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Maratón 1/3

Después de lo sucedido con sus dos hermanos, Yeonye muy apenas y cruzaba palabra alguna con sus hermanos

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Después de lo sucedido con sus dos hermanos, Yeonye muy apenas y cruzaba palabra alguna con sus hermanos. Sólo cuando coincidían en algo, reuniones familiares o por mensajes de texto. El que menos se molestaba en hablar era Yeonjun, a él parecía importarle un rábano la vida de los demás a excepción de la suya. Por otra parte, Daniel había comenzando a mandarle uno que otro mensaje en donde le pedía el número de su estudiante. Por supuesto que el profesor se negó rotundamente a su petición, no dejaría que su tonto hermano seductor jugara con su inocente alumno.

—¡Buenos días, profesor Yeonye!— Saludó entusiasmado Kang por otro día de clases, no esperó mucho y se sentó en su butaca.

El joven profesor se acomodó sus gafas mirándolo con extrañeza, Kang era el único joven que amaba asistir a la preparatoria.

—Buenos días, Kang.— Correspondió el saludo antes de girarse y comenzar a anotar en la gran pizarra.

El resto de los alumnos llegaban tarde como normalmente hacían los demás, Yeonye seguía sin lograr comprender como es que los jóvenes que vivían en el sector llegaban tarde, era irónico.

—¡Beomgyunnie! ¡Siéntate aquí!— La voz entusiasmada del castaño hizo que Yeonye se animara a ir al lugar donde su compañero le señalaba.

—Buenos días, Soobin— Saludó amablemente el adolescente de ojos verdes, dejó sus cosas acomodándose en la butaca.

—Hoy luces muy bonito y adorable, ese gorrito rosa te hace lucir como un bebé.— Señaló con una pequeña sonrisa entre sus labios, Yeonye seguía anotando cosas en la pizarra escuchando disimuladamente la conversación.

Beomgyu soltó una risa ante el comentario de su compañero, Choi Soobin era muy amable y risueño. Sin duda ambos podían llevarse de maravilla aunque otros dos pensaran lo contrario.

—Tú también luces muy bonito, Soobinnie. Tus mejillitas son como masita que dan ganas de comerlas.

Taehyun frunció el ceño cuando notó a Beomgyu tocar los cachetitos de Soobin así que con toda la intención de parar la romántica escena según él, levantó la mano llamando instantáneamente la atención del profesor.

—¿Qué sucede, Kang?— Le cuestionó Yeonye prestándole atención con el marcador en las manos aún.

—Beomgyu y Soobin no dejan que pueda concentrarme, sus risas se oyen hasta México.

Los chicos mencionados se giraron a verlo con enojo, Yeonye los observó por un segundo.

—Lee, tolero su impuntualidad pero no toleraré su indiferencia a mi clase.— Le dijo el azabache acomodándose las gafas por segunda vez, las risas de los alumnos se escucharon y Yeonye los miró con seriedad ordenando que guardaran silencio.— También usted, Choi.

Taehyun se sintió mal cuando Soobin le dedicó una mala mirada, se supone que en sus planes de boda sus lindos ojitos no deberían mirarle con enojo.

Beomgyu bufó restándole importancia al regaño del profesor y se dedicó a anotar cada palabra de la pizarra, cuando Yeonye terminó se dispuso a regresar al escritorio supervisando con la mirada que todos trabajaran. Claro que su mirada se desviaba bastantes veces en Beomgyu, su estudiante.

—¡Yah, qué aburrido! ¿Por qué apenas van diez minutos de la clase y ya estás torturando a tus alumnos con trabajo?— Yeonye abrió sus ojos con horror cuando notó la presencia del tonto de su hermano menor ahí y aún más cuando lo vió sentarse en una de las butacas cerca de Beomgyu y Soobin.

El joven profesor se levantó de su escritorio caminando con rapidez hacia a su hermano, la clase veía con impresión a los dos hermanos, Beomgyu se reía de lo sorprendido que se encontraba Hyunjin a unas butacas más.

—¿Qué haces en mi clase, Daniel? Sal de aquí ahora mismo.— Le ordenó seriamente, a pesar de lo tenue y relajada que se escuchaba la voz del azabache, Daniel podía notar que su hermano estaba hecho una furia.

—Vamos, hermanito. He pedido permiso en dirección, me excusé con unas tonterías.— El rosáceo le sonrió de manera coqueta a Beomgyu cuando notó su mirada en él, el adolescente rubio le ignoró olímpicamente.— Yah, ¿Acaso no puedo pasar tiempo de calidad con mi hermano favorito?

—Daniel, más vale que...

—¡Profesor Yeonye! No me había dicho que tenía un hermano, es increíble.— El joven profesor quería estrellar su cabeza contra el escritorio en cuanto notó la presencia de la directora.— El joven Daniel me ha dicho que viene a realizar unas prácticas para su trabajo y le he dado permiso.

Yeonye soltó una carcajada observando a Daniel. ¿Trabajo? Su hermano era un vago, él no tenía un trabajo.

—¿Permiso? ¿Qué se supone que va a hacer en mi aula, directora Sun?—Cuestionó tocándose el puente de la nariz con frustración, respiró intentando calmarse. Beomgyu le miró con extrañeza por su presencia así que le sonrió de manera divertida refiriéndose a la situación y fue correspondido de vuelta por el rubio.

—Será tutor de los alumnos que no vayan bien en su materia, profesor. O también para prepararlos en su próximo exámen.

Daniel miró disimuladamente a Beomgyu quien parecía estar nervioso, bingo, sabía que nadie pasaría así de fácil la materia de historia puesto que nadie quería leerse el libro.

—Será un honor brindarles conocimientos, creo que empezaré por el chico rubio que por su expresión parece estar angustiado por el exámen.— Habló Daniel formalmente ganándose el corazón de la directora y de algunas alumnas, Yeonye frunció el ceño a no poder más y Beomgyu escondió su rostro en la libreta.

Estaba perdido aguantando a los dos hermanos.

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