Emma
―Este será nuestro nuevo hogar Emma. ―Me anunciaba emocionado.
Yo simplemente lo miraba incrédula sin creerlo aún.
― ¿Es en serio?
―Elegí este lugar para los dos, para que tú y yo estemos juntos.
Al escucharle decir eso solo pude hacer una cosa, y fue abalanzarme sobre él, abrazarlo y decirle que aun parecía un sueño. Un sueño que no estaba segura de merecer, deseaba poder decirle que sí que aceptaba mudarme y vivir con él, pero sabía que no era correcto.
―Michael...
― ¿Aceptas no es así? ―Pregunto ansioso.
―Michael esto es demasiado... yo no lo sé.
― ¿No quieres entonces? ―Su expresión cambio drásticamente.
―Dame unos días para pensarlo y... y ―Su cara de desilusión, me encogió el corazón. Y no sé porque lo hice, pero terminé diciéndole―. Dame unos días para organizarme y traer mis cosas.
Él en ese momento levanto su mirada y sonrió ampliamente. ― ¿Hablas en serio?
Asentí sonriente. ―Sí niño bonito, me mudare contigo.
Rodeo con sus brazos mi cintura, me apego más a él y en un susurro me dijo. ―Seremos muy felices aquí, lo presiento. ―Sello sus palabras con un dulce beso.
De verdad deseaba hacerlo, pero no me sentía tranquila, quería creer que era lo correcto, era algo que ambos esperábamos que pasara, pero ahora que paso tenía miedo, temor a que no funcionara, o que lo echara a perder. Él tenía la seguridad de que sería maravilloso, de que todo estaría bien y quería creer en eso, es por eso que no me retracte y seguí con el plan.
Le pedí unos días para organizar todo, tenía mucho por hacer y debía hacerlo sola es por eso que no acepte su ayuda cuando me la ofreció. Había un par de cosas que debía solucionar y lo más importante era renunciar al club y aunque tenía miedo por la reacción de Víctor lo haría, por Michael y por nuestra vida juntos.
―Estas loca, no puedes hacerlo. ―Jess me decía molesta.
― ¿Por qué no? Él me quiere de verdad, nos queremos.
―Emma ese muchacho esta loco por ti, haría lo que fuera y creo que te estas aprovechando de eso.
La mire molesta. ―Él me lo ofreció, yo jamás tuve esa intención.
―Estas llegando muy lejos y solo lograras que ambos salgan lastimados, y las dos sabemos que él no se lo merece.
―Creí que me apoyarías, que tonta fui al contártelo. ―Hice caso omiso a sus palabras, me levanté y tomé mi bolso, dispuesta a irme.
―Emma, vamos no te pongas así. Yo solo quiero que hagas lo correcto. Ya fue suficiente.
―Yo cambie Jess, cambie desde que lo conocí, soy una mejor persona gracias a él. Es lo mejor que me ha pasado y no pienso dejarlo ir. ―Sentencie antes de salir de su cuarto.
Estaba guardando todas mis cosas en cajas cuando las palabras de Jess volvieron a resonar en mi mente. No quería darle la razón, no quería que nada ni nadie me hiciera dudar de mi decisión.
Había terminado de empacar todo y aún queda lo más importante, renunciar al club. Decidí ir hasta el día siguiente, en la mañana cuando no hubiera nadie solo Víctor.
― ¿Qué demonios estas diciendo? ―Dijo Víctor exaltado.
―Lo que escuchaste, renuncio a tu porquería de club.
Él se levantó de su asiento y se acercó peligrosamente hacía mí.
―Mi querida Diana... ―Me tomo bruscamente del brazo, apretándolo con fuerza―. Estas muy equivocada si crees que puedes abandonarme, así como así. Eres la estrella de este club. Tú me perteneces, recuerda.
―Suéltame idiota, me lastimas. ―Trate de forcejear para que me soltara―. Esto se acabó Víctor, tú no eres mi dueño.
― ¿Y qué piensas hacer ahora? ¿Quién te va a mantener Diana? Ah no me digas que él tonto ese que te conseguiste.
―No le digas así. ―Ya comenzaba a perder la paciencia. ― Y no me llames así, sé perfectamente que ya sabes que mi verdadero nombre es Emma.
―Me gusta más Diana. Emma solo es de una estúpida que no sabe que a mí nadie me abandona. ―Me soltó por fin―. Te arrepentirás de esto y lo sabes.
―No te tengo miedo. ―Le dije segura.
―Volverás a mí tarde o temprano.
Salí de dicho local con la esperanza de no volver jamás. Las palabras de Víctor al igual que las de Jess me perseguían y no paraban de resonar en mi mente. Sabía que él reaccionaria así, pero mi amiga era la que me había sorprendido. No quería que sus palabras me afectaran, no quería seguir viviendo de esta manera, sintiendo que escondo algo, que lo que estoy haciendo no es correcto, que solo estoy jugando con Michael y no es así, lo quiero sinceramente y ya no quiero que haya más mentiras, quería ser completamente sincera y eso haría, hablaría con él sin miedo.
No hizo falta que contratara ningún servicio de mudanza, pues todo lo que necesitaba se encontraba en dos maletas y un pequeño bolso en donde llevaba a Pastelito, pues claro que no lo abandonaría.
Salí de aquel cuarto el cual había sido mi hogar por tanto años, apagué las luces, cerré con llave la puerta y me fui, deseando en mi interior jamás volver. Una vida mejor me esperaba junto a Michael, y aunque aún sentía que no la merecía la aceptaría igual.
Tome un taxi, ansiosa por llegar y estar con él, me hacía feliz imaginar su recibimiento, ver su sonrisa, abrazarlo y besarlo libremente.
Pronto llegamos, baje todas mis cosas, me identifique con el portero, camine hasta llegar al edificio de él y subí por el ascensor hasta el séptimo piso.
Cuando estuve frente a su puerta, espere unos segundos antes de tocar pues estaba un poco nerviosa, cuando ya me sentía más calmada lo hice, esperando que quien abriera la puerta fuera él, pero cuando vi que una muchacha fue quien me abrió no supe que pensar y solo me atreví a decir.
― ¿Y tú quién rayos eres?
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Holaa! Es un cap muy cortito lo sé prometo que el siguiente sera más extenso.
De todos modos espero les haya gustado :)
¿Quien creen que sea la misteriosa muchacha?