The Proposal. {h.s}

By callmeximena

3.2M 170K 38.6K

❝Si no recuerdas la más ligera locura en que el amor te hizo caer, no has amado.❞ • Hermosa portada by | @pil... More

Prólogo.
Sinopsis.
Capítulo 1.
Capítulo 2.
Capítulo 3.
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7.
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 13.
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Capítulo 16.
Capítulo 17.
Capítulo 18.
Capítulo 19.
Capítulo 20.
Capítulo 21.
Capítulo 22.
Capítulo 23.
Capítulo 24.
Capítulo 25.
Capítulo 26.
Capítulo 27.
Capítulo 28.
Capítulo 29.
Capítulo 30.
Capítulo 31.
Capítulo 32.
Capítulo 33.
Capítulo 35.
Capítulo 36.
Capítulo 37.
Capítulo 38.
Capítulo 39.
Capítulo 40.
Capítulo 41.
Capítulo 42.
Capítulo 43.
Capítulo 44.
Capítulo 45.
Capítulo 46.
Capítulo 47.
Capítulo 48.
Capítulo 49.
Capítulo 50.
Capítulo 51.
Capítulo 52.
Capítulo 53.
Capítulo 54.
Capítulo 55.
Capítulo 56.
Capítulo 57.
Capítulo 58.
Agradecimientos + ¡Segunda Parte!

Capítulo 34.

48.3K 2.5K 1.2K
By callmeximena

—Hola, Rose.

—Hola, Austin— cerré la puerta de la casa y me senté a su lado.

—¿Tienes hambre? Traje una tartaleta de fresa del restaurante.

—Uh, nunca estoy llena para una tartaleta.— Sonreí. —Pero estoy muy cansada como para ir a la cocina ahora y traer esa delicia.

—No te preocupes.— Se levantó y unos minutos después apareció con un pequeño plato. —Disfrútalo.

—Gracias.— Metí un trozo de la tartaleta en mi boca y suspire de placer. —Amo las tartaletas.

—Lo sé.


Seguí degustando mi deliciosa tartaleta de fresa mientras veía un poco de televisión, los dos estábamos callados pero para nada incómodos.


—Oye Austin.— Lo llame y él me miro expectante. —¿Qué opinas de mi relación con Harry?

—¿Estas pidiendo mi opinión?— asentí. —Uhm, hace bonita pareja.

—Me gustaría saber un poco más de detalles.

—No sé, Rose, ustedes casi nunca salen. Pensé que lo vería todos los días, los fines de semana venir aquí o que tu salgas con él; pero realmente no ha pasado nada de eso. Parecen como si...no estuvieran en una relación.— Hice una mueca. —No lo tomes a mal.— Añadió rápido.

—No, no es eso. Es solo que...— me reí.


¿Cómo le iba a explicar que en verdad Harry y yo no tenemos nada?


—Es complicado.— Finalicé.

—Lo sé y tú no tienes que explicarme nada. Son tus asuntos y te entiendo.


Oye Austin, en realidad Harry y yo no estamos en una relación, yo le hice una propuesta hace tiempo y desde ahí parece que no podemos vivir separados; parece que hay algo que nos une y hace que volvamos al mismo punto. Quiero terminar esto. Ayúdame ¿por favor?


Me quede pensando en todo lo que quise decirle a Austin pero no me atreví. Esta mentira se está extendiendo mucho y no sé cuándo parará.


—Mañana va a venir Selena.— Cambie de tema para ya no atormentarme con mis pensamientos.

—¿En serio?

—Sí, haremos compras navideñas.— Alce las cejas. —No te salvas de tu regalo, Austin.

—Ni siquiera intentaré pelear contigo sobre eso, siempre terminas ganando y me das algo.

—Lo hago porque me nace del corazón.— Me encogí de hombros. —Mañana también armaremos el árbol de navidad, así que cuando regreses de trabajar, posiblemente encuentres la casa infectada de color rojo y verde.

—Trataré de no comerme las galletas y la leche para santa.

—Gracias, aprecio tu consideración.



•••



—¿Dónde está el apuesto joven con quien vives?— pregunto Selena al entrar a mi casa.

—Durmiendo.— Camine hacia la cocina porque recién me había levantado y pensaba hacer el desayuno. —Déjalo tranquilo, él trabaja hasta la noche.

—Está bien, solo preguntaba.— Me miro inocente. —Traje jugo de manzana y me tome la libertad de comprar bagels de mora.

—Me ahorraste de hacer el desastroso desayuno.— Agarre la bolsa de bagels y lo partí en la mitad y luego lo puse en la tostadora.


Agarre dos vasos y vertí el jugo de manzana ahí. Le dije a Selena que ponga platos individuales, tenedores, cuchillos y platos para desayunar las dos. Después de veinte minutos, las dos nos estábamos deleitándonos con los bagels que con un poco de mantequilla untada y derretida, fue lo mejor que probé en mi vida. Hablamos de nuestros horarios para hoy en el centro comercial, luego, hicimos una lista de las decoraciones que compraremos y también de las tiendas en donde iríamos. Mientras Selena se quedaba lavando los trastos, yo aproveche el tiempo bañándome; me vestí en unos simples jeans rasgados, unas botas marrones, un polo negro con un diseño raro y encima una chaqueta color marrón claro. Me puse un beannie de color plomo y agarre un bolso. No me maquille porque sentí que no lo necesitaba; así que cinco minutos después ya nos encontrábamos en el carro de Selena dirigiéndonos al centro comercial. A dos semanas de la víspera de navidad, no había mucha gente y eso fue glorioso. Recorrimos por una tienda de decoraciones para el árbol de navidad y algunos gorros navideños. Desde que trabajo en la empresa, todas las navidades y Año Nuevo lo paso con Selena ya que ella no tiene familia y yo no quiero volver a ver a mi mamá en fiestas. Ahora a nuestra pequeña celebración se une Austin, él no tiene dinero para volver a New York y nosotras lo acogeremos. Pasamos toda la tarde comprando y viendo todas las tiendas, cuando cada una tenía como cinco bolsas en cada mano, paramos a comer algo, en un restaurante italiano. Las dos pedimos lasañas y Coca-Cola Light, mientras esperábamos por nuestro pedido, hablamos de cosas tribales.


—¿Y cómo esta Harry?— sabía que en el algún momento, Selena iba a preguntar sobre él pero estaba esperando que nunca lo haga.

—Él esta normal, ayer le dieron de alta pero igual tiene que tomar pastillas y sigue con la muñeca enyesada.


La mesera vino y nos dio nuestras bebidas.


—¿Se golpeó en alguna parte de la cara?

—Tiene un pequeño moretón en su pómulo.

Chasqueo la lengua. —Estoy segura que sigue viéndose muy guapo.— Casi escupo la Coca-Cola que estaba tomando y Selena solo me miro divertida. —Estoy segura que tú también piensas lo mismo.

—Sé que es una persona con muchos dotes.

—Oh, me imagino que si sabes.— Se rio. —¿Cómo la tiene de grande?— susurro.

—Basta, no te diré eso.— Me cerré.

Me miro mal. —Aburrida.

—No, tengo un poco de respeto por él, es todo.

—¿Todavía le tienes respeto después de todo lo que te hizo pasar?— Me quede callada porque sus palabras me dolieron. —Mierda Rose, lo siento, realmente no quise decir eso.

—Está bien.— Le di una media sonrisa.

—No, no está bien, joder. Solo quería fastidiarte un poco, se me paso de las manos la broma. Perdóname ¿sí?

—Todo está bien Selena, no es algo que no sepa ya...— mi voz se perdió en el aire.


No sé por qué sigo teniendo respeto a Harry después de todas las lágrimas que bote por él, por todas las cosas que hice y sigo haciendo por él. Selena agarro mi mano apartándome de mis pensamientos.


—¿No has pensando en renunciar?

—¿Qué?— abrí mucho los ojos, eso no me lo esperaba.

—Solo digo, Rose. ¿Recuerdas lo que me dijiste cuando te ofrecí este trabajo que tienes ahora?

—Que solo será un trabajo temporal, no pienso quedarme ahí más de dos años.— Repetí mis propias palabras.

—Estas a punto de cumplir cuatro años trabajando para Harry.— Apreté los labios porque era verdad. —Ni siquiera estar ejerciendo tu carrera. Tienes muchos títulos como para ir a cualquier empresa y presentarte en una entrevista de trabajo.

—No puedo.

—¿Por qué no?

—Yo solo...no estoy preparada para este, uh, gran paso.

—Eso es una mierda, tú naciste preparada para ejercer tu carrera. Al principio pensé que te gustaba la rutina y trabajar ahí, pero últimamente te he visto tan estresada...— me miro triste. —Tan enojada con él, sus gritos peleándose se escuchan por todo el edificio, cariño.— Se rio entre dientes.

—No nos peleamos...— ella me miro mal. —No tan seguido.— Añadí.

—Los he escuchado por lo menos dos veces por semana.— Baje la mirada y sentí la mano de Selena pasar por mi cabello. —Ya no es sano que trabajes ahí, Rose. Ya es tiempo que realmente te alejes de él y seas una verdadera editora.



•••



Selena y yo ya habíamos regresado a mi casa, estábamos envolviendo los regalos de Austin y compañeros antes de que mi amigo venga y se dé cuenta de lo que compramos. Habíamos puesto música para que no sea tan aburrido y hablábamos, realmente trataba de seguirle la corriente de lo que me estaba diciendo pero yo seguía pensando en lo que ella me dijo cuando estábamos en el restaurante.


¿Debería renunciar? ¿ya es tiempo que busque otro trabajo?


Selena sabía que seguía pensando en eso, por eso trato de distraerme. Cuando Austin llegó, había traído la cena, los tres nos sentamos a comer y dejaba que ellos dos hablaran, yo no tenía nada que decir ahora. Más tarde, Austin nos ayudó a poner el árbol de navidad y Selena ayudaba con las decoraciones. No sé cuánto tiempo pasamos así, pero al momento que Selena se fue a su casa, ya eran casi las diez de la noche.


—Estoy tan cansada, iré a mi habitación. Buenas noches, Austin.— Bese su mejilla y me dirigí a mi cuarto, pero antes que me eche en la cama, mi celular sonó. Misteriosamente sabía que era él.

—Harry, ¿todo está bien?

—Hola.— Su voz sonaba triste.

—¿Pasa algo?— me senté en el piso y pegue mi espalda a la puerta.

—Yo, uh, solo quería...escuchar tu voz.


Mi corazón se ablando por sus palabras.


—Bueno, me estas escuchando ahora.

—Y se siente tan jodidamente bien.

—¿Estás seguro que estas bien? ¿tomaste tus pastillas?

—Sí, enfermera.— Se burló de mí y casi podía imaginarme la sonrisa que tenía en su rostro. —Aunque estas pastillas me están poniendo muy depresivo ahora, fue lo único que me dio el valor de llamarte ahora.

—¿Quieres que vaya ahora?— me alarme por un segundo.

—Todo está bien, Rose. Me he cuidado solo por mucho tiempo, no pasa nada, un fin de semana donde nadie se preocupe por mí, no me molesta.


¿Nadie?


—¿Todavía no regresa Ángela de su viaje?

—Llega mañana o pasado mañana.

—¿Estuviste solo todo el día?

Escuche su risa. —No es como si fuera alguna novedad para mí.

—Pudiste llamarme antes si te sentías solo.

—Pensé que me ibas a contestar mal, tu sabes cómo es nuestra relación ahora.

—Pero eso no cambia que siempre estaré ahí para ti cuando me necesites.

—¿Aunque me odies?— podía escuchar la duda en su pregunta.


Me demoré un poco más al responder.


—Debería odiarte, debería sacarte de mi mente y dejar que te pudras en tu propia miseria.— Hablé con rencor. —Pero no puedo.— Añadí. —Algo me lo impide...


Se quedó callado pero sabía que él seguía ahí porque podía escuchar su respiración.


—¿Cuándo las cosas entre nosotros se fueron a la mierda?— preguntó.

—Ni siquiera sé cuándo empezó todo esto.— Sonreí.

—Lo siento, yo fui el que arruinó todo.

—Ya no importa ahora.

—Igual tenía que decirlo, se siente bien.— Escuche un bostezo de su parte. —Las pastillas ya están haciendo efecto en mí, será mejor que me vaya.

—Está bien, cuídate mucho ¿sí?

—Tu igual, te veo el lunes.

—¿El lunes para qué?

—¿El trabajo? ¿dónde eres mi asistente y yo soy tu jefe?— escuche burla en su voz.

—¿Vas a ir a trabajar el lunes?

—¿Pensaste que me iba a quedar en mi casa? Hay mucho trabajo que hacer, Rose, no puedo descuidarme así.

—Pero si tu brazo...

—Tú me ayudarás ¿no?— me interrumpió.

—Claro.— Suspire. —Buenas noches, Harry.

—Buenas noches, Rose.



•••



El lunes llegó muy rápido, después de la llamada de Harry el sábado, me fui a dormir. A pesar de que trataba de aparentar normal mientras hablaba con él, seguía muy cansada. El domingo salí en la tarde aprovechando que Austin estaba trabajando para ir al centro comercial de nuevo y comprar un gran regalo para Harry. No lo quise comprar cuando estaba con Selena porque sabía que ella me diría algo relacionado a nosotros dos y eso me incomodaría más. Ahora, no estaba pensando en pasar por Starbucks pero como Harry me dijo que me iba a ir a la oficina, tuve que hacer mi típica parada. Mientras estaba esperando el pedido, recibí un mensaje de Harry.


[7:20]: Buenos días Rose, solo quería agradecerte por cuidarme estos últimos días. P.D: Ya estoy en la oficina y me tome la libertad de dejarte un pequeño presente.


Me dio mucha curiosidad su pequeño presente y me apure más en llegar más rápido a la oficina. Mientras estaba en el ascensor, pensaba en las miles de cosas que él pudo haber traído. Apenas vi mi escritorio, casi me tropiezo con mis propios pies y el café de Harry se hubiera derramado en toda la alfombra y en mi ropa.


Eso hubiera sido muy desastroso.


Había un gran ramo de rosas encima de mi escritorio, tenía una nota ahí y la leí:



Rose, hermosa como una rosa. Me gustaría volver a tenerte en mis brazos, debajo de mí y dentro de ti. Comerte entera solo para mí.

H.



Mis ojos se abrieron ampliamente tal esa declaración. Sentí mis mejillas arder y en vez de sentir ternura o cualquier sentimiento parecido a la lujuria, me enojé. Entendía que él estaba agradecido conmigo por todo lo que hice en todos estos días, pero esto era pasar el límite. Él no solo podía venir aquí, dejar rosas en mi escritorio, dejar mensajes sucios y hacer como si todo fuera normal, pero debí imaginarlo, es típico de Harry. Jugar conmigo un rato al chico sincero y luego muestra su verdadera personalidad. Molesta, deje el café y el muffin en mi escritorio mientras me dirigía a la cafetería. Agarre un vaso de plástico y vertí cubos de hielo. Camine directamente a su oficina y al momento que me vio entrar, tenía una sonrisa en su rostro. Para mi suerte estaba parado con su celular en su mano, así que me acerque, agarre su cinturón y vertí todo el hielo en sus pantalones.


—¿Qué carajo te pasa?— gritó mientras daba pequeños saltos por el frio que el hielo le estaba proporcionando a sus pantalones.

—¡Para que se te enfrié tu maldita polla!— hable furiosa. —¿Cómo te atreves a traerme eso?

—¿Qué tiene de malo?— me miro confundido.

Me reí. —¿Cómo que, qué tiene de malo? Te puedo hacer una lista de las cosas que tiene de malo las rosas y la tarjeta con ese mensaje fuera de lugar que...

—Espera... ¿rosas? Yo no te traje ninguna maldita rosa, Rose.

—¿Qué?— de repente todo se volvió borroso. —¿Y entonces de quien son ese ramo de rosas y porque firmo con una 'H'?

—¿De que estas hablando?— salió de la oficina y lo seguí. Estaba mirando el ramo de rosas y luego agarro la tarjeta. Arrugo el papel con la mano y lo tiro al piso molesto. —Yo no te envié eso, Rose. Tienes que creerme.

—Pero tú me dijiste que me iba a dar un presente, pensé que tu...

—Y lo hice.


Rodeo mi escritorio y abrió un cajón, de ahí saco una pequeña caja rosada con un gran listón blanco. Me lo entrego y era una tartaleta de fresa. Mi favorita.



Gracias por estar siempre ahí.

H.S



Lo miré y él estaba mirándome expectante, luego miré las rosas, la tartaleta que tenía en mis manos y mi mirada termino en su rostro de nuevo.


—Si tu no me enviaste esas rosas ¿Entonces quien fue?


Hola, capítulo 34, no lo puedo creer. Me muero y revivo solo para seguir escribiendo sdjbalkfbdslkn. Trate de publicar el capítulo antes de medianoche pero fue imposible, no vino nada a mi mente, pero seguía con la fe que iba a venir pronto, asi que vino, pero se me paso la hora. Igual, feliz día  del amor y la amitad, las aprecio mucho aunque no conozco a la mayoría. Gracias a todas las que leen, las que votan y comentan. Las amo a todas xoxo.

Continue Reading

You'll Also Like

6.6K 313 27
Yumiritse (tu), es una chica anormal atormentada por las torturas de se tía, no tiene padres .... Tenia la intención de entrar en la CCG porque su p...
1M 25.2K 61
¿Pensaron que eso era todo? Pues se equivocaron... Danger regresó Y mejor que nunca Pero.... y ¿____? ¿Cómo se sentira ella con su regreso?
2.3M 24.4K 8
Por favor, no te vayas. No me dejes. VERSIÓN COMPLETA DISPONIBLE EN DREAME. ENCUENTRA MI PERFIL COMO xniallscrownx
64.7K 9.7K 30
Los humanos tienen sueños. Hasta los perros tienen sueños, pero tú no. Tú eres solo una máquina. Una imitación de la vida. ¿Puede un robot escribi...