Capítulo 33

488 36 12
                                    

Solo certeza

Él no tuvo la culpa. Estaba ... por involucrarte en esta historia. Por ponerlo en mis problemas con la esperanza de que se resolviera sin que yo tuviera que enfrentarlos de frente ... El ángel era como mi fuerte que siempre me hizo creer que podría recuperar mi vida. Esto lo hizo profundamente involucrado en algo que no necesitaba, que no debería tener. Le estaba haciendo sufrir por mi culpa.

Fue mi culpa por insistir en recuperar mis recuerdos. Él no se dio cuenta de que estaba en peligro de muerte. Para ser honesto ... Yo sí, me di cuenta de que algo malo estaba pasando, simplemente no quería verlo. Era esa verdad típica la que debería ser mentira. Sabía que no podría recuperar la memoria mucho antes de esa noticia, ya que sentí que era un precio a pagar. ¿Pagar por qué? Quizás por algo de mi vida pasada ... No lo sé.

El hecho era que ahora nada tenía sentido. Nada tenía sentido, ni siquiera mi vida. Aunque tenía que aceptar definitivamente la verdad, la dura verdad, no la aceptaría. Tratar de tener una nueva vida era lo único que me quedaba por hacer, pero sabía muy bien que no funcionaría. Quería, anhelaba, necesitaba saber sobre mi pasado, porque ese vacío dentro de mí era el peor dolor que podía sentir.

No podía imaginarme a mis padres esperándome para siempre en esa casa de mis recuerdos. No podía imaginarme a ese hombre de ojos azules siendo una persona cualquiera sin sentido. Quería saber de todo, tener todas las respuestas que quería.

Había tantas motivaciones para continuar mi búsqueda que no podía rendirme. Pero necesitaba intentar tener una nueva vida, aunque no la quisiera, aunque fuera para el ángel. Al menos hasta que pueda escapar para siempre. Él no me dejaría seguir recuperando mis recuerdos. Tendría que hacerlo solo a partir de ahí ... Sí, estaba decidida. Incluso con mi vida en riesgo, seguiría adelante.

Y fueron estos pensamientos, esa decisión que tomé mientras estaba acostada en esa cama. Terminé quedándome dormida con Christopher todavía acostado sobre mi espalda ... No quería sacarlo, porque podía entender un poco sus sentimientos. El deseo de ayudar a otras personas cuando no pueden, cuando no deberían. En cierto modo, también debe ser difícil para él, aunque no tiene un vínculo fuerte conmigo.

No soñé con nada. Y cuando finalmente abrí los ojos para ese nuevo día, encontré a Anahí arrodillada frente a mi cama. Sus ojos se llenaron de lágrimas, listas para salir. Me sentí profundamente conmovida cuando la vi preocupada por mí. Ella era realmente una amiga, mi única amiga.

Cuando me levanté, apoyándome en la cama, ella inmediatamente me abrazó, todavía conteniendo las lágrimas.

- Lo siento ... - dijo ella.

- ¿Porque estas diciendo eso? - Realmente no entendí - No tienes la culpa.

- Ya sabía que te pasaba algo ... desde la consulta con el Dr. Amanda, cuando le pregunté a Christopher qué había dicho.

Recordé la escena en cuestión. En ese momento me había sorprendido la conversación privada que tuvo con el ángel. Ahora sabía lo que era.

- No debí haberte escondido ... debí haberte preparado para la verdad ... - se lamentó.

- ¿Prepararme cómo? En ese momento o ayer, de todos modos, no me alegraría saber eso ...

- Pero ... acabé dándote esperanzas ... Seguí ayudándote a recuperar la memoria aunque algo andaba mal.

- Sería peor si la hubieras alejado de mí diciendo la verdad ... guardártelo para ti, pensar en mis sentimientos es prueba de que eres una verdadera amiga. Y lo aprecio mucho más.

Ella me abrazó aún más fuerte. Y terminé llorando con ella.

-Parecemos dos idiotas ...- comentó. - Christopher estará aquí en cualquier momento. ¡Si nos atrapa así será horrible!

Nos alejamos. Yo secándome las lágrimas y ella entregándome una caja que estaba en la cama y que acababa de ver.

-Él lo compró para ti- dijo.

Cogí la caja y la abrí. Dentro había un teléfono celular y un collar con un pequeño colgante en el extremo con forma de guitarra.

- Quería encontrar uno que tuviera que ver con un pintor, pero no lo encontró, así que terminó comprándolo. Es para recordarnos ...

- ¡Gracias! ¡Es realmente hermoso!

Ella sonríe feliz. Pero poco después cambió su expresión a algo más serio.

- ¿Y ahora? ¿Qué vas a hacer?

Tomé una respiración profunda.

- No sé...

De lo único que estaba segura era que recuperaría mis recuerdos, aunque muera al buscarlos...

Memoria PerdidaWhere stories live. Discover now