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Ni Jaylene no George sabían el motivo por el cual se habían dejado de hablar o siquiera mirar en lo que había quedado de curso.

La Slytherin en el fondo extrañaba los pequeños detalles que el pelirrojo solía hacer sin embargo no le dio muchas vueltas.

George por otro lado intentó distraerse lo más posible de ella. Junto con sus amigos que cada vez realizaban bromas a todos, recordaba que era el sentimiento de hacer bromas y pasárselo bien.

La chica era todo lo contrario pues, su objetivo era muy claro. Sacar las mejores notas y calificaciones para recibir la aprobación de su padre.

Si, Lucius Malfoy no era alguien fácil de complacer. Tanto Draco como Jaylene querían ser los hijos perfectos que el señor Malfoy quisiera que fueran.

Para eso no debía haber ninguna distracción posible. Fue decepcionante para Jaylene que en las primeras semanas no obtuviera las notas que ella deseaba tener.

Fue cuando empezó a estudiar, tarde por tarde en la biblioteca sin nadie que la molestara y finalmente acabó dando sus resultados. Los que ella sabía que a su padre le harían feliz.

Y quien sabe, a lo mejor le diera el permiso de poder entrar en el equipo de quidditch.

A Jaylene le encantaba ese deporte sin embargo a su padre no le hacía tanta gracia que lo practicara, mientras que Narcisa intentaba convencerlo de que le diera permiso.

"Cuando tus notas sean perfectas podrás presentarte."

Aquellas palabras que no dejaban de pasar por su cabeza cada vez que le daba pereza estudiar.

Eso no le impidió gritar de rabia cuando Harry Potter consiguió el puesto de buscador a los dos días como si nada. Draco al igual que ella estaban hechos una furia.

Y más cuando ganaron la copa de las casas por una injusticia a último lugar del día, según ella pues no le parecía justo que Dumbledore le quitara la copa a Slytherin en el último momento.

Lo que nadie sabía era que Harry, Hermione y Ron se enfrentaron al profesor Quirrell quien quería robar la piedra filosofal. Quien lo diría?

Les otorgaron 50 puntos a cada uno, dejando a Gryffindor empatado con Slytherin. Y ahora muchos se preguntaron, que necesidad había de otorgarle 10 puntos a Neville?

Dumbledore anunció a último momento con orgullo que le otorgaba 10 puntos a Neville Longbottom por... ser valiente? Jaylene no lo entendía, no que era esa la cualidad de su casa?

-Oh, y yo soy un Malfoy y no me dan 10 puntos por eso.- decía Draco enfadado haciendo que Blaise riera al igual que Emma.
-Draco... sabes que no eres un Gryffindor, es imposible que Dumbledore te de puntos.- decía Jaylene con sarcasmo mientras se apoyaba en su palma.

Todos los Gryffindors empezaron a saltar de alegría por haber ganado la copa de las casas y Jaylene solo podía fijarse en cierto pelirrojo que aplaudía con felicidad junto a su gemelo.

-Ya te perdimos?- preguntó Emma con una sonrisa a su lado.
-De que hablas?- preguntó ella aún mirando como este sonreía transmitiendo felicidad.

-Alguien se está enamorando... digo, estás sonriendo como una boba, y eso que hemos perdido la copa de las casas.- mencionó ella de manera divertida.

-No estoy sonreír do de manera boba.- dijo ella ahora rodando sus ojos.- Y yo me estoy enamorando. Eso es imposible.
-Aha.- respondió su amiga negando divertidamente.

-Sabes? Pensaba que te echaría de menos pero ya veo que podré descansar de ti y de tus locas teorías.- le mencionó la Slytherin.

Emma se acercó a la oreja de Jaylene.
-Loca teoría como que ahora mismo te está mirando?- le susurró en la oreja haciendo que esta volviera a mirar al pelirrojo que efectivamente, miraba a Jaylene.

Había pasado tiempo en el que sus ojos no se encontraban. Ambos los apartaron algo nerviosos.
-Si, llámame loca pero creo que será como una de esas películas muggles horribles donde hay un amor imposible... como se llamaba? Romeo y Julieta?- preguntó ella ahora molestándola.

-En el cuento original acaban muriendo.- mencionó Jaylene intentando bajar el sonrojo.
-Oh, entonces que tengas suerte con ello.- le dijo esta antes de darle un beso en la frente para irse.- Que pases un buen verano!

En resumen, Jaylene el curso que viene iría a por todas, no pensaba darle el gusto a los Gryffindors otra vez.

-Lista? Mamá nos espera.- le dijo Draco algo aburrido mirando por la ventana del tren.

-Si, ahora voy.- le dijo ella levantándose de su asiento. Cuando ambos hermanos sintieron que el tren bajaba su velocidad, se levantaron con intención de irse.

Draco paso primero dejando atrás a Jaylene quien rodó los ojos, y en el momento que quiso bajar del tren, alguien le tapó la salida.

-Lo siento.- se disculparon ambos algo avergonzados.

George intentó apartarse hacia la izquierda al igual que ella volviéndose a chocar.
-Vaya, eh... esto... lo siento.- dijo con una pequeña sonrisa al ver que ella también estaba nerviosa.

-Debería, eh, irme.- dijo esta finalmente llevando una mano a su brazo para poder pasar.- Adiós.

El pelirrojo se llevó su mano al brazo que ella había tocado y sonrió para si mismo.
-Vamos Georgie? Tengo muchas ganas de volver a casa.- le dijo Fred apareciendo por detrás de este.

Por suerte no había visto nada.
-Si, vamos.- le respondió con una sonrisa algo boba saliendo finalmente del tren.

-Donde estabas!? Quiero irme ya.- le dijo Draco de mala gana cuando vio a la chica.- Por qué estás roja?

Jaylene ignoró al platinado y abrazó a su madre pues no estaba su padre. Había que aprovechar.
-Como has estado hija? Draco se ha portado bien?- le dijo con una pequeña sonrisa a lo que la chica miró al platinado de manera orgullosa.

Draco se cruzó de brazos.
-Debería ser yo quien te explicara como se ha portado tu hija.- murmuró el pequeño.

-Cállate cabeza albóndiga.- le dijo ella empujándolo a lo que este le sacó la lengua.
-Esta bien niños, no peleéis, ahora vamos a casa.- los interrumpió Narcisa finalmente separándolos.

Jaylene rodó los ojos sonrió para si misma, recordando al pelirrojo que se había puesto nervioso ante su tacto.

Eso no debería pasar, o si?

my weakness (George Weasley)Where stories live. Discover now