Ella tiene una sonrisa de oreja a oreja en su rostro, lo que me hace sonreír más abiertamente.

— Estaba un poco preocupada por ti.

— ¿Por qué?

— El tema de tu madre.

— No tienes que preocuparte por mí, B, estoy bien —me acerco más a ella—. Todo está bien —dejo un pequeño beso en su frente—. ¿Vamos al agua? Presiento que estoy tan caliente que el agua se evaporará a mí alrededor.

Bambi suelta una carcajada y sonrió, soltando una de sus manos y tirando de la otra para que el agua de en nuestros pies.

— Ya eres caliente sin estar al sol, Leo.

— ¿Tú crees?

— ¡Oh, vamos! Tú lo sabes, no te hagas el humilde ahora.

Mantenemos las distancias, no nos hemos acercado mucho y, me sorprende cuando se acerca a mí y pone sus brazos alrededor de mis hombros y sus piernas rodeado mi cintura.

— No me importaría vivir aquí —dice— Estoy deseando terminar la universidad.

— Mis manos se ponen delicadamente en su espalda y observo los mechones rubios de su moño que caen por su cuello, dándole un toque sexy y despreocupado.

— No te queda mucho, lo estás haciendo bien. Sabes dónde estoy cuando quieras desconectar de allí.

— Estás a muchos kilómetros.

— Iré a verte los días que pueda.

— No quiero que hagas eso, te llevarás la mayoría del tiempo en carretera.

— ¿Y?

— Quiero que descanses.

— Haré todo lo que sea por ti, B, quiero que lo sepas —Sus labios se juntan en una fina línea y alzo mis cejas— ¿He dicho algo malo?

— No —sus dedos trazan líneas en mis hombros—. No sé si es gratificante o incómodo que alguien haga cosas por ti.

— Gratificante, Bambi, al menos viniendo de mi. Hago las cosas porque quiero hacerlas, no estoy obligado a nada. Quiero verte y quiero estar contigo, ya he desperdiciado mucho el tiempo.

Ella abre la boca para contestar pero no me da tiempo porque una ola pasa por nuestras cabezas y nos hunde. Tengo que soltarla para que no nos hagamos daño y cuando saco mi cabeza de debajo del agua, ella se está riendo a carcajadas, lo que me hace sonreír.

Busqué a mi madre en los informes del FBI y no hay absolutamente nada, tampoco pude indagar mucho porque no tengo autorización para hacerlo, solo sé su dirección.

No sé qué hacer con ella, pero por ahora prefiero dejar las cosas como están y centrarme en B, aunque no sé cuánto tiempo podré aguantar.

Me come la jodida curiosidad.

— ¡Tenemos que estar pendientes! —Grita Bambi— ¡Ahí viene otra!

Tengo que coger su mano para que la ola no la arrastre y cuando salimos de nuevo a la superficie ella está más emocionada que los niños que están en el agua disfrutando del oleaje. Entonces, me doy cuenta que no vale la pena mirar al pasado, ni siquiera al futuro, solo tengo que centrarme en el presente y disfrutarlo lo mejor que pueda. Lo único que tengo claro es que quiero a Bambi en mi presente y en mi futuro, y me da igual lo que piense la gente sobre nosotros.

Cuando volvemos a la sombrilla, nos sentamos en mi toalla y miramos hacia el mar. Ella odia que la arena se le pegue en el cuerpo cuando está mojada, por lo que intenta no moverse.

— ¿Qué quieres hacer la siguiente vez?

— Me da igual —se encoge de hombros—, podría ir yo a Sacramento, ir en autobús y así no tendrías que conducir cansado del trabajo.

— ¿Quieres venir a Sacramento?

— Claro, nunca he estado allí.

— Como quieras, te estaré esperando en la estación en ese caso.

Ella sonríe y Bárbara y Diego no tardan en aparecer con unas cervezas, traen para Bambi, por lo que la rubia no tarda en abrirla y darle un trago.

— ¿En qué momento te volviste alcohólica? —Pregunta mi hermano.

— En el momento en el que pisé la granja el año pasado.

— ¿Fuimos los culpables? —Pregunto esta vez yo.

— Sí.

Bárbara suelta una carcajada y se tiende en su toalla. Su cuerpo se está poniendo rojo y ella lo sabe, por lo que no tarda en echarse protección solar. Miro la piel morena de Bambi y acaricio con mis nudillos su pierna.

— Qué pena que este año hayamos estado menos tiempo —escucho la voz de Bárbara y me sorprendo—. Me lo pasé bien el año pasado.

— ¿Querías seguir metiendo tu lengua en la boca de Charlie, Barb? —La contestación de Bambi hace que abra los ojos sorprendidos y miro a su hermana, que ahora tiene toda su atención en mi chica.

— ¿Mientras tú la metías en la de nuestro hermanastro? No me jodas, Bambi.

La rubia sonríe y dirige su cara al sol mientras su hermana tiene una mueca en su rostro. Todo el tema de Charlie le duele, puedo verlo, pero todos coincidimos en que lo hizo mal, muy mal. Aunque yo tampoco me quedo atrás, por lo que me callo y le doy un largo trago a la cerveza. Despedirme de Bambi con su hermana y Diego en medio es un poco difícil, y ella solo mueve su mano de lado a lado mientras un "adiós, nos vemos" sale de su boca.

— ¿Estás jugando limpio esta vez? —Me pregunta Diego cuando las chicas se meten en el portal.

— Sí, no hubiera vuelto de nuevo si no quisiera quedarme —me giro para entrar en el coche.

— Bueno, nunca se sabe —se mete en el asiento del copiloto—. Has tenido la cabeza metida dentro de tu culo un largo tiempo.

— Ya... —Me enciendo un cigarrillo y bajo la ventana.

— Deberías dejar esa mierda, va a matarte, tío —mi hermano baja la suya y muevo mi mano con desdén.

— Cállate y pon algo decente en la radio, nos queda un largo camino hacia Sacramento. ¿Crees que las cosas se complicarán cuando todos lo sepan?

— Creo que el abuelo cogerá su escopeta, pero no es nada que no podamos controlar.

Suspiro pesadamente y pongo rumbo a casa.

**

Feliz año ❤️

Siento haber estado muy pero que muy desaparecida.
Necesitaba poner mis ideas en orden y tiempo, necesitaba tiempo. He estado un poco en blanco y me he tomado unas vacaciones.

Siento haberos hecho esperar pero aquí estoy de nuevo.

Nuestros chicos siguen de cita...

Pero quizás...

En Sacramento...

Quién sabe :)

Le queda poquito a Ramé. Hacedme sentir orgulloso y dadle un montón de amor ❤️

Gracias por la paciencia.

Nos leemos pronto.

[Saga West] RAMÉ #1 [YA EN AMAZON] Where stories live. Discover now