Llego a mi casa bailando y al llegar a mi habitación veo a mi primo dormido, cierro la puerta y cuando acabo de cambiarme me tiro en la cama con mi móvil para hablarle a las chicas,me prometieron que no hablarían por el grupo nada, no querían molestarme, es tarde, así que prefiero contarles todo mañana.
Me levanto recordando todo perfectamente, mi primo salió hace unas horas con sus nuevos amigos dejándome sola, otra vez, estoy molesta con él, pero nada puede arruinarme mi felicidad tras besar a Tom, soy muy feliz, me doy una ducha y me siento como nueva, al acabar de vestirme, cojo mi móvil y le hablo a mis amigas como prometí. Ellas ya estaban despiertas ansiosas de que contara cosas, así que supongo que me matarán por hacerlas esperar.
Tras esa confusa conversación con mis amigas bloqueo mi teléfono dejándolo en la mesilla de mi lado izquierdo, miro al techo, pensando una y otra vez en lo ocurrido hace unas horas, no puedo creerlo... vuelvo a dormirme, estoy agotada, anoche apenas pude dormir y no me apetece seguir hablando de lo mismo, me agobiarían, las conozco, así que hasta mañana ese grupo está prohibido que lo toque.
Un leve sonido me avisa que tengo una nueva notificación, accidentalmente me meto en el chat de quién me mandó un mensaje, cuando descubro quién y qué es, sonrío de nuevo
No entiendo muy bien su mensaje, está claro que siempre usa el traductor para hablar conmigo por mensaje en español, ya que yo hablo en inglés cuando estoy con él, así que supongo que eso será culpa del "maravilloso" traductor de google, le contesto.
-Tom, no entiendo ¿hoy o mañana?
Me contesta a los dos minutos, puede que haya sido un poco cortante.
-Sorry, fuck you "traductor de google" today I will be out all day but I will have at least one hour free, to see us.
A lo que se traduce básicamente que hoy es casi imposible que nos veamos, no sé que somos, solo sé que me gusta, y mucho. Yo le escribo que no se preocupe y que lo pase bien, me levanto de la cama y me preparo mi desayuno, huevos revueltos con bacon, me apetecía eso. Leo una novela que me dió mi madre antes de fugarse con mi padre y dejarme sola... es irónico, porque la novela trata de un niño huérfano, no soy de leer mucho, pero esta novela me parecía interesante, estoy concentrada en la lectura cuando mi teléfono que reposa sobre la mesa, a un lado mío comienza a sonar, con la música de Niall de tono de llamada, es Abril.
-Hey Abril, ¿qué pasa?- nunca me llama sin antes pedírmelo -Judith, tienes un problema, bueno, si es tuyo también es mío, y si es de las dos también es del resto del grupo- respira hondo -tenemos un problema-
-Por favor, relájate, ve al grano, me estás preocupando- ella coje aire -o vuelves a Santander o te quedas sin estudios-
-¿Qué, cómo, quién te ha dicho eso, por qué?-
-La directora general me ha llamado hoy, dice que para el próximo año hay muchas plazas solicitadas de muy buenos estudiantes, dice que están amenazando a todos los que "se rascan la barriga" que o se ponen las pilas o se largan, me ha dicho que o vuelves esta semana o dile adiós a tus estudios, Judith, tienes que volver, no puedes perder esto- siento como el corazón se me para.
-Pero... todo estaba saliendo tan bien- me llevo las manos a mi cara, estoy conteniendo mis lágrimas lo máximo que puedo -lo sé cielo, lo sé, pero no puedes perder tu plaza, tienes que volver, ya dejarás tu "mes sabático" para el verano, aunque ya no sea sabático-
-Pero en verano ya no será lo mismo, todo esto quedará en pasado, Tom me olvidará, no puedo irme ahora-
-No te va a olvidar Jud, y si puedes irte ahora, es más, tienes que irte ahora, ya, y dile a tu primo esto porque a él también le podría pasar-
-No querrá irse, últimamente lo único que le importa son sus nuevos amigos- me siento en el suelo y apoyo mi espalda en la pared -no estés triste, no dejará que te vayas sola, vale, bueno, te dejo, antes de volver tienes que hacer unas cuantas de cosas, te quiero-
-¡Espera! ¿porqué la directora habló contigo en vez de hablar conmigo?-
-Me dijo que sabía que si le hablaba una fuente tan cercana como yo, acabarías haciendo lo correcto, sin embargo si ella te llamaba, harías justo lo contrario pensando que es una amargada-sonrío levemente -a veces no soporto lo tanto que conoce a sus alumnos.
Nos despedimos y mi mente vaga por todos mis recuerdos en Londres, espero que pueda volver, aunque será bastante difícil, no quiero despedirme de Leo, los gemelos, Hazz, Paddy y... de Tom, todo empezaba a ir tan bien... que ya me extrañaba.
Me levanto de la cama y tras dejarle un mensaje explicándole todo a mi primo, me pongo en marcha para buscar los billetes de avión. Cuando acabo, hago mi maleta, el vuelo sale mañana a la noche. Me llega un mensaje de mi primo:
-Olvídalo, no pienso volver, no aguantaría estar de nuevo en mi casa, y si vuelvo, tendré que ir allí, no te preocupes por mis gastos, tengo dinero guardado y mi amigo Jack me puede conseguir trabajo, vete sin mí, ni siquiera me gustaba lo que estudiaba.
Lo sabía, ni siquiera le contesto, estoy muy furiosa, ¿cómo se atreve a dejarme sola de nuevo? es un inmaduro, seguro que le gusta lo que estudia, pero sus "amiguitos" le han comido la cabeza, pues ya aprenderá por sí solo que no debe abandonar las cosas así como así, cancelo un billete y listo, definitivamente no vuelve. Le mando un mensaje contándole todo a Leo y otro a mi tío, Leo me dice que le encantaría despedirse pero tiene exámenes muy importantes, y mi tío me confiesa que ya lo sabía antes que yo, Abril se lo contó, y que está muy orgulloso por mi decisión, aunque yo no lo esté, no le he contado lo de Gabriel, quizás no lo haga hasta que estemos cara a cara. Supongo que hoy no podré despedirme de Tom ni de sus hermanos, tampoco de Hazz, estarán ocupados con Vin Diesel, y es comprensible, ya me despediré mañana, de todos modos hasta la noche que sale mi vuelo, tengo algo de tiempo. Voy a mi cuarto de nuevo y me visto casual, cojo las llaves y salgo de la casa, tengo que aprovechar al máximo mi tiempo aquí, así que voy a casa de Leo, está agobiada con los estudios y sé que salir un rato para despejarse le hará sentirse mejor. Al fin llego a su pequeño apartamento y toco la puerta. -¡Judith! ¿qué haces aquí?-
-Venía a distraerte, quiero pasar tiempo contigo antes de que nos volvamos a ver, y a saber cuando pasará eso...- ella me mira preocupada, va en vaqueros y con una camisa blanca un poco abierta, supongo que habrá salido a hacer algún recado -¿qué, porqué dices eso?- me encojo de hombros -las cosas podrían cambiar Leo- ella me abraza -vale, vamos a salir, pero nada de bebidas con alcohol- yo asiento riéndome.
Al final elegimos una cafetería no muy lejos de su apartamento, es muy acogedor, hoy hace un poco de frío, así que nos metemos dentro -es una pena que vayas a dejar todo esto por la estúpida universidad, pero es muy importante que vuelvas, en cierto modo yo iría a la directora y le clavaría un lápiz ¡ha interrumpido tu pequeña historia romántica con tu ídolo!- llevamos ya un rato sentadas, así que me ha dado tiempo de contarle todo -ya bueno, espero que... no sé- una lágrima se asoma, me la seco antes que Leo se dé cuenta -bueno, vamos a hablar de ti... ¿quién era esa chica que me preguntó por ti los otros días en la fiesta?- está pensativa -descríbemela- comienzo a rebobinar para recordarla -ah, pues... pelo corto, muy corto y negro, piel blanca y con una talla al menos 100 de tetas- suelta una carcajada -vale, ya sé... bueno, puede que sea una chica... que me interesa mucho- la miro sorprendida -¡te gusta, y tú le gustas a ella!- me mira sorprendida -¿crees que le gusto?- yo asiento -pues claro, cuando me preguntó por ti estaba muy nerviosa y cuando te vió se le iluminó la cara- ella se pone roja -¡¿es en serio?!- me pone muy feliz verla de esta manera -y tanto, oye, y dime, ¿esta chica tiene nombre?- Sí, se llama Valeria- me llevo las manos al corazón -oh, dulce dulce Valeria, ¿cómo la conociste?- bebe un trago de café, yo he sido más tradicional y me he pedido un té negro -pues... estoy apuntada a un pequeño grupo que se forma todos los lunes, miércoles y viernes en el que luchamos por la libertad de expresión de género, realmente luchamos contra toda aquella injusticia contra los derechos humanos.
-Wow, ¿y qué hacéis allí?- me mira sonriente, traviesa -hemos preparado una "huelga", es secreto, debería de ser un club de ajedrez o algo, pero no recuerdo en qué momento tomamos las riendas y le dimos un giro al club, la "huelga" será mañana viernes en la universidad, contra algunos profesores, tenemos un plan- yo la miro asombrada y emocionada -cuenta- se acerca a mí como si me estuviera contando una cosa que nadie debería saber -reuniremos a toda la universidad en el teatro y sentaremos a los profesores que han acosado de algunos estudiantes de la comunidad LGTBI, primero empezaremos con un pequeño teatro, Valeria irá por la calle hablando por teléfono con su madre diciendo: ¡pero mamá, déjame volver a casa, por favor, yo era una mujer encerrada en el cuerpo de un hombre, pero sigo siendo yo, por favor mamá! Entonces ella se derrumba en el suelo, llora desconsoladamente y unos chicos de nuestro club se acercan a ella gritándole: ¡Marica, travesti de mierda, hagas lo que hagas, aunque te operes seguirás siendo un hombre! van a ella y le pegan, dejándole inconsciente, se cierra el telón y se escucha la ambulancia, entonces salgo yo diciendo: estos casos ocurren a menudo en la calle, personas transgéneros son atacados por neandertales, este ejemplo es un hecho de nuestra actriz, y lo peor es que lo sigue sufriendo y encima por personas que se suponen que nos enseñan, los que están sentados en la primera fila no deben llamarse profesores. Entonces ponemos un vídeo, es una prueba que grabamos cuando uno de los profesores se metía con uno de los alumnos por ser homosexual. -Dios, l-lo vais a petar Leo- la abrazo como puedo -pobre Valeria, no sabía eso- se encoge de hombros -le costó acceder a volver a pasar por eso, pero es una mujer muy fuerte- le gusta mucho y se le nota -mañana tienes que estar con ella, tienes que apoyarla- asiente.
Pedimos la cuenta y nos despedimos, nos abrazamos un largo tiempo, es una persona muy importante en mi vida ahora, estoy segura que nos volveremos a ver. La pierdo de vista en la esquina y comienzo a llorar, me seco las lágrimas y sobre las seis de la tarde que son, me encuentro en las calles de Londres con doscientas libras en mi bolsillo, creo que me he llevado demasiado. Voy por calles que desconozco, llevo casi media hora caminando y estoy sedienta, veo un bar justo en la otra acera, paso por el paso de peatones y me siento fuera, el camarero se acerca a mí y me quedo alucinando -¡Alex! ¿pero trabajas en todos los restaurantes y discotecas de Londres?- él parece tener la misma reacción que yo -¿y tú ya has ido a todos los posibles en Londres?-ambos reímos -solo doy una última vuelta- sonrío con tristeza -¿última vuelta, te vas?- yo asiento -debo volver, por temas de la universidad, si no vuelvo ya, me quedo sin mi plaza para el próximo año- se rasca la barbilla -¿y porqué no te vienes a una de aquí?- por un momento me lo planteo, pero no, mis amigas y todo... no, además estoy segura que no podré seguir con lo que estudio, es decir, todo cambiaría y no sé, es mejor que no -imposible-chasquea la lengua -pues espero que nos volvamos a ver Judith. Yo también lo espero Alex- me entrega la carta pero se la devuelvo -solo quiero una cerveza, por favor- asiente, lo anota y al minuto vuelve con mi pedido en la mano -aquí tienes- lo cojo y se lo agradezco, se da la vuelta para irse pero se detiene en seco -oye... he pensado que... esta noche he quedado con unos amigos a tomar algo, vente si quieres- no es mala idea, me gustaría conocer gente nueva que quizás no vuelva a ver más en mi vida, y Alex es un buen tipo, así que ¿porqué no? -claro, cuenta conmigo- me sonríe -perfecto, a las diez paso a buscarte, te doy mi número y me pasas tu dirección- me da su número y yo lo apunto, luego se va para atender a otras mesas y cuando me acabo la cerveza pago a una camarera y me voy.
Estas calles me suenan de haber pasado por aquí con Tom, los hermanos y Hazz antes de ir al parque donde casi Tom y yo nos besamos por primera vez en aquella cueva. Vuelvo a casa para ducharme de nuevo antes de volver a salir. Cuando llego y abro la puerta, me sorprende mi primo tirado en el sofá viendo la televisión. Ni siquiera nos miramos, subo a mi habitación y me ducho, ya son las nueve cuando me estoy vistiendo, un mensaje me llega.
Le paso mi dirección y cincuenta minutos más tarde aparece en la puerta -¿lista?- salgo por la puerta sin despedirme de mi primo, que sigue en el mismo estado que hace unas horas, ¿debería preocuparme? no creo, está muy raro últimamente -me gusta tu vestido- voy con un vestido negro corto de mangas tirantes, es sencillo y a la vez es de noche. -Gracias- nos dirigimos a su coche, que por cierto es bastante grande, es un mercedes negro, uno de los nuevos, estoy alucinando cuando de las ventanillas se asoman a los lados dos chicos -¡Hola!- me coje por sorpresa y me he asustado, así que cuando se me pasa los saludo, me monto en el asiento copiloto que Alex me había reservado, una vez dentro puedo observar que en los asiento de atrás hay cuatro personas algo apretadas, son dos chicos bastante guapos y otras dos chicas muy guapas -Mira, estos de aquí son Guillermo, el único chico británico de aquí, Elliot, demasiado alegre para ser Ruso y estas damas de aquí son Emily, nuestra hermosa colombiana y esta es June, nuestra africana favorita- todos me saludan - hola, vaya, me encuentro más británicos en mi tierra que en la misma tierra de los británicos- ríen y Emily me pregunta -¿de dónde eres?- ah, soy Judith y vengo de España, Santander- todos hacen una mueca divertida -yo apostaba que eras británica- dice Guillermo, niego con la cabeza -no, no, pero he conocido a más gente de otros países, ciudades... que a británicos- Alex que arranca el coche me mira sonriente -eso es porque los británicos son... algo serios- Elliot tose haciendo que todos riamos, esta noche promete mucho.
Llegamos a un bar muy animado y con dificultad encontramos un sitio para sentarnos, Elliot va a por las bebidas que le hemos obligado a que traiga, las siguientes dos horas nos la pasamos contando anécdotas de nuestra infancia, Alex numera todos los sitios en los que ha trabajado y juro que son más de veinte. Emily me explica la razón por la que se vino a Londres a vivir, aunque yo ya la sabía, Colombia no está en su mejor momento. Elliot me hace reír con sus tontería al igual que Guillermo, que realmente se llama Hukuma, pero no le gusta mucho.
No miro ni una sola vez mi teléfono, es por eso que cuando nos damos los números y el instagram me quedo atónita al ver un mensaje de Tom.
-¿Estás disponible?- mensaje que me envió hace tres horas, su última vez conectado fue hace una hora...ahg, soy una mala medio novia... le pido disculpas por no contestarle, le cuento mi situación en estos momentos y le pregunto qué tal le fué con Vin Diesel, pero borro todo el mensaje y le contesto que ahora sí.
-Cool, ¿paso a buscarte a tu casa?- no es malo que haya salido con otros claramente, pero si se entera que estoy fuera, estoy segura que me obligará a seguir con ellos, y quiero, pero prefiero estar con Tom antes de irme, además, tengo un aguante normalito, solo llevo dos copas y no me está afectando, pero como siga aquí, tomaré más y mañana tendré una buena resaca y es mi último día.
-Sí, vente en veinte minutos :)- corriendo cojo mi móvil y lo guardo en mi bolso -Alex, debo irme a casa de inmediato, lo siento, gracias por invitarme y encantada de conoceros- Alex se levanta -deja, yo te llevo- yo me niego pero ya estamos montados en su coche en cuestión de segundos, se lo agradezco como cinco veces y diez minutos más tarde ya estoy justo enfrente de la puerta, abro y voy corriendo a mi cuarto, miro al salón antes y mi primo no está ahí.
Una vez en mi cuarto, me retoco el maquillaje y dudo si cambiarme de ropa, pero tomo una decisión, no, me da pereza cambiarme y ya estará por llegar. Voy a la habitación de mi primo y él está ahí tumbado en su cama dormido, miro la hora. Son las doce menos veinticinco, suspiro, es un caso. Suena el timbre y nerviosa bajo las escaleras, abro la puerta y sonriendo recibo a Tom, que al verme abre los ojos -wow, Jud, e-estás preciosa- siento que el corazón me da un vuelco -gracias, tu tampoco estás nada mal, Tomy- le guiño un ojo mientras le paso por un lado cerrando la puerta y noto que se pone nervioso, carraspea -y... ¿dónde quieres ir?- dice rascándose la nuca, nos dirigimos a su coche aparcado y cuando me siento lo miro -¿me dejas conducir?- estoy harta que siempre me lleven, lo noto un poco tenso -no te preocupes, tengo el carnet- se lo enseño y asiente saliendo. Cuando me monto siento una adrenalina, voy a conducir el coche de mi ídolo con él justo a mi lado, pienso durante unos segundos -ya sé dónde iremos, pero ya lo sabrás cuando lleguemos- hecha su cabeza hacia atrás -¿y cómo sé que no es un plan para secuestrarme?- me encojo de hombros -no lo sabrás- se hace el asustado y yo río.
Comienzo a conducir y Tom pone música, es trap inglés, a veces me cuesta entender lo que Tom dice, es demasiado inglés y eso que viaja mucho, hay que escuchar a Sam con su perfecto inglés, Tom canta muy animado y yo no entiendo para nada lo que dice pero tiene buen ritmo, así que le doy el visto bueno. Al fin llegamos y aparco.
-Uff, al menos sé que no me vas a secuestrar- yo le miro seria -yo que tú no estaba tan seguro- parece asustado de verdad y riendo le doy la mano conduciéndole dentro del local al que le he llevado, él me mira sonriendo una vez entrado y pagado (he pagado yo aunque él no quería) -una discoteca ¿en serio?- asiento y comienzo a cantar la canción que suena -ay... mi Española- se me ponen los pelos de punta pero no lo hago notar o se burlará de mí, lo conduzco junto a todo el mundo y sin soltarlo comenzamos a bailar -¡nos quedaremos hasta las dos al menos!- está de acuerdo con mi propuesta, aún nos quedan dos horas y media. Hay gente bebida pero no tantos, Tom y yo bailamos animadamente, estamos muy cerca y acabamos besándonos alguna que otra vez. Después de una hora bailando, acabamos sudando, nos sentamos en una mesa y pedimos una cerveza -buah, se nota que vienes de España- río -¿Porqué?- se sienta a mi lado -nunca he conocido a ninguna británica que se mueva tanto como tú- me sonrojo -alomejor te viene de familia- yo me quedo seria inconscientemente -¿pasa algo?- le diría que no, pero si quiero tener algo con él debo contarle las cosas, no todo, pero confío en él -mis padres se fugaron cuando tenía tres años, apenas los recuerdo- me acaricia la mejilla suavemente -lo siento- yo le quito importancia -no hagas eso, puedes hablar conmigo si... si te sientes mal- dios, es tan tierno, lo miro y sin poder evitarlo lo abrazo, me siento tan segura con él...nos apartamos y él me besa la frente, de nuevo volvemos a besarnos. Tras el beso, seguimos bebiendo y hablando hasta que ya pasa la última hora. -Bueno, vámonos, ahora conduzco yo- yo asiento y nos levantamos.
Una vez en el coche, ponemos la radio, creo que estoy con el puntillo y espero que se me pase -Wow, tienes un pelo... tan bonito...- me muerdo el labio y él se ríe -antes pasaremos a comprarte algo de comer, ¿qué quieres?- me rasco la barbilla -una buena hamburguesa- arranca el coche y vamos a un auto-king, pide agua y dos hamburguesas -toma, cómete las dos- sin quejarme de que es demasiado, me las como en cero coma. Bebo agua y me siento mucho mejor pero un poco cansada, cierro los ojos y cuando los abro y miro por la ventanilla, estoy en un lugar completamente diferente que el de antes de cerrar los ojos -¿dónde estámos Tom?- se quita el cinturón de seguridad dejando el coche aparcado -¿te encuentras mejor?- me incorporo y ya despierta le digo que sí, sale del coche y me abre la puerta, antes de salir me da la mano. Miro alrededor -es un parque algo alejado de la ciudad, un poco más que el otro del lago- me llevo las manos al pecho -¿me has traído aquí para matarme por la broma de antes?- se acerca a mí -cómo lo sabes- me coje la cara con las mano y me besa delicadamente, haciendo que pierda el sentido, suena aún la radio, me quito de Tom y abro las puertas del coche para escuchar mejor la música mientras Tom saca unas mantas del maletero y las tiende sobre el suelo. Nos tumbamos boca arriba mirando el cielo estrellado como aquella noche posterior a la entrevista.
-Me encanta este sitio Tom- veo de reojo que me mira, luego vuelve su mirada al cielo -pensé que era buena idea venir aquí antes que te marcharas- me sorprende su contestación, no parece molesto, no sé cómo se habrá enterado -oye Tom, tenía pensado decírtelo hoy o mañana, cuando te viera en persona- lo miro pero él a mí no -tranquila, no estoy enfadado, solo... que me ha cogido de sorpresa- gira todo su cuerpo en mi dirección y me mira directamente -no quiero que te vayas- lo imito y suspiro -yo tampoco, pero no tengo remedio- se acerca más a mí aún acostado -lo sé, tu primo se lo dijo al amigo de mi hermano, me lo ha dicho hoy mientras despediamos a Vin Diesel- abro los ojos lo máximo que puedo -¡¿Cómo te ha ido?!- me sonríe por mi entusiasmo -bueno... me ha dicho que me hará una audición la próxima semana, pero no sé si me cogerá- estoy muy feliz por él, es increíble -¡no digas tonterías, pues claro que te van a coger! eres un gran actor Tom Holland- se acerca todavía más a mí dejando muy pocos centímetros entre nosotros -gracias Judith Gil- yo le sonrío, me acaricia el pelo sin dejar de mirarme, sin poder evitarlo de nuevo, le doy un beso en los labios, es un beso dulce que él continúa, nos separamos un poco y suspiramos -espero que volvamos a vernos pronto cuando te vayas- lo miro -no dudes eso, haremos lo que sea, haré lo que sea- deposita un breve beso en mis labios y nos tapamos con mantas, nos acurrucamos el uno al otro y nos quedamos dormidos con la música de fondo. No quiero irme.