—A ver... Solo déjame saber si estamos entendiendo bien.— la confusión en la voz de YoonGi hizo que tanto Nam como yo asintiéramos, y es que era un poco extraña la situación. —¿Tu padre no sabe que tú eres un híbrido?— esta vez aunque era una pregunta, la voz salía desde la boca de YoonGi como si eso fuera un poco estúpido al menos de creer.
YuGyeom por su lado, dudoso de su propia respuesta, asiente de todas formas, con firmeza al final.
—Sabe sobre mi madre, pero desde que tengo uso de memoria, mi madre me ah dejado en claro que es algo que no quiere que se entere mi padre. Y obvio de cualquier extraño.— explica, moviendo una de sus manos en el proceso como ayuda a sus palabras para un mejor entendimiento. —No sé cuál sea el motivo, en realidad; de ocultárselo a mi papá. Yo solo lo hice.— se encogió de hombros, demostrando en su rostro sinceridad.
Por un momento dejé de mirar al chico con el que hablábamos, para observar a la nada.
En cuanto habíamos terminado de comer, NamJoon y YuGyeom – por voluntad propia de el último –, comenzaron a lavar los trastes, después de que YoonGi y yo recogiéramos la mesa; y justo después comenzamos a hablar con YuGyeom para saber más de él y que es lo que sucedería entonces.
Por el momento sabíamos lo básico, su mamá se había separado de su padre, después de que se dió cuenta que comenzó a usar drogas, hasta hace 5 años atrás. YuGyeom ni siquiera sabe dónde está por el momento, ya que la última vez que pudo comunicarse con ella fue hace 1 año aproximadamente.
El padre de el cambia formas a gato comenzó a tener problemas en el trabajo, y luego de dinero con la gente que le vendía la droga poco antes de separase de la madre del chico, por lo que siempre se escondía o dejaba que YuGyeom se las arreglara cuando iban a buscarlo en la actualidad.
El chico iba a la universidad, y después al salir, tenía que ir al trabajo que era en la cocina de un pequeño restaurante a medio tiempo, ya que los gastos de la casa y la universidad tenía que hacerlos él.
Se había estado manejando bien ya que el restaurante parecía ser de algún familiar y le ayudaban dándole sueldo completo, por lo que no lo pasaba tan mal referente a las deudas de su hogar y pagos de la escuela.
—Es un poco extraño, no voy a negarlo. Pero tratándose de un drogadicto...— mencionó YoonGi casi sin tacto en sus palabras, para después negar con las manos casi en seguida cuando se había dado cuenta de el comentario sin empatía. —Sin ofender, no era mi intención.— se disculpa en un gesto rápido, pareciendo apenado por la imprudencia que brotó repentinamente.
YuGyeom dejó salir una risa relajada a comparación de el comentario, moviendo su mano en gesto despreocupado para encogerse de hombros en un movimiento rápido.
—No te preocupes, créeme que no lo haces.— le sonríe restándole importancia. —En realidad estoy buscando la manera de que se vaya de la casa. Es más consumo de lo necesario para mí el que solo esté ahí con sus ataques de ansiedad, pidiendo un poco de dinero para drogarse.— la frustración en los ojos oscuros de el chico me hacen sentir horrible.
No tiene la culpa de el gran vicio que se le hizo a su progenitor y está cargando con ello.
No conocía el sentimiento de semejante carga – por fortuna –, ni tampoco lo quería, pero suponía que era difícil para alguien tan joven tener que hacerse cargo de la casa y de su padre de esa manera. Claro, suponiendo que entonces YuGyeom cediera a darle dinero para que se mantuviera tranquilo.
—¿Y qué sucede entonces?— curiosea Jin en tono suave, sentado en la otra orilla de el sofá junto a Nam con sus brazos cruzados y una expresión de pena.
—Apenas junto dinero para la casa o la universidad, no tengo dinero de sobra para darle para una estupidez como esa.— casi escupe las palabras. Parecía que realmente le molestaba la situación a juzgar por el tono de sus palabras.
JungKook solo miraba de aquí a allá, y como en la comida, no parecía tan atentó a la conversación. Parecía divagar en su mente a pesar de asentir a lo que los demás hablábamos, como si estuviera físicamente pero no mental.
Dejé caer mi cabeza en su brazo que estaba sobre el respaldo de el sofá donde estábamos, podía sentir ese sentimiento extraño nuevamente en él, casi emanaba a su alrededor. Podía incluso comenzar a salir humo desde su cabeza de tanto que estaba haciendo girar su engranaje sin parar, pero no iba a interrumpirle el hilo de pensamientos tampoco, lo había hecho en el transcurso de la comida y como respuesta había recibido lo que sentí como una vil mentira. Ya hablaría con JungKook a solas, por el momento le dejaría quemar cerebro.
Lo siguiente que captó mi atención, fue a YoonGi recibiendo el celular de YuGyeom, en el cual aparentemente tecleaba su número, por los sonidos que hacía el móvil al tocar la pantalla, y después fue entregado a NamJoon para que también tecleara los números de su celular y agendar cuando había terminado.
Le tendió el móvil a YuGyeom quien lo recibió con una ligera sonrisa y seguido a esto lo guardo en su sudadera.
—¿Estas seguro que no quieres quedarte un tiempo?— YoonGi se levantó de su lugar, casi al mismo tiempo que los otros dos para lo que parecía una despedida.
Me levanté en seguida, cuando comenzaron a caminar en dirección a la entrada de la casa.
—Estoy muy agradecido con ustedes, en serio que me han ayudado demasiado. Pero así es suficiente, aparte, ya falté a clases y necesito ponerme al corriente.— agradece, con pequeñas reverencias cuando están en la puerta y entonces voltea a verme. —Gracias por dejarme quedar estos días, _______ noona.— hace una reverencia corta de cabeza y sacudo su cabello con mi mano deteniendo la acción de el menor.
Este chico sí que era realmente tierno.
—De cualquier modo, si necesitas salir un rato de tu casa, o salir definitivamente, tiene las puertas abiertas aquí.— dije, uniéndome a la despedida, recibiendo un "gracias" por parte de él alto chico.
—Te llevaré a tu casa entonces, mocoso.— el sonido de las llaves de el auto fue emitido gracias a YoonGi, quien las había tomado de su lugar junto con una chaqueta que colgaba de el perchero. —Regreso en un rato.— avisa llevando su cuerpo fuera de la casa.
—¡Oh, oh!— antes de que Min pudiera siquiera cerrar la puerta para irse, llamo su atención para después juntar mis manos en forma de súplica. —¿Unos lienzos?— mi puchero ridículamente infantil, hicieron rodar los ojos de YoonGi acompañado de una pequeña sonrisa y un asentimiento. —Y una nieve de chocolate y vainilla.— finalice, para que la puerta por fin cerrara totalmente.
Ahora sí que estaba contenta.
Me giré en mi lugar haciendo un pequeño baile disimulado de victoria para caminar escalera arriba, seguida de el cuerpo grande de Jeon sin emitir sonido alguno, pero cerrando la puerta detrás de él una vez estuvimos en la habitación.
Miré como se sentó en la cama, pensativo como la mierda. Me estaba poniendo de los nervios si no dejaba de pensar un momento.
De cualquier forma, le resté importancia cuando recordé que aún no terminaba mi trabajo, por lo que en menos de dos segundos ya me estaba acomodando en la silla frente al escritorio para seguir el boceto. Boceto que estaba decidida a terminar por lo menos sin color para el final de el día de hoy – aunque ya pasarán de las 9 –, para mañana por la mañana terminar en colores y tener el resto de los 4 días totalmente libres. Sería lo mejor para mi estrés, ya saben, reducir el trabajo.
Así habían transcurrido tal vez unos pocos minutos, hasta que sentí que el silencio se estaba volviendo un poco triste y pesimista. Sin meditarlo demasiado, y agradecida con cargar con un pequeño altavoces portátil, me dirigí a encenderla y dejar que la música que reproducía a través de mi móvil y comenzara a sonar de manera suave y relajada. Fue entonces que miré a Jeon acostado boca arriba, con las manos tamborileando en su estómago, y aunque parecía no estar decaído esta vez, parecía seguir pensando a profundidad.
La melodiosa guitarra y sonidos de Flatsound tocando If We Could Just Pretend hacían el ambiente más relajado, incluso podía dormir como una bebé escuchando este tipo de canción. Bueno, cualquier tipo de canciones. Pero esta canción, siendo una de mis favoritas, no podía permitir no terminar de escucharla hasta que llegara a su fin.
Tomé nuevamente asiento, feliz de que no faltaba mucho para terminar conforme dejaba un nuevo trazo sobre la pantalla de mi tableta, dejando medidas en algunos lugares en referencia al espacio que me dieron.
—Oye, _______.— la voz pacifica de de Jeon llamó mi atención, pero sin voltearle a ver y como muestra de que lo escuchaba, dejé salir un sonido afirmativo desde mi garganta. —¿Terminó lo de el trato?— mentiría si dijera que la curiosidad en su voz habían sido los que me habían hecho parar en seco mis movimientos.
Me quedé por un momento estática, sin saber exactamente cual era su pregunta hasta que mi cerebro volvió a repasarla con cuidado, entonces fue cuando me giré en mi lugar para verle.
JungKook ahora ya estaba sentado en la cama, jugando con sus dedos gracias a los nervios que descolgaba su ser, incluso podía percibir en su rostro y en lo tenso de su cuerpo, que la respuesta que fuera a darle, la esperaba con miedo.
No iba a negar tampoco que ya había pensado perdidamente en eso, pero de inmediato abandonaba esas preguntas cuando recordaba que yo había sugerido que esto había sido un acuerdo, y si era sincera conmigo, mi corazón se partía en mil pedazos cuando JungKook dijera que ya había sido tiempo de tratarnos con cariño.
Sin embargo, podía sentir la tristeza que sentía, pero aún no estaba segura si era porque ya estaba arto de mí, o sí solo no quería herir mis sentimientos.
No quería que este momento llegara.
—¿A qué te refieres?— mi voz nerviosa abandonó mi garganta, sin intención de querer que sonara de esa forma.
—No lo sé, mi celo termino casi desde que pisamos la casa el día que volvimos, y aún así no sé que es lo que está pasando.— se encogió de hombros.
Mi corazón hizo un golpeteo fuerte, avisando que esa respuesta iba a hacer que este empezara a despedazarse.
Me rasque la cabeza, intentando disimular la decepción de mi pecho y bajé la mirada, pero podía seguir sintiendo la pesadez de el aura de Jeon hacerse aún más grande ante mi acción, por lo que volví a levantar mi cabeza, y entonces mis ojos conectaron con los de él.
Ya no parecía tan triste como antes, sí no más bien desesperado, pero no entendía si era conmigo o con él, por lo que dejé con cuidado la pluma de mi tableta que aún sostenía con la otra mano. La liga que estaba en mi otra muñeca la utilicé para levantar todo mi cabello en un moño, sintiendo que de esa manera me daba un poco mas de tiempo para pensar en alguna respuesta. Pero no quería.
No quería responderle que lo que sea que había entre nosotros tenía que acabar por un estúpido acuerdo, ni tampoco quería decirle que quería alejarme de él, o él de mí. En todo caso era lo contrario. Quería seguir sintiendo pequeñas demostraciones de cariño por su parte, y que me dejara darle cariño de la misma manera, sin embargo, no sabía si él quería lo mismo. Su frustración, tristeza, agobio y nerviosismo cruzaban sus ojos intensamente, y no sabía si era porque no sabía como decírmelo.
Las sudorosas palmas de mis manos fueron a restregarse sobre mis muslos, como si esto solo ayudara a calmar mis nervios al igual que tomar mi corazón para que no saliera herido en el proceso, y entonces pude sentir una tristeza enorme por parte de JungKook, sus ojos lo decían todo, y entonces su mirada desconectó de la mía.
—Antes de que me respondas...— la voz de Jeon bajó unos grados en volumen y se suavizó en culpa, pero fue lo suficientemente alto para percibirlo. Sus dedos volvieron a jugar entre sí y retiró el exceso de aire en sus pulmones en forma de un suspiro. —dentro de nuestro mundo, cuando una pareja mantiene relaciones, hay algo que suele hacer la pareja más dominante de la relación, o en general los alfa. Algo a lo que le llamamos marca.— su voz salió tan tranquilamente nerviosa de su percho, que parecía no querer explicarme todo esto.
—JungKook, sí quieres que esto acabe...— su cabeza se agitó en negación cuando comencé a hablar.
Me estaba costando escucharle, queriendo darme una explicación biológica por la cual quererme apartar y terminar con estos y estaba siendo difícil para mí. Sus ojos me miraron, culposos de lo que se avecinaba y entonces esta vez bajé la cabeza yo, sin soportar mirarle.
Pude sentir cuando se levantó de su lugar, y pude escuchar sus pasos cuidadosamente acercarse a mí, y también pude ver cuando en cuclillas llevaba una mano a mi cuello aún lastimado, y aunque ya no dolía en absoluto, y los colores morados y verdes por las hematomas se habían esfumado por completo, aún habían cicatrices que a pesar de que habían disminuido, parecía que no iban a marcarse, al menos no todas.
La gran mayoría de las marcas que había en mi piel se habían casi esfumado, a excepción de lo que parecía haber sido una mordida más fuerte, la cual pretendía no quererse ir. Si no mal recordaba, había sido la primera mordida que me había dado de todas las anteriores, ya que esa había sido la que me había dolido terriblemente fatal.
Me sentía mucho más aliviada al saber que quería disculparse por eso, dejando salir una cantidad enorme de aire de mi cuerpo, y relajando este al mismo tiempo que sonreía sin mucha importancia.
Si quedaba marca de aquella cicatriz, en realidad no me molestaba, ya que había sido más en dirección a mi hombro que cuello, justo en el inicio, por lo que era más fácil de cubrir con una simple camisa de cuello regular.
—Está cicatriz, en realidad es una marca de la que te hablo.— su dedo dibujo caricias pequeñas sobre está un momento, sintiendo cosquillas sobre la piel.
No comprendía a qué quería llegar entonces con esto.
Pero de la nada, como arte de magia mi cerebro hizo un click al recordar la vez que junto con una botella de vino, JungKook me hablaba sobre qué un alfa marcaba a un omega, pero solo cuando eran el indicado.
Mis ojos se abrieron más de lo normal, y mi mano voló a mi cuello, donde sentía los rastros de tacto que Jeon había dejado sobre mi piel.
Para empezar, ¿esto era posible? Quiero decir, soy una humana, no tendría porque tener una marca permanente si no soy una hibrida, ¿o sí?
No sabía ahora que estaba pasando, tal vez, por lo apresurado que JungKook estaba, me había "marcado" sin querer hacerlo en realidad, pero...
"Solo si es el indicado."
—No te preocupes, la marca debe retirarse por completo en un tiempo. Eres humano, y tu cuerpo puede ser exactamente al de nosotros, pero no lo es, por lo que es imposible que un humano pueda ser marcado.— su voz en un intento de calmarme habló desde su pecho, y sus ojos miraban sobre la palma de mi mano, justo en el area afectada.
—Tú me marcaste.— mi voz salió casi por instinto de mi garganta, y volvió a ver mis ojos. —O al menos eso trataste. Tú me dijiste que eso solo lo hacían cuando es...— silencio.
Mi oración se vió interrumpida por mí, no quería hacerme ilusiones con algo tan importante si fue solo una equivocación.
—Cuando es la pareja indicada.— terminó por mí. —_______, no quiero que esto que está pasando entre nosotros termine. No me importa si esa marca se borra, yo no me siento contigo como si todo lo que hago, lo hago por instinto. Me siento más real, menos animal.— pude sentir nervios, y sus ojos en ningún momento se apartaron de los míos, demostrando sinceridad en sus palabras. —Yo sé qué hay cosas que no puedo cambiar de mi naturaleza, pero sí hay cosas que no están en ella y me siento en casa contigo. Siento que no es normal como mi lobo está feliz cuando está contigo, y estoy siendo muy egoísta al no querer que te alejes de mí.—
Más silencio. Y ahora no había más que eso.
Y es que no sabía que decir, apenas y podía respirar con la nueva información, mi corazón había abandonado cualquier tipo de tristeza en cuanto terminó de hablar, estaba contenta y mucho mas feliz, sin embargo aún percibía tristeza en él. No sabía que era, y me sentía un poco preocupada por eso.
—JungKook, yo también me siento de esa manera contigo, es extraño, porque a pesar de la forma en la que te conocí, siento que eres la persona en la que más confío ahora, claro después de SangJun.— su risa más tranquila retumbó en mis oídos, haciéndome sonreír contenta con esa respuesta física. —Pero entonces dime que es lo que te tiene tan deprimente, porque te escucho decir todo esto, pero no te has dejado de sentir triste.—
Mi mano se dirigió hasta su cabello, para retirarlo de su cara, y terminando por acariciar su mejilla. JungKook dejó caer el peso de su cara contra esta y sus ojos se cerraron con tanta tranquilidad que para mí fue precioso mirarlo de esa forma.
—Lo que me tiene así, es saber que a pesar de que esa marca se vaya, puede que haga un pequeño efecto en ti, y es por eso que tengamos esta conexión de cómo se siente el otro.— explicó, y entonces todo tenía sentido para mí. —Y me da miedo que eso pueda afectar tus sentimientos y después te des cuenta que esto de nosotros no pueda ser.— sus ojos se abrieron, y ahí estaba ese destello triste. —Que tu lugar es estar con alguien que no te haga el daño que te hice yo a ti.— su ceño se frunció, y pude sentir ese malestar con el que dijo aquellas ultimas palabras.
Y ahora sí, todo tenía mucho más sentido aún.