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Maratón 3/3
Ya era de madrugada y yo estaba exhausta. Habíamos tenido una conversación con Dimitri que duró más de lo previsto. No supe cómo, pero logró averiguar más información de la que se encontraba en la página web del campamento.
Madison me miró apenada cuando se enteró que duraba entre dos o tres meses.
-Si no quieres ir, lo entiendo.
-Te dije que iré, tranquila.-le di una sonrisa.
-Me deja más tranquila saber que Tyler estará contigo. Cuidará de ti.-entrecerré los ojos cuando noté diversión en sus palabras.
-Me iré a descansar.-Dimitri se acercó a nosotras.
-Si yo también.-bostecé.
Luego de despedirnos, cada uno se fue hacia su casa.
Al ingresar, encendí la lámpara de la sala y ordené unos papeles que había dejado sobre la mesa para no tener que hacerlo por la mañana.
Quince minutos después, ya estaba en la cama.
Aquella madrugada no me costó dormir porque apenas cerré los ojos caí rendida.
La fecha del campamento estaba cada vez más cerca. Ya habían pasado dos días desde la conversación que tuve con Dimitri y con mi hermano.
Estaba nerviosa y no sabía si era por el campamento o porque en unas horas iba a encontrarme con Tyler después de varios meses sin verlo.
Al oír el timbre de la casa, me dispuse a dejar de pensar en él y me encaminé hacia la puerta. Era Madison que iba a ayudarme a armar la maleta.
-¿Sabes que quieres llevarte?
Hice una mueca.-Aún no he pensado en ello.
-No olvides de llevarte abrigos. Estuve mirando el pronóstico extendido y hará bastante frío en Seattle.
-¿Crees que habrá calefacción en la cabaña?
-Quizás la cabaña que te toque tenga calefacción, igual no te confíes. En Seattle el clima no es muy agradable. Pero hay que verle el lado positivo a todo esto.
-¿Y cuál sería el lado positivo?-pregunté mientras entrabamos a la habitación.
-El lado romántico. Pasaras tres meses en una cabaña junto a Tyler.
Con una sonrisa, negué.-No empieces de nuevo con lo mismo.
Rió.-Lo siento, son las hormonas. Pero es que son tan lindos juntos que...-cuando la fulminé con la mirada, calló.-Está bien, está bien.-levantó las manos en son de paz.
-Si llego a encontrar a tu madre, tengo pensado regresar antes.
-¿Hunter no te dijo?
-¿Qué cosa?
-Una vez que ingresen, no pueden salir hasta que se cumplan los días de estadía en el campamento.
-Parece una cárcel.
-Lo mismo dije cuando me enteré. Ten cuidado.
-Lo tendré.
-Quizás, después de todo logras divertirte.
-Seguro hacen juegos y esas cosas que odio.
Soltó una carcajada. -No tengo ni idea que juegos tienen pensado hacer. Nunca fui a un campamento. Lo más cercano a un campamento que vi fue la película de juego de gemelas.
No pude evitar reír.-Lo mismo digo.
Estuvimos como dos horas para armar la maleta porque la volvimos a armar como unas diez veces más o menos. Llevar ropa para tres meses se me hizo más difícil de lo que pensé. Además, los abrigos ocupaban muchísimo espacio.
Cuando finalmente estuve segura y satisfecha con mis elecciones, la cerré.
-Es Hunter.-dijo cuando le llegó una notificación.
-¿Qué escribió?
-Que cuando termines con la maleta que vayas que quiere decirte algo.
-Terminé así que vamos.
Salimos y caminando por el pasillo hasta llegar a la casa de Madison. Al ingresar nos lo encontramos sentado en el sofá viendo algo en la televisión.
-Iré a cambiarme de ropa.-dijo Madison antes de desaparecer de mi campo de visión.
-¿Qué querías decirme?-me senté a su lado.
-Yo te llevaré al aeropuerto. En una hora debemos irnos.
-¿Por qué tan pronto? Si el vuelo es en...-me interrumpió.
-Hay bastante tráfico.
-Oh bueno.
-También quería decirte otra cosa. Con Tyler van a encontrarse en el aeropuerto de Seattle y luego irán en un autobús que los acercará a la zona del campamento.
-¿Cuántas horas estaremos en el autobús?
-Unas dos horas.
Hice una mueca.-Odio estar tanto tiempo en un autobús.
Sonrió.-Lo sé. Pero no hay otra opción. En un rato, Tyler va a mandarme en qué sector del aeropuerto te va a esperar. ¿Vas a llevarte tu teléfono en el coche y después me lo dejas o lo dejas directamente en la casa?-me preguntó ya que en el campamento no se permitía llevar teléfonos. Aunque tampoco tenía mucho sentido llevarlo porque ni siquiera tendríamos señal allí.
Definitivamente eso de estar incomunicados con el exterior, cada vez me disgustaba más.
-Mejor lo dejo en la casa.
Me quedé un rato más con él hasta que se hizo la hora de partir. Busqué mi maleta y la llevé hacia afuera. Hunter la guardó en el maletero del coche y antes de subir, me acerqué a Dimitri que había venido a saludarme antes de irme. Por último me acerqué a Maddie y nos abrazamos.
Antes de separarnos, susurró.-No lo olvides.
-¿Qué cosa?-pregunté cuando nos alejamos.
-Para Helen y para Amanda, Tyler y tú aún son novios.
Oh. Mierda.
Había olvidado esa parte.