pasos al instante, parecía todo normal, limpio, ordenado y como si mi Jiminie haya realizado la limpieza que tanto me gusta encontrar, sin embargo... El olor a comida quemada era repugnante. Arrugue mi nariz y me acerqué hasta la cocina, algo podía estarse quemando e incendiar mi casa, pero me detuve abruptamente al ver a Taehyung de espaldas mientras hablaba por teléfono e intentaba sacar el humo por la ventana.
- Ya mamá no me regañes, tú tienes la culpa por nunca enseñarme a cocinar, ¿Sabes que vergüenza pasaré si Kookie viene y encuentra la cocina... Medio quemada?
Quise reírme por sus palabras, no creí que en vez de molestarme encontraría una escena tan divertida. Se veía realmente tierno con un delantal, un sartén con... ¿Qué será eso?, En fin, totalmente quemado.
Me recargue en el marco y espere a que él se diera cuenta de mi presencia, mientras inútilmente trataba de sostener su móvil y la sartén con comida quemada.
- Madre, soy un Omega diferente, ¿Sabes?, Odio cocinar, hacer los que haceres del hogar, desde niño, papá siempre me llevo a las empresas, ¿Como querías que aprendiera a ser un Omega de verdad si papá siempre deseó un Alfa? - Su voz se quebró con lo último y entonces entendí porque el siempre está a la defensiva conmigo.
- Hablamos luego madre, tú no me ayudaste en nada, solo sabes regañarme y recriminar todo lo que hago. Adiós - Corto la llamada y dejó el teléfono a un lado.
Suspiró profundo y estaba por recargar sus manos en la estufa cuando me di cuenta y corrí hasta él para tomar sus manos entre las mías. Dio un respingo del susto, pero yo pude respirar tranquilo al ver que estaba bien y sin heridas graves en sus delicadas manitos.
- Me espantaste Kookie, ¿Desde que horas estás ahí cariño? - Me preguntó mientras se volteaba. Sin duda su rostro fue lo que más me hizo sonreír, estaba llena de manchas negras por todos lados.
- Desde hace un rato - Dije mientras trataba de limpiar su rostro - ¿Qué se supone que intentabas cocinar cielo?, Porque eso... - Volteamos a ver lo que sea que estaba en la sartén - Se ve horrible.
Ambos reímos y asentimos. Tae me abrazó y yo lo apreté junto a mi, por alguna razón estaba amando este momento y si mi día había sido casi perfecto, Tae era la cereza del pastel, era lo que me hacía falta para completar mi día con una sonrisa y todo color de rosas... Rosas.
- Lo sé Kookie, pero no puedo cocer ni siquiera agua - Me dijo con un puchero en sus labios - Quemó todo y aunque lo intente, no lo logró.
Bese sus suaves labios con delicadeza al ver tan tierna imagen frente a mi. Taehyung estaba logrando derretir todo mi corazón, había sacado una sonrisa en mi rostro en tan poco tiempo.
- No importa cariño, aprenderás con el tiempo, mientras podemos contratar a alguien o comprar comida hecha, ¿Te parece?
- Si Kookie. Te amo cariño - Susurró sobre mis labios.
- Yo también pequeño... Mi tierno y adorable TaeTae.
Lo envolvi en mis brazos y repartí muchos besos en sus mejillas. Después lo mandé a tomar un baño en lo que yo limpiaba este desastre, algo que yo nunca haría, pero mi día era feliz, nada lo podía arruinar.
Por un momento deje de pensar en Jiminie, por un momento deje de extrañar a mi Jiminie, deje de sentir la necesidad de tenerlo a mi lado, de verlo, amarlo, todo lo de mi pequeño Jiminie... Quedó a un lado.
- Oye cariño - Escuché a Tae cuando bajo. Yo estaba sirviendo la comida.
- Dime cielo - Respondí.
- ¿Por qué la habitación de al lado la mantienes bajo llave? - Detuve mis movimientos y apreté el cubierto entre mis manos - Intenté abrir para buscar una secadora pero no pude.
- Jamás intentes abrirla Taehyung, ¿Entiendes?, A esa habitación no puede entrar jamás nadie.
- Pero... ¿Por qué cariño?, ¿Sucede algo?
- Dejala así, no se te ocurra abrirla, cuando yo quiera mostrarte que hay ahí, lo haré yo mismo, mientras no te acerques a ella, ¿Entendiste? - Estaba rozando la molestia y eso no sería bueno.
- Está bien cielo, entiendo, no me acercaré, debe ser muy importante para ti, prometo no acercarme a menos que tú quieras.
Asentí y me sentí más tranquilo. Taehyung es un Omega de palabra y se que no se acercará si no se lo permito. Se acercó a mí y me abrazó, me sentí relajado nuevamente, como si fuera un relajante personal para mí.
- ¿Te he dicho lo sexy que te ves con traje cariño? - Me dijo y sonreí instintivamente.
- No, pero me agrada escucharlo de tus lindos labios - Tome su hermoso rostro entre mis manos y lo bese.
- Me encantas Kook - Susurró en medio del beso.
- Tú me encantas a mi pequeño - Respondí.
Si mi vida sería así de ahora en adelante, estoy listo para seguirla, me encanta todo de Tae, no es un Omega sumiso, es un Omega decidido, fuerte y dominante. No será fácil dominarlo, pero me encanta que lo haga él conmigo.
Claro... Eso hasta que me cansé.
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¡Hola amigos!
¿Qué les pareció este capítulo?
Es una pequeña maratón, pero en verdad esperó que haya sido de su total agrado.
Esta vez Narro Jungkook y como se dieron cuenta, él cree que Mimi está muerto, ¿Qué creen que ocurra cuando se de cuenta que no es así?
Espero les este gustando una pequeña parte de mi regalo para ustedes.
¡Nos seguimos leyendo!
Besitos💜
No olviden dejar su estrellita si les gusto el capítulo ⭐