Capítulo 21: Recuerdos

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Nuestro recorrido recién estaba comenzando, habíamos empezado sin querer en la nación del fuego con la familia de Alek, siendo momento ahora de emprender el camino de nosotros solos, tras desembarcar en las ruinas de la antigua civilización de los guerreros del sol, la cual era accesible al público como un centro turístico. Según los escritos, los guerreros del sol junto al actual señor del fuego Izumi, quien descubrió estas ruinas y formó un centro turístico, lo cual igual era dudoso ya que aunque eran ruinas estaban muy bien conservadas y solo habían cosas vagas, pero el hecho de ser unas ruinas era lo que daba esa credibilidad.

Bolin: ¿Estás listo Alek?

Alek: Claro, nunca me he sentido más listo, vamos.

En ese momento comenzó nuestro viaje para intentar recuperar los recuerdos de Alek, con mi ayuda le comentaba lo más importante que habíamos hecho ahí mientras observábamos las fotografías, me encantaba ver a Alek impresionado y maravillado con las mismas cosas por segunda vez, aunque su punto de vista fuera bastante diferente, seguía siendo el. Los viajes posteriores fueron todos de la misma manera, usábamos las fotos como referencia e intentábamos estar exactamente en el mismo lugar, así nos marchamos directo al polo norte donde le recordé la promesa a Alek de que me enseñaría a montar pingüinos nutria, realmente fue muy divertido experimentar esas cosas con la persona que uno ama y estima. De ahí nos fuimos al mundo espiritual y al pico Hay-Riyo intentando buscar al espíritu el cual nunca apareció, después nos fuimos al polo sur a través del portal espiritual del sur, Alek conoció a Katara y ella le aclaró lo de su sangre control y los detalles que yo no conocía abriéndose un mundo totalmente nuevo en Alek ya que no paraba de hacer preguntas al respecto, la siguiente parada fue Ba Sing Se y los lugares colindantes, como la fábrica donde secuestraron a su hermana y recorrimos la cueva de los enamorados solo para ampliar nuestro itinerario, posterior a ello nos fuimos al gran pantano, ahí le conté sobre la abuela Toph Beifong e incluso Alek se reencontró con la tribu agua del pantano, quienes le enseñaron nuevamente planta control y Alek le enseñó cómo hacer nieve cumpliendo su promesa de antaño, cerca del final del viaje fuimos al templo aire del sur donde estaba Kanna, al principio Alek la encaró por lo ocurrido con su hermana pero esta le explicó el resto de la historia y como ahora eran una sola nación del aire, al parecer al final Tenzin había aceptado hacer algunos cambios tras ver cómo las familias y los maestros aires “reveldes” se negaban a irse del destruido templo aire del sur y volver a separarse, de ahí y con su ayuda ya que ella había ayudado a Akka a descubrir los lugares donde había estado Alek, nos pusimos en marcha a recorrer cada uno de estos buscando aún más pistas y  porqué no decirlo, tenía curiosidad de saber el paradero del Alek cuando yo no estaba con el. Nuestro primer destino y más cercano fue la isla Kyoshi, donde realmente no es que fuéramos específicamente bienvenidos por el jefe del pueblo donde había estado Alek, pero unas muchachas que eran las guerreras Kyoshi lo recordaban y se alegraron de su visita, después nos fuimos a la ciudad de Gaoling donde disfrutamos de muchos combates en estruendo tierra VI, continuando con nuestro viaje viajamos al oasis de las palmeras y al desierto de Si Wong, donde con la ayuda de unos areneros quienes me quisieron enseñar arena control pero como siempre, soy un inútil y no lo logre, cruzamos el desierto y llegamos al cañón de la muerte donde pagamos un guía que nos dio un gran recorrido para llegar nuevamente a Ba Sing Se, donde tomamos una aeronave para volver a ciudad república. Durante esos extensos 6 meses de viaje conocí al nuevo Alek, era una persona bastante diferente al cariñoso y atento del que me enamoré, pero su nueva faceta de mas rebelde, mas osado y decidido me gustaba bastante, siempre que nos quedábamos en un lugar buscábamos una habitación accesible al presupuesto para poder durar todo el viaje, generalmente dormíamos juntos, no era incomodo y para mi era la mejor forma de poder sentir su cuerpo, sus brazos, incluso el ya no se molestaba cuando yo amanecía abrazándola "por accidente". Llegamos a ciudad república y faltaba el último lugar en el álbum, su departamento.

Libro 2: Burbujas del pasado (BolinxAlek) Where stories live. Discover now