Saltando de su cómodo sueño con la cabeza apoyada en el pecho desnudo de Mark, Eleanora prácticamente se cae de la cama en su prisa por agarrar su busca.
Mark refunfuña, abriendo un ojo para ver cómo está su novia. "¿Estás bien?"
Frotando el sueño de sus ojos, Eleanora asiente antes de ponerse de pie. Agarrando sus jeans del suelo, salta sobre una pierna mientras se los pone.
"¡Estoy bien, estoy bien!" Ella arroja su localizador en su bolso, rápidamente tropezando hacia el baño para cepillarse rápidamente el cabello y los dientes.
Mark se sienta y enciende la lámpara de noche. Estirando la espalda, miró el despertador y frunció el ceño. "Nora, cariño, son las 4 am."
Eleanora sale del baño y se pasa el cepillo por el pelo desordenado. "Lo sé. Tyler me llamó, dijo que va a llegar una Apendectomía. Se rumorea que el Jefe ha hecho un apendectomía para la primera cirugía en solitario en los últimos dos años, y quiero obtener suficiente información sobre ellos en mi cerebro tan humanamente posible."
Mark resopla, recostándose contra la cabecera. "¿Le pagaste a Tyler para que te avisara sobre el apéndice cuando no estás de guardia?"
Eleanora frunció el ceño, sintiéndose levemente ofendida. "Por supuesto que no. Solo pregunté y él dijo que sí." Mark desaparece de nuevo en el baño, asiente para sí mismo, pero su voz es lo suficientemente fuerte como para llegar a su novia.
"Bien, lo siento, olvidé que todo el mundo está loco por ti." Bromeó.
Después de unos momentos, Eleanora se apresuró a regresar a la sala principal, agarrando su bolso y teléfono celular. Apoyó una rodilla en la cama, inclinándose sobre ella para darle un casto beso en los labios. Mark sonríe, moviendo su mano para tomar su mejilla en un intento de calentar el beso.
Eleanora se aparta, presionando otro beso en la parte superior de su nariz antes de dirigirse hacia la puerta. "¡Tengo un apéndice, babe! ¡Te veré en un par de horas!"
La puerta de la habitación de hotel de Mark se cierra de golpe, dejando que el hombre la mire con los ojos entrecerrados. Deja escapar un resoplido antes de apagar la lámpara y se deja caer dramáticamente para intentar dormir una hora más o menos.
"Maldita cirugía en solitario." Murmuró para sí mismo, golpeando la almohada para hacerla un poco más cómoda. "Me impide tener sexo matutino."
_______
Saltando sobre sus talones junto a George, Eleanora se retuerce las manos mientras ella y sus amigos esperan a que Bailey aparezca.
Mirando alrededor al grupo, las cejas de Eleanora se fruncen un poco antes de enfocarse en Alex. "Oye, ¿dónde está Izzie?"
Alex no la mira, su voz un poco áspera. "¿Dónde está Sloan?"
George, Meredith y Cristina se enfocan en los dos, los ojos de las dos mujeres se entrecierran un poco y las cejas de George se arquean.
Eleanora se queda en silencio por un momento, dejando que sus ojos bailan por su rostro. Luego se gira para mirar hacia adelante cuando escucha que se abren las puertas de la sala de emergencias, su propia voz un poco fría. "Su turno no comienza hasta dentro de dos horas."
Sacudiendo el agua de su paraguas, Bailey mira hacia arriba para ver a los residentes de pie alrededor. "¿Qué están haciendo todos aquí?"
"Oh, es mío. Lo conocí en la ambulancia." Cristina se sobresaltó, sin responder a la pregunta. Meredith apareció junto a ella, su propia voz un poco rápida.
"Y ella lo comparte conmigo."
"Él es mío. Estoy de guardia." George dice rotundamente. Eleanora se anima, una sonrisa demasiado brillante para alguien que estaba despierto antes de las 6 am se abre camino en sus labios.
"Y lo está compartiendo conmigo."
George sonríe, dándole un empujón juguetón. Alex le da a su jefa de residentes una dulce sonrisa enfermiza, una que obviamente está siendo forzada. "Buenos días, Dra. Bailey. Se ve bien hoy."
"Chupa medias." Cristina sisea, volviendo la atención de Bailey hacia ella. "Llegué aquí primero, y el Jefe dijo que soy yo quien debe vigilar."
"También me dijo que yo era el que debía vigilar." Eleanora intervino, asomando la cabeza alrededor de su amiga más alta. "También me dijo lo impresionado que estaba conmigo, en mi año de pasantía y en este."
"Ooohh, lo entiendo." Bailey arrastró las palabras, mirando entre los residentes con una mirada de complicidad en su rostro. "Es el momento de la cirugía en solitario, y todos han escuchado que en los últimos dos años el Jefe ha asignado una apendicectomía. Así que ustedes, pequeños mini cirujanos, sacaron sus traseros de la cama para recoger algunos consejos finales del maestro. Sí, es un poco lindo. Yo puedo usar a dos de ustedes."
"Pero estoy de guardia." George dice, su voz exasperada. Eleanora se anima al lado de su mejor amigo, su voz un poco aguda.
"Siempre me has dicho lo linda que soy. Dado, normalmente es cuando estás a punto de mandarme, ¡pero lo has dicho!"
Cristina se revuelve, notando que Bailey presta atención a Eleanora y George. "Acabo de poner a Meredith al tanto del caso."
"Jason Kron, 47. Molestia sobre el punto de McBurney." Meredith le dijo a Bailey con confianza, Bailey se volvió para mirar a Alex.
"Karev, ¿qué sabes sobre el Sr. Kron?"
Alex luchó por un momento, viendo que no había podido mirar el gráfico al ver que lo atrapó más tarde que los demás. "Sé que es un hombre afortunado de tenerte como cirujana."
Eleanora inclinó la cabeza confundida, George se burló y Cristina hizo rodar su ojos, mientras Meredith se esfuerza por no reírse.
La atención de todos es captada por un EMT y Hunt llegando, escuchando las estadísticas. "Arthur Soltanoff, 45. Se cayó desde una ventana del segundo piso. Vitales estables, múltiples fracturas y laceraciones con evidencia de trauma en la cabeza."
Owen asintió y los condujo a la sala de trauma uno. Se detuvo junto al grupo, concentrándose en el gráfico en la mano. "Dra. Bailey, necesitaré que uno de sus residentes me ayude y otro que dirija la sala de emergencias mientras estoy ocupado."
"¡Yo, mío!" George gritó, poniéndose de pie junto al asistente de trauma. "¡Estoy de guardia!"
"Es tuyo." Bailey le indicó que se fuera antes de concentrarse en Eleanora. "Amedeo, dirige la sala de emergencias. Eres la única en quien confío tan temprano en la mañana." Ella le dio una mirada extraña, sin comprender completamente cómo podía ser tan alegre.
Eleanora trató de disimular su decepción antes de asentir y dirigirse directamente al escritorio de urgencias. "Por supuesto, Dra. Bailey."
Al llegar al escritorio, se inclina sobre él para hablar con Tyler. "Oye, ¿podrías llamar a mis internos? Están de guardia esta noche y voy a querer algunas manos extra por si acaso."
Tyler asintió, cogiendo el teléfono. "Lo tienes."
Ella le dedicó una sonrisa de agradecimiento y agarró el portapapeles del escritorio. "Y gracias por llamarme sobre el Apéndice, Ty. Significa mucho."
Él se encogió de hombros y le dedicó una sonrisa. "No lo menciones."
______
Al entrar en una habitación vacía, Eleanora deja que sus ojos se posen en Callie, quien tiene la nariz rota y lágrimas rodando por sus mejillas. La paciente de Hunt aparentemente camina dormida y la había golpeado tan fuerte que se rompió la nariz del piso.
"Oh Dios, Callie, acabo de escuchar." Entró en la habitación, sin darle a su novio ni una sola mirada. Tomó la mano de Callie y la miró a la cara.
Mark hizo una mueca, su voz un poco gruñona. "Hola Mark, mi novio. Es un placer verte."
Ambas mujeres lo ignoraron, la voz de Callie rasposa. "No puedo creer que esto esté pasando."
Mark resopló, preparando una jeringa. "De todos modos, no era una gran nariz."
Callie jadeó y Eleanora lo golpeó, sus ojos duros. "Era una nariz hermosa, Callie. La mejor que he visto."
"Relájate, estaba bromeando." Mark niega con la cabeza, una pequeña sonrisa se dibuja en sus labios. Se preparó para presionar la aguja en la fosa nasal de Callie, Eleanora dio un pequeño paso hacia atrás para darle espacio. Callie la agarró de la mano, mirando frente a ella "Era una nariz preciosa y lo será de nuevo. Dentro de dos semanas ni siquiera podrás decir que pasó nada."
"¿De Verdad?" Callie pregunta, su voz esperanzada.
Eleanora hizo una mueca, respondiendo por Mark. "Tres semanas, es más como eso. Cuatro como máximo."
Callie miró un poco a la mujer más pequeña, en voz baja. "Desearía poder odiarte ahora mismo."
"Un pequeño pellizco." Mark habló, presionando los anillos de sol en la nariz de Callie. La mujer apretó la mano de Eleanora con fuerza, dejando escapar pequeños gritos de dolor.
"¡Ow ow ow ow ow ow!"
"Oh vamos." Mark se sobresaltó, sacando la jeringa. "Eso no dolió."
"Sí, bueno, tal vez si estuviera teniendo un buen año lo sentiría como un pequeño pellizco. Pero duele, Mark. Duele mucho." Mark le toca alrededor de la nariz, Callie deja escapar otro grito. "¡Ow! ¡Ella, dile que se detenga!"
Eleanora suspiró, mirando a su novio con sus ojos de cachorro que ella sabe que lo atrapan todo el tiempo. "Bebé, ¿no hay alguna manera de hacerlo menos doloroso para ella? Está sufriendo."
Mark la miró, todo su ser se ablandó ante la mirada. Una pequeña sonrisa enamorada apareció en sus labios, encontrando difícil apartar la mirada de su rostro. Si Callie no tuviera tanto dolor, emocional y físicamente, ella lo arrullaría y se burlaría de él, al igual que lo había hecho cada vez que hacían algo lindo desde que Mark le dijo que estaban saliendo. En cambio, dejó escapar un ruido molesto, atrayendo la atención de Mark lentamente hacia ella.
"¿Sabes qué? Iba a hacer esto con anestesia local, pero creo que usaremos un sedante. De esa manera cuando te despiertes, tu nariz estará arreglada y será un día completamente nuevo."
Eleanora sintió que su corazón se aceleraba y sus ojos se suavizaban ante la forma amable y cariñosa en que estaba hablando con Callie. Miró a Callie, levantando una ceja mientras limpiaba un poco el cabello de la cara de su amiga.
"¿Qué tal eso, Callie? No sentirás nada de dolor." Su voz era tranquila y tranquilizadora, Callie asintió lentamente con un puchero en los labios.
"Me gusta eso." Murmuró ella. Eleanora sonrió, mirando su busca. Hizo un ruido antes de mirar hacia arriba.
"Emergencias es un caos en este momento, así que tengo que irme. Pero estaré allí cuando despiertes, Callie." Apretó la mano de su amiga por última vez, caminando alrededor de la mesa para presionar un beso rápido en la mejilla de Mark antes de salir corriendo.
Mark la vio irse con una sonrisa en los labios. Callie se burló, recostándose en la cama. "Que ustedes dos sean tan lindos y estén enamorados no me ayuda, Mark."
______
"Hanson, ¿qué está pasando?" Eleanora le preguntó a su pasante, mirando a su alrededor en la agitada sala de emergencias. Hanson luchó y le entregó un gráfico.
"E-Es simplemente caótico, Dra. A. Luke, Molly y yo estamos tratando de mantenerlo todo en marcha, pero es demasiado para los tres de nosotros."
Ella leyó el gráfico en sus manos, asintiendo con la cabeza. "Está bien. Está bien, al menos sabías cuándo pedir ayuda. ¿Por qué no le pides a Tyler que avise a algunos de los otros internos, de esa manera tendremos más manos en la cubierta?" Hanson hizo una mueca, Eleanora se detuvo. "¿Qué?"
"Ya le pregunté a él, como diez minutos antes de llamarte, pero ninguno de ellos respondió."
Eleanora suspiró, pensando para sí misma. "Está bien, claro. Ve a pedirle que lo haga una vez más. Con suerte, los cuatro podemos mantener el fuerte, pero si nadie aparece y no podemos, llamaré a sus residentes."
Hanson asintió y se dirigió a la recepción para hacer lo que se le dijo. Eleanora suspiró para sí misma, caminando hacia la cama a la que pertenecía la historia clínica.
¿Dónde estaban los internos?
_______
La sala de emergencias terminó por calmarse, y con eso Eleanora fue al vestíbulo para poner el papeleo oficial de admisión de algunos de los pacientes. Oyó que alguien se acercaba y miró para encontrar a Bailey.
"Hola, Dra. Bailey", saludó, volviendo a escribir en la computadora. Bailey asintió, apoyándose contra el escritorio por un momento.
Uno de los internos de Cristina corrió hacia ella, ambas mujeres sin mirar su voz . "D-Dra. Bailey, hay una emergencia en una cirugía ambulatoria."
"¿Qué tipo de emergencia?", Preguntó Bailey a medias.
"Hay una... es una emergencia." Ante el temblor en su voz, ambas mujeres miraron hacia arriba. Eleanora frunció el ceño , levantándose lentamente de su asiento.
"Por favor, venga." Rogó. Bailey miró a Eleanora, que permaneció en silencio por un momento antes de dirigirse hacia el paciente ambulatorio.
_______
Después de una limpieza rápida, Bailey y Eleanora irrumpieron en la habitación. "Está bien, ¿qué diablos está pasando?" Demandó Bailey, mirando alrededor de la sala llena de gente. Casi todos los internos, excepto los de Eleanora, estaban allí, Mer y Cristina realizando una cirugía en Sadie en el medio.
Los ojos de Eleanora se agrandan, mirando hacia arriba cuando Lexie comienza a explicar. "Estábamos tratando de sacarle el apéndice."
"Bueno, ¿de quién fue la tonta idea?", preguntó Bailey, mientras una de las pasantes le ponía los guantes. Eleanora echa un vistazo a la cara de Lexie, su ojos brillando con lágrimas no derramadas.
Eleanora dejó escapar un suspiro, respondiendo para ella. "Fue de ella, Dra. Bailey."
Bailey hace un ruido molesto, sacudiendo la cabeza mientras camina hacia Meredith y Cristina. "Amedeo, lleva a estos idiotas directamente a la oficina del Jefe. Siéntalos afuera en el pasillo y haz que te lo expliquen en el camino. Llama al Jefe y estaré allí tan pronto como pueda."
Eleanora asintió, lista para irse. Cuando ninguno de los internos se movió, Eleanora habló, su voz era áspera y cruel.
"No creo que haya sido difícil entender lo que dijo. Fuera, todos ustedes, ahora."
_______
De pie en una sala de conferencias entre Meredith y Cristina, Eleanora escuchó la charla del Jefe. Acababa de llegar al hospital hace diez minutos, y después de escuchar la historia de Bailey quiso hablar con las tres.
"Estaba durmiendo, y dormir no es fácil para mí, pero finalmente estaba durmiendo. Entonces recibí una llamada de Amedeo-"
"No puedo creerlo." Meredith interrumpió, negando con la cabeza. "Todavía no puedo creerlo."
"No te castigues demasiado por eso." El Jefe le dijo, cruzando los brazos. "He visto mucha madurez en ustedes tres a través de todo este lío. Ustedes dos-" asintió con la cabeza hacia Meredith y Cristina, "manejaron la crisis, manejaron la cirugía. Le salvaron la vida. Y Amedeo, manejaste a los idiotas internos, el papeleo de Sadie, me llamaron, diablos, tus internos fueron los únicos que no estuvieron involucrados. Todas ustedes me impresionaron."
Pensó por un momento antes de continuar. "Todos pidieron ayuda de inmediato. A veces, proteger a sus colegas es solidaridad y, a veces, simplemente arrogancia. Me alegra ver que saben la diferencia." Les dio a todas una suave sonrisa, Eleanora devolviéndola.
La puerta se abrió y Lexie entró con los ojos muy abiertos. "¡Jefe!" Ella miró a las tres, sacudiendo la cabeza. "N-no puedo dejar que ustedes tres se metan en problemas por esto."
Eleanora frunció el ceño y se volvió hacia su amiga. "Lexie, no estamos... tienes que volver a donde están todos los demás y esperar-"
"¡N-no, no está bien!" Lexie continuó, de cara al Jefe. "La gente trató de detenerme, la Dra. Yang me dijo ayer que lo detuviera, pero no escuché."
Los ojos de Eleanora se agrandan, volviéndose para mirar a Cristina con el rostro pálido. El Jefe habla, su voz fuerte y furiosa. El tono hace que Eleanora se estremezca un poco, compartiendo una mirada con una confundida Meredith.
"¿Sabías de esto ayer?" Mueve sus ojos enojados hacia Eleanora y Meredith. "¿Sabían ustedes dos?"
Eleanora lucha por encontrar palabras, Meredith habla automáticamente. "¡No!"
Cristina la mira con traición en sus ojos, el Jefe mirando a Eleanora. Luchó por encontrar las palabras de nuevo, desgarrada. El Jefe se da cuenta, llegando a la conclusión de que ella tampoco conocía antes de volverse hacia Cristina.
Dios mío, pensó Elenaora mientras el Jefe le gritaba a Cristina.
_______
En el pasillo, las tres amigas se quedaron en silencio. De repente, Meredith se da vuelta, su voz enfadada. "¿Lo sabías? ¡¿Sabías que la iban a abrir?!"
"¡No!" Cristina gritó, paseando por el pequeño pasillo. Eleanora se movió sobre sus pies, mirando entre las dos con ojos preocupados.
"Lexie acaba de decir que lo sabías, Cristina." Habló suavemente. Cristina negó con la cabeza, tirando de su cabello.
"Suturas, sabía que se estaban suturando a sí mismos." Cristina corrigió, volviéndose hacia ellas. "¡Y no pensé que necesitaba decir nada porque lo había parado! ¡Lo había manejado!"
Eleanora no habló, mordiéndose las uñas. Sin embargo, continuó Meredith. "Aparentemente no lo hiciste porque casi le cuesta a Lexie su trabajo, ¡sin mencionar que Sadie casi muere allí!"
"Está bien, Sadie se hizo eso a sí misma." Cristina siseó. "Y no pretendamos que tienes algún tipo de relación con Lexie."
Eleanora se puso de pie, sacudiendo la cabeza. "Cristina, detente. Todas tenemos que parar-"
Cristina y Meredith no escucharon, Cristina continuó sin dudarlo. "No pretendamos que te preocupas por ella."
"Me preocupo por mi trabajo, ¡y me preocupo por hacer lo correcto!" Meredith argumenta. Esas palabras hicieron que Cristina se enfadara, la mujer dio un paso intimidante hacia su amiga. Eleanora la interceptó, parándose entre las dos.
"Chicas, paren-"
"¿Quién eres tú para sermonearme sobre hacer lo correcto? ¿Me estás tomando el pelo? No eres una asistente, Meredith. Puede que te acuestes con uno, pero todavía no lo eres."
Eleanora se estremeció ante las palabras, tomando una pequeña bocanada de aire ante la hostilidad en ellas. No estaban dirigidas a ella, pero aún sentía el aguijón, al ver ya que estaba en una relación con un asistente como Meredith.
"¿De eso se trata, sobre Derek? ¿Siempre se tratará de Derek?", Espetó Meredith, dejando escapar una risa seca.
"Bien, no se trata de Derek. ¡Se trata de ti y de mí y del hecho de que no me apoyaste en esa habitación! Eleanora me cubrió la espalda, no dijo nada para criminalizarme, y eso es todo lo que tenía que hacer porque dependía de ti hablar con el Jefe-"
"¿Qué querrías que dijera?"
"Tenemos que parar, chicas, esto no es-"
"¡Nada! ¡Deberías haber dicho cualquier cosa! Tienes una relación con el Jefe. Tienes su oído pero no dijiste nada para defenderme. Porque esto no es solo para mí. Quiero decir, te quedaste ahí y lo viste sacarme de la carrera para una cirugía en solitario. Me dejas cargar con toda la culpa, pero el hecho es que Eleanora es la única que no tiene pasantes en la sala. Todas nosotros, excepto ella, no pudimos supervisarlos."
Eleanora se alejó lentamente de en medio de ellas, sabiendo que en este momento esta discusión no tenía nada que ver con ella. Fue entre ellas dos, incluso si odiaba quedarse quieta y solo mirar.
"Y si tu amiga hubiera muerto allí", continuó Cristina, "si tú y yo no le hubiéramos salvado la vida, eso también nos habría costado a todas. Deberías haber dicho eso."
Cristina se volvió, saliendo furiosa del pasillo. Eleanora y Meredith se quedaron en silencio por un momento, antes de que Meredith hablara.
"Ve tras ella." Murmuró. "Estaré bien, pero ve tras ella."
Eleanora se acercó y le dio a Meredith un gran abrazo, la más alta de las dos se lo devolvió. Eleanora suspiró antes de girarse y perseguir a Cristina, sacudiendo la cabeza.
Todo era un desastre.
_______
"No se que estaban pensando." Le dijo Eleanora a Mark, doblando algo de su ropa. Mark estaba justo a su lado, doblando la otra mitad mientras escuchaba. "No sé qué estaba pensando Lexie. Fue tan..."
"Estúpido." Mark terminó por ella, colocando una camisa en la pila. "Los pasantes son estúpidos."
Eleanora arqueó una ceja, su voz un poco burlona. "¿Fui estúpida como pasante? Porque la última vez que revisé tuviste el mayor-"
"Oye, oye, paramos mientras sigamos adelante", bromeó Mark. Colocó la camisa que estaba doblando, envolviendo sus brazos alrededor de su cintura y tirándola encima de él mientras él se dejaba caer en la cama.
Eleanora soltó un chillido, los dos riendo juntos. Ella miró su rostro, dejando que su mano acariciara su mejilla. Le dio un beso en los labios antes de poner su cabeza debajo de su barbilla.
"La pelea fue mala." Murmuró. Mark la apretó para consuelo, escuchándola. "No sé... Mer y Cristina no han peleado así antes, y no sé cómo arreglarlo."
Mark le pasó los dedos por el cabello, mirando hacia el techo. "No depende de ti arreglarlo, Nora."
Ella suspiró, acurrucándose un poco más contra él. "En cierto modo, algo así."
"Si ese es el caso, entonces te prometo que nunca tendrás que arreglar algo así por mí, así que solo tienes que preocuparte por esas dos", le dijo Mark, su voz firme.
Eleanora se rió, mirándolo. "Tengo la sensación de que lo que acabas de decir es una mentira."
Mark se rió entre dientes y la miró. "Probablemente." La tomó por la barbilla y presionó sus labios contra los de ella. Sostuvieron el beso durante un rato, el aire a su alrededor era cálido y feliz.
Ambos pensaban y sentían la misma emoción, las palabras en la punta de la lengua. Pero ambos habían sido quemados en el pasado, y ambos decidieron mantenerlo para ellos mismos por un poco más de tiempo. Pero todavía estaba allí, obvio.
Estoy perdidamente enamorada de ti.
_______