Todas las formas del amor

Thomas Hobbes

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TW: Violencia física, violencia psicológica, maltrato intrafamiliar, homofobia, descripciones gráficas de violencia.

De antemano pido perdón.

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Para Hitoka salir los fines de semana junto a sus compañeros de tercero se había convertido en una preciosa costumbre, desde que habían vuelto del campamento de entrenamiento se sentía protegida de una forma que no sabía explicar.

Los viernes se quedaba a dormir en casa de Kiyoko, juntas iban a la escuela para pasar todo el sábado con el equipo entrenando, en la tarde iba a la biblioteca acompañada por Asahi, quien últimamente se tomaba sus estudios más en serio que de costumbre, cuando la noche caía él la acompañaba hasta la casa de Kiyoko, dónde la pelinegra esperaba para cenar juntas y ayudarla con sus tareas.

Está pequeña rutina había nacido de una horrible circunstancia, a principios del otoño la menor había vuelto a escapar de casa un viernes en la noche, estaba vagando sin rumbo por las calles de Sendai cuando la encontraron Kinoshita Hisashi y Ennoshita Chikara, sus compañeros del club de segundo año, con la mirada perdida y ropa bastante ligera para una estación que se sentía fría desde su inicio.

Los dos mayores al verla asumieron lo peor, al no obtener una respuesta de que le había sucedido estuvieron a punto de llamar a la policía, sin embargo fueron detenidos de forma inesperada por la pequeña manager.

—No quiero ir a casa, si voy las cosas serán complicadas... No quiero que sea así— había salido de su estado de shock emocional para luego empezar a temblar, instintivamente Hisashi se quitó su gabardina para cubrirla sin entender que sucedía, sin embargo antes de poner la prenda sobre sus pequeños hombros notó una cantidad alarmante de arañazos y golpes en su pequeña espalda.

—Yachi-san ¿Podrías decirnos que pasa?— ella negó, los mayores se miraron preocupados, sin saber que hacer— Está bien, no iremos con la policía... ¿Hay alguien a quien deberíamos llamar?— Lo único que obtuvo fue una negación de parte de la rubia, fue entonces cuando Ennoshita marcó a la única persona que creía poder ayudarlos en esa situación, decidieron que lo mejor era esperar en una cafetería sin separarse de la menor.

Shimizu y Sugawara aparecieron en la cafetería 20 minutos después de que el futuro capitán los llamara, Kiyoko corrió a abrazar a la menor mientras Kōshi se ponía más pálido de lo que ya era, los mayores compartieron una mirada cómplice haciendo que la manager se llevará a la menor a los baños del local para que se cambiara con una muda de ropa abrigada que ella le había llevado.

—¿Que sucedió?— Sugawara se notaba estresado, pero siendo honestos ¿Quien no lo estaría en esa situación?

—No estamos seguros... Encontramos a Yachi-san caminando sin rumbo fijo y con la mirada perdida. Con solo verla supimos que algo estaba mal, pero aún no sabemos que sucedió.

—En realidad, yo logré notar algo malo—Kinoshita habló en voz baja, debido a los nervios que lo consumían y a la cantidad de personas en el local— su espalda está llena de golpes, también tiene heridas abiertas aunque son pequeñas hay muchas.

El albino los miró con enojo, dando un ligero golpe en la mesa habló— ¿Acaso están locos? ¿Por qué no han llamado a la policía? Esto es serio ¡No sabemos que puede estar pasando!

—Ella no nos dejó, dijo que habría problemas—Chikara respondió con frustración acumulada— prácticamente rogó para que no lo hiciéramos.