Parte 20

4.3K 480 286
                                    

En un abrir y cerrar de ojos el día de la víspera de navidad llegó. Era de mañana y Horacio había decidido abrir la tienda y cerrar más temprano de lo normal, Volkov por su parte se había tomado el día completo para preparar todo para la cena de esa noche. Apoyado en la encimera, revisó las notas de su teléfono para asegurarse de que había comprado todo para la cena y no era necesario hacer compras de último minuto, pero mientras deslizaba el dedo por la pantalla para llegar al final del listado, la escena de su móvil cambio indicando que tenía una llamada entrante.

- ¿Cómo que te tomaste libre el día de navidad? Nunca te has tomado libre navidad ¡Eres Ruso! Ni siquiera celebras navidad - se escuchó por la bocina.

El comisario suspiró y masajeó sus ojos por debajo de los lentes que tenía puestos.

- Pues sí, me tomé el día, lo celebraré con Horacio, Conway - contestó paciente.

- Bah - exclamó el agente molesto cortando la llamada.

Luego de otro suspiro, continuó su trabajo ignorando por completo la llamada anterior.

***

Miró la hora en su teléfono, estaba ansioso por volver a casa, solo quedaban unos minutos para cerrar la tienda y pasar la víspera de navidad junto al ruso. Su madre se había encargado de darle un significado negativo a tal fecha, pero esta vez era diferente, tenía la oportunidad de crear nuevos recuerdos y le emocionaba bastante esa posibilidad que le había dado el universo.

Dando las cinco de la tarde, cerró la puerta de cristal con llave y bajó la pesada cortina de metal para sellarla con un candado. Terminado el trabajo, hizo algo de calor frotando sus manos, las manijas de metal de la cortina estaban heladas y había olvidado los guantes en casa de Volkov.

Siguió su camino escondiendo las manos en sus bolsillos con la esperanza de calentarlas un poco y haciendo pequeñas nubes de vaho con la boca, no tardó en llegar al edificio y subir por el ascensor, para entrar por la puerta y llegar al ambiente cálido y acogedor al que se había acostumbrado. Después de un pequeño escalofrío por el cambio de temperatura, se quitó los zapatos y caminó hacia la cocina, donde Volkov terminaba los preparativos de la noche con Amane como público desde el sofá.

Parándose en la punta de los pies, acomodó la cabeza sobre el hombro del ruso y rodeó su cintura con los brazos para observar lo que hacía, en respuesta él siguió obrando con una sonrisa en el rostro. Al notar que aún quedaba algo de trabajo que hacer, caminó rápidamente hacia el baño y se lavó las manos, para volver con las mangas hasta los codos y dispuesto a ayudar. Primero observó atentamente como el ruso ponía un relleno extraño en una masa circular situada en la encimera, para luego cerrarlo primero desde el medio avanzando hacia las orillas hasta que quedara completamente sellado.

- ¿Cómo se llaman estos? -

- Pirozhki - le contestó concentrado.

- ¿Puedo ayudar? - preguntó Horacio.

Volkov asintió y le dijo que diera la vuelta a la encimera para ubicarse donde estaba él. Con instrucciones claras lo guio estirando la masa y poniendo relleno, hasta que llegó el momento de cerrarlo, en ese paso comenzó a tener algunas dificultades y miró a Volkov que lo observaba a su lado, poniendo sus manos sobre las suyas, el ruso lo dirigió, susurrando nuevamente las instrucciones justo en su oreja, haciendo difícil la tarea de concentrarse para Horacio.

- Y ya está - le dijo separando el bocadillo formado por el moreno para dejarlo con los demás.

Al lado de los de Volkov, el de Horacio se veía triste, estaba algo deforme, después de todo era su primera vez, no iba a ser perfecto. Al percatarse de la mueca de insatisfacción en el rostro de Horacio, Volkov rio y le recordó que la práctica hace al maestro.

Used to You - Volkacio AUWhere stories live. Discover now