Michael
Un mes después
Ya han pasado poco más de dos meses desde que Emma y yo nos vinimos a vivir juntos. El primer mes fue maravilloso, despertar a su lado todos los días, verla siempre, desayunar con ella, almorzar y cenar juntos todos los días era para mí lo mejor del mundo. Pero todo eso cambio al mes siguiente, y es que estas ultimas semanas he estado muy ocupado con los preparativos para mi primer álbum como solista, paso horas y horas en el estudio lo que a hecho que me alejara un poco de Emma, y no es porque yo quiera son las circunstancias que nos han mantenido así. Creí que ella lo entendería pues fue la primera en apoyarme siempre con este nuevo gran paso que daré en mi carrera, pero a sido todo lo contrario. Lo único que hacemos últimamente es pelear por todo, hasta por la cosa más insignificante ella se molesta y terminamos discutiendo. Quería creer que solo era una etapa o una crisis de pareja, entendía que vivir con alguien a veces podía ser complicado, pero esto iba más allá. Ella ya no era la misma, se comportaba fría y distante conmigo, como si yo ya no le importara. Me recriminaba todo el tiempo que pasaba fuera de la casa, pero cuando podía estar con ella, simplemente se inventaba una excusa y salía. Supuestamente había encontrado trabajo, pero tampoco me quiso decir en donde y yo para no estar mal con ella simplemente la deje que hiciera lo que quisiera.
Aun la amaba y por ella soportaría todo. Me estaba aferrando a esta relación, pues para mi aun no estaba todo perdido, en mi corazón aun sentía que podíamos salvar nuestro amor.
―Qué te parece si hoy salimos o hacemos algo aquí, quizás ver películas o... ―Propuse en un intento por acercarme a ella.
― ¿Qué acaso no tienes que ir al estudio hoy? ―Pregunto seria.
―No, prefiero estar contigo. ¿Qué dices? ―La miraba ilusionado.
―No lo sé, debo ir a trabajar.
―Emma sé que algo no esta bien con nosotros y quiero arreglarlo.
―No pasa nada. ―Respondió cortante.
―De un tiempo para acá estas distinta, eres fría y parece no importarte nada. ―Le dije directamente― De hecho, parece que yo ya no te importo.
Ella me miro unos segundos, pero no fue capaz de decir nada.
― ¿Me amas? ―Pregunte con la voz un tanto temblorosa―. Emma, ¿aun me amas?
―Michael... yo...
Su celular comenzó a sonar, se levanto y fue a atender la llamada en la otra habitación.
No quería pensar mal, no quería imaginarme algo que no era, pero su actitud me desconcertaba y me dejaba pensando una y mil razones por las cuales ella se comportaba así.
Necesitaba su respuesta a mi pregunta, pero solo conseguí que después de que terminara su llamada ella se fuera con la simple excusa de que iría a trabajar.
Y yo me quede ahí solo nuevamente sintiéndome preocupado, dolido y sin entender nada de lo que estaba pasando.
Pase el resto del día solo en el departamento, cuando no estaba ella el lugar se sentía inmenso y frio y no me gustaba. Mi única compañía fue su gatito, el cual no se apartaba de mí.
Pensé por varias horas en qué hacer para que mi relación no se acabara. Estaba seguro de que ella aun me quería, solo que había algo que no me estaba diciendo y eso era el problema, quería que confiara en mí, debía saber que yo no la dejaría sola y fuera lo que fuera podríamos solucionarlo entre los dos.
Pensé que quizás preparando una cena podríamos hablar y por fin saber que era lo que pasaba.
Por momentos a mi mente venían pensamientos como; Que el problema era yo, quizás ella ya se había aburrido de mí, quizás yo tenía la culpa, tal vez no era un buen novio o no era lo suficiente para ella.
Nunca antes había estado en una situación así y el hecho de que fuéramos tan jóvenes quizás jugaba en contra. Para mí esto era una relación seria y comprometida, para mí era lo más importante, pero tal vez para Emma no, quizás yo no era su prioridad.
Estaba terminando los últimos detalles de la mesa cuando el timbre sonó, inmediatamente pensé que sería ella, pero luego recordé que tenía llaves por lo tanto no necesitaría tocar a la puerta para entrar.
Así que extrañado de quien podría ser camine hasta la entrada, abrí y no encontré a nadie, mire a hacia todos lados y nada, hasta que baje la mirada y encontré un sobre, lo tome y entre al departamento.
Me senté sobre el sofá con el sobre en las manos, no tenía idea de lo que podría ser y sentía un tanto de temor por abrirlo, dude varios segundos hasta que por fin lo hice.
No tenía nombre ni nada solo era un sobre en blanco, lo abrí cuidadosamente y lo que encontré me dejo sin palabras.
Emma
Este ultimo mes ha sido muy difícil para mí.
Todo lo que me he propuesto me ha salido mal, no había logrado conseguir un buen empleo pues en todos terminaba renunciando al segundo día y ni hablar de volver a estudiar, Michael quería que lo hiciera, pero yo no estaba interesada en nada de eso. Me sentía un total fracaso y me desquitaba con él, discutíamos casi todos los días y siempre era yo quien empezaba, sacaba mis frustraciones de la peor forma.
Le reclamaba por todo y era consciente de que yo era un problema y de que él solo intentaba hacer las cosas bien.
No me sentía suficiente, sentía que no tenía el control de nada y eso solo me desesperaba más.
Un día por instinto volví al club, pase solo por fuera, pero solo eso basto para encontrarme con Víctor. Trate de esquivarlo, pero él era más fuerte por lo que termine sin quererlo sentada conversando con él.
―Sabía que volverías, todas lo hacen. ―Me miraba sonriente.
―Estas loco, yo solo iba de paso.
―Si no me equivoco tu nueva vida esta en Manhattan, y eso está muy lejos de aquí. Así que no creo que solo sea una coincidencia que nos hayamos encontrado. Dime, ¿ya dejaste al bobo ese?
―No le digas así. Nosotros estamos muy bien.
―Pues si fuera así, no estarías aquí. Sé que ese muchacho tiene mucho dinero y tendrá más cuando por fin saque su primer álbum, supongo que eso es lo que te mantiene a su lado.
―Tú no me conoces, no sabes nada.
―Te conozco tan bien que sé porque realmente estas aquí.
― ¿Ah sí? ¿Y por qué estoy aquí según tú?
―Quieres volver a trabajar, quieres volver al escenario el cual fue tuyo por más de 5 años. Este es tu hogar pequeña, no al lado de ese muchacho. Tú perteneces aquí y lo sabes si no, no habrías venido. ―Concluyo seguro.
No supe que responder a sus palabras, quería creer que estaba equivocado pues yo al lado de Michael lo tenía todo. ¿Por qué cambiaria una vida así por volver a esto? No lo entendía, pero algo en sus palabras me dejo pensando, yo ya sabía que no pertenecía a su mundo, muchas veces lo intente y fracase, siempre me sentí fuera de lugar como si esa no fuera mi vida.
Me auto convencí de que lo lograría por el amor que sentía por él, pero ahora todo lo veía desde otra perspectiva y eso me permitía darme cuenta de que todo este tiempo solo fingía. Fingía ser algo que no soy, fingí y realmente creí que podría llegar a ser algo más con mi vida, algo más que no fuera bailar y seducir hombres para que hicieran lo que yo quisiera.
Siempre renegué lo que me había tocado, pero ahora que ya no lo tenía me hacía falta de una manera extraña.
― ¿Qué dices? ¿Quieres volver? Solo por unas noches. ―Me propuso.
―No... no lo sé. No creo que sea buena idea.
―Todos preguntan por ti. Tú eres la estrella principal de este show. El gran regreso de Diana, ¿no crees que suena genial?
Muchas ideas pasaban por mi mente y la única pregunta que me impedía aceptar era lo que Michael pensaría de todo esto. Pero entonces me decía a mí misma, ¿Por qué debería de importarme? Jamás me importo lo que el resto pensara de mí, yo siempre hacia lo que quería sin pedir permiso ni pedir perdón, ¿Por qué ahora todo era diferente? Eso era lo que no podía seguir permitiéndolo, yo era libre, quería serlo, necesitaba sentirme en control, debía saber que yo era quien decidía en mi vida.
―Esta bien, volveré. Pero tengo mis condiciones.
―Lo sabía mi querida Diana. Hablemos de negocios...
Y así fue como comenzó mi regreso a los escenarios del club. Aún no había decidido decírselo a Michael, por lo que solo le dije que había conseguido un buen trabajo.
Mi primer día se sintió como si nunca me hubiera ido, fue todo un éxito, el club estaba lleno de hombres los cuales no dejaban de aplaudir y darme propinas.
Extrañamente me sentí bien, me sentí como si estuviera en mi hogar. Y lo sé, muchos podrías juzgarme y no entenderme, pero no tenían idea de lo que este lugar significaba para mí, era lo único que conocía, comencé tan joven aquí y aunque nunca fue perfecto, era todo lo que necesitaba para sentirme yo misma. Aquí no fingía, aquí yo tenía el control y eso era más que suficiente.
Los días pasaban y aunque empecé yendo solo 3 días por semana al club, terminé tomando los turnos de la semana completa, llegaba tarde al departamento y muy cansada, quedaba lejísimos de donde vivíamos ahora por lo que me tomaba horas en taxi todos los días, pero sentía que valía la pena.
Quizás mi vida personal estaba mejorando, pero no podía decir lo mismo de mi relación con Michael, si antes casi no nos veíamos ahora era casi imposible que coincidamos para almorzar o cenar juntos, todo era un caos y todo empeoro cuando me hizo esa pregunta, ¿lo amaba? ¿aun sentía algo por él? No fui capaz de responderle a pesar de que sabía la respuesta.
Me dolía saber que le estaba haciendo daño, pero no podía elegir, lo intente y no lo logre. No puedo elegir entre él, nuestro amor y quien realmente soy. Era egoísta lo sé, pero ya había tomado una decisión y se la haría saber apenas tuviera el valor para hacerlo.
Michael
Seguía sin poder entender lo que tenía frente a mí, eran fotografías de Emma bailando en ese club donde solía trabajar, pero también había otras en donde aparecía con distintos tipos, ya sea abrazados, sentada en sus piernas, tomando algún trago y las que sin duda me destrozaron, unas en las que besaba a un joven en su camerino.
Mis ojos se llenaron de lágrimas, pues ver todo esto era más de lo que podía soportar. Quería llorar y gritar, quería que ella estuviera aquí para que me explicara que era todo esto, quería que me dijera que solo era un mal entendido o que eran fotografías antiguas desde antes de conocernos, necesitaba alguna explicación.
Jamás había pasado por una situación así, por lo que trate de tomarlo con calma, seguía creyendo que solo era alguien con malas intenciones tratando de separarnos, así que solo esperaba que ella llegara pronto para que todo esto se arreglara.
A los minutos después sentí como se abría la puerta, era ella. Así que me levanté rápidamente de la cama y fui a increparla.
―Niño bonito, estas aquí. ―Se acerco para darme un beso, pero yo la esquive― ¿Qué sucede?
No dije nada y simplemente le entregué todas las fotografías. Ella las tomo y vio una por una. Pude notar como se tensaba, pero se mantuvo firme, como si no le importara o no le sorprendiera.
― ¿Qué significan todas esas fotos? ―Me atreví a preguntar ya que ella no era capaz de decir nada.
―Michael... Volví al club hace un par de semanas atrás.
― ¿Qué...? ¿Entonces estas fotografías son recientes? ―Sentía como todo mi ser se derrumbaba por dentro.
―Yo jamás quise que esto pasara. ―Trataba de excusarse―. Yo lo intente, de verdad intente conseguir un trabajo, cambiar de vida, pero no pude.
― ¿Por qué tenías que engañarme así? Yo siempre te apoye en todo. ―Le dije tratando de contener mis lágrimas.
― ¡Lo intente! ¡Lo hice por ti! ¡Pero no pude!
― Sí querías volver a eso solo tenias que decírmelo, no tenías porque mentirme así.
―No quería que te decepcionaras de mí. Pero después entendí que no podía seguir viviendo así. ―Me decía cansada.
― ¿Así cómo? ―La mire intentando entenderla.
―Fingiendo ser algo que no soy. Queriendo entrar en tu mundo, cuando jamás pertenecí a él. De verdad quise que esto funcionara. Pero me di cuenta tarde de que somos muy distintos y ni todo el amor que sintamos será suficiente para contener las diferencias que nos separan.
― ¿Qué estas tratando de decirme? ¿Qué esto es todo? ―Pregunte con la voz quebrada.
―Tú querías que yo fuera algo que no soy.
―Yo simplemente quería que crecieras como personas, jamás te presione a nada por favor.
― ¡Siempre esperaste algo que no puedo darte! ¡Intentaste cambiar lo que soy! ¡Y yo te deje porque te amaba! Pero ya no.
― Entonces ¿Ya... ya no me amas?
Ella negó, se aparto más de mi y siguió. ―Esperaste demasiado de mí, y yo no puedo cumplir tus expectativas, me canse. Ya no puedo más.
―! ¿De que estas hablando?! ¡¿Cuáles expectativas?! ¡Yo siempre te amé por quien eras, siempre supe a que te dedicabas y jamás me importo! ¡Te defendí de todos, hasta de mi familia!
―Yo tuve la culpa, me deje llevar por lo que sentía y llegue a pensar que de verdad lo nuestro tendría algún futuro, pero no es así.
―Emma por favor... no me digas eso. ―Le suplicaba―. Yo te amo... te amo de verdad.
―Michael...
―No me dejes por favor. ―Le rogué con mi rostro lleno de lágrimas.
―Mereces algo que yo no puedo darte Michael, encontraras a alguien más.
―No... no... yo solo te quiero a ti. ―Me acerque y la abrace en un intento desesperado porque no se fuera y cambiara de opinión― Emma, no importa si trabajas ahí, sí. No me importa, si eso es lo que quieres. Podemos solucionarlo, pero por favor no te vayas.
Ella se apartó de mí, la mire y en su rostro no reflejaba ni la mitad de la angustia que sentía yo, no estaba triste, no de la forma en la que estaba yo. Ella parecía decidida y no lo podía entender, no quería aceptarlo. Me negaba a creer que esto era todo.
―Podemos hablarlo sí. Yo hago lo que tú quieras Emma. Hago lo que tú me digas, pero por favor quédate.
―Michael no sigas. ―Me pidió en un intento por calmarme.
―Emma... yo te amo. ―Le dije más que destrozado.
―A veces el amor no es suficiente.
―No me digas eso... me estas lastimando.
―Te lo dije Michael, te dije que yo solo te haría daño.
Y eso fue lo ultimo que dijo antes de tomar a su mascota e irse del lugar, dejándome solo, y completamente destrozado.
Me negaba a entender que esto era el fin de todo, yo necesitaba más explicaciones, la necesitaba a ella y no la perdería tan fácil.
Iría por ti Emma, para mi esto no a terminado.
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Hola mis queridas lectoras :)
¿Qué les pareció la actitud de Emma?
¿Qué creen que pueda pasar ahora?
Estrellita y comenten!
PD: La próxima semana subiré el final de esta historia.