Un grupo de cirujanos observa desde el exterior de la habitación de Mark cómo Eleanora se sienta al borde de su cama y le ayuda a sujetar a ambos chicos a la vez. Obviamente, los gemelos están emocionados de ver a su padre despierto, y se ríen y juegan con su bata de hospital.
La sonrisa en la cara de Eleanora fue el mayor alivio para la mitad de las personas en ese hospital.
"Una recuperación bastante increíble, ¿verdad?" Preguntó Jackson, teniendo una sonrisa propia en la cara al ver a su mentor y amigo vivo y bien.
"Sí." Derek estuvo de acuerdo, una sonrisa grande, feliz y aliviada en su rostro. "¿Todos sus valores están bien?"
"Sí, su tensión arterial es 110/60." Agregó Jackson, Callie sonriendo desde su lado
"-y está haciendo bromas inapropiadas sobre Eleanora frente a los nuevos pasantes." Callie se ríe. Derek asiente con la cabeza, colocándose a su lado. Richard hace ruido a su lado, Derek mirando con una frente elevada.
"¿Crees que es el pico?"
"Mhm." Richard tarareó, encogiéndose de hombros mientras veía a Eleanora jugar felizmente con Elijah y Luca, Mark con un brazo suelto envuelto alrededor de su cintura. "Podría ser."
"No creo... No creo que lo sea." Derek decidió, Callie y Jackson están de acuerdo con él. Brooks, una de las nuevas pasantes, frunce las cejas detrás de los dos asistentes, hablando.
"¿Qué es el pico?"
Webber la mira, su rostro un poco sombrío. "En muchos pacientes terminales, tienen un pico final de energía. Mejoran antes de empeorar."
Derek y Jackson comparten una mirada sin diversión, Jackson mirando hacia atrás dentro de su sala de mentores. "Pero este no es el caso."
Richard se encoge de hombros, siguiendo la vista de los jóvenes. "Pero dentro de poco, hará lo que hacen todos los pacientes. Tendrá epifanías, te dirá lo que realmente importa en la vida, preguntará por su familia."
Derek sacude la cabeza, resoplando. "Está contando chistes sucios. No es un—no es el pico."
De vuelta en la habitación, Eleanora siente que su buscapersonas vibra. Lo miró durante una fracción de segundo antes de centrarse de nuevo en su familia. Mark levanta la frente, echando su propio vistazo al buscapersonas.
"¿No vas a responder eso, muñeca?"
"No, no lo haré." Ella dijo con cuidado, volviendo sus ojos hacia él. "Está bien, Mark. Hunt dijo que podría tomarme todo el tiempo libre que necesito de la cirugía, algunos más-"
"¿Has estado fuera todo este tiempo?" Mark preguntó con fuerza. Eleanora frunció un poco las cejas, pero antes de que pudiera hablar, su marido continúa. "Te construyeron para la cirugía, Nora. Te has perdido el comienzo de ser Asistente. Ahora estoy bien, ¿de acuerdo? Puedes hacer que Avery lleve a los gemelos a la guardería y se encargue de eso. Estaré aquí cuando vuelvas."
Eleanora se mordió el interior de su mejilla, mirando con preocupación a los chicos. Mark suspiró, pero había una sonrisa suave y cariñosa en su rostro.
"Vamos, muñeca. Estoy bien, puedes ir a responder un llamado."
Eleanora finalmente cedió, inclinándose hacia adelante para presionar un beso profundo y significativo en sus labios. Se quedaron allí por un momento, Elijah y Luca balbuceándose el uno al otro.
Eleanora apoyó su frente contra la de Mark, su voz suave. "Te quiero mucho, Mark Sloan. Nunca vuelvas a hacerme eso, ¿de acuerdo?"
"Lo prometo, Nora. Y nunca rompo una promesa."
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"Y si no puedes creerlo, está bien. Pero puedes creer esto, porque te lo digo de todo corazón. Siempre serás suficiente, Eleanora Amedeo. Por siempre y para siempre."
"¿Promesa? ¿Lo prometes, por siempre y para siempre?"
"Lo prometo. Y nunca rompo una promesa."
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"Quiero que me prometas algo." Mark le dice a Jackson, los dos solos en su habitación revisando las listas. "Si amas a alguien, dile. Incluso si tienes miedo de que no sea lo correcto, incluso si tienes miedo de que cause problemas, incluso si tienes miedo de que te queme la vida hasta los cimientos, incluso si tienes miedo de que esta persona sonriente y hermosa te ponga de rodillas y luego encuentre a alguien mejor, lo dices y lo dices en voz alta. Y luego te vas de ahí."
En el quirófano 2, Eleanora toma su lugar a la cabeza de la mesa de operaciones. Ella respira hondo mientras colocan el faro sobre ella, extendiendo sus hombros cubiertos del uniforme azul marino.
Ella asiente con la cabeza para sí misma, esa chica Wilson a un lado lista para succionar y Bokhee al otro. Eleanora sonríe bajo su máscara, sin tener que alejar ninguna preocupación o temor porque todos ellos desaparecieron en el momento en que Mark se despertó.
"Muy bien, todos. Hagamos esto." Eleanora gritó, ofreciendo su mano. "Taladro, Bokhee. Por favor, y gracias."
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"Te quiero. Incluso cuando me mandas."
"Me amas aún más cuando te mando."
"No puedo argumentar eso."
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"No se lo digas a Callie." Mark informó a Richard débilmente, el hombre mayor abrochando el oxígeno a su cara. "Está a punto de operar a Derek. Y no se lo digas a Nora, todavía no. Espera a que salga de la operación. Ella es la única otra Neuro de confianza en el edificio, esa persona la necesita."
"Está bien." Richard dijo en voz baja, dando un pequeño paso atrás. Comienza a bajar la cama, Mark mirando al techo con una cara en blanco.
"Derek no necesita ir a esta cirugía preocupado, así que no le digas nada."
"Pueden reprogramar la cirugía, Mark." Richard le dijo, levantando la frente. "Y alguien más puede reemplazar a Eleanora. Estoy seguro de que querrán hacerlo."
"No." Mark tosió, el dolor en su pecho aumentando lentamente de nuevo. "Esa cirugía va a llevar a Derek de vuelta al quirófano donde pertenece. Nora finalmente está en el quirófano donde pertenece. Y no necesita ver cómo alguien más se desliza entre sus dedos. Simplemente no puede."
Richard se calla, sentándose lentamente en la silla junto a la cama de Mark. Le da palmaditas en el brazo al hombre, Mark asiente lentamente como si estuviera tratando de asegurarse de que tiene razón.
"Nadie tiene mejores manos que él, excepto tal vez Nora. ¿Le has mirado las manos? Son preciosas. Sa-sabía que quería... quería casarme con ella la primera vez que operó sola. Debido a la forma en que se veían sus manos en ese quirófano. Dios, Richard, tiene manos expertas. Si hubiera entrado en Plásticos, me habría quedado sin negocio."
"Los chicos tienen sus manos." Exhaló, los ojos finalmente se volvieron llorosos de nuevo. "Eleanora ni siquiera sabe lo buena que es. En todos los sentidos de la palabra. Y o no... Ni siquiera sé si ella sabe cuan enamorado estoy de ella. Es... todo está consumiendo, mi amor por ella es todo lo que soy."
"Ella lo sabe." Richard le dice con seguridad, acariciándole el brazo. "Te lo prometo, Mark, ella lo sabe."
"Escúchame." Mark hizo una risa débil, su pecho levantó y cayó un poco más rápido. "¿Este es el pico hablando?"
"No, este eres tú." Richard confirma, sacudiendo la cabeza. "Esto eres todo tú. Así que sigue adelante... porque no voy a ir a ninguna parte."
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"Mark Sloan."
"Eleanora. Un placer conocerte, Mark."
"Estoy seguro de que lo es, Nora."
"Eleanora, en realidad."
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Eleanora tiene una gran sonrisa en la cara cuando sale del quirófano y entra en la sala de fregado, caminando hacia los fregaderos.
Se sintió más relajada de lo que lo había estado en el último mes, la sensación de un bisturí en la mano y saber que Mark estaba a salvo la calmaba.
La puerta de la sala de fregar se abre, Meredith de pie allí. Eleanora la miró durante un momento antes de centrarse de nuevo en sus manos, soltando un ruido emocionado.
"Hoy es un gran día, Meredith. ¡Genial! Mark se despertó, Derek finalmente se está operando la mano, en realidad pisé un quirófano. Es solo... olvidas lo buena que puede ser la vida después de la tragedia, ¿sabes? Y estoy segura de que esos sentimientos volverán, siempre lo hacen, pero ahora mismo no me importa. Porque voy a terminar esta tabla, y luego voy a subir las escaleras y pasar tiempo con mi esposo."
"Ella." Meredith dijo en voz baja, haciendo que Eleanora finalmente se centrara en ella. Eleanora notó la mirada sombría en la cara de sus amiga y sintió que el pánico se apoderaba de sus pulmones.
"Oh, no, ¿es Derek? ¿Pasó algo?"
"No, no, Derek está bien. Pero Ella... Mark..." Meredith dijo cuidadosamente. "Es... Richard tenía razón. Fue el pico."
Eleanora sintió que toda la calma se desvanecía, yendose más rápido de lo que parecía. Y en su lugar vino el entumecimiento del mes pasado.
El entumecimiento interminable parecía seguir a Eleanora Amedeo-Sloan como una nube en estos días.
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Treinta días después, Eleanora se sienta junto a la cama de Mark, con una de sus manos entre las suyas. Sollozó un poco, sus ojos rojos e hinchados por las lágrimas ininterrumpidas que había traído el día.
"Nora, te ves tan impresionante como siempre."
"Me veo como un desastre cansado."
"Como dije, te ves tan impresionante como siempre."
Ella había traído a los gemelos hace unas horas y los había enviado de vuelta a la guardería hace un rato. Merecían despedirse, pero ella se negó a dejar que sus hijos vieran morir a su padre.
Ella siente que la mano de Derek le aprieta el hombro, pero no arranca los ojos de la cara de Mark. Richard les habla, su voz serena y tranquila.
"¡Oh Dios, Mark, no podemos ser los próximos Meredith y Derek!"
"Nora, tienes que calmarte. No vamos a ser los próximos Derek y Meredith, solo dormimos juntos una vez."
"El Dr. Sloan pidió que si no podía tomar sus propias decisiones médicas, su directiva fuera respetada por su apoderado elegido. Su petición final fue que solo se le diera atención de consuelo en sus últimos momentos."
"Quiero ser más que lo que sea que tengamos ahora. No tenemos que decírselo a nadie, no realmente. Podemos mantenerlo entre nosotros, o simplemente decírselo a algunas personas. Pero yo... Quiero ser tuya, Mark. Y realmente, realmente quiero que seas mío."
"Una vez que se retire el soporte, es posible que solo aguante unos minutos..."
"Cásate conmigo, Eleanora Amedeo. No hay nadie más con quien quiera pasar el resto de mi vida, no quiero a nadie más a mi lado. Casi mueres hoy, muñeca. Casi mueres, y-y me volví loco. No puedo perderte, Nora. Entonces, ¿cásate conmigo?"
"...o el proceso podría llevar horas."
"Yo, Mark Everett Sloan, te tomo a ti, Eleanora Alice Amedeo, para que seas mi esposa. A través de lo bueno y lo malo, los tiempos difíciles y fáciles, prometo amarte y apreciarte siempre como te mereces. Seré tuyo en tiempos de enfermedad y de salud, en tiempos de alegría y tiempos de dolor, y tiempos de fracaso y tiempos de triunfo."
"Yo, Eleanora Alice Amedeo, te tomo a ti, Mark Everett Sloan, para que seas mi esposo. Durante el resto de mis días, buenos o malos, difíciles o fáciles, prometo amarte todos los días por el resto de mi vida. Estaré allí para ti en la enfermedad y en la salud, en tiempos de tristeza y momentos de alegría, y en tiempos de fracaso y tiempos de triunfo."
"Estoy apagando el ventilador." Richard les dijo, sus ojos únicamente en Eleanora. Respiró profundo y tembloroso, su agarre sobre la mano de su marido apretándose aún más. Richard espera un momento antes de apagarlo.
Eleanora siente que algunas lágrimas más se deslizan por sus mejillas, el dolor que se acumula en su corazón es insoportable. Pero ella tenía que lidiar con eso, tenía que hacerlo soportable. Ella se negó a dejar el lado de Mark hasta que él se fuera.
"Lo hemos sedado con morfina." Richard continúa, Derek haciendo una mueca de dolor, aclarando su garganta para tratar de dejar de llorar. Richard saca la intubación de su boca, la enfermera ayuda. "Así que no está sintiendo nada de esto."
"Te daré algo de privacidad." Richard afirma, asintiendo tristemente antes de que él y la enfermera se vayan.
"¡Estoy embarazada, Mark!"
"¿Vamos a tener un bebé?"
"Vamos a tener un bebé."
"Voy a ser papá, y tú vas a ser mamá."
Derek se inclina y presiona un suave beso en la parte superior de la cabeza de Eleanora antes de rodear la cama y sentarse en la otra silla.
Eleanora ahoga un sollozo, acercando la mano de Mark a ella y presionándole un beso. Respira hondo y temblorosamente, sus palabras débiles.
"Vamos, Mark. Despierta. Esta... esta es tu última oportunidad de despertar, ¿de acuerdo? Así que tienes que hacerlo ahora."
"Mi hogar está donde quiera que estés tú y los chicos, Eleanora."
Por primera vez en la historia, Mark Sloan no escuchó a Eleanora Amedeo-Sloan. No se despertó.
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Aquí yace el Dr. Mark Everett Sloan,
Amado padre, esposo y amigo,
Por siempre y para siempre
1968-2012
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Eleanora llega a su casa, su familia entra tras ella. Ella se negó a tener el servicio postventa en su casa, y cuando finalmente terminó apenas podía pararse.
Su madre y Sabrina tenían a los gemelos equilibrados en sus brazos, ambos chicos profundamente dormidos. Rápidamente comenzaron a subir las escaleras al cuarto de los niños para acostarlos. Eleanora miró en blanco el vacío de su hogar, el hogar que ella y Mark encontraron e hicieron suyo.
Sintió que alguien ponía su mano sobre su hombro e hizo una mueca de dolor, mirando para ver a su padre. Él frunció el ceño, presionándole un beso en la cabeza.
"Voy a hacer algo de comer, piccolina. Siéntate, ¿bien?"
Eleanora parpadea ante él y asiente con la cabeza después de un momento. Ella observa cómo su padre se dirige a la cocina, Jenna y Enzo detrás de ella con Mia apenas despierta en los brazos de su madre.
Eleanora da unos pasos adelante antes de tropezar con algo, apenas agarrándose del borde del sofá. Ella suelta una fuerte maldición, con los ojos entrecerrándose en uno de los juguetes de Josie.
Su cabeza gira para tratar de encontrar al gato, que está encaramado en el otro extremo del sofá. Eleanora se empuja hacia arriba, sus palabras duras.
"¡Maldita, Josie! Te entrenamos para que no hicieras eso. ¿Por qué no puedes escuchar?"
El gato simplemente le maúlla, la cara de Eleanora se calienta de ira. Ella siente algo feo y malo se construye en ella al ver al gato que Mark amaba tanto, que seguiría a su marido como un pequeño patito. Siempre se reía cuando tropezaba con ella o con uno de sus juguetes.
Bueno, solía hacerlo.
"¡Jesús, estúpido gato!" Gritó, se acumularon lágrimas. Ella puede escuchar a su padre volver a la sala de estar, puede escuchar a Enzo llamándola suavemente. Pero ella los ignora, centrándose en el gato. "¡Deja de esperar a que vuelva a casa, maldita sea! ¡No va a volver a casa!"
"¿No lo entiendes? ¡Mark nunca va a volver a casa! ¡Está muerto!" Eleanora se ahogó en sus gritos, sus rodillas cediendo debajo de ella. Apenas cae en el sofá, Enzo corre para ayudarla un poco.
Eleanora empujó a su hermano mayor, con una mano moviéndose para presionar sobre su pecho a medida que su respiración se volvía frenética.
"¡Oh Dios, está muerto! M-Mark está muerto. ¡Mi... mi esposo está m... muerto!"
Enzo la empuja hacia su pecho, dejándola llorar en su hombro. Sus lamentos hacen llorar un poco a Jenna, la mujer lloriqueando mientras gira para llevar a una molesta Mia al piso de arriba. Anthony solo mira con tristeza mientras Enzo intenta calmar a Eleanora, pero nada parece funcionar.
Enzo está a punto de darse por vencido y dejarla llorar hasta el agotamiento cuando Josie se acerca lentamente. El gato sube al regazo de Eleanora y se acurruca allí, ronroneando suavemente.
Eleanora solloza de nuevo, una mano yendo a tocar el pelaje suave del gato. Aleja la cabeza del hombro de Enzo para mirar hacia al gato, con la voz rota.
"Mark está muerto y no va a volver."
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Eleanora, de alguna manera, se quedó en Seattle. Vendió la casa y se mudó a una nueva al final de la calle del antiguo lugar de Meredith. Mantuvo su trabajo en el hospital, y siguió a los demás a la demanda. Ella estaba en el fondo, dejando que el grupo tomara las decisiones principales y luego simplemente fue con el voto popular.
Cuando decidieron comprar el hospital, ella simplemente lo aceptó. No podía perder el último lugar que tenía partes de Mark, Max, Lexie y George.
Cuando Jackson decidió cambiar el nombre del hospital como "Grey-Sloan Memorial" y renombró el auditorio como "Salón Amedeo", lloró.
Se lanzó al trabajo y a los gemelos, apenas pasando tiempo para sí misma. Salía con todos los demás de vez en cuando, pero nunca indicó que seguiría adelante o trataría de conocer a otras personas que podrían hacer que sus días fueran menos...
Menos solitarios.
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La noche que Cristina se fue a Suiza, Eleanora debatió ir con ella. Cristina le ofreció un trabajo, le ofreció todo lo que podía soñar.
La única razón por la que se quedó fue porque los gemelos estaban a punto de comenzar el preescolar, y Mark siempre había hablado de esa escuela en el centro.
Dos días después, Josie murió. Y Eleanora lloró más fuerte desde el funeral. Ella la enterró debajo del árbol en su patio trasero y los gemelos recogieron flores de la tienda.
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El mismo año en que los gemelos cumplieron cinco años, Eleanora y Alex se encontraron lentamente volviendo a sus viejas costumbres.
Alex hacía todo lo posible para conseguir sus tazas de pudín, y Eleanora le dejaba dormir la siesta sobre su hombro cada vez que la necesitaba. Compartían el sofá en el salón de Asistentes, con las piernas tiradas entre sí mientras leían en voz baja o simplemente hablaban.
La noche de la fiesta de Navidad de la clase de Luca y Elijah, Alex se ofreció a ayudar a Eleanora como chaperón. Se suponía que algunos otros padres debían estar allí, pero todos fueron en pareja y Eleanora nunca pudo acercarse realmente a los demás debido a su agitado horario y al hecho de que era una de las únicas madres solteras.
Los gemelos estaban jugando con sus amigos Ryan y Haley, y Eleanora los miró para hacerle una pregunta a Alex. Pero sus palabras quedaron atrapadas en su garganta cuando vio a Alex mostrar con orgullo la tarjeta hecha a mano que le hicieron los gemelos, un sombrero de elfo de la tienda de un dólar que compraron veinte minutos antes de que la fiesta comenzara puesto de manera desequilibrada en su cabeza.
Eleanora se inclinó, ahuecó suavemente una de sus mejillas y apretó sus labios juntos.
Alex se congeló por un momento antes de devolverle el beso, suave y cuidadoso. Como si no quisiera romperla, no de nuevo.
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La vez que los chicos le hicieron esa pregunta específica a Alex, los gemelos tenían 9 años y los cuatro estaban comiendo pizza en la sala de estar y viendo una película de superhéroes.
Fue Luca quien lo preguntó, siempre confiado y franco. Eleanora sabía que Elijah también tenía curiosidad, porque los había visto susurrándose el uno al otro antes de que Luca se diera la vuelta y le diera una pregunta audazmente a Alex.
"¿Se supone que debemos llamarte papá ahora que mamá y tú se mudaron juntos?"
Eleanora se congeló ante la pregunta, algo en su estómago se retorció. El collar alrededor de su cuello parecía arder en su piel, la alianza que solía estar en su dedo ahora colgando alrededor de su cuello.
Alex parpadeó hacia los dos chicos, ambos ojos puestos en él. Respiró hondo, dirigiéndole una mirada a Eleanora antes de poner su plato a su lado e inclinarse hacia adelante.
"No, no tienes que llamarme tu papá. Porque no soy tu padre. Ese era Mark, y nunca querría reemplazarlo. Yo solo... solo soy Alex. Solía ser tu tío Alex, cuando tu padre estaba... estaba vivo. Todavía puedes llamarme tío Alex, si quieres, o simplemente Alex."
"Pero en realidad no eres nuestro tío." Elijah señaló, inclinando un poco la cabeza. Eleanora se relajó lentamente, mirando entre los tres con cuidado. "Quiero decir, el tío Enzo es nuestro tío. Eres el novio de mamá."
"Sería raro llamarte tío Alex porque entonces podrías besar a mamá y la gente estaría confundida." Luca declaró, entrecerrando los ojos un poco pensativo.
Luego, él y Elijah compartieron una mirada, haciendo esa cosa que Eleanora despreciaba ligeramente donde tenían una conversación silenciosa. Elijah acaba de asentir con la cabeza antes de volver a centrarse en la película, Luca le envió a Alex una sonrisa orgullosa.
"Te llamaremos Alex. Pero podríamos llamarte papá-Alex para otras personas, para que sepan que eso es lo que eres."
Cuando Luca se dio la vuelta, Alex parpadeó. Luego miró a Eleanora, sus propios ojos llorosos un poco. Él la había ayudado con los chicos después de que Mark muriera, y una vez que comenzaron a acercarse, la ayudó a criarlos.
En ese momento, Alex contaría a Luca y Elijah como suyos cuando se trataba de eso. Y saber que lo contarían como propio lo hizo sentir completo.
"¿Oíste eso?" Susurró, una sonrisa tonta creciendo en sus labios. "Soy papá-Alex."
Eleanora sonrió lentamente, y aunque sintió algo de tristeza filtrandose en sus huesos, en su mayoría estaba llena de felicidad y alivio. Felicidad porque los chicos tenían una figura paterna a la que admirar que realmente estaba viva, y alivio de que Alex estuviera contento con eso.
"Eres papá-Alex." Ella confirmó, presionando un beso rápido en sus labios.
Dos voces familiares emitieron ruidos disgustados, Luca cubriendo dramáticamente los ojos de Elijah mientras gritaba a los adultos (ahora riendo) que están detrás de él.
"¡Qué asco!"
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Eleanora y Alex decidieron que no se casarían. Ambos se habían casado antes, y ambos terminaron horriblemente.
Estaban bien tal y como estaban. Alex y Eleanora.
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Cuando Izzie Stevens y los otros gemelos entraron en escena, Eleanora estaba aterrada de que Alex cayera en sus brazos de nuevo. Que la historia se repitiera, que ella no fuera suficiente en comparación con la rubia.
Alex la llamó loca y le dijo que nunca la dejaría. No ahora, ahora que había crecido. Que nunca más la perdería si tenía algo que decir.
Trataron de resolverlo, los tres. Intentaron averiguar cómo funcionaría con Alex, Luca, Elijah y Eleanora en Seattle y con Izzie, Alexis y Eli en Kansas.
Finalmente, Alex y Eleanora llegaron juntos a una conclusión. Se mudarían a Kansas por ahora, mantendrían la casa en Seattle y la visitarían de vez en cuando.
Cuando Eleanora salió del Grey-Sloan Memorial por última vez, supo que no era realmente un adiós.
Siempre encontraría el camino de vuelta.
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Los dos chicos fueron a la Facultad de Medicina, y ambos llegaron a ser residentes de cirugía. A Elijah le asignaron un programa en California, mientras que a Luca le asignaron el Grey-Sloan Memorial, dedicándose a Traumatología y Plástica respectivamente.
Eleanora Amedeo-Sloan era conocida como una de las mejores neurocirujanas de su generación. También se le conocía como la mujer que curó el Alzheimer, retomando el camino que dejó su mentor unos años después de que se trasladara de Washington a Kansas.
Eleanora tenía a mucha gente pendiente de ella, apoyándola desde el margen y desde su lado. Sin embargo, hubo una persona que estuvo con ella en todo, en cada momento bueno y en cada momento malo.
Mark Sloan nunca la dejó sola.
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Aquí yace la Dra. Eleanora Amedeo-Sloan
Una amorosa Madre, Amiga y Viuda,
Por siempre y para siempre al fin
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A/N
lol este me dolió
espero hayan disfrutado :)