Capítulo 163

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Capítulo 163:

Mar: Mi amor, dejá de temblar por favor

Thiago: Es que estoy nervioso!

Mar: pero me ponés más nerviosa a mí!

-Si sigue alterando a la paciente voy a tener que pedirle que se retire

Thiago: No, perdón

Mar: Mi amor, tranquilizate

Thiago: Pero no te pone muy nerviosa?

Mar: No, porque tengo algo que me ayuda

Thiago: Qué?

Mar: A vos

Thiago sonrió, y se dijo mentalmente que debía calmarse, porque eso estaba afectando a Mar también

-Bueno, estás preparada?

Mar: Sí

-Cuando yo te diga empezás, sí? Tranquila Mar, que todo va a salir bien

Mar: Dame la mano

Thiago: Siempre

-Lista, dale!

Pero 10 minutos después, seguían sin ningún avance. Los médicos hablaban entre si de hacer una cesárea, lo cual a Mar le aterraba

-Vamos a ver como sigue. Si no avanza, hacemos cesárea, sí? Pero tranquila. que no es nada peligroso

Mar: Bueno

.-Vamos, sí? Dale!

Mar hacía fuerzas con todo su ser, pero sentía que era inutil.

-Dale Mar! Vos podés

Thiago: Dale mi amor, yo sé que podés

-Traé a éste nene al mundo, Mar. Ya tiene nombre?

Mar: Santino!

-Hermoso nombre. Ahora concéntrate, que Santino quiere nacer. Dale! Ya falta poco

Minutos después, la sala entera guardó silencio, para luego dar paso a un llanto muy débil. El llanto de un bebé.

Mar lo miraba con los ojos iluminados, y una sonrisa en su rostro

-Te sentís bien?

Mar: Un poco mareada...

-Esperen. Vamos a controlarla primero. Está algo pálida

Thiago: Pasa algo?

-No te preocupes. Vamos a ver si Mar está bien

Una enfermera tocó en brazo de Thiago. Al girarse, ella estaba sosteniendo al bebé

-Téngalo usted, es el papá

Thiago asintió, y la enfermera dejó en sus brazos a su hijo. Era increíble. Lloraba, pero muy despacio. Thiago lo acunó un poco, mirándolo con lágrimas en los ojos

Thiago: Hola Santi. Bienvenido

No sabía por cuánto tiempo estuvo mirándolo, completamente hipnotizado. Era hermoso

-Thiago?

El levantó la vista, y se encontró con la doctora que atendió el parto. Al mirar a Mar, notó que ella tenía una máquina cubriendo su nariz y su boca. Sintió que sus piernas se aflojaban

Thiago: Qué pasó?

-No te preocupes, no es nada grave. A Mar le bajó un poco la presión, pero es normal. Eso que tiene ahora es como una anestesia, va a hacer que duerma por un rato, para estabilizarse. Cuando se despierte va a estar perfecta

Thiago: Va a estar bien, segura?

-Quedate tranquilo, que tu mujer y tu hijo están perfectos. Los vamos a llevar a su habitación ahora. Vos quedate con ellos, cuando Mar se despierte le das al bebé

Thiago: Bueno. Gracias

-Felicitaciones

Thiago estuvo alrededor de dos horas en la habitación de Mar. La enfermera le indicó como debía darle la mamadera al bebé, ya que Mar no podía amamantarlo. No siguió su consejo de luego dejarlo en la cuna, y se quedó con él en brazos, observándolo. Sabía que los chicos estarían impacientes por verlos, pero primero Mar tenía que estar bien. La enfermera le dijo que todos estaban esperando afuera.

Prestó atención a cada detalle. Su respiración lenta y tranquila, los ruidos que hacía al dormir, su mano tan pequeña y delicada, su piel todavía roja. Ya estaba enamorado de su hijo.

Mar: Pela?

Thiago: Hola mi amor

Mar: Qué pasó?

Thiago: te bajó la presión, y te dieron una anestesia

Mar miró al bebé, y Thiago se acercó a ella con cuidado

Thiago: Este es Santino. Tenelo

Mar: Hola, mi amor. No puedo creer lo hermoso que sos! Yo soy tu mamá. Y aunque recién tuve un bajón, ya estoy acá con vos. Es precioso

Thiago: Sí. Te sentís bien?

Mar: Estoy perfecta. Te amo, Pela

Thiago: Yo también te amo, chiquita. Gracias

Thiago besó a Mar en los labios, y luego a su hijo en la cabeza. Se miraron, con los ojos repletos de amor.

Guardianes de la felicidadWhere stories live. Discover now