Capítulo 99

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Este capítulo es bastante largo y triste!! También me pidieron hacerlo! Pero, por otro lado, está bueno!! Recuerden que voy a ir subiendo cuando haya más de 5 comentarios!!!!

Capítulo 99:

Thiago: Mi amor, me acompañás a la discográfica? Tengo que charlar con unos clientes

Mar: Sí, vamos. Llevamos a los chicos?

Thiago: Sí, total allá se entretienen

En la discográfica, los chicos eran los mimados de todos. Algunos lo hacían porque eran los hijos de sus jefes, pero en realidad era imposible no quererlos. Nunca causaban problemas, charlaban con todo el mundo y eran muy simpáticos

Mar: Buen día, Cande

Candei: Buen día Mar. Hola lindos!

Mora: Hola Cande!

Cande: Vinieron a visitarnos un rato?

Bruno: Sí, nos trajeron

Mar: Qué quieren hacer?

Mora: Podemos jugar?

Thiago: Claro, mi amor. Vayan a la sala de juegos

En la discográfica implementaron una guardería, ya que muchos empleados tenían hijos pequeños, y a Mar y Thiago les pareció una gran idea abir una guardería, así los padres podrían estar cerca de sus hijos, También tenían cuidados para bebés, entonces no era necesario que las madres tuvieran que ir hasta sus casas. Todos agradecieron mucho eso.

Todos en la discográfica amaban tener a Mar y Thiago como jefes. Ellos nunca se dejaron llevar por el dinero, siempre pensaron en sus empleados. Eran muy buenos, y trabajaban como uno más de ellos. Lo que querían lograr era que sus empleados confiaran en ellos, y que no los vieran solo como sus jefes.

En la guardería tenían de todo. Abarcaban desde bebés recién nacidos hasta los 12 años. Había juegos para todas las edades. Y por supuesto, varias cuidadoras. Allí ya había más niños jugando. Mora se unió a una nena que estaba con los disfraces, y Bruno se sentó a armar un rompecabezas con otro nene. Mar les dejó a Mariana y Juampi a las cuidadoras. Todavía le costaba un poco despegarse de ellos, pero cada 20 minutos iba a controlar que estuvieran bien.

Debían reunirse con unos clientes muy importantes, que les ofrecían a nuevos artistas para probar.

Un hombre de mediana edad y muy elegante entró en su oficina. Ya tenían preparado café para servir.Junto con él, había un chico bastante joven, de unos 35 años. Mar prestó atención en éste último. Su cara le resultaba familiar.

La reunión comenzó, pero ella no podía concentrarse. Pensaba en ese hombre, y de dónde lo conocía. Su cara era tan familiar para ella… pero sin dudas del pasado

20 minutos después, ya estaban a punto de cerrar la negociación. Mar estuvo dispersa toda la reunión, aunque intentó disimularlo. El chico no dijo ni una palabra, así que supo que solo era un asistente.

Y de repente, un detalle hizo que se le ponga la piel de gallina. Un escalofríos recorrió toda su espalda, que la hizo estremecer. El chico giró la cabeza un poco, y ella pudo ver una cicatriz plateada en su cuello, que se perdía bajo su camisa. Lo reconoció al instante

Todo su cuerpo comenzó a temblar, y supo que si no salía de ahí urgente, iba a desmayarse

Thiago: Mar, te pasa algo?

-Está bien, señorita Rinaldi?- Era el chico. No había escuchado su voz, pero también la reconoció. Estaba desgastada y algo apagada por el paso del tiempo, y tal vez por el deterioro

Guardianes de la felicidadWhere stories live. Discover now