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𓆏

Jaylene se encontraba en uno de los baños donde nadie solía ir. No quería hablar con nadie y que le preguntara que tal estaba. Además, le importaba muy poco la primera prueba del torneo.

-Por qué lloras niña?- le preguntó Myrtle la llorona, un fantasma bastante pesado para el gusto de la platinada.
-Por qué soy idiota.- respondió ella sin más.

-Si... a mi también me pasa, sabes donde está Harry?- preguntó ella ahora con una sonrisa.
-No ayudas.- dijo ella apoyándose en un lavamanos que había allí.

-Lo sé, no suelo ser de ayuda, me lo dicen a menudo, solo soy un estorbo.- dijo mientras lloraba al lado de la chica quien asintió.
-Te entiendo, en serio lo hago...- dijo mientras miraba al suelo.

El fantasma ahora se puso delante de ella.
-Nunca piensas que no sirves de nada?- preguntó haciendo que Jaylene asintiera de nuevo.
-Todos lo días de mi vida.- mencionó mientras se miraba en el espejo roto que había.- Te han dicho lo muy buena que eres bajando la autoestima de las personas?

Myrtle se empezó a reír.
-Si no haces nada en este mundo... por qué sigues con vida?- le volvió a preguntar haciendo que la platinada rodara los ojos.
-Que quieres que haga... quitármela?- le preguntó de manera sarcástica.

-No! No lo hagas!- dijo la voz de George detrás de ella, asustándola por completo.- Lo siento.
-Mira que hay gente dramática...- murmuró Myrtle yéndose de allí.

-Lo sientes? George, te das cuenta de lo que has hecho!?- le preguntó ella ahora molesta.
-Solo intentaba ayudarte.- se excusó este.- Se que me he arriesgado demasiado...

-Demasiado!? Te das cuenta de que... como se entere mi padre es muy probable que me corte el cuello?- le siguió diciendo.
-Esa sería una buena idea...- dijo Myrtle desde un rincón.

-Lo siento, pero no lo he podido evitar, vi que no estabas cómoda y me enfadé, lo siento.- empezó a decir este muy arrepentido.

Acaso se estaba preocupando por ella?
-Mira, se que no debemos hablar ni siquiera mirarnos pero... no es lo que quiero.- dijo este de nuevo.

-Y se puede saber que es lo que quieres? Por qué si es seguir hablando... entonces queremos lo mismo.- dijo ella ahora mirando al suelo.
-En serio?- le preguntó este ahora sin poder creerlo. Era real?

-No lo sé, eres amable y me siento cómoda contigo, eres una buena compañía.- admitió ella ahora mirándolo con una pequeña sonrisa.- Pero eso no quita el hecho de que sigues siendo un Weasley.

Dolía? Definitivamente dolía mucho.
-Eso da igual. Podemos... vernos, en secreto, en serio, no me molesta.- sugirió este muy tentado.- Yo también estoy a gusto contigo.

Ella solo sonrió y en ese momento al pelirrojo le vinieron unas tremendas ganas de abrazarla.
-Puedo darte un abrazo?- preguntó haciendo is ella lo mirara raro.

-No?- respondió ella.- Lo siento... no se me da bien esto de mostrar afecto. Es raro.
-Raro?- preguntó esté abriendo su brazos.- No es raro.

-No voy a darte un abrazo.- mencionó ella ahora sin poder evitar sonreír.
-Se que quieres.- le dijo este con una sonrisa traviesa.- Vamos, es una oportunidad que no puedes perderte.

-Prefiero quedarse con la duda.- dijo ella ahora ladeando la cabeza. Estaba tentada pero su cuerpo no se lo permitía.
-Mamá dice que es el mejor remedio cuando te sientes mal... creo que necesitamos uno, ambos.- dijo este finalmente.

Ambos. Jaylene bajó la cabeza para recordar que esa frase también se la solía decir su madre y ella a Draco... entendió que no eran tan diferentes como creían.

George notaba que estaba muy tensa. Cuando creyó que no iba a dar el paso, la platinada lo abrazó con algo de inseguridad.
-Esto es una mierda.- dijo ella después de un tiempo.

-El abrazo o otra cosa?- preguntó este intentando bromear, separándose algo de ella para poder mirarla.
-No lo entiendes? Eres un Weasley, y yo soy una Malfoy, no deberíamos hablarnos, viste como casi nuestros padres pelean en los mundiales. No quiero problemas.- mencionó ella muy desanimada.

-Es eso lo que te preocupa?- le preguntó el pelirrojo ahora sin poder evitar esbozar una pequeña sonrisa al darse cuenta de que en realidad si que le importaba a la chica.

-Si! Pero parece que a ti te da igual! Merlín, como puedes estar tranquilo con esto? Esto está mal y pareces demasiado calmado.- le dijo ella sin entenderlo.
-No me da igual, créeme.- le dijo este.

-Entonces?- preguntó ella.
-Por qué se que al final se arreglará todo esto. Si ambos queremos... encontraremos una solución a todo esto.- le intentó animar.

-Ya, claro, vernos a escondidas es tu solución?- preguntó ella de manera irónica.
-Si... aceptas?- le preguntó este extendiéndole la mano.- No puede ser tan malo, nadir se dará cuenta.

Jaylene miraba la mano del pelirrojo y en el momento que ella la aceptó, este tiro de ella acercándola más hacia él, quedando a menos distancia.
-Que crees que haces?- le preguntó ella en susurro, sorprendida y demasiado nerviosa.

-No me creo que esté presenciando a Jaylene Malfoy sonrojada...- dijo este con con tono burlón.- Ya nos veremos por ahí...

Y sin aviso alguno, este le dio un pequeño beso en la mejilla provocando más sonrojó por parte de ella quien se fue demasiado nerviosa de allí.

-Y el verdadero beso?- preguntó una voz por detrás asustando al chico.
-Qué?- preguntó el pelirrojo.
-Donde está el beso!? Deberíais haberos besado bien! Como en las novelas!- dijo Myrtle indignada.

-Paso a paso mi querida Myrtle.- mencionó este con una sonrisa antes de irse hacia su sala común orgulloso de sí mismo.

Cuando George entró a su cuarto, Fred y Lee lo miraron algo extrañados puesto que este parecía estar embobado.
-Donde has estado? Te has perdido a los dragones!- dijo el moreno con emoción.

-Con... Jaylene.- soltó este mientras se estiraba en su cama y abrazaba un cojín.
-Que has dicho?- preguntó Fred sin poder creerlo.

-Con Jaylene... hemos hablado.- dijo este de un suspiro lleno de felicidad.
-Eso es bueno, verdad? Ahora podrás invitarla al baile.- dijo Lee a lo que Fred negó.
-No, no puede.- le dijo este inmediatamente.

-Que baile?- preguntó George intrigado.
-El de invierno...- mencionó Lee.- Esta es tu oportunidad para pedirle ser pareja y poder bailar con ella... no crees?

-No pueden ser vistos por nadie! Es que no lo entendéis!?- dijo Fred desesperado.
-Crees que acepte? No, mejor me ahorro una humillación...- empezó a decir George.

-Tienes que pedírselo.- dijo Lee emocionado.
-No, no puedes.- le interrumpió Fred.

George ahora tenía un debate, que debía hacer?

my weakness (George Weasley)Where stories live. Discover now