Capítulo 2, Temporada 3

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3:00 P.M. Consultorio del Dr. Riso:

—Hoy tengo un reto para ti—Kenji pone el tobillo sobre la rodilla y se extiende de brazos en el respaldo del sillón, confiado.

— ¡¿Reto?! ¿Qué clase de reto?—Walter deja el bloc de notas sobre la mesa, la frase inicial promete una charla inolvidable, no había necesidad de tomar nota.

—Ayer me ha pasado algo y voy a contártelo—Kenji parecía hasta emocionado.

—Muy bien.

—Porque quiero saber lo que piensas acerca de...—despego la espalda del asiento haciéndose hacia adelante.

—De acuerdo—asintió comprensivo.

—Pero lo que piensas tú...—puntualizo alzando las cejas—no lo que piense Freud, no quiero tus discursitos psicológicos rebuscados y prefabricados de terapeuta.

—Creo que entiendo el reto—paciente esperaba a que pusiera sus condiciones y se sintiera lista para contarle.

—Es más, sin pensarlo... te diré lo que ocurrió y me responderás inmediatamente en pocas palabras lo que piensas.

—Acepto el reto—dio una palmada a sus rodillas y sonrió dispuesto—¡Dispara!

—Dafne me ha dicho que me ama—Kenji contiene el aliento, Walter contiene el aliento, el/la lector/a contiene el aliento y hasta la mismísima autora deja de respirar.

¡No podríamos haber visto venir esto! (Sarcasmo)

— ¡Síndrome de Estocolmo!—unas risas rompen el silencio incómodo. Esto lo habíamos profetizado y nos preguntábamos cuando al fin seria.

— ¿No escuchaste nada de lo que acabo de decir?—lo observa con los ojos entrecerrados.

— ¿Principio... de proximidad?—soltó tímidamente.

— ¿El qué?

—Ya sabes, si dos personas se ven en la obligación de tratarse crean habito la una de la otra—Kenji ya lo fulminaba con la mirada—Lo tengo...—proclamo emocionado— ¡Monopolio!—alzo las manos como enmarcado la palabra imaginariamente.

— ¿Monopolio la situación de privilegio legal sobre el mercado?

—No, monopolio el juego de mesa—se rio de su propio sarcasmo—Claro que la situación de privilegio. Y tienes un fallo a tu favor por nula competencia.

— ¿A qué te refieres con eso?—todo esto le era confuso a Kenji.

—A que es de esperarse que te hayas convertido en el hombre más significativo para la joven si consideramos que eres el único con el que interactúa—intentaba expresarse con cautela.

—Eso es falso, ella habla con más hombres aparte de mí.

— ¿Con quién? ¿Con Sergio que bien podría ser su padre? ¿Con tu chef homosexual? ¿Con el mayordomo mudo? ¿O con tu nuevo jardinero octogenario?

—Con...—iba a abogar.

—Y no me digas que con el nieto del jardinero o con los demás guardaespaldas, que tú mismo dijiste que no permites que se queden a solas con ella—Kenji resoplo impotente, vencido antes tales argumentos—No es por ofender, pero es normal que llegara a esto si sus opciones son tú y un candelabro (Referencia a "La Bella y la Bestia".

Esta fue la gota que colmó el vaso:

— ¡¿Y para esto te pago?!—Kenji su puso de pie y pretendía irse para salvaguardar su orgullo herido.

Crónicas de mi Amo, Hijo segundoWhere stories live. Discover now