Zhan estaba extasiado. Nunca se había sentido así, excepto con...
Con su mano derecha tomó el control remoto y apagó el televisor, luego subió su mano hasta el rostro de Jiyang. Acarició su mejilla, tomó suavemente su mentón y lo levantó. Unió sus labios en un suave beso que comenzó solo con un toque, unos segundos después se intensificó y Zhan volvió a sentarse en la cama, dejando a horcajadas a Jiyang y volviendo a acariciar su cintura. El contrario trato de estar un poco más cerca, ya que rodeó el cuello de Zhan con sus brazos. No querían separarse, eso era lo que le aterraba a Zhan. El no pensar en Jiyang mientras lo besaba, le aterraba. Pensar que es otra piel la que acaricia, le aterraba. En ir más allá con esa persona pensando en otra, le aterraba. El simple hecho de pensar en otra persona que no era Jiyang le aterraba, pero no podía parar. Subió una de sus manos y desabotonó dos botones de la camisa de Jiyang. El beso se volvió mucho más intenso, sus lenguas encajaban muy bien y Zhan bajó sus mano dando forma a la cintura de Jiyang, pasando por debajo de la camisa blanca, comenzó a acariciar el pecho de Jiyang. Su pulgar comenzó a dar suaves caricias circulares en los pezones del pecho contrario, quien gimió levemente en el beso.
Zhan quería llorar.
Las manos de Jiyang se enredaron con el cabello negro de Zhan, como si no quisiera que se separara. Pero, como si el destino quisiera lo contrario, la falta de aire se hizo presente. Ambos se separaron con las respiraciones agitadas, Jiyang estaba un poco más arriba y con sus ojos brillando extrañamente, mirando directamente los de Zhan.
Zhan se sentía mal. Volvió a la realidad y se dió cuenta que no era la persona en la que pensaba.
Dirigió su cabeza a la piel palida de la curva del cuello de Jiyang y comenzó a besarla. El contrario gemía en respuesta a la estimulación que su cuello estaba recibiendo, tanto que empezó a frotarse contra el miembro de Zhan, inconsientemente. Al sentir esto, Zhan acercó lo más que podía al delgado cuerpo y en un movimiento rápido se encontraba encima de este. Siguió con su labor de lamer y besar el cuello contrario, recibiendo bajos gemidos agudos y suspiros agitados. El causante de esos obsenos sonidos solamente acariciaba la espalda de Zhan, cubierta por un polera de color violeta. Bajó sus manos hasta donde terminaba la gruesa prenda y las metió debajo de ella, sintiéndose dichoso de que ninguna camiseta o sudadera le impidiera tocar la piel contraria. Subió sus manos acariciando la ancha espalda de Zhan y junto con ellas la polera.
Zhan tenía los ojos cerrados todo el tiempo.
Lo tomó como una señal de que debía quitarse la polera y así lo hizo. Se levantó y volvió a abrir sus ojos. La realidad lo volvió a aturdir, ya no quería estar ahí, pero hizo caso omiso a la razón y solamente 'pensó' con su cuerpo. Quitó la polera de su cuerpo tirándola a algún lado de la habitación, dejando a la vista su tonificado torso, uno que Jiyang ya había visto por pura casualidad. Esta vez, Zhan se acercó lentamente a Jiyang, con los ojos abiertos, tratando de afrontar la realidad.
Detente.
Lo miró por unos segundos, solamente para atacar sus labios otra vez y que ambos cerraran sus ojos. Las manos suaves de Jiyang se aferraban a la espalda ajena, no hasta el punto de lastimarlo.
Debes detenerte.
La camisa de Jiyang ya había sido completamente desabotonada, más no quitada de su cuerpo. Zhan ya tenía un pequeño 'problema' en la parte inferior de su cuerpo y le estaba doliendo. Claro que Jiyang también estaba reaccionando ante su estimulación, pero Zhan nunca lo supo. El beso tomó más intensidad cuando Jiyang movió su cabeza a un lado, los sonidos húmedos producto de sus lenguas moviéndose juntas y los chasquidos obsenos cada que sus bocas se separaban y volvían a unirse.
Para.
Gemidos agudos y jadeos era lo único que se escuchaba en la habitación esa tarde. Zhan estaba tan concentrado en besar esos tan adictivos y suaves labios que olvidó completamente a quien pertenecían, pero no pudo olvidar seguir pensando en otra persona. Bajó sus manos hasta el pantalón negro de Jiyang y lo desabotonó. El contrario suspiró levemente y tembló al sentir frío en la parte inferior de su cuerpo. Todas aquellas acciones sin romper ese delicioso beso, o eso creían. Volviendo a separarse, Zhan ya no quiso enfrentar su realidad y bajó un poco su cabeza para otra vez lamer, besar y succionar la curva del cuello ajeno. Los gemidos agudos y suspiros se presentaron otra vez, más cuando Zhan empezó a pasar sus manos por el torso suave y delgado de Jiyang. Ya no resistía el dolor, así que también desabotonó el pantalón propio, dejando un poco más de libertad a su erección. Jamás se cansaría de esa piel, es como si ya hubiera tenido esa sensación de adicción antes...
-Zhan. Ah... Zhan-Zhan...
¡Ya basta!
Estaba por quitar los bóxers de Jiyang cuando una voz dentro de él le dijo que se detuviera. Abrió mucho los ojos y rápidamente se separó de él, quedándose sentado en la cama y, segundos después, en la orilla derecha de esta. Este acto asustó mucho a Jiyang, quien se sentó de vuelta en la cama y también abrió mucho sus ojos.
-Ah. No, no, no. Dios, por qué... -Zhan apoyó sus codos en las rodillas mientras sus manos jalaban su cabello hacia atrás.
Jiyang vió eso, y lo único que pudo pensar era que él había hecho algo malo o que simplemente ya no le agradaba. No quería llorar. -Yo... Creo que es mejor que... -su teléfono comenzó a sonar, pero no le tomó importancia.
-Es mejor que contestes, podría ser importante -la tranquilidad con la que Zhan dijo eso alteró un poco a Jiyang en vez de aliviarlo.
-O-Okey -contestó la llamada-. Hola... Bowen yo... Sí, lo sé... Enserio lo lamento... No, por favor... Bowen, no le digas... Promételo... Gracias... ¿Vendrás?... Bien... Okey, adiós... Te espero -cortó la llamada.
-¿Vendrán a recogerte?
Jiyang aún no entendía por qué Zhan no quería verlo a la cara. Trató de ponerse firme y se levantó de la cama. Sabía que solamente tenía su camisa totalmente desabotonada vistiéndolo, pero no le importó. Rodeó la cama y se quedó parado en frente de Zhan. Este al ver las pálidas piernas frente a él, alzó a vista y se encontró con una carita extrañada y algo molesta, se le hizo tierno y gracioso.
-¿Qué suce...
-Yo... Yo sé que esto fué... Muy apresurado. Entenderé que no quieras hablarme durante un largo tiempo, tal vez para siempre, pero... Quiero disculparme y... Decirte que si pensabas en que me harías daño... Eh... Quiero que sepas que jamás lo harías. Ya voy a... Irme.
Antes de que siquiera voltee su cabeza, una mano lo tomó suavemente de la mejilla e hizo que volviera a verlo. -Tienes razón en que realmente no quería hacerte daño y que... Yo no estaba listo, aún.
-Entonces... ¿No te desagrado? ¿No estás molesto?
-No, enserio -Zhan tomó suavemente el mentón de Jiyang y rodeó su cintura con un brazo-. De hecho, me gustas.
-¿Eh? -los ojitos de Jiyang brillaron y su boquita entrabierta daba un aire muy adorable- Que yo... ¿Te gusto?
-Sí. La verdad, no sé cuándo pasó o cómo, pero eso siento.
-Yo... Ya debes saber que también me gustas.
-Te juro que no lo sabía -ambos rieron bajito. Se miraron por unos segundos. En un impulso valiente, Jiyang se acercó a Zhan y se sentó a horcajadas en sus piernas. Acercaron sus rostros para unir sus labios otra vez. Un beso inocente, uno que compartiría amor y cariño, si es que al menos ambos lo sintieran y no solo uno. Al separarse del beso se sonrieron-. Entonces, Jiyang, ¿serías mi novio?
-Sí. Sí, sí, sí, claro que sí -el entusiasmo y la felicidad había colmado a Jiyang.
Se lanzó a él y rodeó con sus brazos el cuello de Zhan, dándole un pequeño beso. Rompiendo el beso, se abrazaron, pero no duró mucho, porque Jiyang deshizo el abrazo. Caminó hasta donde se encontraba la polera que Zhan había tirado hace unos minutos. La tomó y después a su celular. Se la puso, Zhan sonrió ante tal acto un poco extrañado.
-¿Qué haces?
-No sé. Es que me dije que si alguna vez tenía novio, me gustaría hacer esto. Ji,ji, me queda grande -un gran espejo estaba colocado al lado de la ventana de la habitación. Caminó hasta quedar frente a el y prendió si celular ponerlo en cámara.
-Lo tendré de recuerdo de este día -miró a Zhan sonriendo, este también le devolvió la sonrisa. Jiyang volvió su vista al celular y abrió sus mucho sus ojos.
-¿Qué sucede?
-Bowen ya está viniendo por mí. Está a diez minutos de aquí. Debo apresurarme -dejó su celular en la cama y quitó la polera dejándola en el mismo lugar. Abotonó su camisa y puso sus pantalones como pudo. Tomó sus zapatillas y solamente puso los cordones a los costados inferiores.
-Te acompaño abajo -Jiyang asintió ante la sugerencia. Zhan volvió a ponerse su polera y salieron ambos de la habitación. Bajaron las escaleras y esperaron en la sala. Se besaron por unos minutos hasta que escucharon el sonido de la bocina de un auto fuera. Se separaron y caminaron hasta la puerta principal.
-Bueno, adiós -dijo Jiyang.
-Nos vemos -ambos se dieron un pequeño beso antes de abrir la puerta.
Zhan la abrió, dejando ver a Bowen, apoyado en el auto negro y vidrios polarizados, con la mirada tranquila pero seria. Jiyang caminó hasta donde se encontraba él y espero que le abriera la puerta para entrar en el. Con Jiyang ya dentro del auto, Bowen y Zhan se miraron. Una sensación incómoda llenó el cuerpo de Zhan, solo hasta que Bowen sonrió y asintió antes de entrar también en el auto y comenzar a conducir hasta que Zhan lo perdiera de vista. Cerró la puerta y caminó hasta el sofá más grande de su sala. Se recostó en el, con su antebrazo cubriendo sus ojos.
En el fondo, sabía que estaba mal ilusionar a un chico tan dulce y amable. Pero si quería olvidar a Yibo y todo lo que le había hecho, la oportunidad se estaba presentando. Claro estaba, Jiyang le gustaba, pero hasta el punto de amarlo no llegaría, tristemente solo él lo sabía. También sabía, que no iba a ser fácil olvidar a Yibo o al menos ignorarlo.
-Por favor, que esto funcione.
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Qué fuerte 👀. Y bueno ya, solo eso jiji. Los amo y cuídense mucho ❤️.
Lady N, fuera.