XIX: Two suns in the sunset

Start from the beginning
                                    

Le tomó tiempo dormir durante ocho horas seguidas. Le llevó meses disfrutar de un sueño acogedor sin pesadillas. Era un trabajo constante no sumergirse en la autocompasión o en un desprecio propio. Fue difícil no cerrarse al resto del mundo y alejarse de la idea de que podía enfrentar todo por sí mismo. Sí, podía enfrentar solo la mayoría de las cosas, pero un empujón, una palabra de aliento, seguir la guía que un profesional en aquellos temas podía ofrecer era una ayuda necesaria incluso para aquel que poseyera la estabilidad mental y emocional más firme que pudiese existir.

El primer paso era reconocer, con humildad, con valentía, todo aquello que estaba mal. El segundo paso era pedir ayuda. El tercero era continuar trabajando día a día.

-— Te percibo bastante mejor que la última vez que te vi —comentó Masaru, tomando un sorbo de su té—. ¿Te sientes así?

Shouto asintió, cubriendo con ambas manos la taza entre ellas y sintiendo el calor contra las distintas temperaturas de su piel.

—Se podría decir que recuperé la paz que perdí —respondió, y se rió de sí mismo—. Por supuesto, no es la misma calma de antes. Es completamente diferente, un poco agridulce en mis peores días, pero no es desagradable.

Masaru asintió, comprendiendo con pocas palabras lo que el más joven quería decir.

Se mantuvieron en silencio por algún momento, el hombre mayor tranquilo, el bicolor un tanto nervioso. Sus manos apretaron sin mucha fuerza la taza entre ellas. Apretó la mandíbula y mantuvo la mirada baja. ¿Por qué se sentía tímido en ese momento? Sabía que podía decirle cualquier cosa a Masaru y que este no lo juzgaría. Incluso si había pasado meses, aún apreciaba profundamente a los padres de su exnovio y esperaba, de todo corazón, que estos también guardasen un poco de cariño por él.

Armándose de valor, pensando que el otro hombre le respondería sinceramente y recordando, saboreando, cómo se pronunciaba el nombre del rubio, habló.

—Katsuki... —masculló y calló inmediatamente. La atención del hombre mayor estuvo sobre él inmediatamente y Shouto se esforzó por continuar—. Katsuki... ¿Ha estado bien? La última vez que lo vi fue hace... seis meses, si no me equivoco.

—Ah, en la boda de sus amigos ¿no? —Shouto asintió, nervioso—. Sí, mencionó que hablaron sobre lo que sucedió entre ustedes, pero no profundizó en ello.

—Lo imaginé, compartimos esa característica. —Le dio un sorbo a su té, pensando en los iris rubíes que hace mucho no veía—. Nos gusta mantener todo solo para nosotros mismos.

La última vez que vio a Katsuki, fue durante la boda de Ochako y Tenya, recordó Shouto.

En ese momento, llevaban cerca de tres meses desde que su relación terminó. No había intercambiado palabras con Katsuki durante todo aquel tiempo y, la mañana de la boda, Yaoyorozu e Ibara tuvieron que sacarlo casi a rastras de su casa y amenazarlo para que no hiciera nada precipitado; temerosas de que se escapara o arruinara el traje formal de color blanco que tan bien combinaba con la camisa celeste y la corbata negra. No le importaba si se veía bien o no, el traje fue elección de Momo, él solo se concentró en pensar cómo enfrentaría el sentimiento de desolación si es que el rubio lo ignoraba durante toda la jornada.

De todas formas, si lo hacía, no podía culparlo ni recriminarlo. Entendía que se equivocó, y mucho, por ello había comenzado con las terapias. Por Katsuki, pero principalmente por sí mismo.

Incluso si intentó múltiples veces ver al rubio, en ese momento se llenó de cobardía y pensó en no asistir a la ceremonia, pero no podía hacerle eso a Tenya. ¡Era su padrino de bodas! De todas formas, el hombre de gafas pudo haber escogido a Izuku como su padrino perfectamente, pero por alguna razón lo escogió a él así como Ochako escogió a Tsuyu. No podía fallarle a Iida, ni él ni Uraraka tenían culpa en lo que pasó en su relación. Debía enfrentarlo, como un adulto, sentirse feliz por sus amigos y asistir a la boda.

Why are you so angry? [©]Where stories live. Discover now