¿Qué pasaría si la temporada de Karmaland 4 no fuera en Minecraft, sino un juego de Realidad Virtual?
Aclaraciones:
- Empieza cuando Vegetta recluta a los chicos para formar parte de Karmaland4
- Se trata de un juego de realidad virtual totalmente...
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Rubius estaba intentando controlarse con las cervezas y beber despacio. No quería emborracharse y hacer el ridículo delante de Samuel. Estaba hablando con Mangel y Lolito, riéndose y diciendo tonterías, pero siempre estaba pendiente de lo que hacía Vegetta.
Estaba sentado en un extremo del sofá y hablaba con Fargan y Willy, pero tampoco parecía muy concentrado en la conversación. Había echado su cuerpo hacia atrás con un suspiro y tenía el móvil en las manos. Vio cómo se frotaba la barba con gesto nervioso. Rubius se movió un poco en el sofá y bebió un trago de cerveza para refrescarse, intentando concentrarse en la conversación de sus amigos. Vio de reojo a Vegetta escribir algo en el móvil y comprobó disimuladamente su propio teléfono. Imbécil. ¿Cómo te va a estar escribiendo a ti?
Le vio alzar la mirada y desvió la suya, no quería que le pillase mirándole, pero unos segundos más tarde sus ojos volvían a fijarse en aquel chico en el que no dejaba de pensar. Vegetta se desabrochó el segundo botón de la camisa, levantándola un poco para dejar que entrase algo de aire. Rubius tuvo que coger aire y desviar la mirada. Sí, hacía mucho calor en ese salón. Bebió otro trago de cerveza y justo en ese momento, Auron se levantó.
- GORRINOS, ya está bien de estar aquí sentados en el sofá. Hay que moverse, que si no nos dormimos.
- ¡Eso! ¡Hagamos algo!
Fargan fue quien contestó, siempre dispuesto a apuntarse a cualquier plan que surgiera.
- Vamos a jugar al escondite.
Las palabras de Auron fueron seguidas de un silencio. Luzu negaba mirando al suelo, aquello no iba a funcionar ni de coña. Vegetta no se podía creer lo que estaba oyendo. ¿Ese era el plan magistral de Auron?
- ¿Parezco muy idiota si digo... que en realidad sí que me apetece?
Era Alexby quien había hablado, y acompañó sus palabras de una risa que demostraba que las dos cervezas ya empezaban a hacer efecto.
