Maldito Veritaserum; Pansmion...

By -potterbroke

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A pesar de que no hay mucha información sobre ello, se sabe que las serpientes son apostadoras por naturaleza... More

synopsis
𝐂 𝐚 𝐬 𝐭
I
II
III
IV
V
VI
VII
VIII
IX
X
XI
XII
XIII
XIV
XV
XVII
XVIII
XIX
XX
XXI
XXII
XXIII
XXIV
XXV

XVI

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By -potterbroke




Luego de unos pocos días, Pansy y sus amigos visitaron diariamente a Ethan hasta su pronta recuperación. Su estado era bastante crítico, pero la magia logró que tan solo tres días después del ataque pudiera estar de pie.

Luego de unos cuantos juicios y debates, el Ministerio aprobó que Ethan quedara en custodia de los Weasley, con una pequeña ayuda de parte de Lucius Malfoy y la insistencia de Pansy. Para los Malfoy fue complicado concebir que, como padrinos del niño, no se les permitiera la custodia, pero al ver que era el deseo de Pansy, no objetaron.

La morena pensó que Ethan se iría con los Weasley y ella con los Malfoy, como lo venía planeando desde hace días, pero su hermano no quería pasar tiempo separado de ella, así que le rogó que por favor fuera a donde los Weasley con él. Así que, legalmente, Molly y Arthur tenían dos hijos más: Pansy y Ethan Weasley.

—Sigo sin creer que tendrás que pasar las vacaciones con las comadrejas —se burló Daphne, tomando un trozo de un pastel de chocolate.

De un momento a otro, Draco había llegado con un pastel en las manos y lo puso en medio de todos, con la excusa de que se le había antojado. Luego de burlarse porque parecía embarazada antojada, todos comenzaron a comer.

—Yo tampoco —habló, limpiándose la boca con una servilleta—, pero, viendo el lado positivo, tendré ventajas sobre todos vosotros sobre la apuesta —sonrió con suficiencia.

Todos habían acordado que, como las vacaciones de navidad estaban tan cerca, podían alargar la apuesta hasta dos semanas después de ellas. Solo para facilitar el camino y para ganar ventaja, por supuesto.

—Tampoco te celo, no estoy muy interesado en ver a puros pelirrojos corretear por un trozo de pollo —dijo Blaise, haciéndoles reír.

—Iba a deciros para que fueráis a visitarme, pero creo que prefiero ir yo a la Mansión Malfoy. ¿Los encuentros de siempre? —preguntó en dirección a Draco, quien le dio una mirada de obviedad.

Tanto en las vacaciones entre junio y septiembre y navidad, esta pequeña pandilla de serpientes tenían fechas exactas para encuentros desde segundo año. Principalmente lo hicieron para convencer a sus padres de dejarlos reunirse unos cuantos días y no perder el contacto físico, así que después de unos tres años ya eso era algo rutinario, pero Pansy preguntó esta vez por si había problema en enviar los trasladores a casa de los Weasley.

—Millie —llamó Theo, a lo que la aludida salió de sus pensamientos—, ¿todo bien?

—Ahm... sí, ¿por qué?

—Llevas muchas semanas que no hablas con nosotros. Lo discutí con los chicos en los dormitorios y caímos los tres en cuenta en lo mismo, y cuando lo intentábamos hablar con Pansy o Daphne simplemente esquivaban el tema o ponían excusas para irse —explicó, con paciencia pero mirándola con preocupación—. Llevamos desde primer año sin dividirnos de esta forma; no debéis decir todo lo que suceda, pero tampoco actuar como si nada estuviese pasando.

Pansy miró a Millicent y ella solo asintió con un suspiro, a lo que supo que debía tomar las riendas de la situación porque ella estaba demasiado débil como para hacerlo.

—Hace un tiempo recibimos la noticia de que supuestamente Bella había fallecido —dijo, haciendo que todos se enderezaran en sus asientos—. Después, cuando fuimos con Millicent a visitar a su tía Ophelia y a Logan, nos enteramos que Logan era el que había fallecido, y que Bella era una Maledictus. Esta fue su transformación definitiva, y en su forma animal, asesinó a Logan mientras él dormía.

Draco estaba sin aliento, mientras que Theo se limpiaba la lágrima solitaria que recorría su mejilla y Blaise miraba a Pansy incrédulo.

—No os dijimos nada porque ninguna sabía cómo explicarlo, además, era decisión de Millie —aclaró Daphne—. A ninguna nos gusta andar ocultando cosas, lo sabéis.

—Entonces, ¿con quién queda tu custodia? —preguntó Draco, después de un largo silencio de reflexión.

—Supongo que con mi tía Ophelia, pero están debatiendo en si dejarme con mis tíos Alecto y Amycus —dijo, en un suspiro.

—¿Esos maniáticos? —cuestionó Blaise—. Prefiero secuestrarte y que te quedes conmigo.

—Eso suena bien —dijo Millicent, riendo.

—¿Alguna otra duda sobre nuestros comportamientos, cielo? —le dijo Pansy a Theo con tono meloso, en señal de burla.

—Esperemos que no —dijo el aludido, rodando los ojos y sonriendo.

—Hola —interrumpió una voz chillona la conversación. Todos voltearon la cabeza a ver a la hermana de Daphne hablar.

Blaise frunció el ceño, Theo se recargó en el asiento, Draco la escudriñó con la mirada, Millicent le rodó los ojos sin piedad, Pansy le sonrió con sorna y Daphne se frotó la frente, hablando.

—¿Qué quieres, Astoria? —se quejó su hermana—, ¿no tendrías que estar jodiendo a los gryffindors en otra parte?

—Cállate —le espetó la castaña, a lo que Daphne abrió los ojos como platos—. Pasaba a recordarle a Pansy de parte del Premio Anual que mañana habrá reunión de prefectos en el salón de Historia de la Magia a las siete y veinte de la mañana y a avisarles que hoy la sala común cerrará sus puertas más temprano porque-...

—Mañana es el día sin profesores, sí, lo pillamos, esfúmate —dijo Pansy, haciéndole una seña con la mano.

—No —dijo Astoria, fingiendo firmeza que no tenía—. No tienes ningún derecho a echarme, puedo estar en cualquier lugar de esta sala común si me da la gana. No eres nadie para decirme qué hacer.

Pansy soltó una risa amarga.—¿Que no soy nadie, tesoro? Soy prefecta de slytherin y la persona que tiene el poder en sus manos para desheredarte con tan sólo una carta, así que creo que soy bastante alguien —habló severa, son su rostro ilegible—. No sé qué te habrán dicho esos gryffindors sobre la valentía o lo que te de la gana, pero que te quede claro, que eso es entre ellos. Aquí somos serpientes, nos deslizamos despacio entre los miedos e inseguridades de la gente que nos desagrada, y un poquito de impulsividad no nos intimida. Ahora vete, antes de que mi mano comience a escribirle a tus padres —dijo, mirándola directo a los ojos con ferocidad.

Astoria se puso roja, pero nadie pudo detectar si estaba a punto de estallar a llorar o a punto de soltar humo por las orejas. Caminó a paso rápido hacia la salida de la sala común y desapareció de la vista de la pandilla en un chasquido.

—Creo que me voy a ir a vivir sola —dijo Daphne de repente—. No creo soportar estar en la Mansión Greengrass semi-desheredada y con una hermana insoportable.

—Siempre habrá un puesto extra con las comadrejas —le guiñó un ojo Pansy, a lo que la rubia rió.

—Hey —saludó Pansy, sentándose al lado de la nacida de muggles.

Hermione estaba sentada en el patio del castillo, mirando a la nada. Pansy se extrañó de no verla acompañada del dúo de oro, pero no dijo nada en el momento.

—¿Crees que soy insoportable? —preguntó ella, sin mirarla—, ¿y que solo me importa meter la cabeza en ocho libros a la vez?

En ese momento, Pansy se dio cuenta que sus mejillas estaban empapadas y sus ojos hinchados, lo que indicaba que había estado llorando. De alguna manera, sintió su corazón arrugarse y posicionó su mano encima de la de la contraria, como para demostrar apoyo.

—¿La verdad? Sí, lo pienso —dijo, a lo que la castaña agachó la cabeza—. Eso es lo que te hace especial, Granger. Que no eres de esas huecas que solo le importa cómo se ve o qué va a comprar el fin de semana, sino de esas pocas que se interesan en lo que muchas personas consideran algo aburrido. Quizá a veces seas un grano en el culo, pero es porque todos alguna vez lo somos, y tampoco es que esté mal. Fíjate, a mí me dicen bastarda, cruel, odiosa, repudiable, huérfana y asquerosa, pero por eso no estoy muriéndome. Lo que no te mata, te hace más fuerte, ¿no?

Hermione no dijo nada, solo apoyó su cabeza sobre el hombro ajeno y dejó caer algunas lágrimas. Pansy no supo cómo reaccionar, así que solo pasó un brazo por sus hombros y suspiró, murmurando cosas como "está bien", "estoy aquí" de vez en cuando.

—El mundo apesta —susurró afligida la castaña, a lo que la morena sonrió.

—Me gustaría poder negarlo.

Poco tiempo después, Hermione se limpió las mejillas con sus palmas y se levantó, agradeciéndole con la mirada a Pansy. Ella le sonrió y, luego de eso, sacó una caja de cigarrillos de su bolsillo.

—¿Te importa? —le preguntó, a lo que Hermione negó con la cabeza.

Formó una pequeña flama con la punta de su varita y la puso en la punta del cigarrillo, a lo que tomó una profunda calada y dejó el humo salir despacio.

—Lamento mucho lo de tus padres y lo de tu hermano —dijo Hermione, a lo que Pansy le hizo una seña con la mano de despreocupación.

—No te preocupes, en algún punto tenía que salir a la luz —dijo, encogiéndose de hombros.

—¿Es desde hace tiempo? —cuestionó curiosa, a lo que la morena hizo una mueca.

—¿No podemos hablar de algo más? —respondió, arrugando la nariz.

—Sí, claro. Lo siento —dijo rápidamente, volteando la mirada.

Luego de un largo silencio, Pansy habló para romper el hielo.—Astoria os está usando —dijo, dándole otra calada a su cigarrillo. Al ver la confusión en la contraria, agregó—. Les contó a mis padres que me estaba viendo contigo y estuvo a punto de decírselo a los padres de mis amigos, buscando que nos desheredaran a todos. Se está acercando a vosotros porque necesita recolectar más información para decírselo al resto de nuestros padres, así que agradecería si le cortarais el rollo pronto —finalizó, tomando otra calada.

—¿Qué se supone que debo responder a eso? —cuestionó la castaña, anonadada.

—La verdad no sé —dijo la mayor—. Solo venía con ganas de decirlo desde que os encontré en la Greengrass Boutique.

—Ya entiendo porqué a mis compañeros no les gusta juntarse con vosotros —soltó la castaña.

—El sentimiento es mutuo, supongo —respondió ella con frialdad, poniendo el cigarro sobre sus labios.

—¿Por qué los slytherins sois tan crueles? —preguntó ella, volteando a verla.

—¿Por qué los leones sois tan impulsivos? —devolvió, colocando de nuevo su rostro ilegible.

—Lo digo en serio, Pansy —insistió, a lo que la contraria respondió con un suspiro.

—¿Alguna vez has sentido el dolor de un crucio, Hermione? —cuestionó, mirándole a los ojos.

—¡Por supuesto que no! —saltó la contraria con horror, a lo que ella soltó una risa vacía.

—Te apuesto mis bóvedas repletas al tope de galeones que el noventa y cinco porciento de los slytherins sí —dijo ella, dejando salir el humo de sus labios.

—Eso es algo doloroso y espantoso de oír, pero no justifica el maltrato escolar.

—Como no podemos descargar la furia con las personas que nos odian, nosotros la descargamos con personas en las que no tengamos interés absoluto —dijo, sacudiéndose el cabello —. También puede decirse que es una barrera de protección, no sé bien cómo decirlo. No somos como vosotros, no saludamos gente por la calle o hacemos amigos de la nada; ya que solo confiamos en nosotros mismos, ni siquiera en nuestra sombra. No estamos acostumbrados al cariño o al diálogo, estamos acostumbrados a los negocios y el dolor: por eso no congeniamos con ustedes —finalizó, apagando su cigarrillo contra la piel de su pierna que quedaba descubierta por la falda con una mueca, tirando la colilla hacia más adelante.

—¡No hagas eso! —se alarmó Hermione, viendo la quemadura que se comenzaba a formar sobre la piel ajena.

—No dramatices —dijo, tomando su varita y curándola con un movimiento—. No es para tanto.

—Con respecto a lo que dijiste... —murmuró, rascándose la nariz—. Supongo que nunca entenderé cómo funciona la mente de una serpiente... pero puedo intentarlo —dijo, sonriendo levemente y mirando directamente a los orbes esmeralda que la analizaban.

—Supongo que sí —dijo.

Hermione vaciló, pero dejó caer suavemente su palma sobre la mano de Pansy que seguía en el suelo. La morena, al sentir su tacto vacilante, volteó su mano y entrelazó sus dedos con los ajenos, sin despegar su mirada del frente.

Pansy no sabría explicar qué era lo que sentía en la boca del estómago, o porqué sentía la necesidad de explicarle a Hermione los motivos de los slytherins. Tampoco podía explicar porqué se sentía cohibida cada vez que se ponía terca, o porqué sentía ganas de defenderla de aquellos monstruos que la atormentaban en aquellos momentos de debilidad.

No podía explicarlo, porque ni ella sabía que Hermione estaba domando a la serpiente.

MUY BUENAAAS

cosas geniales le espera a este libro. de verdad tengo la inspiración a tope y eso me pone de buen humor. ¿cómo les ha ido? ¿qué tal?

vamos dando pasitos de tortuga con mis niñas, pero ya pronto llegaremos al centro de todo. espero que tengáis palomitas a la mano, porque se viene lo que se llama drama.

es tan divertido ser quien maneja todo JSJDJDF

muchas gracias por seguir aquí! 💕

/dar chetos.

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