Capítulo 41

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Maratón 1/5

Utilizándolo

Esto ya se estaba convirtiendo en un hábito, pero de nuevo no sabía qué pensar. ¿Qué harías si de repente descubrieras que estás casado? ¿Qué pensarían cuando se dieran cuenta de que aparentemente se habían olvidado de ti durante tres años? ¿Por qué diablos mi esposo ni siquiera vino a visitarme durante esos momentos?

No pude distinguir muy bien lo que se sintió en ese momento. Por un lado, la extraña sensación de saber de repente que compartía mi vida con otra persona, por otro, el dolor de no saber nada más de él, o las razones por las que no vino a por mí.

Pasé la tarde pensando en ello acostada en mi cama. Atrapé a Christopher mirandome. Al ver que lo había notado, se acercó a mi cama y se sentó a mi lado.

- ¿Esta mejor? - Preguntó, su mirada era fría.

- Sí ... - Me sentí avergonzada.

Era obvio que no le gustaba la situación en absoluto, pero se vio obligado a aceptarla por mi culpa. De hecho, él no estuvo obligado, yo solo pude imponerle algo y él reaccionó sin desgana. Sí, me estaba aprovechando de esta enorme tolerancia que tenía, y me avergonzó saber que lo estaba usando.

- Yo me voy ... - dijo levantándose.

Cuando se volvió para dirigirse hacia la puerta, dije:

- ¿No me vas a preguntar por la pintura?

Volvió el rostro mostrándolo de perfil.

- No ... como dije, la vida es tuya ...

La forma en que dijo eso ... no era el ángel que conocía ... Había algo mal con él ... ¿Podría ser que mi decisión de perseguir mis recuerdos lo había afectado tanto? ¿Se preocupaba tanto por mí que incluso cambió su comportamiento? ¿Aceptar mis decisiones hasta el punto de ver que mi vida estaba en peligro y seguía sin hacer nada?

No ... todavía estaba tratando de detenerme, incluso si usaba un método menos radical. Christopher, seguro, ya había puesto fin a esos roles que habían quedado de mi pasado, aunque no quería creer que tuviera el coraje de hacerlo.

Tampoco era tonto, y debió haber entendido perfectamente el mensaje en la pintura. ¿Qué pensó cuando se enteró de que estaba casada? Realmente, las cosas se estaban complicando cada vez más.

Cuando me enteré, estaba oscureciendo y solo faltaban unas horas para que comenzara la fiesta de Anahí. Tenía mucho que hacer, así que comencé a prepararme, la parte que más tiempo me llevó fue la elección de la ropa, incluso con los consejos de Anahí, al final no me había decidido. No había nada allí que me gustara hasta que vi una caja en la esquina de mi armario. Cuando la abrí, me sorprendió ver el vestido rojo vino que me regaló Christopher el primer día en su casa. No era el más elegante, pero me agradó en ese momento. Decide ir con él.

No quería molestar al ángel, que estaba encerrado en su habitación, y llamé a Anahí preguntándole si podía recogerme. Envió a uno de sus amigos. No me sentía muy cómoda estando solo con alguien que ni siquiera conocía, pero el hombre que parecía tener mi edad no dijo nada y como mucho me envió una sonrisa educada.

Cuando el coche finalmente se detuvo, me encontré con una enorme mansión. Los reflectores dirigidos al cielo giraban frente al lugar. Varios coches estacionados, gente entrando con acompañantes. "Una casa sencilla ..." Si claro ... muy sencilla ...

Respiré hondo y me dirigí hacia la entrada. Esa sería la primera fiesta a la que iría, y probablemente una que nunca olvidaría ...

Memoria PerdidaWhere stories live. Discover now