¿Daniel se sale con la suya?

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Maratón 2/3

—Siento informarte que el alumno Lee no necesita tutor, Daniel

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—Siento informarte que el alumno Lee no necesita tutor, Daniel.— Yeonye se apresuró a responder, la directora seguía observando embobada a su hermano menor.

—Oh, ¿De verdad? El cuatro en su exámen no dice lo mismo, hermanito.— Le respondió paseando la hoja del exámen por el rostro del avergonzado Beomgyu.

—¡Dame eso ahora mismo!

El rubio le quitó la hoja con rapidez mientras sentía el calor aumentando en sus mejillas sonrojadas, de inmediato la guardó en su mochila ante la burlona sonrisa de su nuevo tutor.

—Joven Daniel, tengo que retirarme para resolver algunos asuntos en la junta ejecutiva de padres.— Informó la directora del plantel llamando su atención, el rosáceo de inmediato se puso de pie tomándose el atrevimiento de dejarle un suave beso en la mejilla como despedida.— Los alumnos son afortunados de aprender algo de sus conocimientos, le confío el grupo a usted y a Yeonye.

Daniel sonrió de manera victoriosa dedicándole una mirada de reojo a su asombrado hermano, se había salido con la suya con facilidad.

—No se preocupe, directora Sun. No podré hacer un gran trabajo como usted pero daré mi esfuerzo.

—Oh, joven Daniel, es realmente adorable y dulce.— Murmuró Sun avergonzada por las palabras del nuevo y encantador tutor, le brindó un corto beso de vuelta en la mejilla antes de retirarse.— Buena suerte.

Daniel esbozó una amplia sonrisa antes de acercarse al alumno, la mirada atenta de Yeonye estaba sobre él.

—¿Y bien? ¿Comenzamos contigo, Lee Beomgyu?

—Yo estoy en medio de unos apuntes, ¿Sabes?— Se apresuró a poner excusas el adolescente con nerviosismo tomando la libreta de apuntes de Soobin, el pálido le dejó tomarla ayudándole en la mentira como buen amigo.— ¿Ves? Aún no termino, ¿Por qué no ayudas a otro?

—Esos no son tus apuntes, ni siquiera escribiste algo.— Habló Taehyun desde su butaca sin que nadie se lo pidiera, Soobin le dedicó otra mirada de enfado.

—Bueno, pero es la clase del maestro Yeonye y aún no termina su hora de clase.

—Eso es cierto, estamos en clase de historia y aún falta tiempo para que termine, Daniel.— Le dijo su hermano con fastidio, Beomgyu suspiró y le agradeció con una pequeña sonrisa en sus labios.— Un tutor es después de clases.

Yeonye abrió sus ojos con temor cuando se dió cuenta de lo que dijo, la sonrisa maliciosa de su hermano Daniel no se hizo esperar. Realmente lo había metido a la boca del lobo, era un total tonto.

—¡Gracias por informarme, hermanito! Lee Beomgyu, te veo después de clases para ayudarte.— Expresó con entusiasmo levantándose de la butaca en la que estaba sentado, le dedicó una mirada al grupo antes de salir.— Sigan estudiando bien mocosos, no quiero ser el tutor de ustedes, me fastidiarían.

Taehyun frunció el ceño cuando el rosáceo se retiró del aula y de inmediato el salón se echo a reír.

—Guarden silencio, no le veo el chiste.—Regañó Yeonye malhumorado para posteriormente sentarse en su silla de vuelta al escritorio.— Quiero tres cuartillas ahora sobre la prehistoria.

Todos se quejaron en contra del profesor y Beomgyu sólo pudo llevarse sus manitas a la cara maldiciendo por su mala suerte.

Al finalizar las clases, Beomgyu intentó escabullirse del enfadoso de Daniel pero era inútil porque su nuevo "tutor" estaba justo al frente viéndolo con una sonrisa victoriosa, ¿Por qué tenía tanta mala suerte? ¿Acaso en su otra vida hizo algo mal...

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Al finalizar las clases, Beomgyu intentó escabullirse del enfadoso de Daniel pero era inútil porque su nuevo "tutor" estaba justo al frente viéndolo con una sonrisa victoriosa, ¿Por qué tenía tanta mala suerte? ¿Acaso en su otra vida hizo algo malo para merecer esto?

—¿Así que te escapas de mí, Lee Beomgyu?— La coqueta voz del joven rosáceo inundó sus oídos, Beomgyu bufó con un puchero entre los labios.—Olvidé decirte que soy bueno atrapando a mis presas, en especial a tigrecitos tan lindos como tú.

—Yah, por favor, sólo vas a ayudarme en historia y ya.— Le advirtió acomodándose la mochila en el hombro, Daniel palideció cuando escuchó sus palabras. Era cierto, tenía que enseñarle historia y él muy apenas se sabía los números romanos.— ¿En dónde queda tu casa?

—Oh, sí, sube al automóvil. Las hermosuras van primero.— El joven tutor le abrió la puerta de su preciado Lamborghini y Beomgyu frunció el ceño antes de entrar por la puerta del copiloto.— Entraría yo porque también soy hermoso pero si hay alguien más hermoso que yo entonces afirmo que eres tú.

El rubio lo ignoró posando su mirada en la ventana, no pudo evitar sacarle el dedo de en medio a Taehyun cuando lo vió caminar a la parada del bus.

Maldito Taehyun castroso.

Daniel soltó una gran carcajada cuando notó el gesto, emprendió marcha al automóvil dispuesto a no perder más tiempo. Todo minuto con ese bonito niño era valioso, en especial si quería conquistarlo y hacerlo novio del grandioso Choi Daniel.

—¿De qué te ríes?— Le cuestionó Beomgyu malhumorado, sus ojitos miraban con fastidio a su tutor.

—Hey, primeramente deberías respetarme porque soy mayor que tú y porque soy tu tutor.

El adolescente le ignoró olímpicamente de nuevo y sacó su móvil dispuesto a no hacerle caso en todo el camino pero sus planes se fueron a la borda, Daniel no era especialmente un tipo callado.

—Tienes que decirme hyung.

—No.

—Dime hyung o le digo a la directora que no pones atención a mis tutorías.—Expresó Daniel serenamente manteniendo su fija mirada en la avenida.

—¡Decirte hyung no es una tutoría, tonto!

—Lo es para mí, dilo ahora.

—No.— Volvió a repetir el rubio negándose rotundamente decirle así al fastidio de su tutor.

—Bien, sacaré mi móvil y le diré que no estás interesado en pasar la materia.

El tutor de cabello rosáceo sacó su móvil fingiendo que llamaba a la directora Sun, Beomgyu arrugó su naricita probablemente más enfadado que nunca.

—¡Está bien! ¡Está bien, hyungie!

—Cosita adorable.— Murmuró Daniel deteniéndose un momento por el cambio del semáforo a rojo, se dedicó a mirarlo con una sonrisa burlona al ver su carita molesta.— Ahora dime futuro esposo.

Y Daniel mentiría si dijera que el manotazo que Beomgyu le dió después de decir eso no le dolió.

TrillizosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora