Guardianes de la felicidad

Capítulo 85

Hola!! Volvi con más capítulos para ustedes! Gracias y que lo disfruten!!

Capítulo 85:

Thiago cerró los ojos con fuerza, esperando sentir el golpe contra el suelo. Parece increíble que en tan pocos segundos piense en tantas cosas. Pero lo hizo. Pensó en sus hijos, en Mar. sus amigos. su familia. Pero el impacto nunca llegó.

En cambio, sintió un gran dolor en la pierna. Parecía que se quemara. Un dolor abrasador lo recorrió. Abrió los ojos, y pudo entender todo.Casi todo su cuerpo estaba colgando del hueco del sótano. Algo lo sostenía. Mejor dicho, alguien. Al levantar la vista, vió a Mar. Se notaba que estaba haciendo un esfuerzo enorme. Lo sostenía con sus dos manos.. Y el dolor que sentía provenía de una enorme herida en su pierna. Se dió cuenta que, al producirse la explosión, otros pedazos de techo se desprendieron, y lo golpearon muy fuerte en la pierna.  Al bajar la vista, lo único que pudo ver era mucha sangre. Apartó la mirada enseguida, estaba comenzando a marearse

Mar: Pela! Estás bien?

Thiago: Sí…

Mar: Aguantá!! Ayuden, por favor!

Los chicos se acercaron , pero Mar no podía soltarlo

Luca: Mar, por favor correte un poco. No lo vamos a poder agarrar

Mar: No! Se va a caer

Luca: Confiá en nosotros

Mar se alejó un poco, y en seguida la sujetaron. Ella vió con mucho alivio como entre los chicos lograban sacar a Thiago. Pero todo su cuerpo estaba cubierto de sangre. Mar corrió hacia él y sin pensarlo dos veces lo abrazó.

Thiago: Estoy bien, mi amor

Mar: Estás sangrando mucho…

Jaz: Tenemos que irnos ya!!

Teo: Mar, llevá a los chicos, nosotros nos encargamos de Thiago

Mar: Qué le pasa a Mora?

Rama: No sabemos. Creo que sigue desmayada

Mar tomó a Mariana en brazos, y Kika hizo lo mismo con Juampi. Mora iba en brazos de Simón, desmayada. Entre Teo y Luca sujetaron a Thiago. Todos comenzaron a alejarse, pero era difícil. Tacho estaba todavía herido. Thiago también lo estaba ahora. Y todos seguían bajo los efectos de los gases. Estaban caminando fuera de la casa, cuando de repente, Melody gritó

Mel: Cuidado!!!

Todos siguieron la mirada de Melody. Y vieron como una nueva bomba se dirigía, ahora hacia ellos.

Ninguno lo penso. Corrieron lo más rápido que pudieron. La explosión llegó al suelo, haciendo que todo temblara, y que cayeran al piso

Rama: están todos bien?

Teo: Sigan avanzando!! No paren por nada del mundo

Siguieron caminando y corriendo a veces por lo que les parecieron horas. Pero en realidad apenas habían avanzado un poco, pero lo suficiente para alejarse de la casa. Luego de un rato, todos estaban muy cansados, y decidieron descansar un poco.

No se dieron cuenta de lo mal que estaban hasta que frenaron. Varios tenían cortes en la cara y brazos, a causa de la última explosión. No sabían que hacer, ni a dónde ir. Estaban completamente perdidos. Minutos después, pasaron del cansancio a la desesperación total. Todos estaban muy alterados. Los chicos lloraban sin parar, y todos juntos. Thiago estaba a punto de desmayarse por haber perdido tanta sangre. Algunos dicutían sobre lo que tenían que hacer. Otros intentaban ayudar a los heridos, pero era casi imposible. Habían escapado tan rápido que no tenían nada. Ni comida, ni agua, ni medicamentos, ni siquiera ropa.

Pronto, empezaron los problemas. No sabían dónde estaban. Tenían hambre, frío y sed. Y miedo, mucho miedo

Luca: Por qué no vamos al pueblo a buscar ayuda?

Jaz: Busquemos a Fede y Maira

Rama y Mar se miraron. Mar agachó la cabeza

Rama: Chicos, ellos están muertos

Kika: Qué? Cómo muertos?

Mar: No sabemos que pasó. Los encontramos muertos

Jaz: Las visiones. No eran los chicos

Mar: Parece que no…

Luca: Pobres chicos

Teo: Vamos a acampar acá

Tefi: Acá? vos estás loco

Mel: Gordo, no creo que nos podamos quedar acá?

Teo: Tienen una idea mejor? Estamos muy mal, no podemos seguir.Y Ya está anocheciendo

Kika: No tenemos nada para acampar

Luca: Con acampar se refiere a dormir en el pasto

Tefi: Ni loca

Rama: Basta! Vamos a dormir acá y se terminó. No podemos hacer nada

Muertos de frío,  cansados y asustados, poco a poco se fueron acomodando. Mar estaba más asustada que nunca. Habían logrado detener la hemorragia de Thiago, pero aún estaba mal. Los bebés no paraban de llorar, y Mora todavía no despertaba. Era como si solo estuviera dormida, pero sin reaccionar. Si no fuera por Bruno, ya hubiera perdido la cabeza.