Capítulo uno - "Desaparecido"

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Londres

Lunes 8 de noviembre, 2032

7:18 am

Izzy

Desde el momento que abrí los ojos supe que algo andaba mal. No tardé mucho en confirmarlo al ver mi puerta abrirse y ver al joven de pantalón deportivo negro y hoodie rojo.

-¿Que sucede?- pregunté y él me quedó mirando, así que le hice una seña de que se subiera a la cama. -¿Papá ya despertó? - negó cuidadosamente, como ocultando algo. -¿Te comió la lengua el gato? ¿O rompiste un jarrón otra vez y quieres que te ayude?

-No es eso...- murmuró y se giró a ver la puerta abierta. -Papá no está...

-Quizás ya salió para el trabajo.- dije pero no muy convencida.

-Aun no es la hora.- habló con tono serio, me estiré y agarré mi celular que estaba cargando en mi mesa de noche.

-7:21 am...- murmuré y él asintió. -De seguro salió a comprar algo...- dije y busqué en el dispositivo el contacto "Theo", lo presioné...

La respuesta no fue la que esperaba.

-Apagado...- confundida lo miré. -Le marqué antes de venir.

-Debe haber una explicación.- una sonrisa nerviosa apareció en mi rostro, Brett tomó mi celular, lo encendió y me señaló la fecha.

-¿Esa?

Les explicaré... hoy, como vieron, es 8 de noviembre... fecha mejor conocida en esta casa como el aniversario de muerte de mi otro padre.

Su nombre era Liam y hoy se cumplen seis años desde que falleció.

Mi otro padre, Theo, desde que sucedió no ha vuelto a ser el mismo... por ejemplo él me solía llamar Izzy (soy Isabelle) y cuando mi papá se fue dejó de hacerlo. Lo entiendo, de verdad, porque era la manera en la que Liam me decía siempre y eso debe traerle malos recuerdos.

Falleció en Francia en una misión a la cual lo acompañé y a mi padre, también estaban mis tíos... en cuanto a lo que sucedió con ellos es una historia para más adelante. Fuimos a una guarida de coyotes que había sido atacada por unos cazadores y nos había llegado información de que solo se había encontrado un cuerpo y se suponía que en ella vivían dos coyotes...

Caímos en la trampa.

-¿Estas bien?- me preguntó moviendo su mano frente a mí.

-Si... solo pensaba donde podría estar.

-¿Crees que esa sea una razón?- insistió al ver que no le respondí acerca del día.

-Quizás... o quizás salió a tomar aire.- dije y me quedó mirando para nada convencido, pero aun así se bajó de la cama y acomodó los pantalones.

-Iré a desayunar...- dijo saliendo de la habitación, pero antes se volteó y me preguntó si quería que me pusiera a hacer el café.

-Por favor, gracias.- sonreí y se fue.

Quedé viendo el lugar en el que había estado el muchacho. Estaba tan grande, ya cumpliría trece el próximo mes... pareciera que llegó a la casa ayer.

Tampoco podía creer que yo cumplí veinte años hace unas cuantas semanas. Ya hace trece años que vivo como una Raeken-Dunbar, aunque Dunbar no esté presente.

Me metí al baño, donde me cepillé los dientes y me duché rápidamente. Tomé un overol de mezclilla junto con un sweater color amarillo pastel, me vestí y fui a la cocina.

The Raeken Dunbar /// Heartbeats secuelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora