𝙲𝙰𝙿𝙸́𝚃𝚄𝙻𝙾 12

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Miró el reloj que portaba en la muñeca y el espejo retrovisor.
Tamborileo el volante con los dedos. Estaba colocándose impaciente por aquel hombre que no salía.
Ahora estaba haciéndose pasar de chófer contratado.

22:00 hs

Soltó un suspiro al verlo salir, era una de las cabecillas de la Red, el que había explicado al moreno hace dos días atrás.
Avanzó lentamente hasta colocarse frente a él, le abrió la puerta trasera de la camioneta y asintió una vez con una leve sonrisa cuando lo miró a los ojos, dejando que suba tranquilamente.
Como el hombre estaba confiado, decidió fingir que todo iba normal, tomando la dirección que dirigía a aquel evento donde asistirían célebres políticos.

Realizó un giro abrupto, alarmando ya al hombre, pero aceleró en vez de detenerse, bloqueando todas las puertas.

ㅡ Ey, este no es el camino.
¿Qué estás haciendo? ¿Enloqueciste? ㅡ marcó un número en el teléfono y antes de presionar siquiera para llamar, vio su teléfono volar de un disparo.
Levantó la mirada y ya tenía la pistola en el centro de la cabeza. Tragó saliva y miró de mejor manera al chófer, notando que poseía un rostro bastante joven, pero tampoco reconocía.

ㅡ No te muevas ㅡ ordenó con seriedad, mientras quitaba la camioneta de la carretera y presionó el freno, colocando el seguro.
Quitó la tapa de la inyección con la boca y la inyectó en la pierna del personaje, suministrando toda la dosis de golpe, viéndolo perder la fuerza para acabar cayendo acostado en el asiento.
Escuchó un sonido fuera de la camioneta y miró de reojo hacia el retrovisor notando un vehículo tras ellosㅡ mierda, mierda ㅡse apresuró en cargar la pistola mientras miraba aquel vehículo.
Lo extraño es que nadie se bajaba todavía.

Primera vez que no notaba a alguien siguiéndole, estaba sorprendido de haber dejado pasar ese enorme detalle. Lejos de estar asustado, no podía creerlo, pero no iba a cometer la reverenda estupidez de bajar para ver quién era, se arriesgaba a mucho.

Se colocó de rodillas en el asiento, usando de cubierta al sillón y en la zona de lo que se simulaba el hombro, apoyó el antebrazo, apuntando directamente en dirección del conductor de aquel vehículo, aguardando a que baje alguien de allí.

Cinco minutos pasaron y seguía sin moverse de su puesto.

Vio la puerta del conductor abrirse y preparó el gatillo, hasta que vio que era Hyunwoo quién bajaba de él. En una rápida reacción levantó la pistola y dio con el techo de la camioneta. Miró la marca que dejó en el vehículo y maldijo golpeando el asiento, antes de bajarse. Estaba ardiendo en cólera.

❝ ¿Qué carajos hacia ahí? ❞

Vio al alto acostado en el piso después de ese disparo y se arregló los guantes de cuero que tenía, los cuales solamente le cubrían la palma, más no los dedos, no era necesario por su condición.

Colocó una mano en la cintura mientras que con la otra sostenía la pistola. Resopló y así logró que el moreno lo mire, para verlo levantarseㅡ ¿Estás demente?
Esa bala iba directo a tu cabeza ㅡ señaló hacia la camioneta con la pistolaㅡ ¿Qué demonios haces aquí?
¿Me estás siguiendo? ㅡ.

El alto ya empezaba a acostumbrarse a ese tipo de peligros y ahora no podía responder, no porque tuviese miedo o en estado de sorpresa, no sabía qué decirle al menor para no quedar malㅡ ah... ㅡse rascó la nuca y lo miró con el ceño ligeramente frunciendo, sonriendo algo nerviosoㅡ quería asegurarme que estuvieses bien... ㅡ.

Siseo y se echó a reír, le parecía increíble, simplemente increíbleㅡ seis años de mí vida haciendo esto y vienes con esa excusa a seguirme ㅡ.

ㅡ No discuto tu años de experiencia y que seguramente eres muy bueno... ㅡ.

ㅡ ¡Por supuesto que soy bastante bueno! ¡Por algo estoy hace seis años haciéndolo! ㅡ.

ㅡ Solamente quería saber si estabas bien y si no necesitarías ayuda... ㅡ.

ㅡ ¡No necesito ayuda! ㅡ cerró los ojos y respiró hondo tratando de tranquilizarse al darse cuenta que se estaba alterando. El nerviosismo no era bueno en esos momentos, serenidad ante todo.
Formó una sonrisa dulce y decidió darle lo que queríaㅡ bueno, ya viste que estoy bien y lo estoy llevando de maravilla ¡como siempre! ㅡ añadió en un fingido tono dulceㅡ ahora puedes irte y descansar en tu casa ㅡ.

ㅡ ¿Seguro que no necesitas ayuda? ㅡ.

ㅡ Seguro ㅡ.

ㅡ Es que... ㅡ.

ㅡ ¿Qué? ㅡ.

ㅡ Se acabó de caer de la camioneta ese hombre ㅡ señaló hacia la puerta del vehículo, viendo a aquella silueta algo sin fuerzas, tratando de movilizarse.

KiHyun volteó rápidamente y quedó boquiabierto al ver aquello. Siempre había una primera vez para todo y parecía que esa noche era la perfecta para la primera vez de todo.

[...]

Con el dedo índice posando a un costado de la cabeza y el codo apoyado en el reposador del vehículo, KiHyun estaba mirando la calle por la que iban. Para completar, con el cinturón puesto ¡odiaba tener el cinturón puesto!
Miró al dueño del vehículo que se notaba hasta feliz de que accediera a llevarlos, dejó la camioneta en el camino luego de hacer una limpieza parcial de cualquier evidencia y mudar las herramientas al automóvil que los llevaba hasta la casa abandonada que le fue indicadaㅡ ¿Estás feliz? ㅡ.

ㅡ Sí ㅡ respondió el moreno con una gran sonrisa.

Y eso, le causó gracia a KiHyun, contagiandose con esa energía que el alto teníaㅡ realmente estás demente... ㅡse cruzó de brazos mirando a la ventanilla.

ㅡ No soy el único aquí entonces ㅡ.

El menor le dio una mirada y después llevó la cabeza hacia atrás para ver al sujeto amordazado y sujeto de manos, piernasㅡ ya llegaremos pronto a casa ㅡle indicó con un tono de voz tierno junto a una sonrisa que lejos de tranquilizar, daba miedo. Se acomodó de vuelta en el asiento del co-piloto, sintiendo la emoción a flor de piel.
Acabar con uno más de esos malparidos, merecía un festín por cada último suspiro de estos.

❝Un poco de mí... ❞Where stories live. Discover now